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No es cierto. Aunque usted no lo crea

EL ATAUD DE CHARLES COGHLAN

No está muy claro cuando nació Charles Francis Coghlan. Mientras algunos autores[1] afirman que fue en 1814, otros aclaran que fue en 1841[2][3]. Sin embargo, la fecha más probable es esta última. Tampoco se ha establecido, sin lugar a dudas, el sitio de nacimiento. Dwight Whalen dice que fue en París, mientras que Richard Winer, Vincent Gaddis, Tom Slemen[4] y Frank Edwards[5], apuntan a que fue en la isla Príncipe Eduardo. Para la leyenda lo más conveniente es la isla Príncipe Eduardo.

Su padre fue John Coghlan, unos dicen que era un rico inmigrante irlandés que vivía en Príncipe Eduardo, en las costas al Este de Canadá. Otros afirman que eran pobres, por lo que sus estudios primarios sólo los pudo hacer gracias a un subsidio del gobierno.

El hecho es que, tiempo después, Charles partió a estudiar a Inglaterra. Entre parientes y amigos (o gracias a la fortuna del padre) se reunió el dinero suficiente para enviarlo a estudiar leyes. Se graduó con honores pero desilusionó a su padre cuando decidió convertirse en actor profesional.

La leyenda afirma que cuando salió de su hogar, dijo, dirigiéndose a sus parientes:

«Si un día consigo la fama y la gloria en los escenarios, regresaré a ésta, mi ciudad natal, por muchos que sean los obstáculos que pudieran impedírmelo. Dios me devolverá a mi tierra».

Pero esto se contrapone con el altercado que tuvo con su padre debido a su decisión de convertirse en actor. El anciano sentenció que en caso de que Charles no dejara sus ambiciones en el teatro, se debería olvidar de su herencia. Charles declaró que entonces él nunca más regresaría a Príncipe Eduardo.

EL ACTOR

De carácter extrovertido, de fácil palabra, Coghlan poseía una habilidad dramática excepcional. Sus estudios teatrales los realizó en París y Bristol. Su primera aparición la hizo en Londres en 1860 y se convirtió en el primer actor de la compañía Prince of Wales. A la edad de 19 años debutaba en los escenarios londinenses. Poseía una naturalidad y espontaneidad que pronto lo convertirían en figura prominente del espectáculo. Fácilmente se hizo de un lugar en los escenarios.

La carrera de Coghlan fue muy exitosa. Su fama como actor y su físico (alto, de pelo negro y de facciones viriles) atraían a las mujeres. Se dice que siempre estaba envuelto en algún escándalo amoroso. Le llamaban «el hipnotizador de mujeres» y corrían chismes sobre la cantidad de mujeres que se habían cruzado en su vida.

A los veintisiete años cosechaba aplausos de la crítica mundial al interpretar a Shakespeare. Trabajó con los más notables artistas de la época: Sir Johnston Forbes Robertson, Lillie Langtry, Minnie Maddern Fiske, Harrison Grey Fiske, Ellen Ferry Beatrice (Ellen Alice, como se llamaba realmente), Kate Ferry, Madge Robertson, George Rignold, y William Rignold, entre otros.

Su fama atravesó el Atlántico. Regresó a América en 1876. En la ciudad de Nueva York realizó varias representaciones. Actuó para la compañía de Augustus Daly, y luego para la Union Square durante la larga temporada de The Celebrated Case. Formó su propia compañía, Royal Theater Company, que se especializaba en los dramas de Shakespeare. Se presentó en Broadway y en el medio Oeste americano. Hizo papeles secundarios para la su hermana Rose Coghlan y para las señoras Langtry y Fiske, y en 1898 produjo la versión de Kean de Dumas, llamada The Royal Box, que estelarizaría con gran éxito hasta el final de sus días.

LA PREDICCIÓN

Se decía que Coghlan era demasiado supersticioso y regularmente visitaba a los adivinos y astrólogos. Un día Coghlan visitó una gitana que le vaticinó:

«Charles, serás muy famoso, pero tendrás una muerte a la altura de tu fama. No descansarás hasta que hayas retornado al lugar de tu nacimiento».

Charles se impresionó por esta predicción y constantemente la relataba a sus amigos.

Según Winer, esta gitana o algún otro vidente le hizo esta otra predicción:

«No vivirás para ver el siglo XX. Serás enterrado en una ciudad del Sur, pero una gran tempestad se abatirá sobre esa ciudad y tus restos serán arrojados al mar».

En noviembre de 1899 la compañía de Coghlan representaba Hamlet en Galveston, Texas. El 27 de ese mes, poco antes de un llamado a escena (o en medio del escenario, según Slemen), Coghlan se quejó de un malestar y al poco tiempo murió.

Al siguiente día los restos de Coghlan fueron colocados en un ataúd de madera de ciprés forrado de plomo, y fue enterrado en el cementerio de Galveston. El ataúd fue puesto en una cripta de granito.

Dos años después, el 27 de agosto de 1900, una de las tempestades tropicales más terribles, se gestaba en el Océano Atlántico. Al llegar al Caribe era todo un huracán, el peor que haya azotado las costas de los Estados Unidos. Los vientos eran de más de 350 kilómetros por hora. La presión bajó hasta 27.64 pulgadas.

El huracán llegó a Galveston el 8 de septiembre. Más de 6,000 personas perdieron la vida. Algunos suben el conteo de víctimas hasta 8,000. Se calcula que cerca de la sexta parte de la población de Galveston murió en la inundación. Los cuerpos eran recogidos en carretas para ser arrojados al mar. Cuatro mil casas fueron reducidas a despojos de madera, ladrillo y lodo. Las aguas del mar subieron casi siete metros. Los daños superaron los treinta millones de dólares.

Las aguas arrastraron hacia el mar no solo los restos de edificios, árboles y personas, sino que también llegaron al cementerio destruyendo criptas y desenterrando los muertos. Los cadáveres de gente fallecida hacía mucho tiempo se mezclaron con los muertos hacía poco y con los que había generado el huracán. Los ataúdes se hacían pedazos por la violencia de las aguas y sus restos fueron arrastrados hacia el golfo de México.

A la mañana siguiente las autoridades observaron que varios ataúdes habían sido arrastrados al mar. Uno de esos ataúdes arrancados por el huracán contenía los restos mortales de Coghlan. Los autores de libros de misterio creen que las aguas lo llevaron al Sudeste, arrastrado por la corriente occidental y la corriente del Golfo, cuya velocidad es de 120 kilómetros por día.

EL ATAUD FLOTANTE

En 1906, según Winer sin apuntar la fecha exacta, el Sky Plover encontró algo aterrador. La tripulación había terminado la comida del mediodía, cuando el vigía anunció:

«Â¡Naufragio! ¡Dos puntos proa babor!»

La tripulación oteo el horizonte y diez minutos después, los asombrados marinos vieron, en lugar de restos de naufragio, ¡varios ataúdes!

En efecto, eran cuatro ataúdes cubiertos de coral, conchuela, barnaclas, lama y otras protuberancias marinas. ¿Se trataba de los restos arrancados del cementerio de Galveston? Nunca lo sabremos pues según Winer los miembros del Sky Plover se negaron subir a bordo tan macabro hallazgo.

Pero, por otra parte, parece que esta es otra parte inventada de la leyenda. Nunca existió ninguna embarcación llamada Sky Plover.

Edwards, Gaddis y Winer afirman que la corriente del Golfo de México llevó el sarcófago hasta las cercanías de Terranova. Allí fue sacado de la corriente por una galerna. Luego flotó sin rumbo frente a la costa oriental del Canadá, hasta que en octubre de 1908, ocho años y un mes después de que el huracán azotara Galveston, llegó a las cercanías de la isla Príncipe Eduardo. Varios pescadores de la isla habían echado sus redes en el Golfo de San Lorenzo, cuando de pronto notaron una caja oblonga, cubierta con barnaclas, que flotaba en el agua, muy cerca de la isla.

