Un ingeniero irlandés que lleva más de 20 años estudiando los ovnis afirma que el fenómeno de los orbes metálicos constituye una “red de defensa global”

Un ingeniero irlandés que lleva más de 20 años estudiando los ovnis afirma que el fenómeno de los orbes metálicos constituye una “red de defensa global”

En “Quantum Paranormal”, Patrick Jackson presenta una nueva hipótesis sobre grupos de esferas que vuelan en formación.

16 de febrero de 2025

Théodore

3242bbfd-4bbc-48a9-b256-534605d08e98_1456x1048El 21 de mayo de 2023, la NASA celebró su primera audiencia pública en Washington para discutir los avistamientos de ovnis, o “fenómenos aéreos no identificados” (FANI).

La reunión de cuatro horas, que fue noticia en todo el mundo, reveló detalles de ovnis metálicos con forma de orbe “avistados en todo el mundo”.

El primer director de la Oficina de Resolución de Anomalías del Pentágono (AARO), Sean Kirkpatrick, admitió en la audiencia de la NASA que se había observado que estos orbes realizaban “maniobras muy interesantes”.

En un libro publicado el 2 de octubre de 2020 y titulado Quantum Paranormal, Patrick Jackson afirma que puede tener la clave del misterio, y que cuenta con el apoyo de ex pilotos de la Fuerza Aérea de Estados Unidos y especialistas en informática.

Ofrece un análisis en profundidad de una red de tres niveles de orbes que parecerían proteger a la Tierra de las intrusiones de otros ovnis.

Este artículo explora su trabajo, sus reivindicaciones y las implicaciones de esta red.

Una explicación alternativa para los fenómenos “paranormales”

Patrick Jackson, un especialista en bases de datos informáticas, perfeccionó sus habilidades tratando de comprender la actividad de los fenómenos paranormales en un famoso monumento, 30 East Drive, conocido por estar embrujado por “el poltergeist más agresivo del Reino Unido”.

En su opinión, los fenómenos de “poltergeist” (espíritu que ataca) que se producen en una casa “embrujada” como la del 30 East Drive se producen mediante una tecnología exótica de origen desconocido. Durante su experiencia en el lugar, Patrick Jackson afirma haber experimentado efectos relacionados con la exposición a la radiación, incluido el malestar general y la hinchazón cerebral. Estos síntomas se confirmaron posteriormente como compatibles con el envenenamiento por radiación. En su opinión, esto invalida la hipótesis espiritual o metafísica, ya que la exposición a la radiación no sería posible en este contexto.

En sus entrevistas declaró:

Observé esferas plateadas volando alrededor de la casa, drones del tamaño de pelotas de tenis, controlados inteligentemente.

Como canicas rebotando en las paredes, a veces tocando mi cara.

Los patrones de comportamiento observados en el edificio no eran humanos, sino mecánicos.

Vi estos orbes por todas partes. Su comportamiento en vuelo era inusual. Repetían los mismos patrones y procesos.

Sigue siendo fascinante verlo. Tengo todos estos videos. Hoy entendí cómo activarlos y por qué el sistema funciona de la manera en que lo hace.

En su libro Quantum Paranormal, Patrick Jackson describe el comportamiento de estos objetos en detalle:

Observé una masa negra vertical que se desplaza por la casa de forma mecánica. Sus características de movimiento son únicas porque no acelera ni desacelera. Se mueve según un ritmo definido, se detiene en seco y cambia de dirección. Esto significa que se mueve sin fricción, resistencia ni masa. También se ha observado que esta masa negra puede atravesar objetos sólidos como paredes (fuente: Quantum Paranormal, p.149).

Fenómenos similares fueron observados durante un estudio en el Parque Nacional Karijini, Pilbara, en Australia Occidental, por el Dr. Andrew Morgan, quien dijo: “Si el Fenómeno puede aparecer en cualquier lugar en cualquier momento, debe por lo tanto pasar a través del espacio en la parte no visible del espectro electromagnético, ya que el ojo humano no puede observarlo”.

f602ecc1-f3de-41df-b738-4054b0556cfb_850x478Figura: Un orbe moviéndose a través del área de muestra de estudio (fuente: Andrew Morgan).

