Comandantes Estelares: ¿Somos marionetas?

Comandantes Estelares: ¿Somos marionetas?

26 de septiembre de 2006

Kentaro Mori

Ampliamente respetados en los círculos ufológicos brasileños, Ubirajara Rodrigues y Carlos Reis critican el más reciente embrollo de la revista UFO al promover las predicciones de “Jan Val Ellam”. “Decidimos escribir la siguiente crónica, confesando que lo correcto sería esperar a que la anunciada edición de la revista llegase a los quioscos. Pero la “bomba”, valiente predicción de Val Ellam, contiene dos bombas atómicas literales, que pueden estallar en Oriente Próximo el 4 de octubre de 2006. Ante el riesgo de que la revista no se distribuya hasta después de tan sonado acontecimiento, no hemos tenido más remedio que escribir basándonos en el curioso correo electrónico que la precede”, escriben en la reseña subtitulada “La predicción de Jan Val Ellam en opinión de dos pseudoescépticos”.

Extremadamente lúcidos y apropiados, algunos pasajes impresionan por su contundencia (negrita añadida):

No cabe duda de que el circo vuelve a arder. En el pasado ya se anunciaron episodios similares de contacto cercano al mejor estilo Jesús-está-viniendo (…) Resultó que no pasó nada: ni se acabó el mundo ni los Ets invadieron la Tierra. Ahora no es diferente, es peor, porque está siendo anunciado por la única publicación brasileña sobre el tema, Revista UFO, y esto hace la arena aún más volátil, como empapar la lona con gasolina. La revista afirma que “no toma partido ni positiva ni negativamente”. Una neutralidad conveniente. Sin embargo, de nada sirve pretender una aparente imparcialidad, porque difundir una noticia de esta envergadura a nivel nacional, con la relevancia que se le dio, implica asumir la plena corresponsabilidad de las repercusiones del hecho, pase lo que pase. (…)

No es la previsión lo que nos sorprende. Nos sorprende el asombro mostrado en el editorial (…) Su carácter sensacionalista como advertencia, para una predicción procedente de alguien con la credibilidad antes mencionada, se justifica precisamente en virtud de este carácter. Como si la revista, independientemente de que avale o no la certeza de que el suceso tendrá lugar, tuviera la obligación de publicitarlo. Nada que discutir. En la medida en que en realidad no toma partido. Pues resulta que sí lo hace. Aunque afirma no tomar partido, claramente lo hace. A modo de introducción, el autor señala que el Sr. Val Ellam ha tenido acceso a la información y que ello basta para afirmar la total creencia en la información que ha obtenido. Esto es aún más evidente cuando esa información, como dice literalmente Adhemar José Gevaerd, editor de UFO, procede de sus mentores espirituales y extraterrestres.

A pesar de la total falta de pruebas de que mentores espirituales y extraterrestres proporcionen algún tipo de información a nadie, la actitud crédula, con un innegable trasfondo religioso, es evidente. Se trata de un derecho inalienable de los ciudadanos. Sin embargo, si no pudiéramos hacer ninguna observación sobre la forma de actuar y expresarse de los ufólogos, la Constitución de la República habría prohibido expresamente el funcionamiento de otras líneas o corrientes de pensamiento. La Constitución garantiza la libertad de creencia. Es decir, la libertad de no creer. Y en cuanto las creencias se intelectualicen en publicaciones escritas, serán objeto de comentarios críticos, especialmente en lo que se refiere a los hechos. En virtud de otro gran principio constitucional: la libertad de pensamiento y de expresión. Y por el mayor principio impuesto por la filosofía de la ciencia: sin crítica, no hay conocimiento. Si algunos piensan lo contrario, que registren inmediatamente su ufología como una religión codificada, o como una institución religiosa. De hecho, eso parece ser lo único que falta… (…)

Quien hace declaraciones fuertes y contundentes (siempre el mismo editorial) debe aceptar que los medios de comunicación también tienen derecho a opinar, con igual fuerza y contundencia. Ellam (…) parece estar más tranquilo cuando subraya que hace lo que considera correcto y su misión. Sin embargo, sus publicistas parecen diferir un poco del propio sensitivo, que, aunque está de acuerdo con el origen subjetivo de sus predicciones, se apoya en los que van más allá. Literalmente, por cierto. El editorial destaca que él ve y narra con excepcional objetividad cómo interactúan nuestros visitantes con la raza humana.