Los marineros la amarraron a sus botes y la remolcaron a tierra. La caja estaba cubierta de moluscos marinos y escaramujos. Se le quitó la gruesa capa de conchas y deposiciones de las barnaclas, descubriendo que se trataba de un ataúd con una placa de plata en la cubierta que decía:

«Charles Francis Coghlan. Nacido en el año 1841. Muerto en 1899».

A unos cuantos kilómetros se encontraba la aldea en donde había nacido y crecido el actor. Los restos fueron sepultados cerca de la iglesia donde había sido bautizado. Charles Francis Coghlan, al fin, había regresado a casa.

Bueno, eso es por lo menos lo que cuenta la leyenda, pero ¿Qué hay de cierto en todo esto?

¡AUNQUE USTED NO LO CREA!

Coghlan se casó en 1893, a la edad de 52 años, con Kuche Beveridge. Compró una residencia de verano en una granja de Fortune Bay, en la isla Príncipe Eduardo, donde poco después nacería su hija, Gertrude Coghlan.

El actor había «regresado» a la isla en vida y no como dicen los escritores, muerto y conducido por un ataúd.

Gertrude había casado con Augustus Pitou, promotor y actor que tiempo atrás había sido representante del propio Charles. Ambos habían gastado una fortuna en la búsqueda de los restos de su padre.

Consultó con los amigos de su padre, como Harrison Grey Fiske quien fuera el editor de teatro del New York Mirror; crítico y escritor notable, que también había producido las puestas en escena más notables del siglo XIX en Nueva York; propietario y editor del Dramatic Mirror[6]. Contrató detectives en Bayside, Long Island, en donde vivía la pareja, pero todo fue inútil. No se encontró ni la más pequeña pista.

El 15 de septiembre de 1927, la señora Coghlan leía Evening Post. Al final de su lectura se dirigió a la sección de Robert L. Ripley, Believe it or not! Su sorpresa fue mayúscula al ver que la nota principal[7] se refería a su padre:

«Charles Coghlan regresó a casa. El murió en 1897 y fue enterrado en Galveston. Cuando un trágico diluvio arrastró su ataúd hacia el mar y la Corriente del Golfo lo llevó, alrededor de la Florida, y después hacia el Norte, hasta la costa de la isla Príncipe Eduardo -a 2,000 millas de distancia-, donde había nacido»[8].

El corazón de Gertrude latió con fuerza. Si bien era cierto que Ripley estaba equivocado en dos cosas (Coghlan había nacido en París y su muerte ocurrió en 1899), tal vez el ataúd de su padre, finalmente, había sido encontrado.

La señora de Pitou se comunicó a la redacción del Evening Post. El editor la puso en contacto con Ripley. El dibujante afirmaba que aquellos datos procedían de la biografía de Lillie Langtry[9] y las memorias de Sir Johnston Forbes Robertson[10].

Gertrude sabía que esos dos actores habían trabajado con su padre, por lo que de inmediato compró un ejemplar de cada libro para leerlo.

En realidad en la autobiografía de la señora Langtry, The Days I Knew (Los días que conocí), se dice que el ataúd de Coghlan fue barrido hacia el mar, pero no se menciona el posterior hallazgo del ataúd, en la isla Príncipe Eduardo. El primero en mencionar este dato es Johnston Forbes en A player under three reigns (Un actor en tres reinos), en donde escribe:

«He hablado de Coghlan y sus actuaciones, pero me han contado un hecho curioso acerca del final de este excelente actor que debo hacer constar. Después de actuar en Romeo y Julieta, se comprometió para una obrita en el teatro Shaftesbury, que no tuvo mucho éxito. Retornó a América y nunca volvió a Inglaterra. Creo que al año siguiente murió en Galveston. Poco después de su entierro, azotó una violenta tormenta del Golfo, y las aguas barrieron su ataúd, entre otros, hacia el mar. La Corriente del Golfo lo arrastró alrededor de la Florida y por la costa Este, 1,500 millas, hasta isla Príncipe Eduardo, arrojándolo a la costa, no lejos de su casa».

RASTREANDO UN ATAÚD

El Evening Post recibió una carta de Gertrude Coghlan:

«Por favor, verifique esta información. Si supiéramos que hay algo de cierto en esa versión, comenzaríamos de inmediato una búsqueda en la isla Príncipe Eduardo».

El periódico se comunicó con Robertson, quien por cable contestó desde Londres:

«Me apena mucho no poder contestar categóricamente su mensaje. No recuerdo el conducto por el que me enteré de la suerte del cadáver de mi amigo; lo único que se es que quien propaló la noticia es una persona de toda mi confianza. En realidad creo que dos personas me contaron la historia. Realmente es chocante que este mito evidente haya sido incluido en mi libro. Supongo que su hija ha consultado a George Tyler, quien fue el agente de Coghlan por algún tiempo».

Inmediatamente la señora Pitou y el Post se comunicaron con Tyler.

«He oído la historia del ataúd de Coghlan no una, sino varias veces. Amigos cercanos de él me han dicho que apareció en la isla Príncipe Eduardo. Fue arrojado por el mar a la costa, en Fortune Bridge. Recuerdo que una vez, hace años, cuando mencioné que había sido encontrado en la playa de Galveston, alguien me corrigió «“no me acuerdo quién-, y me dijo que había sido llevado por la Corriente del Golfo hasta la isla canadiense. Me lo han dicho varias personas en quienes tengo confianza».

Poco más se pudo averiguar en ese entonces. La leyenda continuó y pasó a ser un clásico de lo insólito, a pesar de que todo indicaba que era un fraude. Charles Coghlan no había nacido en la isla Príncipe Eduardo, aunque había comprado una propiedad en Fortune Bay, en donde está el Fortune Bridge que menciona la leyenda. Algunos mencionan que el ataúd se encontró, poco después del huracán, muy cerca de Galveston. ¿Cómo pudo flotar un ataúd recubierto con placas de plomo? Una placa de plata sobre el ataúd resulta muy ostentosa, aún para un actor de fama. ¿Inventó Robertson la historia, y luego que vio que su broma había llegado demasiado lejos (hasta la hija de Coghlan), trató de escurrir el bulto?

La historia del ataúd de Charles Coghlan se menciona en uno de los coros de The Dog Beneath the Skin. Otra mención se hizo en 1934 en The Chase (1934). Se puede leer una versión abreviada, en la página 178 de Players: 1928-1938, editada por Edward Mendelson en 1988.

CASI UN HOMÓNIMO

Años después saldrían a la luz nuevos datos que darían un giro a la historia.

El 10 de junio de 1965 The Guardian publicó el artículo Pintoresca y fantástica historieta del cadáver de Coghlan, firmado por Neil A. Matheson, quien había entrevistado al doctor A. A. «Gus» MacDonald, de 91 años por aquel entonces. El médico declaró al periodista que tanto él «“que había practicado la medicina en Fortune Bay en 1908, cuando supuestamente se encontró el ataúd de Coghlan-, como la demás gente del pueblo, sabían que la historia era puro invento. Nadie conocía ninguna tumba de Charles Coghlan en esa sección de la provincia.

Por su parte la señora Beatrice Johnston, de Fortune Bay, calificó la historia de «pura patraña».

Matheson concluía su artículo así:

«Lo único cierto acerca de la leyenda, hasta donde he podido averiguar, es lo concerniente al cementerio que fue barrido por las aguas en Galveston».

Por las mismas fechas en que desapareció el ataúd de Coghlan, murió el también actor de teatro Charles P. Flockton, en Los Angeles, California (1904). De acuerdo con The Guardian de Charlottetown, del 5 de octubre de 1950, el último deseo de Flockton había sido que su cuerpo fuera cremado y que sus cenizas fueran enterradas en su casa de Cabo Abell, en Fortune Bay, isla Príncipe Eduardo. Todo esto se cumplió y los restos de Flockton descansan actualmente bajo un monumento de piedra.