Contexto y funcionamiento de la Red ovni en la Tierra, según Patrick Jackson. Un contexto histórico

En su libro, Patrick Jackson presenta un contexto histórico que muestra que algunos de los primeros orbes documentados datan de la Segunda Guerra Mundial. Según informaron los medios de comunicación de la época, estos orbes, conocidos como “foo-fighters”, fueron observados rastreando e interceptando fuerzas aéreas beligerantes, sobrevolando aviones militares e interrumpiendo sus instrumentos de navegación y comunicación. Sin embargo, es menos conocido el hecho de que estos orbes también parecían alterar las leyes de la física alrededor de la aeronave en cuestión.

Lo que se repite aquí es la supuesta capacidad de atravesar objetos sólidos. En alguna ocasión, las tripulaciones han visto a estos objetos atravesar las alas de la aeronave sin causar daño alguno, ni sufrir daños por los disparos de los artilleros. Además, las esferas parecen haber demostrado una capacidad de producir efectos electrónicos en los instrumentos de la aeronave, provocando fallos en los motores o alterando el control de la misma.

685e6921-9be8-4ada-b8e7-b585c616d65a_581x354Figura 2: Artefacto de imagen; un bombardero japonés seguido por un supuesto objeto esférico en el Mar de Japón, 1943 (fuente: Daily Telegraph).

Los hechos relatados podrían demostrar que en estas zonas hay tecnología militarizada. Estos mismos objetos estarían aparentemente en funcionamiento en lugares “embrujados”. Esto podría explicar los extraños efectos electrónicos y gravitacionales observados en estos lugares activos (radios encendidos, fallos informáticos…).

Una alternativa a los fenómenos paranormales

Según Patrick Jackson, los diseñadores desconocidos de esta red ovni parecen ser conscientes de que las transmisiones de microondas de alta intensidad emitidas por estos orbes son potencialmente dañinas para los humanos. Patrick Jackson especula que el sistema está diseñado para inducir a los humanos a alejarse de los orbes activos con el fin de minimizar su exposición a dicha radiación. Hace referencia a la ley del cuadrado inverso de la radiación, que establece que la intensidad de la radiación disminuye en proporción al cuadrado de la distancia desde la fuente. Duplicar la distancia desde la fuente de radiación reduce su intensidad en un factor de cuatro.

Para alentar a los humanos a alejarse de los orbes activos, el sistema parece provocar fenómenos percibidos como paranormales, como medida disuasoria. Estas manifestaciones incluyen ruidos extraños y objetos que se mueven o se proyectan en una casa. Estas actividades, que a menudo se perciben como emanaciones de poltergeists, servirían para mantener a los habitantes alejados de la casa, reduciendo así su exposición a radiaciones peligrosas.

Por analogía, un imán transportado a la Edad Media y mostrado a una multitud sería comparado con la magia negra.

Varios fenómenos extraños: el caso del rancho Skinwalker

  1. Extraños incidentes que sufrió la familia Gorman, 1994-1996

La experiencia de la familia Gorman fue transcrita en un libro en forma de relato escrito en 2005 bajo el título “La caza del Skinwalker” por un biólogo, el Dr. Colm Kelleher (PhD), y un periodista, George Knapp, conocido por sus investigaciones sobre ovnis.

Los acontecimientos vividos por los Gorman fueron estudiados discretamente y casi en secreto durante varios años por un equipo del NIDS (“Instituto Nacional para la Ciencia del Descubrimiento”) bajo la dirección del Dr. Kelleher. Esta organización privada fue fundada en 1995 por el empresario de Las Vegas Robert Bigelow, quien estaba interesado en los ovnis y fenómenos relacionados. Fue disuelta oficialmente en 2004.

El propósito del libro es discutir las posibles explicaciones de los eventos en el Rancho, incluidas las teorías “paranormales”, incluso las esotéricas. El Rancho y la región de la Cuenca de Uintah en Utah son conocidos por los frecuentes avistamientos de fenómenos FANI y, en términos más generales, fenómenos sobrenaturales.