El editorial de la revista ganadora de la “primicia” [también] comenta que, en una reciente conferencia en Campo Grande (MS), el sensible se pronunció contra el rechazo religioso, científico y gubernamental a la cuestión de la presencia alienígena en la Tierra. También explicó las razones por las que, incluso después de décadas de pruebas, todavía hay resistencia a esta realidad. Lo más destacado es nuestro. La revista, que no usa comillas, mezcla y combina la opinión del medio, afirmando claramente que la realidad de la presencia alienígena en la Tierra ¡está probada desde hace décadas!

Ubirajara Rodrigues es el principal investigador de lo que el propio director de la revista UFO ha admitido que es el caso ufológico más importante: el caso Varginha. Carlos Reis era el ombudsman de la publicación, de quien el mismo editor comentó una vez que es “un amigo desde hace más de 20 años y a quien siempre escucho, pase lo que pase…” Esto ocurría en el mismo episodio en el que Reis declaraba, de forma honesta y sensata, que “yo sé, usted [Gevaerd] sabe y mucha gente también sabe que la ufología es frágil, no trabajamos con pruebas, sino con indicios significativos de que estamos ante un fenómeno de naturaleza desconocida. Eso es todo. No podemos decir en conciencia que sea extraterrestre, ni hablar de ‘alienígenas’, porque son sólo suposiciones, teorías, hipótesis, elucidaciones…”

Leer el texto completo de “Comandantes Estelares: ¿Somos marionetas? La predicción de Jan Val Ellam vista por dos pseudoescépticos” a continuación.

COMANDANTES ESTELARES: ¿SOMOS MARIONETAS?

LA PREDICCIÓN DE JAN VAL ELLAM DESDE EL PUNTO DE VISTA DE DOS PSEUDOESCÉPTICOS

Por Carlos Reis y Ubirajara Rodrigues

Algunos insisten en establecer una relación entre ufología y espiritismo. En Brasil, la Revista UFO 103 publicó un artículo en este sentido, firmado bajo el seudónimo del escritor y médium Jan Val Ellam. Ahora, ha llegado a nuestros buzones un e-mail del editor de la revista, distribuido a varias personas. En él, se anuncia el número 126 para septiembre de 2006, en el que se publicará una extensa entrevista con Val Ellam… una bomba de proporciones pocas veces vistas en la ufología brasileña y mundial. Si alguna vez existió tal cosa, el titular era bombástico en sí mismo. Decidimos escribir la siguiente crónica, admitiendo que lo correcto sería esperar a que la edición anunciada de la revista llegase a los quioscos. Pero la “bomba”, una valiente predicción de Val Ellam, contiene dos bombas atómicas literales, que posiblemente explotarán en Oriente Próximo el 4 de octubre de 2006. Ante el riesgo de que la revista sólo se distribuya después de un acontecimiento de tal magnitud, no hemos tenido más remedio que escribir basándonos en el curioso correo electrónico que la precede.

Ese “algo así” es una afirmación de que en poco tiempo se producirá “el contacto”: ¡mucho menos [tiempo] del que imaginan los más optimistas, según el espiritista Val Ellam! Según los “mensajes” que viene recibiendo, en los próximos meses -entre noviembre de 2006 y abril de 2007- se producirá el tan esperado “contacto” con inteligencias superiores, cuando cientos de naves espaciales se aproximen a la Tierra para una gran manifestación, incontestable e inequívoca (sic), con Jesús a la cabeza como auténtica autoridad celestial en su retorno apoteótico. Cientos de naves, eso sí. Cualquiera puede sentirse en plena libertad de afirmar, desde los escépticos a los creyentes, desde los investigadores a los curiosos, desde los populares a las autoridades, que ningún otro acontecimiento habría sido ni será tan importante e impactante. Es que se espera “en cualquier momento”. Si nos fijamos en el registro histórico, este “en cualquier momento” se ha pospuesto durante décadas. Desde que sus declaraciones pasaron de la esfera privada a la pública [Revista UFO, 126, septiembre de 2006, así como el mencionado correo electrónico que lo propagaba], su responsabilidad superó toda estimación y nos inspiró para escribir esta crónica.