Parece que en el asunto esta involucrado una confusión de nombres. Charles Coghlan y Charles Flockton suenan parecidos. Los dos eran actores con propiedades en Fortune Bay, y los dos murieron alrededor del año en que ocurrió la tragedia de Galveston.

Recientes investigaciones apuntan a esta hipótesis[11][12].

La historia del ataúd de Coghlan fue tomada por Albert A. Brandt para la revista Fate[13] y es probable que esa haya sido la fuente de Edwards. Posteriormente Gaddis la incluyó en su libro, de donde la tomó Winer, quien además inventó el caso del Sky Plover. La historia de los ataúdes flotantes es apócrifa. No se conoce de la existencia de ningún Sky Plover, se sabe que un Sky Dove se hundió en 1908, pero no se recuerda que haya tenido un encuentro con ataúdes en el mar.

Los escritores de temas paranormales constantemente reciclan sus mentiras, por lo que dudo mucho que a esta historia la podamos meter en un ataúd para enterrarla. Continuará flotando por años en el mar de las leyendas.

BIBLIOGRAFÍA

Anonym, Drama at Abell’s Cape, The Island Magazine, Spring/Summer, Canada, 1979.

Anonym, The Charles P. Flockton Comedy Company, The Island Magazine, Spring/Summer, Canada, 1982.

Barret Andre, Les Premiers Reporters Photographes, 1848-1914, Paris, 1977.

Brandt A. Albert, The man who came home, Fate, June 1952.

Edwards Frank, Strange world, Lyle Stuart, New York, 1959.

Gaddis Vincent, Verdaderos misterios del mar, Editorial Diana, México, 1974, pág. 57.

Langtry Lillie, The Days I Knew,

Ripley L. Robert, Believe it or not!, Evening Post, September 15, 1927.

Ripley L. Robert, The Omnibus Relieve It or Not!, Stanley Paul, London, sin fecha.

Robertson Forbes Johnston, A player under three reigns, Little, Brown & Co., Boston, 1925.

Slemen Tom, The coffin came home. Charles Coghlan, Artículo en Internet, 2001.

Whalen Dwight, Charles Coghlan nunca volvió a casa, Destino, Volumen 1, Número 4, Florida, 1979, pág. 30.

Winer Richard, Nuevos casos en el Triángulo de las Bermudas, ATE, Barcelona, 1977, pág. 75.

Charles Francis Coghlan.

Lillie Langtry.

Minnie Maddern Fiske.

Ellen Terry Beatrice.

En primer plano, de barba blanca., Harrison Grey Fiske.

Cartel de la obra The Royal Box.

Diversos aspectos de la destrucción dejada por el huracán de 1900.

La ciudad quedó en ruinas.

El huracán destruyó y arrasó casi por completo la ciudad de Galveston.

Cuando bajaron las aguas, la destrucción era más que evidente. El mar fue la fosa común para cientos de las víctimas del huracán.

Cartel de The Privateer, en la producción de Morrison.

El actor inglés Sir Johnston Forbes Robertson.

Fotografía de Charles P. Flockton, en la época en que murió Charles Coghlan.


[1] Gaddis Vincent, Verdaderos misterios del mar, Editorial Diana, México, 1974, pág. 57.[2] Whalen Dwight, Charles Coghlan nunca volvió a casa, Destino, Volumen 1, Número 4, Florida, 1979, pág. 30.

[3] Winer Richard, Nuevos casos en el Triángulo de las Bermudas, ATE, Barcelona, 1977, pág. 75.

[4] Slemen Tom, The coffin came home. Charles Coghlan, Artículo en Internet, 2001.

[5] Edwards Frank, Strange world, Lyle Stuart, New York, 1959.

[6] Barret Andre, Les Premiers Reporters Photographes, 1848-1914, Paris, 1977.

[7] Ripley L. Robert, Believe it or not!, Evening Post, September 15, 1927.

[8] En una de las colecciones de los libros de Ripley, Ripley L. Robert, The Omnibus Relieve It or Not!, Stanley Paul, London, sin fecha, se proporciona esta información adicional:

«El actor Charles Coghlan fue enterrado en Galveston, Texas, en 1897. Después de un huracán y un diluvio que azotó el sitio en 1900, su ataúd fue arrastrado al mar y llevado por la Corriente del Golfo por más de 2,000 millas, bordeando Florida, hasta la isla Príncipe Eduardo, en donde había nacido el actor».

[9] Langtry Lillie, The Days I Knew,

[10] Robertson Forbes Johnston, A player under three reigns, Little, Brown & Co., Boston, 1925.

[11] Anonym, The Charles P. Flockton Comedy Company, The Island Magazine, Spring/Summer, Canada, 1982.

[12] Anonym, Drama at Abell’s Cape, The Island Magazine, Spring/Summer, Canada, 1979.

[13] Brandt A. Albert, The man who came home, Fate, June, 1952.

Bola de Corrientes

En el título no me refiero a los ufólogos (¿o sí?); en realidad me ocupo de la esfera que cayó en la ciudad argentina de Corrientes.

El martes 20 de enero del 2004, como a las 10 de la mañana, los residentes de la Colonia Pando, en el departamento de San Roque, 150 kilómetros al sur de la ciudad de Corrientes, Argentina, escucharon una explosión. Estaba lloviendo por lo que muchos pensaron que se trataba de algún trueno. Al parecer sólo Miguel Benítez, un niño de entre 11 y 12 años, fue testigo de la caída.

«Yo estaba en mi casa cuando escuché una explosión que me asustó. El ruido era parecido al mal tiempo. Entonces salí a mirar. Divisé algo que no se veía bien porque estaba nublado. Primero era chiquitito, pero después se hizo grande. Vi cómo venía cayendo esa cosa redonda y que largaba mucho humo. Me asusté porque pensé que a lo mejor caía sobre mi casa y me escondí».

«No pudimos salir a mirar rápido porque estaba lloviendo, pero cuando al rato vino mi papá de trabajar le contamos y se fue a avisarle a los vecinos para que vengan a ver, y después nos fuimos todos a mirar».

José Abel Alegre, periodista de Radio Sudamericana de Corrientes, estuvo en el lugar, 3 kilómetros campo adentro del camino más cercano, y habló con la familia Benítez, y cuenta de esta manera su entrevista:

«Felisa, la mujer, contó que esto pasó el martes a las 10 de la mañana. Escucharon dos estruendos que movieron la tierra (por eso seguían buscando un segundo elemento) y vieron un objeto que venía largando fuego. Pasó por arriba de la casa y fue a parar a 400 metros de ahí».

La mujer y sus cuatro chicos se asustaron y se encerraron en la casa.

«Al rato largo, unas tres horas después, llegó Roberto Benítez, que había ido a buscar los animales, y encontró el objeto».

– ¿Quién dejó eso ahí? -preguntó Benítez a su familia.

– No, papá -contestó Darío, uno de los chicos-. Eso cayó del cielo.

El objeto fue a caer en la estancia de Ramón Tomás «Tito» Bolo, ubicada zona conocida como «El Rosado», de la Segunda Sección de Gustavino, a unos 20 kilómetros de la Colonia Pando. La esfera impactó a unos 300 metros de la casa de la familia Benítez, y a unos 800 metros del río Santa Lucía, en un lugar de difícil acceso.

Los integrantes de la familia Benítez, caseros del campo, fueron algunos de los testigos de la llegada del objeto. José Benítez, cuidador de la estancia de «Tito», dijo haber escuchado el ruido, parecido a un trueno primero y luego emitiendo un sonido metálico similar al que produce un golpe en un tambor vacío. La tierra tembló bajo sus pies.

Los periodistas de El Clarín entrevistaron a Melina Álvarez, 27 años, «coloniera», contó:

«Esa mañana estaba soleado como para llover. Sentimos como un trueno. Pero también pensamos que pudo haber sido una explosión lejana. Recién ayer a la mañana nos enteramos de lo que pasó».