A finales de 1994, la familia Gorman, compuesta por Tom, Ellen y sus hijos (seudónimos), compró el rancho Skinwalker en Utah con el fin de criar ganado y se mudó allí. Cuando llegaron, el rancho había estado desocupado durante varios años. Sorprendentemente, tenía cerraduras pesadas en todas las puertas y ventanas.

Después de unos meses, la familia comienza a notar bolas luminosas de varios colores, blancas, amarillas y azules, moviéndose alrededor del ganado y su casa. A menudo observan “orbes” de color azul brillante del tamaño de pelotas de béisbol, “llenos de un líquido giratorio cargado eléctricamente” (p. 142), que atenúan las luces a medida que pasan cerca de la casa. También observan nubes extrañas llenas de “luces que explotan silenciosamente”.

Los ocupantes de la casa experimentan fenómenos relacionados con poltergeists: portazos, objetos que desaparecen y se trasladan de una habitación a otra. Algunos incidentes parecen bromas (voces extrañas y burlonas, compras extraviadas, etc.).

Otro incidente notable: en el verano de 1996, Tom vio a sus “tres perros guardianes favoritos” perseguir un orbe azul, “del tamaño de una pelota de béisbol”, en un bosque cercano. Gorman los escuchó aullar, pero luego no escuchó nada más. Asustado, esperó hasta la mañana para ir a verlos, solo para encontrarlos quemados. En este punto, la familia Gorman está tan aterrorizada que decide vender el rancho. NIDS compró la propiedad en agosto de 1996 y decidió iniciar un estudio científico. La familia Gorman se mudó a 40 km (25 millas) de distancia, pero Tom aceptó venir y cuidar el rancho y el rebaño todos los días, para ayudar al equipo de NIDS.

73952ec3-4547-4e73-b2c4-c03e8b8b5c81_900x650Figura 5: Uno de los orbes luminosos vistos en la propiedad a través de los años.

2. Se observan sucesos extraños en presencia del equipo NIDS

Desde finales de 1996 hasta el verano de 2004, el equipo dirigido por el Dr. Kelleher instaló y operó un laboratorio permanente, equipado con diversos dispositivos, para recopilar datos en los dominios electromagnético y magnético, así como sobre manifestaciones luminosas similares a ovnis en el espectro visible y ultravioleta.

Se observaron y analizaron numerosos fenómenos, como mutilaciones de ganado en la región o apariciones de misteriosas esferas luminosas -u “orbes”-, aunque nunca pudieron registrarse con claridad.

De hecho, cada vez que intentaban capturar el fenómeno, éste parecía esquivar los dispositivos, como si estuviera jugando al escondite. Según los investigadores, algún tipo de embaucador invisible parecía ir siempre “un paso por delante”, dejando tras sí solo pistas esporádicas: cadáveres de terneros brutalmente mutilados, extrañas huellas en la nieve, intrigantes imágenes infrarrojas o inexplicables averías en los equipos de vigilancia. Sin embargo, no se ha recogido ninguna prueba material suficiente para que sea irrefutable.

Aunque la repetición de los fenómenos observados refuerza su credibilidad, los autores no han aportado ningún dato científico preciso, como fotografías de los “orbes”. Indican que existen grabaciones, pero que éstas nunca se han hecho públicas, lo que hace que la investigación sea difícil de verificar y altamente confidencial.

Según el equipo que supervisa actualmente la propiedad, en los últimos años los habitantes del rancho han sufrido enfermedades habituales, algunas de las cuales han requerido hospitalización. Este fenómeno recuerda a los testimonios de Patrick Jackson tras su visita al 30 East Drive. Thomas Winterton, el actual superintendente del rancho, fue hospitalizado por una inflamación cerebral causada por una acumulación de líquido entre el cráneo y el cuero cabelludo, que se produjo después de intentar cavar en la propiedad.

