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Construcciones ovni (841)

Este jueves instalarán primera piedra de Mirador del Ovni en Paihuano

17 de abril de 2024

Elquiglobal

imageLa actividad contará con la participación del destacado Ufólogo internacional, Sixto Paz.

Este jueves 18 de abril a partir de las 19 horas se realizará en Paihuano la ceremonia de instalación de la primera piedra de lo que será el nuevo “Mirador de Las Estrellas” o también conocido como “Mirador del OVNI”.

Este proyecto, gestionado por el Municipio de Paihuano, se emplazará en el sector La Conchina y se convertirá en una nuevo gran atractivo para la comuna. Así lo indicó el Alcalde Hernán Ahumada, quien destacó el hecho de que han continuado la ejecución de innumerables proyectos en la comuna. “Seguimos avanzando en Paihuano, para este 2024 tenemos varios proyectos y uno de ellos es este mirador que nos ayudará a seguir siendo un punto turístico importante”.

Cabe recordar que el 7 de octubre de 1998 se produjo la caída de un OVNI en Paihuano, también conocido como el Rosswell chileno. “Este nuevo mirador contará con sombreaderos, barandas, bancas, mobiliario y luminarias. Pero sin duda que el mayor atractivo será la estatua de un extraterrestre y la posibilidad de observar el lugar donde cayó el OVNI, sumado a un tótem que relatará la historia de lo ocurrido aquel 7 de octubre”, explicó el edil.

Destacar además que la actividad contará con la participación del destacado Ufólogo internacional, Sixto Paz.

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Ovnis: el fenómeno que hizo famosos a estos lugares de Colombia

Ovnis: el fenómeno que hizo famosos a estos lugares de Colombia

Desde la Peña de Juaica, pasando por la Tatacoa y Guatavita; las historias de estos fenómenos paranormales impulsaron el turismo entre curiosos y aficionados a la ufología.

12 de abril de 2024

Redacción Semana

imageEl desierto de La Tatacoa en Huila es uno de los lugares favoritos de muchos para el ‘turismo ufológico’. | Foto: Adobe Stock

En los últimos años, el tema del avistamiento OVNI (objetos voladores no identificados) ha dado mucho de qué hablar en el mundo. De hecho, en julio del 2023 en el Congreso de Estados Unidos se habló por primera vez públicamente de este asunto, debido a los avistamientos reportados por pilotos y ex militares del país.

Colombia no ha sido ajena a esta situación, incluso se han hecho virales videos e imágenes de pilotos que han avistado estos objetos sobrevolando el territorio. Incluso, hace pocos días fue viral un video subido a redes por el artista J Balvin en el que se observa un supuesto ovni.

Aunque se trata de un tema controversial que muchos atribuyen a fenómenos astronómicos, drones o al adagio popular y leyendas urbanas, lo cierto es que son varias las regiones del país donde se cuentan historias alrededor de ovnis, naves espaciales y sus supuestos tripulantes.

La Peña de Juaica

Cundinamarca es uno de los departamentos donde más casos o historias de avistamientos se reportan. La Peña de Juaica, localizada a una hora de Bogotá, entre los municipios de Tenjo y Tabio, es uno de estos lugares reconocidos por su energía misteriosa y presuntos avistamientos paranormales.

Ufólogos y aficionados a este tema desde hace cuatro décadas han relatado encuentros con ovnis y abducciones, lo cual también ha generado un flujo constante de turistas y aficionados a la Peña.

imageActualmente la Peña de Juaica está cerrada al público para proteger su ecosistema de las quemas y talas causadas por algunos visitantes. | Foto: @AlejoMomtoya07

“La montaña de la Peña de Juaica es una formación rocosa de más de 3.200 metros de altura, ubicada en La Sabana de Bogotá, que colinda con los municipios de Tenjo, Tabio y Subachoque. Si uno va a Tabio y habla con 10 personas, por lo menos unas seis van a decir que han tenido encuentros con ovnis o que han visto luces extrañas”, aseguró Alejandro Montoya, habitante de Tabio, productor audiovisual e investigador paranormal.