Nos propusimos documentar nuestra posición antes de que los hechos fueran anunciados. No pretendemos dirigir este texto a ningún aspecto personal del responsable de las afirmaciones realizadas. Pero reconozcámoslo, confiar únicamente en mensajes mediúmnicos para anunciar el regreso de Jesús y la llegada de un batallón de naves extraterrestres para intentar evitar nuestro autoexterminio es una afrenta a nuestra inteligencia. No sabemos si es confianza ciega e ilimitada en “informadores galácticos” o inocente valentía en estado puro. Probablemente ambas cosas, además de credulidad. Afirma estar comprometido sólo con su conciencia, pero ignora el hecho de que el “post-contacto”, si no se produce, hará un daño irreparable a su tan codiciada credibilidad sobre el tema.

Ellam no ha hecho nada inaudito al anunciar su predicción, de naturaleza claramente escatológica [escatológico, de escatología – teorías relativas al fin del mundo y del hombre, lato sensu]. Cuando el correo electrónico que preparaba a los lectores de la revista terminaba con una emotiva expresión sobre el carácter inédito de la predicción, anticipaba tanta confianza en ella, así como en el hecho predicho, que parece haber olvidado las innumerables veces que personas, de todas partes y en diversas ocasiones, han reclamado el privilegio de tal prodigio: si es que alguna vez existió tal cosa. En noticias posteriores distribuidas por Internet, la misma editorial comenta su importancia. Lo justifica diciendo que, en sus propios términos, hay …picaros en abundancia, en la ufología mundial y brasileña, en proyectos y sectas de todo tipo, que hacen este tipo de afirmaciones y no ofrecen ningún apoyo para ellas. Por lo tanto, cualquier comentario sobre la originalidad de la predicción del Sr. Val Ellam estaría desfasado. Si alguna vez ha existido o no tal cosa lo responde la propia publicación. Esto también nos permite evitar enumerar todas las miles de veces que supuestos psíquicos de diversos campos, en distintas ocasiones, han anunciado la revelación pública del eterno misterio de los platillos volantes, así como la aparición de gigantescas naves espaciales. Ahí están también la película Independence Day, la serie de televisión “V”, el clásico del cine The Day the Earth Stood Still y muchas otras. También anunciaron el regreso de Jesús.

Nunca he querido aparecer, ni quiero hacerlo, y trabajo para difundir la información que recibo porque creo que es importante para mucha gente. Debe darse cuenta de lo que significa su actitud devota. Porque la multitud simpatizante no escatima los elogios más efusivos a su “valentía”. Ahora bien, lo que he empezado a recibir desde el pasado mes de marzo ha sido tan pesado y contundente que tendré que revelarlo a cuantos quieran escucharme. Se trata de hechos y no de cuestiones producidas únicamente por la fenomenología mediúmnica [Declaraciones contenidas en el sitio web www.ufo.com.br, avances relativos al número 126 de UFO, septiembre de 2006]. No está claro a qué “hechos” se refiere, pero admite la manifestación mediúmnica sobre la que apuesta su “patrimonio moral”, como lo llama la revista.

Pasemos ahora a las dos principales premisas del editorial, que favorecerían la posibilidad de que el acontecimiento se produjera realmente. En primer lugar, lo que habría ofrecido la vidente en su apoyo. Luego está la credibilidad de la fuente, es decir, el peso de que la predicción haya venido de quien ha venido. Según el editorial, se le reconoce uno de los discursos más coherentes que se pueden ofrecer sobre ufología y espiritualidad. Es su subjetividad y sus “métodos” estrictamente personales. Tanto el editorial como todo lo que dice el autor de la predicción se refieren a la coherencia de sus canales espirituales y ufológicos, que le proporcionan información sobre los hechos divulgados.

Los canales espirituales, sin embargo, son comunicaciones con entidades o espíritus, y los canales ufológicos siguen siendo retórica ingenua: lo que se llama ufológico (¡refiriéndose al estudio de objetos voladores no identificados!) son los mismos canales, claramente mencionados como si el vidente estuviera contactando con entidades de otros planetas, mental o espiritualmente. En términos de valor, no hay la menor diferencia. Tampoco hay ninguna diferencia entre ese comportamiento y el modus operandi de cualquier místico o religioso que haga, haya hecho o vaya a hacer predicciones futuras.