En toda la colonia viven unas 2.000 personas. En el área urbana, de unas pocas manzanas, ni siquiera la policía tiene teléfono: el único servicio disponible es un semipúblico. Como continuaba la fuerte lluvia, Roberto Benítez tuvo que esperar hasta las 18 horas para salir a la ruta y avisarle a las autoridades y a los bomberos voluntarios de San Roque. La Policía correntina se enteró a las 10 de la noche.

Los primeros bomberos llegaron al lugar la madrugada del día siguiente, dirigidos por el jefe de bomberos de la zona, Adolfo Soler, tras lo cual pusieron en conocimiento de las autoridades provinciales sobre el hecho.

A primera hora de la mañana del 22 de enero el grupo de bomberos de la Brigada de Riesgos Químicos «“a cargo del subcomisario Félix Cemborain– llegaron al lugar para tomar contacto con el objeto, pero además para buscar muestras para su posterior análisis.

En el lugar los expertos levantaron muestras tanto de la pieza como del suelo donde había caído donde quedó -como toda señal- una especie de círculo de pasto quemado. Los efectivos de la Brigada de Riesgos Químicos decidieron trasladar el objeto hasta la subcomisaría de Colonia Pando para que permaneciera custodiada.

«Se tomó esta decisión porque el objeto no tenía a simple vistas marcas, señas ni sellos que indicaran que estaba compuesto por algún tipo de elemento radiactivo como tampoco sería tóxico, además consideramos que estaría mejor resguardado en la subcomisaría».

Los vecinos «Peto» Benítez, los Ríos, Juana Monzón, Dominga Ibarra y Claudia, Karina y Rocío Maidana contaron tanto a los periodistas como a los bomberos, policías y demás que llegaban hasta el campo de «Tito» Bolo para saber lo que había pasado.

UNA ESFERA METÁLICA

Luego, en una improvisada rueda de prensa realizada en la comisaría departamental, Cemborain daría los primeros resultados de su investigación:

«Es una especie de esfera que tiene 3,90 metros de diámetros, 1,40 de alto, una sola boca que mide 70 centímetros y adentro tiene unas válvulas; no dejó un cráter porque es liviano, es un cilindro que pesa 40 kilos y posee signos claros de combustión».

Desde un primer momento, los vecinos se habían acercado y -por lógica curiosidad- comenzaron a revisar y a tocar el objeto, más allá de que al parecer no revestía peligrosidad para sus vidas.

«Incluso «“dijo Cemborain- nos enteramos que los chicos se habían metido adentro del cilindro y lo hacían rodar de un lado para otro, por lo que tal vez lo mejor fue llevarlo a un lugar donde estuviese a resguardo».

Según el Ministro de Gobierno de la provincia, Jorge Barrionuevo, el aparato dejó en el lugar un hueco de algunos centímetros y el pasto quemado alrededor. El Ministro dijo que el objeto fue removido del lugar donde cayó y colocado bajo custodia de fuerzas de seguridad hasta tanto sea identificado por especialistas del ministerio de Seguridad de la Nación o de la Fuerza Aérea Argentina.

«Tenía un fuerte olor a combustible, en sus laterales posee la inscripción «Made in Italia» y un número: 06037-501 (F). Es de chapa muy liviana, ya que no alcanza a pesar unos 30 kilos».

Otras versiones indican que el número grabado era «060 – 370 – 501- F», «060370-501(F)» o «A 41-8 1060370501-S». En cuanto a los otros códigos las versiones son mas vagas y confusas ya que la -S se leería como -F o -7. También se dijo que se podían leer las letras «ITI» o «IN I».

El Subsecretario de Seguridad de Corrientes, Manuel Aguirre, manifestó que el objeto tiene una inscripción en letras y números «A 41-8 1060370501-S». Y concluyó que:

«Si tiene esa identificación, alguien lo estaba usando, y no es algo extraño a los terrestres».

El Subsecretario indicó que se tomó conocimiento de la caída del objeto el mismo 21 a las 21:55.

«En ese momento nos llegó una información del jefe de la Regional de la zona, manifestándonos que había caído un objeto no identificado».

Añadió que de inmediato se tomaron las medidas del caso, disponiendo que fuera hasta el lugar un equipo especializado en productos químicos, ya que «aparentemente se había desprendido un producto químico del envase o del objeto que había caído».

A partir de ese momento se desató la vorágine de conjeturas e hipótesis sobre qué era en realidad ese objeto no identificado. Desde que era un pedazo de avión, un OVNI, hasta que despedía algún tipo de líquido, todo era posible.

Los ufólogos también hicieron su aparición. Las señoras Silvia y Andrea Pérez Simondini, del grupo Visión OVNI, apoyaron la hipótesis de que el objeto era de procedencia italiana:

«Sres. directores Corrientes Noticias: De nuestra mayor consideración Tenemos el agrado de dirigirnos a ustedes para poner a disposición de ustedes los conocimientos que nuestra organización (visión Ovni) ha adquirido a lo largo de los años en virtud del estudio de los sucesos de Victoria Entre Ríos. Allí hemos investigado un objeto caído en la localidad de Montoya, del cual poseemos una parte y tenemos la posibilidad de comentarles que el objeto caído en La región es de procedencia efectivamente Italiana, de una empresa Lazio media, cuyo director es el reconocido científico Arnaldo Valenzuela (argentino radicado hace años en Italia y consultor de la nasa en proyectos espaciales). Creemos que en la zona se desarrollan investigaciones vinculadas con las corrientes electromagnéticas con prácticas de bombardeo de bario en la alta atmósfera. Tenemos un equipo en victoria en este momento, a cargo de Silvia Pérez Simondini, que pueden contactarla únicamente por esta vía y en Buenos Aires, con quien escribe Andrea Pérez Simondini al teléfono xyz Quedamos a vuestra disposición Atte. Andrea Pérez Simondini webs.sinectis.com.ar/rdva»

El coordinador de prensa del Gobierno de Corrientes, Óscar Nicliz, indicó a un grupo de periodistas que el lugar donde se detectó el objeto se encuentra acordonado.

«En el lugar donde cayeron los restos el césped estaba quemado y había una especie de aceite».

CONFUSIÓN Y CONJETURAS

Pero parece que muchas de estas noticias eran simples conjeturas. Incluso no se llega a un acuerdo en cuanto a las dimensiones y características del objeto. Se dijo que medía 3.60 metros de diámetro por 1.60 de altura; otros mencionaron 3.30 por 1.60. Que tenía una abertura de 70 centímetros o de 60. Que pesaba 30 kilos o 40. Que el lugar del impacto presentaba quemaduras en el pasto (un círculo de un metro y otros manchones varios metros de distancia). Y que el aparato despedía un líquido amarillento.

Sobre este último punto el que escribe sugirió que pudiera tratarse de algún combustible, mismo que hubiera quemado el lugar del impacto. Pero como bien señaló el investigador catalán Manuel Borraz, un objeto de este tipo, cruzando la atmósfera hasta llegar a tierra difícilmente podría contener restos de combustible.

«Así que una posibilidad alternativa sería la de que el líquido que escapaba del objeto, según algunas versiones, fuera quizás agua «teñida» al entrar en contacto con el mismo. Lo apunto como una mera posibilidad».

Considero que esta es la respuesta más apropiada. El agua de la lluvia, al entrar en contacto con la esfera que se encontraba a alta temperatura, contribuyó a enfriarla, tiñéndose de algún subproducto generado por las altas temperaturas.

Coincidentemente sobre el asunto del líquido amarillento, el director ejecutivo de la Comisión Nacional de Investigaciones Espaciales (CONAE), Conrado Varotto, precisó que, «por la temperatura que tuvo que soportar ese artefacto», se descarta que «aún tenga restos de combustible, por lo que llama aún más la atención como llegó hasta el suelo».