De acuerdo con Montoya, Juaica es catalogado como un “punto caliente” de avistamientos ovnis en Colombia y Suramérica, lo que ha provocado que diferentes investigadores de cadenas como History Channel se hayan desplazado hasta esta zona para intentar grabar algún avistamiento.

Asimismo, destacó que entre las hipótesis que explican los avistamientos en este lugar se dice que la peña es un “portal interdimensional”, otros señalan que es un lugar donde los indígenas muiscas ocultaban grandes cantidades de oro, lo que podría atraer a supuestas naves espaciales en busca de este mineral.

El desierto de la Tatacoa

Otro punto donde muchos colombianos han reportado encuentros con ovnis es el desierto de La Tatacoa, en Villavieja, Huila.

imageLa Tatacoa posee un “ovnipuerto”, e incluso se venden artesanías de ovnis y aliens con el nombre de este lugar en llaveros y otras piezas. | Foto: Juan Carlos Sierra

“En el desierto hay una tradición de ir a ver las estrellas desde hace 100 años, porque el cielo carece de nubosidad durante parte del año, ya que no había pueblos cercanos. Ahora no es así por la contaminación lumínica, pero los astrónomos iban mucho allí y empezó a crearse como una cultura ovni. De hecho, se construyó un ovnipuerto allá. Fueron dos ufólogos antioqueños creyentes de esos fenómenos quienes lo construyeron. Se trata de un círculo grande con tres círculos pequeños y en teoría esos círculos atraerían energéticamente a los ovnis”, explicó el antropólogo, escritor y periodista de temas paranormales, Esteban Cruz Niño.

Según Cruz Niño, para la construcción de este sistema, Alfredo Agudelo y José Antonio Londoño habrían gastado un valor aproximado a los 10 millones de pesos y utilizado como material principal piedras blancas como símbolo de pureza. Del mismo modo, reveló que dichas personas también realizaban una especie de rituales para atraer la visita de supuestos seres de otros mundos.

“También allá en Villavieja hay un señor al que le gusta todo el tema ovni y construyó en un parque un columpio ovni y unas estatuas de alienígenas. La gente puede ir y tomarse fotos chéveres allá”, indicó.

Guatavita y el cerro de Aranda

Para Alejandro Montoya, Boyacá es un departamento en el que también se habla bastante de los encuentros con ovnis, “en pueblos como Villa de Leyva, Nobsa y Monguí se han reportado varios casos. Pero hay dos puntos particulares donde esta actividad ha sido mayor como el cerro de Aranda (Nobsa) y la laguna de Guatavita (Sesquilé)”.

imageLaguna de Guatavita, Sesquilé, Boyacá. | Foto: Semana

Con él coincide Esteban Cruz, quien visitó estos lugares: “Yo investigué bastante para un libro que se llama Expedientes X Colombia y entrevisté a exalcaldes, concejales, personeros y ellos mismos decían que habían visto ovnis en algún momento de su vida. El cerro de Aranda fue bautizado así porque un sacerdote con ese apellido consagró el cerro porque decían que allí aparecían un montón de luces en el cielo a comienzos del siglo XX.

A estas luces no le llamaban ovnis, sino que decían que era el fuego del diablo. Incluso allí se construyó un monumento a un ovni, y en el centro de Nobsa hay una imagen que muestra las principales cosas que identifican al pueblo como los tejidos, una planta cementera, las montañas y en el cielo un objeto volador representado. Además, en un colegio público hay un mural grandísimo de los ovnis”, aseguró.

La laguna de Guatavita también representa un lugar de muchas historias y tradición oral que ha trascendido en el tiempo, como la leyenda de El Dorado y las creencias de las tribus indígenas que habitaron esta región.

“Hay gente que habla de varios avistamientos en la laguna de Guatavita, especialmente un señor llamado Enrique Castillo Rincón, quien ya murió. Él era costarricense y en la época en que el caso fue famoso, decía que había recibido un mensaje alienígena en la laguna, pero era un mensaje pacífico; y después de eso se reportaron algunos avistamientos”, explicó el antropólogo.