No cabe duda de que el circo ha vuelto a arder. Episodios similares de contactos cercanos al mejor estilo Jesús-está-viniendo ya fueron anunciados en el pasado por personas igualmente reputadas, con currículos serios y antecedentes profesionales y personales intachables, junto a otras con historiales poco respetables. Resultó que no pasó nada: ni se acabó el mundo ni los Ets invadieron la Tierra. Ahora no es diferente, es peor, porque lo anuncia la única publicación brasileña sobre el tema, la Revista UFO, y esto hace que el escenario sea aún más volátil, como empapar la lona con gasolina. La revista afirma que “no toma partido ni positiva ni negativamente”. Una neutralidad conveniente. Sin embargo, de nada sirve pretender una aparente imparcialidad, porque difundir una noticia de esta envergadura a nivel nacional, con la relevancia que se le ha dado, implica asumir la plena corresponsabilidad de las repercusiones del hecho, pase lo que pase.

En cuanto a la credibilidad, no es difícil comentarlo. Si la credibilidad se restringe al concepto de honestidad y sinceridad, no dudamos, ni podemos dudar, de que el Sr. Val Ellam tiene total credibilidad. Pero la “x” del problema es otra cosa. El mayor vehículo de comunicación ufológica del mundo, la revista brasileña bajo escrutinio, cree que la credibilidad se restringe al buen carácter de una persona. Se choca pero se distancia. O se presenta alguna coherencia, tal vez al menos una breve prueba que respalde este tipo de predicción gastada e inédita, sin hacer gala exclusivamente de subjetividad y creencia, o no habrá credibilidad alguna.

Val Ellam afirma que la reunión irá precedida de conflictos en Cercano Oriente, con la explosión de “una o dos” bombas nucleares, con fecha fijada para el 4 de octubre. Sólo esta noticia bastaría para poner a su autor bajo vigilancia permanente de las agencias de seguridad internacionales (si no lo está ya). No porque él sepa nada, sino porque le han “dicho” que así sería. Ellos, sus hermanos cósmicos, también le han informado de que no pueden interferir en nuestro libre albedrío, pero intentarán influir en las personas implicadas en el proceso para evitar la catástrofe. Pero, ¿vendrán después de las explosiones? ¿Por qué no antes? ¿No tienen alguna forma de conocer de antemano el curso de esta historia? ¿No son nuestro futuro? ¿Van a intentar reparar el daño una vez hecho y ver cómo se derrumba la civilización desde la barrera? Gracias, pero para eso no necesitamos público. Nuestras preguntas se pierden entre la incoherencia y los muchos “agujeros” de estos supuestos mensajes, y por eso no vamos a diseccionarlos, entre otras cosas por falta de espacio. Sólo faltó decir que sólo los “espiritualmente preparados” podrán contemplar este momento. En ese caso, ¿quién está espiritualmente preparado para qué? Si así sucede, este texto termina aquí, pues de lo contrario “fuerzas ocultas” habrán impedido sin duda que la humanidad se entere una vez más del “regreso del Mesías” (o de cualquier Ashtar Sheran, para el caso…) o de que “aún no estábamos preparados” para un encuentro de esta envergadura. Cualquiera que lea esta crónica sabrá el desenlace, y entonces todo será historia, otra historia más indexada en los anales folclóricos de la ufología brasileña.

No es la predicción lo que nos sorprende. Nos sorprende el asombro mostrado en el editorial, ya que es un factor de gran importancia para nuestro trabajo, que es establecer una visión del comportamiento de quienes hacen y representan la ufología. Su carácter sensacionalista al advertir de una predicción hecha por alguien con la credibilidad antes mencionada, se justifica precisamente por esta naturaleza. Como si la revista, independientemente de que avale o no la certeza de que el hecho se va a producir, tuviera la obligación de publicitarlo. Nada que discutir. En la medida en que no tome partido. Pues resulta que sí lo hace. Aunque afirma no tomar partido, claramente lo hace. A modo de introducción, el autor señala que el Sr. Val Ellam ha tenido acceso a la información y que ello basta para afirmar la total creencia en la información que ha obtenido. Esto es aún más evidente cuando esa información, como dice literalmente Adhemar José Gevaerd, editor de UFO, procede de sus mentores espirituales y extraterrestres.

