El encuentro de “falsa alarma” de SpaceX con un objeto desconocido: Un análisis de la última publicación FOIA de SPACECOM
10 de mayo de 2024
John Greenewald
Foto oficial de la tripulación de la misión Crew-2 de SpaceX, de izquierda a derecha: Megan McArthur, Thomas Pesquet, Akihiko Hoshide, Shane Kimbrough
En abril de 2021, durante el histórico viaje de la misión Crew-2 a la Estación Espacial Internacional (ISS), se pensó brevemente que la cápsula Crew Dragon de SpaceX estaba en curso de colisión con un objeto no identificado. La evaluación preliminar de la NASA clasificó este suceso como una conjunción potencial, lo que llevó a los astronautas a ponerse el traje de seguridad adicional. Sin embargo, tras una minuciosa investigación, se calificó de falsa alarma, lo que despertó la intriga sobre la naturaleza del incidente y planteó interrogantes sobre la identificación y el seguimiento de los desechos espaciales.
Ahora, los documentos recientemente publicados del Mando Espacial (SPACECOM), obtenidos a través de una solicitud de la Ley de Libertad de Información (FOIA) presentada originalmente por The Black Vault, ofrecen una visión más profunda de la complejidad y urgencia de este suceso. Las comunicaciones entre funcionarios de la NASA, la Fuerza Espacial de EE.UU. y SpaceX revelan la lucha por comprender y responder al peligro potencial. Los detallados correos electrónicos internos y los informes operativos incluidos en el comunicado muestran que la advertencia inicial procedía de un satélite analista que permanecía en el sistema tras el lanzamiento de la cápsula Crew-2.
Para complicar aún más las cosas, los analistas no habían informado plenamente a todos los miembros de la tripulación ni al personal pertinente de la NASA sobre el objeto, lo que provocó confusión durante las horas críticas en que se informó de la posible conjunción. Debido a esta información incompleta, la cápsula Crew-2 se confundió con un objeto distinto, lo que aumentó el peligro percibido de colisión. El resultado fue una serie de comunicaciones frenéticas en las que la NASA ordenó a los astronautas de SpaceX que se equiparan como medida de precaución.
Los documentos recientemente desclasificados también ponen de relieve cómo la cadena de comunicación no garantizó un flujo de información oportuno y preciso.
Estos documentos también están muy tachados, lo que plantea interrogantes sobre por qué el Departamento de Defensa (DoD) insiste en mantener confidencial tanta información cuando el suceso fue finalmente una falsa alarma. El Contralmirante William P. Pennington, Jefe de Estado Mayor del USSPACECOM, determinó que estas tachaduras se encuadran en varias exenciones, como la información clasificada de seguridad nacional, los datos confidenciales, las comunicaciones previas a la toma de decisiones y las cuestiones de privacidad personal. Aun así, las tachaduras suscitan curiosidad en cuanto a la necesidad de tal secretismo en un incidente supuestamente originado por un error de comunicación inofensivo.
Las tachaduras utilizadas son principalmente las exenciones (b)(4) y (b)(5) de la FOIA. Estas exenciones proporcionan la base jurídica para retener información sensible, clasificada o no, pero el mero volumen de tachaduras suscita preocupación por la transparencia y el excesivo secretismo.
La exención (b)(4) protege “los secretos comerciales y la información comercial o financiera obtenida de una persona y privilegiada o confidencial”. En este caso, es probable que la tachadura se invoque para proteger los datos propiedad de SpaceX relativos a sistemas de naves espaciales, protocolos operativos y otra información técnica sensible que podría ser explotada por competidores o adversarios.
La exención (b)(5) cubre “memorandos o cartas interinstitucionales o intrainstitucionales que no estarían disponibles por ley para una parte que no sea una agencia en litigio con la agencia”. A menudo conocido como el “privilegio del proceso deliberativo”, permite a los organismos gubernamentales mantener en privado los debates internos, los borradores de documentos y las opiniones consultivas para fomentar el diálogo abierto y proteger los procesos de toma de decisiones. Esta exención se aplica a muchas comunicaciones internas relativas a la investigación y a las conclusiones de la Junta de Revisión Operativa. Aunque salvaguardar la integridad de los procesos de toma de decisiones es esencial, el alcance de las tachaduras plantea dudas sobre el uso excesivo de la exención y el secretismo que la sustenta. El público tiene derecho a saber cómo gestionan los organismos públicos este tipo de incidentes para mejorar la transparencia y la rendición de cuentas en el futuro.
Una página publicada destaca la información clasificada, relacionada con la seguridad nacional, que se ha tachado
Además, una página se clasificó con arreglo a la exención (b)(1), que se aplica a la información específicamente autorizada a mantenerse en secreto en interés de la defensa nacional o la política exterior. Es probable que esta única página clasificada SECRET contenga información de seguridad nacional sobre operaciones de conocimiento de la situación espacial que debería seguir siendo confidencial, y se mantiene en gran parte.
También dentro de las secciones tachadas, varios correos electrónicos e informes internos ponen de relieve la importante presión a la que se enfrenta el personal encargado de la gestión del tráfico espacial. El 18º Escuadrón de Control Espacial (18 SPCS) (ahora conocido como 18º Escuadrón de Defensa Espacial) ordenó que una Junta de Revisión Operativa (ORB) investigara la falsa conjunción. Las conclusiones de la ORB apuntaron a un fallo en el relevo de la tripulación, a procedimientos de análisis inadecuados y a una falta de planificación exhaustiva previa a la misión. Desde entonces se han tomado medidas para mejorar la precisión de las evaluaciones de conjunción y reforzar la comunicación entre la Fuerza Espacial de EE.UU., la NASA y SpaceX. Estas medidas incluyen la revisión de los procedimientos internos y el aumento de la formación del personal para garantizar una identificación eficaz de los objetos y un análisis exhaustivo de los riesgos de colisión.
Los documentos publicados por la FOIA arrojan luz sobre un suceso que, aunque no supuso una amenaza, podría haber tenido consecuencias más graves si se hubiera gestionado mal. En última instancia, ponen de relieve la urgencia de aumentar la colaboración entre las agencias espaciales y mejorar las tecnologías y protocolos necesarios para navegar y operar con seguridad en el espacio.
Pero, ¿por qué tantas tachaduras?
Archivo de documentos
El 10 de mayo de 2024, el Mando Espacial publicó más de 160 páginas de material sobre el incidente mencionado.