Cañón del Chicamocha y la Mesa de Los Santos

“El Chicamocha es una zona desértica y durante muchos años ha habido personas que dicen que ahí se ven ovnis, sobre todo porque fueron famosos dos avistamientos que resultaron ser de meteoritos, pero eso hizo que a la gente le pareciera interesante. Cerca hay un pueblo muy bonito, la Mesa de los Santos o Los Santos, y allí hay unas leyendas o historias sobre túneles subterráneos y cuevas donde se metían los indígenas y se desaparecían en la época de la conquista. Pero también hay varias historias de antiguas luces extrañas sobre el cielo. Entonces es un pueblo que está bastante conectado con esas apariciones”, advirtió el escritor.

imageEl Cañón de Chicamocha abarca inmediaciones de la ciudad de Bucaramanga, entre los municipios de Aratoca, Cepitá, Los Santos y Jordán. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Para Cruz, este tipo de historias y apariciones hacen más parte del misticismo y las creencias de ciertas personas, quienes atribuyen a estos fenómenos connotaciones incluso de tipo religioso.

La gente ya no pone una virgen o una cruz en una montaña, como en Monserrate o Guadalupe, cerros donde había adoración a dioses indígenas de diferentes culturas. Entonces se reemplaza una cultura por otra y buscan lo que para ellos sea más creíbles. Creo que es un sincretismo que tiene cierto fenómeno religioso y por eso la gente hace ovnipuertos, estatuas y monumentos”, advirtió.

Por último, resaltó que para muchas regiones estas historias también ayudan a promover el turismo.

https://www.semana.com/mejor-colombia/articulo/ovnis-el-fenomeno-que-hizo-famosos-a-estos-lugares-de-colombia/202434/

Alicia en ufolandia

Alicia en ufolandia

27 de febrero de 2024

Nigel Watson

AA BOOKD.W. Pasulka, Encounters: Experiences with Nonhuman Intelligences, St Martin’s Essentials, 2023.

Pasulka, que es profesora de estudios religiosos en la Universidad de Carolina del Norte, considera que la creencia en los ovnis es una “religiosidad naciente” y que la percepción del tema está mediada y manipulada por los medios de comunicación y agentes de desinformación anónimos.

Afirma que la televisión, las películas, los videojuegos y otros medios transmiten el estereotipo de que los platillos volantes proceden de sistemas estelares lejanos. Por eso le sorprendió conocer a científicos que viven como místicos y creen que se trata de una inteligencia interdimensional.

Coincidiendo con Jacques Vallee, Pasulka cree que para llegar al meollo de la cuestión debemos hablar con los testigos y experimentadores de ovnis, que viven contactos “extraterrestres” en el aquí y ahora. En lugar de ver artefactos con tuercas y tornillos, estas personas informan de que entran en realidades alteradas, se encuentran con ángeles y demonios y a menudo se ven afectadas por extrañas coincidencias y sueños.

Los capítulos del libro se centran en las experiencias de gran extrañeza de la doctora Iya Whiteley, psicóloga espacial, un científico anónimo que trabaja para una importante agencia espacial, José, ex marine estadounidense, Simone, que investiga la inteligencia artificial y trabaja para la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DAPRA), Patricia Turrisi y Len Filppu. Al igual que los pueblos indígenas de todo el mundo, sus historias tienden a reforzar el aspecto espiritual de las experiencias anómalas y ovni, que están en sincronía con la tierra y el lugar.

Para cualquiera que tenga algo más que un interés superficial en los ovnis, nada de esto es una sorpresa, especialmente para cualquiera que lea regularmente Magonia o Fortean Times. De hecho, mi libro Portraits of Alien Encounters (Retratos de encuentros con extraterrestres) recoge historias muy similares relatadas por gente del norte de Inglaterra en la década de 1970.

rabbitholeLas personas con las que se encuentra Pasulka tienen una buena educación y ocupan puestos importantes en la sociedad, pero ¿informan de algo más creíble o “real” que las tuercas y tornillos de las naves FANI? ¿Sus cualificaciones les hacen mejores reporteros?