A pesar de la total falta de pruebas de que mentores espirituales y extraterrestres proporcionen algún tipo de información a nadie, la actitud crédula, con un innegable trasfondo religioso, es evidente. Se trata de un derecho inalienable de los ciudadanos. Sin embargo, si no pudiéramos hacer observaciones sobre la forma de operar y expresarse de los ufólogos, la Constitución de la República habría prohibido expresamente el trabajo de otras líneas o corrientes de pensamiento.

La Constitución garantiza la libertad de creencia. Es decir, la libertad de no creer. Y en cuanto las creencias se intelectualicen en publicaciones escritas, estarán sujetas a comentarios críticos, especialmente en lo que se refiere a los hechos. En virtud de otro gran principio constitucional: la libertad de pensamiento y de expresión. Y por el mayor principio impuesto por la filosofía de la ciencia: sin crítica, no hay conocimiento. Si algunos piensan lo contrario, que registren inmediatamente su ufología como una religión codificada, o como una institución religiosa. De hecho, eso parece ser lo único que falta…

Cuando la gente utiliza su derecho a expresar sus creencias, pero habla de fenómenos, acontecimientos, hechos y estudios e investigaciones, el derecho de los demás es simplemente una cuestión de equidad. Cientos de naves espaciales se acercan a la Tierra para una gran manifestación en los próximos meses, y todo tendrá lugar entre noviembre de 2006 y abril de 2007. Realmente es una declaración contundente que aprisiona el tiempo. Sin embargo, este plazo de seis meses para un acontecimiento de tal envergadura puede considerarse un síntoma común a todos los demás ciudadanos que han anunciado este acontecimiento bíblico-apocalíptico en el pasado. Un inconveniente que pone la predicción de Val Ellam al mismo nivel que las predicciones inciertas y poco informativas, lo que involuntariamente deja al médium o vidente en una situación muy cómoda. Si, según la propia ufología, han ocurrido muy pocos sucesos como estos, sería bueno que, después de tanto tiempo entre un (suceso) y otro, volviera a ocurrir una aparición como esta, que cogiera a todo el mundo por sorpresa. Estamos hablando de avistamientos de ovnis en grandes ciudades o a los ojos de mucha gente.

Pocas veces un fenómeno ufológico ha sido observado simultáneamente por miles de personas, en grandes ciudades, sobre estadios de fútbol abarrotados, en capitales, aunque su origen, como siempre, siga siendo esquivo hoy. Los ufólogos son conscientes de la inconstancia e imprevisibilidad de las apariciones ufológicas. Hasta el día de hoy, los estudiosos no han podido decidir si este aspecto fugaz y ocasional se debe a las oleadas de interés provocadas por los medios de comunicación, o si algún factor, ya sea atmosférico o generalmente físico, provoca su repentina observación. Por ello, resulta cómodo y, en términos de probabilidad, generoso dar un “plazo” muy elástico para que la observación de cualquier prodigio de este tipo se produzca en algún lugar del mundo.

Al igual que quienes adoptan el dogma de que los designios de Dios son insondables, es fácil contraargumentar que los procesos y modos de operar de espíritus superiores y extraterrestres escapan a nuestra comprensión. Realmente no es fácil entender por qué los espíritus evolucionados o Ets eligieron a un sensitivo terrestre para advertir de dos acontecimientos simultáneos y correlacionados -la aparición masiva de gigantescas naves espaciales de otro planeta y el regreso de Cristo- y, de forma incoherente, no dieron una fecha. Los seis meses alegados son un lapso de tiempo considerable, sobre todo si se tiene en cuenta que, con la expansión de los sistemas mundiales de comunicación, las supuestas incursiones de platillos volantes se producen casi cíclicamente, aunque todavía no haya periodos determinados.