Manuel continuaba:

«Por asociación de ideas, un «depósito» agujereado algo debía perder. Y «una bola que venía por el cielo largando fuego», «un bulto oscuro y humeante» que se precipitaba a tierra, algo debía quemar».

Tampoco existe consenso en cuanto al grabado que aparece en la esfera. Esto es debido a que sobre su superficie quemada puede leerse con dificultad una marca o un número. La primera versión indicaba que se leía «Made in Italy» o «ITI» o «IN I». Esto llevó a las autoridades argentinas a comunicarse con la Embajada italiana, pero ahí desconocían del asunto. Luego, el comodoro Jorge Retta, jefe de prensa de la Fuerza Aérea Argentina, informó que se trató de una información incorrecta.

Retta explicó que «hubo una apreciación equivocada» de las fuerzas policiales y los bomberos que llegaron primero al lugar.

«Nuestra gente que viajó al lugar donde cayó el satélite no ha encontrado ninguna identificación, pues la parte donde podría haber algún código, algún indicio sobre el origen, está chamuscada y no se lee nada con claridad».

«Adjudicar el origen a Italia ha sido una equivocación de la Policía, que llegó primero».

La versión de una fuente italiana para esta esfera quedó enterrada al identificar su verdadero origen: la tercera etapa de un cohete Delta II. Ningún contratista italiano participo en el programa Delta-II.

El objeto fue trasladado hacia la Capital provincial y luego a Buenos Aires para ser estudiado.

SE IDENTIFICA EL OBJETO

Pero ya el mismo 21 se había identificado el objeto. La CONAE emitió un comunicado que decía:

COMISION NACIONAL DE ACTIVIDADES ESPACIALES

Comunicado de prensa

La Comisión Nacional de Actividades Espaciales comunica que acorde a la información recabada, el objeto que cayo en el municipio de San Roque, Provincia de Corrientes, seria parte de la tercera etapa de propulsión de un cohete lanzador Delta 2, utilizado para colocar en orbita el satélite GPS Navstar 35, lanzado desde Cabo Cañaveral, Estado de Florida, el 26 de octubre de 1993.

Si bien la trayectoria final de reentrada a la atmósfera de la etapa de propulsión mencionada pasaba por la zona del litoral argentino (información provista por el Orbital Information Group de NASA), ha sido necesario conocer con mayor precisión la hora de caída, a fin de determinar con certeza que el objeto podría ser el indicado.

Independientemente de ello, los técnicos de la CONAE y de otros entes del Sistema Federal de Emergencias están trabajando en el sitio, a fin de efectuar los análisis técnicos correspondientes.

Buenos aires, 21 de enero de 2004, 20,30 hs

Efectivamente, se trataba de la tercera etapa de propulsión de un cohete lanzador Delta II, modelo 7925, utilizado para colocar en orbita al satélite GPS Navstar 35, lanzado desde Cabo Cañaveral, estado de Florida, el 26 de octubre de 1993. La caída coincide aproximadamente en el lugar, en la fecha y hora predicha para la reentrada (12 horas UT del 20/01/04), y en el tamaño (2.3*1.2 m) y forma de la etapa 3 (PAM-D).

APÉNDICE

El investigador Luis Augusto Reggiardo, proporciona los siguientes datos que corroboran lo dicho:

OBJETO RECUPERADO:

[Población: 18.000

Coordenadas aprox. de impacto: 28° 36′ 37″ S – 58° 34′ 49″ O

Hora de impacto: 20.01.2004 11:40UTC / 12:40 UTC / 13:30 UTC [Difieren versiones]

El objeto que se encontró es solamente la carcaza del motor de la 3era fase de un cohete Delta-II 7925 (pero sin el). Esta carcaza que es muy dura pero liviana (hecha de Titanio) se encontraba originalmente dentro de un modulo llamado PAM-D que es la 3er fase del Cohete Delta II, cuya misión fue poner en orbita un satélite del sistema GPS en 1993.

Finalizo su misión (quemando todo su combustible) y quedo orbitando alrededor de la Tierra desde 1993, durante 11 años sin ningún uso práctico, formando parte de la «chatarra espacial». La madrugada del 20 de enero reingresó ferozmente a la Tierra

COHETE AL QUE PERTENECE EL OBJETO RECUPERADO:

Tipo: DELTA-II MLV (Medium Launch Vehicle) de 3 etapas e inyector largo.

Numero: 7925

Código NORAD: 22877

Fabricante: McDonnell Douglas Astronautics Corp. en Huntington Beach, CA. y Boeing Corp. en Canoga Park, CO

Numero de serie: 223

Fairing: 9.5 pies

Masa: 1882 T

Carga máx.: 1869T

Peso bruto de despegue: 230,88T

Peso bruto de combustible: 194,73T

Largo total: 39,38mt

Máx. diámetro: 4,60mt

Sobre el modelo:

Operacional del 26.11.1990 al 10.06.2003

50 Vuelos orbitales.

MISION DEL COHETE: Poner en orbita el satélite NAVSTAR-34 (GPS)

Lanzamiento: 26.10.1993 – 17:04 UTC; Estación LC 17B de Base de la Fuerza Aérea de Cabo Cañaveral, Florida, USA

Puesta en orbita del satélite: 28.10.1993

SATELITE NAVSTAR-34:

Satélite: GPS Navstar 34 – Block IIA-23, PRN-04

Fabricante: Rockwell Space Systems

Cliente: Departamento de Defensa de USA (DOD)

Nombre NORAD: NAVSTAR 35 R/B (PAM-D)

Código NORAD: 22879

Designación Internacional: 1993 068C

Entrada en operaciones: 22.11.1993

Masa: 1665kg

Tiempo de vida: +7.5 años

Orbita de la misión: MEO / 20.200 km (10, 900 nmi)

Slot orbital: D4

Reloj atómico en uso: 2 de Rubidio (Rb)

Capacidad: SA (Selective Availabity) y A-S (Anti-spoof), sensor de detonaciones nucleares.

Señales de navegación: 2 en banda L (1575.42 MHz (L1) y 1227.60 MHz (L2))

Estado: ACTIVO [Fuera de uso entre el 21.01.2004 19:00 UTC al 22.01.2004 07:00 UTC por mantenimiento de relocación.]

Etapa 3 – PAM-D (Payload Assist Module – Delta Model / Modulo de Asistencia de la Carga Útil – Modelo Delta)

Modelo: Star 48B

Fabricante: Thiokol

Largo: 2,03mt

diámetro: 2,44mt

Masa: 2144kg

Masa vacío: 114kg

Motor (dentro del PAM-D):

Modelo: TE-M-711-18 [Código] – Star 48B

Fabricante: Thiokol

diámetro: 1,245mt

Largo: 2,032mt

Masa: 2.140,5 Kg.

Cámaras: 1

Tiempo de quemado: 84,5s

Peso combustible: 2011kg

Cobertura (carcaza, tanque combustible): Aleación de Titanio Ti-6Al-4V (Titanio-6Aluminio-4Vanadio)

Combustible: Sólido TP-H-3340

Composición Combustible:

Perclorato de Amonio (AP) – 71%

Aluminio (AL) – 18%

HTPB Binder (HTPB)- 11%

Tobera: Semi-sumergida con cono de carbono-fenólico (es lo que le falta al objeto recuperado, se encontraría en la abertura, pero se perdió en el reingreso)

Sobre el modelo:

Primer vuelo: 1982

Ultimo vuelo: 1999

Numero de vuelos: 97

Usado también en: Black Colt, Conestoga, Delta 6925, Delta IV Small

FABRICANTE DEL MODULO PAM-D Y MOTOR STAR 48B:

ATK Thiokol propulsión (Contratista del sector aeroespacial y de defensa de USA)

Tel: 435-863-3511, 952-351-3000. Fax: 952-351-3009

Brigham City, UT 84302-0707

Una investigación final del caso de los ovnis boludos podría comprender: un análisis de los reportes ovni archivados en las asociaciones ufológicas, ocurridos en las fechas de reentrada de chatarra espacial. Un buen punto de partida son las fechas señaladas en esta serie de artículos. ¿Querría alguien acompañarme y ayudarme a hacer este análisis comparativo?