Jacques Vallee se eleva sobre la narración como un gurú moderno que guía a Pasulka con comentarios crípticos sobre cómo abordar este tema, pero ¿tiene realmente sentido esta mezcla de tecno/misticismo sobre inteligencias no humanas que viven más allá del tiempo y el espacio?

Pasulka parece aceptar estos hallazgos, aunque las personas con las que “se encuentra” están influidas por las mismas estructuras de creación de mitos y las mismas preocupaciones que las expresadas por las personas de mi libro (Portraits of Alien Encounters). No menciona las abducciones alienígenas ni cómo encajan con los “nuevos” mitos/tecnología y la IA, ni aborda cómo estas ideas se han filtrado en el Congreso o cómo han impulsado secretamente al gobierno estadounidense a estudiar los FANI.

Al igual que otras personas importantes, Pasulka se ha adentrado en la madriguera del conejo de los ovnis y se ha unido al club de los conejos extraterrestres. No obstante, Encuentros es una mirada fascinante a diferentes personas y a la enorme variedad de sus experiencias (psicológicas, diría yo).

https://pelicanist.blogspot.com/2024/02/alice-in-ufoland.html

Charles Wykeford-Brown: Viene de Urano (3)

Capítulo 2 Un hombre de negocios

Después de raspar el hielo del parabrisas de su coche, Moreton se dirigió al bosque de Seckleston, situado a unos cinco kilómetros del pueblo de Amingford. Pasado el pueblo, Moreton esperó en el paso a nivel mientras un 8F que tiraba de un tren de mercancías local cruzaba siseando lentamente el paso, el tren se detendría en los apartaderos no lejos de la estación de Amingford, a unos 400 metros por la línea, se desacoplarían los camiones de carbón y su contenido se transferiría a los camiones de los comerciantes de carbón.

El guardavía abrió la puerta del paso a nivel y Moreton prosiguió su viaje. Volvió a sentir la molesta y algo incómoda sensación que había tenido antes al escuchar el relato del sargento Davidson por teléfono, empezó a cuestionarse su teoría sobre el misterioso joven del bosque.

“Si se encontraba en las inmediaciones de Seckleston, seguramente su coche ya habría sido descubierto. Si conducía por Amingford, ¿qué estaba haciendo en esos bosques a casi cinco kilómetros de distancia?” Seckleston es una zona remota situada entre Amingford y el siguiente pueblo Woodhayes Parva, los únicos habitantes humanos que se encuentran en el área de Seckleston son los Giddins de la granja Crowford, y los Waverlys en la granja Lowerbrook. La granja de los Giddins se encuentra a unos 200 metros de la linde del bosque; aunque el bosque pertenece a la granja de Crowford, en realidad es propiedad de la familia Devereaux, al igual que la propia granja de Crowford. Los Giddins siempre han sentido un gran resentimiento hacia los Devereaux, ¡la verdad es que los Giddins están mal dispuestos hacia la mayoría de la humanidad!

Aparte de Jethro, la familia Giddins está formada por Agnes, la esposa de Jethro, una mujer cuya fuerza física es bastante aterradora, Herbert, el mayor de los hijos Giddins, que está convencido de ser la reencarnación de Poncio Pilatos, y que cree que debe expiar el crimen de condenar a Jesucristo a ser crucificado, y, por último, Mildred, una chica extraña y silenciosa, de la que los residentes de Amingford afirman que tiene “la vista”.

Los Giddins tendían a mantener las distancias con los aldeanos tanto de Amingford como de Woodhayes Parva; a medida que Moreton se acercaba a Crowford Farm recordaba un incidente ocurrido 3 años antes, un joven de Amingford llamado Ronny Bayley se había burlado de Mildred Giddins mientras ésta esperaba a ser atendida en la tienda del pueblo. Mildred había sido enviada al pueblo a comprar dos onzas de hachís para su padre; Bayley le hizo una sugerencia obscena. Mildred, enfadada y avergonzada, fulminó con la mirada al joven Bayley, que se asustó cada vez más, hasta el punto de mancharse los pantalones.