Cómo funciona la red ovni en la Tierra, según Patrick Jackson

Basándose en casos históricos y observaciones de campo, Patrick Jackson identifica tres tipos de orbes:

  • Esferas de tipo 3: miden aproximadamente entre 7 y 7.5 centímetros de diámetro y funcionan sobre el suelo. Emiten desde el interior de los edificios, protegiendo su firma electrónica, y sirven como red de comunicaciones subyacente. Su activación se produce principalmente cuando las esferas de tipo 1 detectan un objetivo y lo alertan. Una vez activadas, las esferas de tipo 3 comienzan a comunicarse con las de tipo 1 a través de la esfera de “retransmisión” (tipo 2), lo que da lugar a la emisión de radiación.
  • Esferas de tipo 2: se observan a unos 300 pies sobre el nivel del suelo y son visibles para la Marina de los EE. UU. Actúan como un “punto de relevo” entre las esferas de tipo 3 y tipo 1.
  • Esferas de tipo 1: miden alrededor de 20 pulgadas de diámetro y aparecen en el cielo en una formación triangular. Rodean al objetivo, lo interceptan y lo destruyen (ver figura 8).

En 2023, una diapositiva publicada por AARO sobre los FANI (fenómenos aéreos no identificados) que informa las tendencias de 1996 a 2023 proporcionó detalles precisos de estos objetos.

Su aspecto se describe como redondo, de tamaño variable entre uno y cuatro metros. Los colores habituales de los objetos observados son el blanco, el plateado o el translúcido.

El rendimiento de estos FANI incluye una altitud de entre 10,000 y 30,000 pies y una velocidad que va desde “estacionario hasta Mach 2”.

Nunca se han detectado rastros térmicos de gases de escape. Los orbes tienen señales de radio y de radar y son visibles a través del infrarrojo. Patrick Jackson afirma tener detalles específicos y pruebas sobre estos orbes (véase la página 14).

ccabbfb9-ec09-4c48-9672-b64029b06b9a_653x418Figura 7: Diagrama del funcionamiento teórico de las esferas, compartido con la senadora estadounidense Gillibrand (fuente: Patrick Jackson).

Según Patrick Jackson, el diagrama de acción propuesto ilustra el flujo de comunicación y los roles específicos asignados a cada tipo de orbe en el mecanismo de intercepción. Las observaciones visuales de las formaciones de orbes de tipo 1 corroboran este modelo, destacando agrupaciones distintas en el cielo que corresponden a las configuraciones descritas.

0077dc35-9b82-47d4-a7a9-23ed03fd70e4_698x869Figura 8: La presencia de dos esferas de tipo 2 adyacentes a esferas de tipo 1 indicaría la presencia de varios objetivos (fuente: Patrick Jackson).

a93ff27f-79eb-4285-9fcc-dca1d4f982b4_929x1113Figura 9: La configuración de las esferas indicaría la posición aproximada del objetivo (fuente: Patrick Jackson).

Según Patrick Jackson, este complejo sistema es el resultado de un diseño cuidadosamente pensado, que refleja un conocimiento avanzado tanto de la geografía terrestre como de las estrategias defensivas. La distribución de las redes, ajustada en función de la densidad de población, parece demostrar una priorización del bienestar humano, al tiempo que revela posibles vulnerabilidades en zonas escasamente pobladas.

Según este esquema, cada lugar funcionaría a una distancia similar del otro, formando un “nodo duro”. Esto significa que cada esfera sería autónoma y utilizaría la misma programación basada en inteligencia artificial, cada una con los mismos comportamientos y desencadenantes, lo que explicaría la naturaleza similar de los efectos paranormales allí donde se produzcan. Esta red estaría, por tanto, “activa”, es decir, transmitiendo señales a todo el país.

Según Patrick Jackson, todas estas características apuntan a un sistema global, basado en inteligencia de enjambre.

dc6374bc-8010-4f12-b45d-ab1c5c478807_766x193Figura 10: Mapa de la red de “relés” de los lugares más activos en el Reino Unido, con una periodicidad de observaciones entre las 23:00 y las 3:00 horas. La comunicación se basa en microondas, que son las únicas que viajan en línea recta (fuente: Patrick Jackson).