Originalmente no se podía ver claramente las cifras grabadas sobre la esfera. Luego de tratamiento con ácidos se encontró que una de las cifras era 1060370-501 (F)

REFERENCIAS

Anónimo, Aguardan a expertos de CONAE para analizar los restos del satélite, Corrientes, página en Internet, http://www.eltribuno.com.ar/2004/portada/20040122_111257.php

Anónimo, Argentina: 70 kilos de chatarra espacial caen en la provincia de Corrientes, página en Internet, http://www.plus.es/codigo/noticias/ficha_noticia.asp?id=334975

Anónimo, Aseguran que la NASA sabía que el objeto iba a caer en la Argentina, 22 de enero, página en Internet, http://www.corrientesnoticias.com.ar/article.php?sid=8211

Anónimo, Cae fragmento de un satélite en la Argentina,
Buenos Aires, 21 de enero del 2004, ANSA, página en Internet, http://www.abc.com.py/articulos.php?fec=2004-01-22&pid=90468&sec=12

Anónimo, Cayó un meteorito en Corrientes, Agencia DYN, página en Internet, http://www.losandes.com.ar/2004/0121/UM/nota167910_1.htm

Anónimo, Cayó un trozo incendiado de satélite sobre un campo correntino. El ataque de la chatarra espacial, página en Internet, http://www.pagina12web.com.ar/diario/sociedad/3-30635.html

Anónimo, Chatarra espacial y meteoritos perturban los cielos, 22 de enero del 2004, página en Internet, http://cultura.terra.es/cac/articulo/html/cac2612.htm

Anónimo, Chatarra espacial: Sería parte de un cohete lanzado desde los Estados Unidos en 1993, Corrientes, 22 de enero de 2004, página en Internet, http://www.derf.com.ar/despachos.asp?cod_des=4196

Anónimo, Científicos estudian pieza caída en campo correntino, página en Internet, http://www.elindependiente.com.ar/noticias_v.asp?9475

Anónimo, Conmoción causa caída de chatarra espacial en Argentina, página en Internet, http://noticias.123.cl/entel123/html/Centro_de_Noticias/Noticias/Latinoamerica/153247.html

Anónimo, Conmociona en Corrientes la caída de un objeto del cielo, página en Internet, http://www.lagaceta.com.ar/vernota.asp?id_seccion=8&seccion=&id_nota=64379

Anónimo, Defensa Civil recorrió el lugar donde cayó parte de un satélite, San Roque, página en Internet, http://www.planetacorrientes.com.ar/noticias/noticia.php?idnoti=805&tema=3

Anónimo, El objeto cilíndrico caído desde el cielo en Corrientes era parte de un satélite Italiano, página en Internet, http://www.laautenticadefensa.com.ar/modules.php?name=News&file=article&sid=11524

Anónimo, El objeto que cayó en Corrientes sería parte de un cohete, página en Internet, http://old.clarin.com/diario/2004/01/21/um/m-695336.htm

Anónimo, El objeto que cayó en Corrientes, Argentina, sería parte de un satélite, 23 de enero del 2004, página en Internet, http://axxon.com.ar/not/134/c-1340083.htm

Anónimo, Elemento que cayó sobre suelo argentino era parte de un cohete, página en Internet, http://www.terra.cl/noticias/noticias.cfm?id_reg=343656&id_cat=1167

Anónimo, Incidente espacial: serían los restos de un satélite italiano, 22 de enero del 2004, página en Internet, http://www.corrientesnoticias.com.ar/article.php?sid=8208

Anónimo, Incidente espacial: serían los restos de un satélite italiano, 22 de enero del 2004, página en Internet, http://www.corrientesnoticias.com.ar/comments.php?op=Reply&pid=0&sid=8208

Anónimo, La chatarra espacial caída en Corrientes no tiene radiación, página en Internet, http://www.cadena3.com.ar/noticias_ampliada.asp?mas=40645

Anónimo, La Fuerza Aérea investiga la caída de un objeto no identificado al norte de Argentina, Buenos Aires, 21 de enero del 2004, Europa Press, página en Internet, http://www.europapress.es/europa2003/noticia.aspx?cod=20040121194410&tabID=1&ch=102

Anónimo, La hipótesis del cohete, avalada por especialistas, página en Internet, http://old.clarin.com/diario/2004/01/21/um/m-695531.htm

Anónimo, Parte de cohete lanzado en 1993 cayó en Argentina, página en Internet, http://www.24horas.cl/detalle.asp?IDCont=116070&IDSec=0

Anónimo, Rumores sobre OVNIS en la localidad de Colonia Pando, página en Internet, http://www.surenio.com.ar/index.php?s=ARligwdw%7C%7Cdiarios/veo%7CWWW24xqq7ufy3lgre

Anónimo, Sorpresa en Corrientes, página en Internet, http://www.diariohoy.net/v5/verNoticia.phtml/html/85496/

Anónimo, Tratan de identificar el OVNI que cayó a pocos kilómetros de San Roque, 21 de enero del 2004, http://www.corrientesnoticias.com.ar/article.php?sid=8206

Baig José, Argentina: el «OVNI» era un satélite, BBC Mundo, Argentina, página en Internet, http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/misc/newsid_3421000/3421709.stm

Comunicado de la CONAE, página en Internet, http://www.eccentrix.com/members/argreentry3/prensa.htm

Corrientes

Duarte Andrés, Objeto caído en Argentina estaría identificado, CIFAE Chile, página en Internet, http://www.ovniaventura.com/objearg.htm

Nota en Internet, http://www.diariohoy.net/v5/verNoticia.phtml/html/85583/

Nota en La Prensa, Año 4 – Número 1247, 23 de Enero de 2004, página en Internet, http://www.laprensa.com.ar/secciones/nota.asp?ed=1252&tp=11&no=41395

Página en Internet, http://www.skyrocket.de/space/index_frame.htm?http://www.skyrocket.de/space/doc_stage/pam-d.htm

Reggiardo Luis Augusto, Caso «San Roque» – Reingreso de carcaza de motor Star 48B de PAM-D de Delta II 7925, página en Internet, http://www.reentry.tk/

¿Gotas de ET sobre mi cabeza?

¿Cuándo nos visiten los extraterrestres, vendrán en platillos voladores? Ésa era la sabiduría popular de las películas convencionales de extraterrestres de los años 50. ¿Pero podrían los extraterrestres llegar en una poco cinematográfica lluvia? La lluvia roja de Kerala a caldeado el ambiente en la astrobiología y es considerada la primera evidencia para la teoría de la panspermia. Pero, ¿las pruebas realizadas en las muetras obtenidas en Kerala apoyan a la panspermia o simplemente son errores técnicos? Los nuevos ensayos aplicando la técnica DAPI parecen apoyar lo segundo. ¿Estamos entonces ante un nuevo fraude científico o simplemente es un error? En este artículo David Tenenbaum comenta sobre los errores de la revisión por pares.

http://whyfiles.org/shorties/207red_rain/

Los ovnis boludos (5)

¿EL COSMOS 2238 ES EN REALIDAD UN OVNI?