“Nunca olvidaré la descripción que hizo el Sr. Rogers, el tendero, de la cara de terror de Bayley”, pensó Moreton; Recordaba al señor Rogers diciendo que “el olor no saldría de la tienda en una semana” y que “esa chica, Mildred, tiene un extraño poder”.

La madre de Ronny Bayley acusó a la chica Giddins de utilizar “poderes antinaturales”, “no puede ser que un poderoso príncipe se meta en líos de esa manera”, la madre de Bayley, una imbécil congénita, se refería a su hijo como “Príncipe Ronny”.

El incidente atrajo la atención del Dr. Fenton Macintosh, Macintosh se había trasladado a Amingford desde Londres, donde había dirigido con éxito una clínica en Harley Street, atendía principalmente a una clientela muy rica y neurótica, ofreciendo lo último en técnicas de psicoterapia americana.

Según Macintosh los aspectos psico-sexuales del incidente de Bayley eran evidentes.

Moreton sonrió al recordar la respuesta de la Sra. Oliver, la costurera del pueblo: “Es una bestia sucia ese Macintosh”.

Moreton giró por la pequeña pista que conducía al bosque de Seckleston, apagando el motor pudo oír a los cuervos mientras volaban en círculos sobre el bosque, el ruido que hacían producía en él esa extraña sensación espeluznante, aunque confortable.

Moreton había comenzado a avanzar por la pista cuando una voz algo ansiosa le llamó “¡Moreton, querido amigo!”

La voz pertenecía al reverendo Frederick Birkswell.

“Rev Birkswell” dijo Moreton.

Birkswell se apeó de su bicicleta en un movimiento bien practicado, parándose solo sobre el pedal izquierdo aplicando los frenos y luego con los dos pies en el suelo.

“Me alegro de haberme encontrado con usted, señor Moreton, ha ocurrido algo bastante escandaloso”, el reverendo Birkswell estaba muy agitado.

“¿Se encuentra bien, señor?”, preguntó Moreton.

“Sr. Moreton se ha cometido un acto de la más vil profanación en St Jerrome’s, incalificable, totalmente incalificable”.

Moreton cogió al reverendo Birkswell por el brazo, “creo que debería sentarse un rato”, abrió la puerta del pasajero de su coche y ayudó al reverendo Birkswell a sentarse. Moreton nunca había visto al reverendo Birkswell tan afligido.

“¿Qué diablos ha pasado?”

El reverendo Birkswell hundió la cabeza entre las manos y dejó escapar un suspiro fatigoso. Moreton le ofreció un cigarrillo, que el reverendo Birkswell aceptó con gratitud, aunque era aficionado a la pipa.

“Esta mañana temprano salí de la rectoría y me dirigí a la iglesia, la Sra. Charlton ha colocado un anuncio de la Feria de Navidad, pensé que debía fijarlo en el tablón de anuncios antes de que se me olvidara. Mientras lo hacía, eché un vistazo hacia el altar, y fue entonces cuando contemplé el sitio más obsceno. Encima del altar había pintarrajeados una serie de símbolos ocultos, y también los restos de varias velas negras de gran tamaño. Ante el altar se había inscrito un círculo mágico. No me atrevo a describir las indignidades a las que había sido sometida la Santa Biblia. Señor Moreton esa iglesia ya no es un lugar santo, ahora posee una atmósfera de pura maldad, ya no es la morada de Nuestro Señor, ¡hay una presencia satánica en ese lugar!”.

Moreton estaba estupefacto, los ojos del reverendo Birkswell estaban rojos y llorosos. El reverendo Birkswell no era un hombre que mostrara emociones de este tipo.