Sin embargo, seguimos apuntando otros puntos que atañen directamente a los intereses de nuestro trabajo, en lo que se refiere a las peculiaridades filosóficas del pensamiento ufológico. Mientras trazábamos estas líneas en un lugar agradable, en un pausado descanso entre un trabajo y otro, nuestro amigo anfitrión comentó que tal vez Jesús y sus heraldos ets también estaban sujetos a la oscilación del espacio-tiempo predicha por la teoría de la relatividad general de Einstein. Y añadió con humor, lo molesto es que llegarán después de la explosión de las dos bombas atómicas en Medio Oriente, predicción hecha por el Sr. Val Ellam. Y si esto provoca una reacción planetaria en cadena, por intervención de los países que dominan la energía atómica, Cristo se habrá dado cuenta de que su regreso no estaba previsto por Dios. Llegó demasiado tarde… seis meses no son seis horas…

Dejando a un lado la ironía natural y respetuosa, ésta es una de las técnicas que hace que el estilo de declaraciones como éstas sea aún más subjetivo y, en cierto modo, más arriesgado. Su base es la certeza absoluta sobre dos cuestiones: la existencia y la llegada a la Tierra de seres extraterrestres. Una vez más, como si esto estuviera aceptado, absolutamente aceptado, en términos de probabilidad. Y no es el único, como ya hemos demostrado. El editorial de la revista ganadora de la “primicia” comenta que, en una reciente conferencia en Campo Grande (MS), el sensitivo habló en contra del rechazo religioso, científico y gubernamental a la cuestión de la presencia extraterrestre en la Tierra. También explicó las razones por las que, incluso después de décadas de pruebas, todavía hay resistencia a esta realidad. Nosotros somos lo más destacado. La revista, que no utiliza comillas, mezcla y hace coincidir la opinión del medio, afirmando claramente que la realidad de la presencia extraterrestre en la Tierra ¡está probada desde hace décadas!

El instinto mesiánico es uno de los complejos humanos. De ufólogos y psíquicos también, como hemos visto. No siempre significa necesariamente algún tipo de trastorno. Puede simplemente caracterizar una manera de pensar, sobre todo cuando ciertas personas son conscientes de su papel de formadores de opinión. Insistimos: es su derecho incuestionable, pero no puede exigir el silencio de los críticos. Quienes hacen declaraciones fuertes y contundentes (siempre el mismo editorial) deben aceptar que los medios de comunicación también tienen derecho a opinar, con igual fuerza y contundencia. Ellam, en extractos que se comentarán más adelante, parece mostrarse muy tranquilo al respecto, subrayando que hace lo que cree correcto y su misión. Sin embargo, sus publicistas parecen diferir un poco del propio sensitivo, quien, si bien está de acuerdo con el origen subjetivo de sus predicciones, se apoya en quienes van más allá. Literalmente, por cierto. El editorial subraya que él ve y narra con excepcional objetividad cómo interactúan nuestros visitantes con la raza humana.

En segundo lugar, en las manifestaciones de Ellam, una de sus mayores premisas es la respetable figura de la mayor divinidad cristiana, Jesús, quien, al afirmar el retorno precedido por las gigantescas naves, considera un punto pacífico, Jesús vino, luego existió. Y si en su existencia prometió volver, el retorno tendrá lugar. Este es el carácter típicamente místico-religioso de la línea de pensamiento que sustenta la predicción: Jesús existió, prometió volver y volverá ahora. Los Ets, unidos a la “espiritualidad”, preparan el escenario y naves monumentales adornan la escena.

No es ni mucho menos nuestra intención comentar, discutir, cuestionar o negar las creencias religiosas. Sin embargo, nuestra mirada se dirige al estilo de pensamiento y a los fundamentos de las afirmaciones, cuando ni siquiera parecen asumir, y mucho menos considerar, los innumerables desacuerdos, los innumerables argumentos y las investigaciones de investigadores y pensadores que ni siquiera aceptan que Jesús existiera. Eso es lo que queremos subrayar. No nos corresponde profundizar en este tema. Lo único que queremos es poner de relieve la postura dogmática y crédula que parte de la premisa de que todo el mundo acepta, cree y considera determinadas cuestiones como si estuvieran indiscutiblemente demostradas y aprobadas. Ese es el riesgo que corren quienes prefieren ceñirse a la lectura y a la homogeneidad de opiniones afines a las suyas.