El joven estudiante de astronomía, Martín Fragoso, menciona que durante una conferencia, en abril del año 2000, Jaime Maussán comentaba acerca de los supuestos OVNIs caídos en México, y decía al respecto:

«Se dice que en 1977 cayó un objeto en la sierra de Puebla[1] que fue recuperado por el ejército[2], sin embargo no sabemos ni dónde está o si realmente fue (sic)[3]. Por otro lado el 30 de diciembre de 1994 cayó a la tierra una esfera desde el espacio, esta esfera fue analizada y se encontró que tenía titanio, vanadio y aluminio, que resistía temperaturas de mas de mil 800 grados centígrados, se encontró que han caído esferas similares desde 1887, como lo reportó el Time de Londres, que incluso cayeron algunas de estas esferas antes de que se iniciara la carrera espacial…»

Podríamos suponer que se trata de fragmentos del Cosmos 2238, el mismo de la placa de Cosala, que hubieran sido encontrados hasta el 30 de diciembre, pero Maussan no da la referencia del lugar en donde fue hallada. (Caso 125)

El Cosmos 2238 ya había estado asociado a reportes OVNI. La noche del 31 de marzo de 1993, entre las 2:10 y las 2:14, muchos testigos en el Norte de Portugal, España y Francia, observaron el trayecto luminoso de la reentrada de una de las etapas (la tercera, como la identificó la Agence Spatiale Française) del cohete Cyclone-M, que puso en órbita al satélite Cosmos 2238. El dato fue confirmado por la NASA, la NORAD, y el Service d’espertise des phénomènes de rentrée atmosphériques (SEPRA) del CNES francés.

Incluso Juan José Benítez se llegó a ocupar del asunto en uno de sus libros escribiendo la siguiente perla (boludes o pendejada):

«Parece como si el fenómeno ovni gozara de la asombrosa facultad de «saber el futuro». Desde mi punto de vista -a juzgar por las investigaciones efectuadas-, toda una «colección» de naves no humanas, de los más dispares «modelos», se precipitó sobre buena parte de Europa. Y lo hizo justamente, de forma y manera que «coincidiera» con la reentrada de los restos de un cohete espacial humano. Ello, en el fondo -y así sucedió-, restó un máximo de hierro a la pequeña-gran oleada de objetos no identificados».

Es decir, los tripulantes de los OVNIs aprovechan los momentos en que nuestros satélites comienzan a caer, para entrar en nuestra atmósfera y no ser detectados.

Como decía Don Pedro Ferriz Santacruz, decano de los ufólogos mexicanos: no sabemos si ponernos a reír, a rezar o a llorar. Tal vez hubiera sido mejor que a esta serie de artículos los hubiéramos titulado «los ufólogos boludos».

LA ESFERA DE PIJIJIAPAN

La noche del domingo 28 de enero de 1996, alrededor de las 20:00, miles de personas en el territorio nacional observaron el paso de luces verdes, rojas, amarillas y azules, moviéndose en la franja central del país, del Noroeste hacia el Sureste. Según los testigos, los objetos luminosos cruzaron el cielo a gran velocidad y en su recorrido parecían desbaratarse, dejando escapar a su paso destellos similares a las lluvias de estrellas.

Los objetos fueron vistos en diversos Estados, como Chiapas, Distrito Federal, Estado de México, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Morelos, Oaxaca, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Tamaulipas y Veracruz. Se cuenta con diversas filmaciones del caso. Jaime Maussan ha comercializado varias de ellas.

En el Distrito Federal, por ejemplo, la torre de control del Aeropuerto Internacional Benito Juárez confirmó inicialmente el registro del fugaz y colorido fenómeno.

Corrió la versión de que se trataba de una avioneta, perteneciente a la Presidencia de la República, que había explotado en el aire. Los controladores del aeropuerto de la Ciudad de México descartaron que pudiera tratarse de una avioneta, debido a la velocidad con que surcó el cielo.

En la misma capital de la República, la policía preventiva, el Grupo Cóndor de la Secretaría de Seguridad Pública, bomberos y un nutrido grupo de fotógrafos de diversos medios de comunicación, iniciaron una infructuosa búsqueda de los restos en la Delegación Tláhuac, en donde se dijo que había caído la avioneta o lo que fueran los objetos, poco después de haberlos observado. Se decidió continuar con la búsqueda a la luz del día. Al finalizar el segundo día el resultado había sido negativo. La búsqueda se suspendió.

También en los Estados de Jalisco y Morelos se dijo que habían caído fragmentos del «meteorito». En este último Estado, el comandante Roberto Rodríguez Guerra, director de Protección Civil del Estado de Morelos, aseguró que, de acuerdo con algunas versiones, cayeron fragmentos de meteoro en tres zonas de la entidad. También la policía preventiva de Morelos informó haber recibido cientos de llamadas de la población civil, sobre el incidente.

En Chiapas los objetos fueron observados como provenientes del Noroeste (del Estado de Veracruz). El periodista Oscar Gutiérrez, del Diario de Chiapas, escribió:

«Calificado por el pueblo tuxtleco como fenómeno OVNI, decenas de «bolas de fuego» fueron vistas toda la noche de este domingo en la inmensidad del cielo capitalino, alrededor de las 20:30 horas en medio de la sorpresa y estupefacción de los observadores, que no alcanzaban a dar crédito a lo que en ese momento contemplaban en el infinito espacio».

Días después el señor Cándido Solo Ruiz encontró una esfera metálica en el primer potrero del Rancho Miramar, ubicado en Pijijiapan, Chiapas. (Caso 126)

Los señores Roberto de la Cruz Velásquez y su esposa, la señora Cristina Pineda Vázquez, son los dueños del Rancho Miramar, y de la mueblería La Princesa.

«Ese día, recuerda el señor Roberto de la Cruz, miércoles 28 de enero (sic)[4], eran como las 8:30 de la noche cuando estábamos en el patio de la casa en un convívio (sic) con motivo del cumpleaños de una niña, cuando una de las personas que se encontraba ahí gritó que había algo en el cielo y vimos pasar las luces; éstas traían una trayectoria de Noroeste a Suroeste. Eran unas luces brillantes, como fuegos pirotécnicos.

«No pudimos escuchar ruido alguno porque en la fiesta había luz y sonido. Hasta ahí, para nosotros, no sucedía nada anormal y no le dimos mayor importancia. Pero a mediados de la semana que vine al rancho, llegaron los vaqueros de juntar el ganado, lo traían del cerro para contarlo. Uno de los trabajadores que labora aquí en el rancho conmigo, Cándido Solo Ruiz, encontró la esfera metálica que estaba tirada en el primer potrero.

«Al momento pensé que era el residuo de un satélite, porque se ve que es un objeto que está elaborado por el hombre. Hasta ahí mis conclusiones, pues no podemos saber qué tipo de metal es, o con qué material está hecho.

«Me dirigí a mi casa, le informé a toda mi familia y uno de ellos llamó a Televisa México. Vinieron a realizar el reportaje, me entrevistaron y en efecto, lo pasaron en los noticieros en México.

«Después que se dio la noticia vinieron muchas personas, familias enteras a ver, pues tenían curiosidad de conocer el objeto. También vinieron reporteros de los periódicos locales en Tonalá. Llegó el Ejército que estaba destacamentado (sic) aquí en Mapastepec, pero en plan de recabar información, pues tomaron nota del hecho y apuntaron todo en una libreta. Ellos recibieron órdenes de Tapachula. El jefe del destacamento que vino nada más reportó el suceso.

«Les pedí que se identificaran y me dijeron que no, que sólo era una visita de rutina, que solamente iban a informar lo que yo les dijera».

Efectivamente, la noticia apareció en los telediarios de Televisa. En ellos se dijo que había caído una esfera del cielo, en la población de Pijijiapan, Chiapas, y que el Ejército estaba custodiando la zona, que había acordonado, y no dejaba pasar a la gente.

Como hemos visto, en la declaración del señor Roberto de la Cruz, los militares se limitaron a entrevistarlo para informar a sus superiores. Ese era su trabajo y el que se espera de quienes se supone tienen como misión salvaguardar la seguridad e integridad física de los mexicanos. Las exageraciones propias de los reporteros sensacionalistas sólo contribuyeron a acrecentar más las mentiras en torno al fenómeno OVNI. Es así como se generan las leyendas ufológicas.

HABLA EL TESTIGO PRINCIPAL

Cándido Sólo cuenta así su versión:

«Era el miércoles (31 de enero), como a las 9 de la mañana, andábamos juntando ganado por el cerro, cuando encontré la esfera por un paraje que le decimos La Cañada, en el primer potrero del rancho.