Birkswell era conocido por su sentido del humor, un excéntrico fácil de llevar, pero alguien en quien se podía confiar y con quien siempre se podía contar. Había sido capellán del ejército en la guerra de 1914-1918 y había viajado mucho por la India y China. Estudió Historia Antigua en Cambridge, y estaba destinado a tener una destacada carrera académica, pero en su lugar eligió el trabajo misionero en el lejano Oriente. No era el típico misionero, ya que su propósito no era convertir a los paganos; no se dedicaba a salvar almas, sino que tenía un aire subversivo. Sir George Devereaux lo describió como “una especie de maldito socialista”. El objetivo de Birkswell era, de alguna manera, mitigar el imperialismo. Su labor misionera fue restringida por las autoridades británicas, el gobernador de Chung-Ching le hizo “regresar a Inglaterra” después de que se dijera que estaba “agitando a los nativos”. Lo que muy pocos sabían era que el reverendo Birkswell había realizado un estudio detallado y exhaustivo del ocultismo.

“Deberíamos llevarte de vuelta a la rectoría” dijo Moreton, el reverendo Birkswell empezaba a recuperar la compostura.

“Iba de camino a la comisaría, pero ¿de qué puede servir la policía en este asunto?”.

Moreton consiguió meter la bicicleta del reverendo Birkswell en la cajuela de su coche y se dirigieron a la rectoría.

Charles Wykeford-Brown: Viene de Urano (2)

Extractos de It Came From Uranus, de Charles Wykeford-Brown

Capítulo 1 Extraño incidente en Seckleston Woods

Arnold Moreton se sentó a desayunar, estaba a punto de tomar un buen sorbo de Assam fuerte cuando sonó el teléfono.

“¿Señor Moreton?”, preguntó la voz al otro lado de la línea.

“Al habla”, dijo Moreton.

“Sr. Moreton, soy el sargento Davidson de la policía de Seckleston. Me pregunto si podría ayudarnos”.

Moreton buscó a tientas su encendedor, “Bueno, haré lo que pueda, sargento”.

“Hace una semana, el agente Barwell y yo patrullábamos por el bosque de Seckleston. Íbamos conduciendo por Orford Lane cuando un tipo salió tambaleándose del bosque y se metió en medio de la carretera. Parecía en un estado terrible, estaba farfullando y temblando, bastante como demente. No entendíamos nada de lo que decía, sólo repetía ‘las luces, están aquí’.

“Lo llevamos de vuelta a la comisaría, estuvo en un estado muy angustioso toda la noche, no hemos podido averiguar su identidad, no llevaba ningún medio de identificación encima, es un completo misterio, no es de por aquí, eso lo sabemos, nos preguntábamos si podría hacer un llamamiento para obtener información sobre este tipo en el Gazette”.

“Sargento, ¿podría esperar un momento, mientras encuentro mi cuaderno?”

“Sí, por supuesto”, dijo Davidson.

Moreton cogió su cuaderno y un lápiz, “Sargento, si pudiera ofrecerme una descripción física de este caballero”

“Bueno, veamos, tenía unos 30 años, 5 pies 8 pulgadas, complexión media, pelo rojo rizado, gafas, vestía un par de franelas gris claro, un jersey de color canela y una gabardina verde oscuro. Hablaba con acento culto. Realmente no puedo entender este asunto, señor Moreton, ¿qué demonios hacía un completo desconocido merodeando por el bosque de Seckleston con un frío que pela, a esas horas de la noche?”

Moreton dio una larga calada a su cigarrillo. “¿Qué hora era cuando se encontró con este hombre, sargento?”

“Eran las 23:50”, respondió Davidson.

“Esto es realmente un asunto muy extraño sargento, ¿dijo algo en absoluto que pudiera ofrecer una pista sobre su identidad o sus razones para merodear por los bosques de Seckleston?”

Una pizca de miedo se traslucía en la voz de Davidson: “Nada en absoluto, señor Moreton, lo único que pudimos sonsacarle fue eso de las luces que había visto. Entre usted y yo, señor Moreton, esos bosques no son el lugar adecuado para estar a una hora tan tardía, y no se trata sólo de una tonta superstición palurda, siempre han ocurrido cosas raras en los bosques de Seckleston”.

“Sargento, ¿dónde está ahora nuestro hombre misterioso?”, preguntó Moreton.

“Fue ingresado en el hospital de Hopfield al día siguiente de que lo encontráramos. He hablado con el Dr. King del hospital y me ha dicho que no ha habido ningún cambio en una semana, ¡este hombre no para de balbucear sobre las ‘luces’!”