El médium prosigue la entrevista pidiendo a la gente que reflexione sobre lo que está diciendo, porque está hablando de revelaciones narradas por seres más evolucionados que nosotros, sus “hermanos cósmicos”. Dadas sus actividades profesionales y sociales, el editorial considera que está lejos de tener el perfil de un gurú o un místico. También informa de que en el extranjero se le conoce como el creador del “Proyecto Orbum” -un manifiesto sobre la ciudadanía planetaria-, como ya hemos mencionado. Alguien que idealiza un proyecto con vistas a una especie de “ciudadanía planetaria” actúa a la manera típica de un gurú, aunque no hay razón para definir a este medio con la expresión “gurú” en ningún sentido peyorativo. Lo que caracteriza la similitud de las sectas y sus creadores, los gurús como tales, es precisamente el desarrollo de las ideas únicas de sus fundadores, marcadas por algo singular y sobresaliente, que se convierte en el buque insignia o el fundamento principal sobre el que se basa el movimiento. En este caso, la revelación de seres extraterrestres más evolucionados, considerados nuestros hermanos mayores, que han venido a intervenir directa o indirectamente en un momento peligroso para la raza humana. Simultáneamente con el retorno de Jesús, que es la culminación de un momento abiertamente apocalíptico.

La combinación de estos dos acontecimientos es demasiado evidente, coincidiendo con el creciente interés por el misterio y el misticismo popular. Aunque no sin precedentes, hay que decir que este interés va viento en popa, junto a la inevitable quiebra del dogmatismo religioso tradicional, acompañada de la aterradora posibilidad de que el mundo estalle, realizada por el fortalecimiento de otro tipo de dogmatismo más radical y absoluto representado por las facciones dominantes en Medio Oriente. Estas facciones están desafiando claramente incluso los principios del derecho internacional, representados por grandes organizaciones como la ONU. El potencial de destrucción masiva, o destrucción “planetaria” como dice la moda mística, está creciendo, y esto es obvio. Es bien sabido que, especialmente tras el colapso de la Unión Soviética y la crisis económica que casi llevó a Rusia a la bancarrota, resultó relativamente fácil adquirir la tecnología, las herramientas y otros recursos para desarrollar y construir la bomba atómica actual.

En este mismo momento, Occidente está intentando bloquear el potencial de Irán para poseer la bomba. En conclusión, ni siquiera hace falta ser un ufólogo, un loco de la conspiración o un esoterista que cree en un gobierno oculto para saber de la posibilidad de que “una o dos” bombas atómicas exploten en Medio Oriente. Más aún en medio del conflicto entre Israel, Palestina y otros países, o de las eternas guerras que involucran a Afganistán, Pakistán, India, Irak, etc. La preocupante idea del Juicio Final, que para algunas teorías es quizá la mayor representación de lo que los analistas freudianos llaman pulsión de muerte, está en auge. El fin de los tiempos es un recurso psicológico para nosotros los humanos, que sabemos del fin pero nos negamos a afrontarlo y aceptarlo. Por eso los intérpretes libres dicen que el fin de los tiempos es una expresión que sugiere que aún hay esperanza. El fin de los tiempos no sería el fin del mundo. Porque al menos habrá un rapto. En los círculos ufológicos, igual que en los religiosos, los tiempos o el mundo pueden acabar, pero alguien o algo vendrá para llevarnos a otros lugares, a otros tiempos…

Podría ser ya la venida de Cristo, con las magníficas huestes que le precederán y escoltarán. Podría ser ya el fin del mundo. Pero el hombre partirá primero, hacia otro mundo. Esto es también lo que dicen los ufólogos místicos, religiosos, gurús y profetas de ayer y de hoy. Es lo mismo que la venida del comandante de 15 millones de naves, el paso del cometa que se llevó a los precipitados suicidas, el rapto predicado por Claude “Rael” Vorillon, Trigueirinho, Charlie Wells, por citar sólo algunos de los más “actuales”. Val Ellam es más que actual. Es nuevo, y su predicción ha sido hecha pública en todo el mundo por la mayor revista de ufología. Pero viejo en su predicción.

El contradictor dirá ¿y no es precisamente esa unanimidad la que demuestra que todo va a pasar? Sí, podría ser. Sin embargo, lo que podría ser es simplemente una cuestión de retórica. Igual que es simplemente una cuestión de retórica hacer una predicción de este tipo en esos términos. Sobre todo cuando se da un plazo de “seis meses”.