La forma en que se agrupan las esferas en una red de intercepción sería entonces el resultado de una inteligencia artificial basada en reglas, que parece referirse a una base de datos con la que se comparan las observaciones de campo. Si las características de vuelo de las esferas coinciden con las reglas registradas, se desencadena un conjunto de acciones preprogramadas.

En este contexto, Patrick Jackson ha desarrollado una aplicación móvil llamada Ghost Code.

Se dice que la aplicación fue diseñada por el autor basándose en un código encontrado en un círculo de cultivo en el Reino Unido.

Según Patrick Jackson, la aplicación es capaz de desencadenar una actividad “similar a la de un fantasma” producida por las esferas, mediante el uso de un código de audio personalizado para establecer contacto con ellas, lo que da lugar a una comunicación en forma de interacción prolongada. Este es el tipo de comunicación que suele asociarse con los investigadores que cazan fantasmas, y se explica como una forma de comunicación espiritual (pseudociencia).

Patrick Jackson propone varias hipótesis científicas sobre los medios tecnológicos empleados por estos FANI.

Como recordatorio, según Patrick Jackson, se trata de los mismos tipos de objetos que se observaron volando alrededor de aviones durante la Segunda Guerra Mundial en 1945 y que ahora están operando en edificios. Entre las hipótesis:

El uso de una “masa negra” o materia oscura: esto les permitiría ocultarse en entornos con poca luz, creando un camuflaje adaptativo que les permitiría acercarse sin ser detectados. Esta capacidad de atravesar superficies sólidas se ilustraría con el concepto de “tunelización cuántica”.

69b56200-d1be-413e-99f8-b69e637aa36c_766x510Figura: Estos objetos suelen ser visibles en el infrarrojo; su estado podría corresponder a una zona gris entre una realidad y otra, pasando de un objeto sólido a la apariencia de una “burbuja” sólida que puede atravesar superficies duras (fuente: Patrick Jackson).

El uso de EVP: los fenómenos de voz electrónica se definen como grabaciones de voces o sonidos inexplicables captados en dispositivos electrónicos, a menudo interpretados como intentos de comunicación por parte de entidades paranormales. Jackson propone que estos fenómenos pudieran ser el resultado de interferencias electromagnéticas u otras interacciones tecnológicas complejas, en lugar de manifestaciones sobrenaturales.

Patrick Jackson postula que las EVP podrían ser “residuos” de tecnología de comunicación avanzada, ya sea por:

  • Transmisión por radio o microondas: Una tecnología desconocida podría estar utilizando frecuencias que nuestros dispositivos electrónicos captan inadvertidamente.
  • Superposición de datos: Los dispositivos de grabación modernos podrían captar fragmentos de información o transmisión fuera de sus frecuencias previstas, generando estos fenómenos auditivos.

También postula que algunos EVP podrían ser intencionales, un medio de comunicación para sistemas tecnológicos avanzados:

  • Programación de sonido: una señal o código incrustado en un campo electromagnético podría convertirse en sonido mediante dispositivos de grabación.
  • Manipulación del sonido: Una entidad o tecnología, en este caso orbes, podría usar herramientas para alterar frecuencias existentes, creando mensajes audibles.

Prueba material

Según Patrick Jackson, se han recogido pruebas materiales en forma de varios orbes, uno de los cuales está siendo estudiado actualmente en la Universidad de Stanford en Estados Unidos.

La esfera de Betz es la anomalía más famosa descubierta en la década de 1970.

En 1974, la familia Betz, residente en Fort George Island, Florida (EE. UU.), descubrió una esfera metálica en su propiedad después de un incendio forestal. La esfera, de unos 20 cm de diámetro y un peso de unos 10 kg, estaba hecha de acero inoxidable y parecía perfectamente lisa, sin juntas visibles.

La familia inicialmente pensó que se trataba de un objeto militar, una obra de arte o incluso un artefacto extraterrestre.

Según la familia, la esfera emitía vibraciones, cambiaba de dirección de forma autónoma al rodar por el suelo y producía sonidos inusuales.