“Me pondré a trabajar en un artículo para la Gaceta esta mañana”, dijo Moreton.

“Eso sería de gran ayuda Sr. Moreton”, dijo Davidson.

“Por cierto Sargento, ¿alguien cerca de Secklestone woods vio algo?”

“Barwell y yo fuimos a la granja Crowford y hablamos con el viejo Jethro Giddins, dijo que fueron duendes, brujas o la gente del espacio los que metieron miedo a ese joven, Crowford es el lugar más cercano al bosque Seckleston, no vimos a nadie más por allí esa noche excepto a ese pobre joven”.

Moreton sonrió para sus adentros, Jethro Giddins atribuye casi todo a duendes ,espíritus de brujas o a la gente del espacio; la anterior sensación de inquietud que experimentó Moreton al notar el tono temeroso en la voz del sargento Davidson se calmó. Iba a ser un caso sencillo: un pobre tipo que conducía por la zona y había sufrido un desmayo, se tropezaba con el bosque y al desmayo le seguía la amnesia. Sin duda su coche será encontrado en algún lugar cercano, todo el asunto tendrá una explicación perfectamente simple.

“El artículo debería aparecer en la edición de esta semana de la Gaceta, mientras tanto, Sargento, le estaría muy agradecido si me informara de cualquier novedad”.

“Lo haré Sr. Moreton, gracias por su ayuda, espero que todo este asunto se resuelva”.

“Estoy seguro de que así será, sargento”.

Después de hablar por teléfono con el sargento Davidson, Moreton se sirvió otra taza de té. Comenzó a construir mentalmente un esbozo del artículo: “Hace una semana, el 13 de diciembre, un hombre fue encontrado vagando por el bosque de Seckleston… la policía no pudo determinar su identidad… la policía hace un llamamiento a la población para que proporcione información sobre… etc., etc.”

Arnold Moreton había trabajado en la Amingford Gazette durante 25 años, el periódico se publicaba dos veces por semana y cubría historias locales como “El vicario de Amingford alarmado por el peligroso estado del tejado de la iglesia”. Y “La Sra. Jenkin gana el primer premio por su chutney en la feria del pueblo”.

En las últimas seis semanas, la Gazette ha publicado una serie de informes de vecinos sobre extraños “ruidos” y “cosas raras” en el bosque de Seckleston.

El bosque de Seckleston siempre ha estado asociado a lo sobrenatural, la leyenda local habla de oscuras prácticas ocultas que se llevaban a cabo en el bosque a finales del siglo XVI, se suponía que un aquelarre de brujas todavía realizaba rituales esotéricos en el bosque aislado. Muchos creían que la familia Devereaux era la responsable de mantener la práctica de la magia negra en la zona durante los últimos 500 años. Según algunos, los Devereaux reclutaban a los miembros del aquelarre entre su círculo de ricos e influyentes.

El actual terrateniente de Amingford, Sir George Devereaux, ocupaba un alto cargo en el Ministerio del Aire. Amingford Hall, la casa familiar de los Devereaux, era a menudo el lugar de celebración de los “fines de semana” de Sir George, en los que políticos de alto rango y magnates de los negocios se reunían para disfrutar de la hospitalidad de Sir George.

Moreton no solía dar demasiada credibilidad a estos relatos sobre sucesos peculiares ocurridos en Seckleston Woods; eran historias de misterio ligeramente entretenidas que llenaban un par de columnas en un pequeño periódico parroquial. Sin embargo, Moreton, periodista por naturaleza, no pudo resistirse a la idea de ir al bosque de Seckleston para examinar la escena por sí mismo; desde luego, no esperaba encontrar nada de interés, pero pensó que al menos debía llevar a cabo una investigación superficial.

Seckleston Woods estaba a veinte minutos en coche de la casa de Moreton, se puso el abrigo y se dijo: “Habré escrito este artículo para la hora de comer, luego volveré a las historias realmente importantes, como el inminente suministro de electricidad a las casitas de Forge Lane”.