Si usted ve algo como “podría ser”, esto es simplemente lo que se conoce como una “conclusión probable” en términos de razonamiento. Pura intelectualidad lógica. No tiene nada que ver con la realidad objetiva. Si queremos acercarnos lo más posible a la realidad objetiva, estamos tratando con el pensamiento científico. Ninguna de las predicciones escatológicas o tanatológicas conocidas [en relación con la tanatología, que en psicología es el estudio de los mecanismos psicológicos utilizados para superar los efectos de la muerte en la mente humana] se ha hecho realidad, porque nunca han sido respaldadas científicamente. Otra conclusión: cuando se trabaja con la subjetividad de un sensible, todo “podría ser”. Sin embargo, si se usa la razón con un pensamiento basado en datos, información y experimentos concretos que se puedan demostrar… entonces NO. No habrá invasión de naves espaciales gigantes, ni rapto, ni intervención de Ets más evolucionados, ni revelación rimbombante de la existencia incuestionable de platillos volantes, ni regreso de Jesús entre noviembre de 2006 y abril de 2007.

Nos queda la explosión de una o dos armas atómicas o bombas químicas [como ya fue ampliamente utilizado por Saddam Hussein NA], alrededor de octubre de este año. Esta es una de las declaraciones proféticas hechas por el medio mencionado aquí. Sólo podemos esperar que esto no ocurra.

Sin embargo, el médium desconfía de esta posibilidad. Subraya que sus amigos cósmicos y espirituales intentarán hasta el último momento influir en las personas implicadas en el proceso para evitar la catástrofe. En otras palabras, si no explota, habrá sido por su interferencia. Lo que también nos deja libres para especular: si esta influencia tiene éxito, ¿podría también posponerse convenientemente la venida de Jesús y de las gigantescas naves espaciales extraterrestres?

La línea de pensamiento, así como la predicción, se expresan claramente en la entrevista concedida por el médium. Hace afirmaciones muy fuertes, contrariamente a lo que intenta hacer creer la editorial que las divulga. Sobre Jesús, por ejemplo, Ellam dice que disociarlo de los fenómenos ufológicos es un error de interpretación. Esta interpretación de los hechos es un error. Con esto, vuelve a dejarnos libertad para comentar cualquier interpretación. Incluida la suya. Además de afirmar que Jesús no tiene absolutamente nada que ver con ninguna religión (SIC) no se conoce ningún fundamento de Jesús que no sea causado y no debido a las religiones afirma que vino como un ser de nuestra misma especie, pero de otras moradas de la casa del Padre. A la manera de la interpretación marginal de todas las teologías. De ahí la observación del editorial de que, por esta razón, no teme atraerse la ira de los espiritualistas ortodoxos y doctrinarios, que ven la figura de Jesús de un modo casi religioso (¡!).

Es difícil saber si hay espiritistas y doctrinarios, en el sentido favorecido por el editorial, que no ven la figura de Jesús de forma religiosa. El “casi” queda aislado. Otras salvaguardas pueden detectarse en las palabras del médium y en el referéndum de la revista. Evitando la etiqueta de gurú, ya rechazada de antemano en la editorial, él, que ya ha publicado quince libros, advierte que nunca quiso aparecer, pero que debido al peso y a la contundencia de lo que está recibiendo desde marzo de 2006, tengo que revelarlo a tantas personas como quieran oírlo. Luego vuelve a tocar el tema del plazo, para informarnos de que, tras la primera aparición atronadora, los seres que le inspiran para escribir sus libros volverán unas cuantas veces más en sus gigantescos vehículos para llenar los cielos. Pero no aterrizarán ni interactuarán con nosotros hasta que llegue el momento.

Como ven, el plazo se ha vuelto sutilmente mucho más elástico. Si es que hay un plazo. Sigue siendo indeterminado. Todo como antes… en los cuarteles de la ufología.

25 de septiembre de 2006.

carlos.reis@atitude.com.br

ubirajararodrigues@netvga.com.br

https://web.archive.org/web/20160821141803/http://www.ceticismoaberto.com/ufologia/782/comandantes-estelares-somos-marionetes

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