Estas propiedades atrajeron la atención de los medios de comunicación, de los científicos e incluso del ejército estadounidense.

Se realizaron varios análisis para comprender la naturaleza y el origen de la esfera: se encontró que estaba hecha de acero inoxidable de alta calidad, un material común en la industria.

Los rayos X revelaron que contenía un núcleo interno denso, que parecía estar en movimiento cuando giraba.

Finalmente, el análisis químico no mostró ningún rastro de plutonio, a pesar de que el número atómico asignado al mismo corresponde al número 94 en la tabla periódica de elementos.

Esto se puede explicar por el hecho de que la mayoría de los instrumentos sólo están diseñados para detectar elementos hasta el plutonio, y cualquier elemento superior es especializado.

En consecuencia, su número atómico no sería 94, sino mayor.

El científico James Albert Harder, miembro del grupo de científicos asociado al National Enquirer, se sintió particularmente intrigado por esta esfera. Se propuso analizarla en profundidad utilizando una variedad de equipos especializados. El 24 de agosto de 1974, en el Congreso Internacional de Ufología en Chicago, Harder hizo un anuncio rotundo: afirmó que las pequeñas bolas dentro de la esfera estaban compuestas de átomos más grandes y densos que cualquier cosa conocida en la Tierra.

d1f4e359-397b-49ee-86fa-2ad96ea81fad_640x464Figura 12: Terry Betz, la esfera y el científico del National Enquirer.

Según Harder, las bolas internas de la esfera tendrían un número atómico de 140, un nivel desconocido en la naturaleza, lo que sugiere propiedades extraordinarias.

Para poner esto en perspectiva, el elemento más pesado que se encuentra naturalmente en la Tierra es el uranio, con un número atómico de 92 (lo que indica que su núcleo contiene 92 protones).

La mayoría de los elementos superiores se crean artificialmente, como en el caso del plutonio, que se crea en un reactor cuando los átomos de uranio absorben neutrones. Por lo general, el producto de experimentos de aceleración parcial es quizás uno o dos átomos que duran unos instantes antes de desintegrarse.

Estos átomos individuales se utilizan principalmente para estudios científicos y tienen poco o ningún uso en el mundo real, lo que significa que es difícil hacer un uso práctico de ellos.

Esto significaría que la ciencia actual no dispone del equipamiento necesario para reproducir estas esferas.

Sin embargo, muchos científicos han refutado las afirmaciones sensacionalistas, explicando que los comportamientos observados podrían deberse a una combinación de gravedad, fricción y las propiedades de su núcleo interno (efecto giroscópico).

Este caso no ha sido resuelto oficialmente.

Patrick Jackson presenta un segundo caso, el de una esfera que un amigo tenía en un rancho del estado de Texas. Se cree que el objeto cayó en un campo hace 40 o 60 años, antes de ser recuperado y revendido.

Las características del objeto parecen ser similares a las de la familia Betz, incluida su capacidad de rodar cuando se coloca en el suelo.

74f72788-67ac-4b98-b38a-4b63db5d4110_709x593Figura 13: Parte de la esfera parece sellada (fuente: Patrick Jackson).

Así pues, tenemos una teoría unificada, presentada como una teoría científica y técnica basada en la realidad, que intenta explicar todos los fenómenos “fantasma”. Si se examina más detenidamente, se pueden extraer varias conclusiones:

Esta teoría ofrece una explicación material y científica atractiva para todos los fenómenos paranormales. Patrick Jackson debe su enfoque metódico a la observación operativa y verificable, que analiza las pistas para establecer vínculos lógicos, una perspectiva particularmente adecuada para el estudio de los fenómenos ovni, que a menudo son aleatorios y difíciles de encuadrar.

Sin embargo, es absolutamente necesaria la existencia no sólo de tecnología exótica, sino también de leyes físicas que no existen en nuestra comprensión actual de la realidad.

Por lo tanto, estamos esperando pruebas científicas irrefutables que validen esta teoría.

https://sentinelnews.substack.com/p/an-irish-engineer-who-has-been-studying

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