«Bajé del caballo y estuve observándola, dándole vueltas. Después le dije a mi compañero, José Nanduca Avendaño, que estaba una cosa extraña ahí tirada. Digo extraña, porque un día antes no la habíamos visto en ese lugar, por donde pasamos a diario.

«»¦ al terminar (el trabajo) la levanté y la traje arriba de mi caballo.

«»¦ Don Javier Ordóñez, que vive cerca de donde cayó, sí escuchó un golpe seco ese día (28 de enero). Comenta que fue como un tronido fuerte al momento del impacto.

«»¦ creo que cuando la esfera se impactó en el terreno, dejó un agujero de 10 centímetros de profundidad y 70 de diámetro. El terreno en esta zona es muy duro, por lo que considero que este objeto traía una velocidad enorme. Después del impacto, rodó cuesta abajo como unos cinco metros de distancia, ahí en el lugar llamado La Cañada, donde la encontré. Posteriormente la llevé al rancho y les avisé a mis patrones. Ellos me dijeron que la dejara por ahí y me preguntaron que dónde la había hallado y les conté cómo sucedió».

A la pregunta del reportero en torno a la apariencia de la esfera, como si hubiera estado sometida a altas temperaturas, Solo Ruiz respondió:

«Pues estaba igual, de ese mismo color que está ahora; así, toda quemada».

Aunque Cándido Solo Ruiz afirmó que la bola no se encontraba el día anterior al hallazgo, es decir, el martes 30 de enero, ya que al pasar por el sitio no la vieron, probablemente se equivoca y la esfera haya caído desde el domingo 28 de enero. Los elementos de juicio que nos hacen afirmar lo anterior son:

– La esfera se había enfriado ya que el mismo Cándido afirma que le estuvo dando de vueltas y, posteriormente, la cargó y subió a su caballo.

– El señor Javier Ordóñez, vecino del lugar, escuchó un golpe seco del impacto el mismo domingo 28 de enero.

– La señora Cristina Pineda, esposa del señor De la Cruz y dueña del Rancho Miramar, donde se encontró la esfera, dijo que la misma fue hallada «Después de que pasaron los aerolitos, al tercer día, el 31 de enero».

La esfera en cuestión es hueca. Mide 30 pulgadas (76 centímetros) de circunferencia, 20 pulgadas (51 centímetros) de altura y tiene un peso aproximado de 10 a 12 kilogramos. Es de un material férreo, que al parecer estuvo expuesto a altas temperaturas. En la parte superior tiene un agujero de una pulgada, y en la de abajo muestra una abolladura y tres orificios de media pulgada[5]; en medio se ve claramente soldadura uniendo las dos partes.

Según el ufólogo mexicano Oscar Zapién Jimeno:

«Expertos en meteorología se muestran desconcertados por la forma en que los objetos espaciales se presentaron y rechazaron que pudiera tratarse de aerolitos precipitándose al planeta, ya que estos se proyectan del espacio de una forma vertical o perpendicular, mientras que los cuerpos luminosos daban la impresión de navegar en el espacio, «por la forma horizontal como se movían», además de que si alguno de ellos hubiese aterrizado en la tierra, la catástrofe hubiera sido de dimensiones impresionantes».

Quizá el primero en darse cuenta con lo que se enfrentaba fue el señor Juan Antonio González, reportero del periódico Récord, El Diario de Chiapas, quien comentó:

«Yo pienso que es parte de un satélite que cayó por aquí, lo increíble fue el fenómeno celeste del día 28 de enero, ya que éste dejó a todos sorprendidos, porque explotó en el aire; no sabemos si esto es parte de un aerolito o de un misil que cayó aquí».

Si lo que surcó los cielos de la República Mexicana la noche del 28 de enero de 1996 fueron los restos de algún satélite artificial que se fue disgregando a todo lo largo de nuestro territorio, era de esperar que se encontraran restos no sólo en Chiapas sino también en otras partes del país. Los reportes de objetos caídos en la Delegación de Tláhuac, (Caso 127), en el Distrito Federal; en el Estado de México, rumbo a Amecameca, (Caso 128); en Morelos (Caso 129); en Jalisco (Caso 130); y en Querétaro (Caso 131), confirmarían esta hipótesis. Se sabe que también se encontró una placa metálica muy cerca de donde cayó la esfera (Chiapas), y que esta misma posee algunos números un tanto borrados por la abrasión que sufrió al caer desde el espacio.

LA ESFERA DE CIUDAD VICTORIA

Ocho meses después, precisamente el 24 de septiembre de 1996, se recuperó otra esfera que había caído en Ciudad Victoria, Estado de Tamaulipas. El ingeniero Rodolfo Etienne Villegas, Director de Bomberos y Protección Civil Municipal, redactó el siguiente informe:

«Cd. Victoria, Tam., septiembre 25 de 1996.

«Lic. Gustavo Rivera Rodríguez

«Secretario del R. Ayuntamiento de Victoria.

«PRESENTE.

«Por medio del presente, informo a usted que el día 24 del mes en curso, a las 21:30 horas, fue recibida una llamada en la central del H. Cuerpo de Bomberos, de una persona residente del Fraccionamiento Fuego Nuevo, quien señalaba que había visto caer una bola de fuego a la altura de la calle 40 Juárez, y que ésta emitía una luz muy intensa. Por lo que al lugar antes mencionado acudieron la Unidad No. 4 del Departamento de Bomberos, así como personal de la Dirección de Protección Civil Municipal Ing. Juan Jesús Acuña Cabrera y Sra. Zoila Pimentel Amezcua, para investigar el área en donde presumiblemente había caído la bola de fuego.

«En la calle 35 Morelos y Matamoros, de la Colonia Miguel Alemán, un grupo de personas se encontraba observando el cielo, a quienes se les preguntó sobre la luz roja que habían reportado, coincidiendo todos que ésta se había perdido de vista a la altura del cerro donde se encuentra la bandera del 77° Batallón de Infantería.

«Por lo antes señalado, se acudió a las instalaciones del Cuartel Militar, donde el personal que se encontraba de guardia manifestó no haberse percatado del fenómeno antes indicado.

«En la Comisión Nacional del Agua, el policía hidráulico (sic) que se encontraba de guardia, Marco Antonio Hernández García, informó que efectivamente había observado la luz y que se había dirigido al Norte a la altura de la vía.

«Por parte del Aeropuerto local «Gral. Pedro José Méndez», el comandante Víctor Manuel Eguía García, recibió el informe del controlador de vuelo que observó dicho objeto, el cual se perdió en la sierra, no pudiendo definir lo que era o su procedencia.

«Por lo anterior, no se pudo identificar el objeto que fue visto por muchas personas. En lo concerniente al área donde se determinó su posible caída, no se encontraron huellas o daños que esto pudiera haber causado, así como no se encontraron indicios que pudieran determinar su origen.

«Atentamente

«Sufragio efectivo no reelección

«Ing. Rodolfo Etienne Villegas

«Director de Bomberos y Protección Civil».

Así hubieran quedado las cosas. Incluso los ufólogos hubieran comenzado a hablar de ocultamiento por parte del Ejército Mexicano. Otro OVNI crash que se ocultaba a la población.

Sin embargo, poco después de redactado el informe, un par de campesinos encontraron la esfera, que fue enviada a la ciudad de México para su análisis. (Caso 132)

Martín Fragoso[6] informa los comentarios de Maussan al respecto de esta esfera, durante un ciclo de conferencias a finales de 1998, en el Teatro de Los Insurgentes. Jaime dijo que la esfera cayó en Ciudad Victoria, en el rancho Tres Arroyos y según él:

«Con el impacto al caer a una velocidad de miles de kilómetros por hora, le reventó el cuerpo a una vaca y de acuerdo con algunos testimonios, cuando se le metió a una bodega donde había varios automóviles, éstos amanecían con las llantas desinfladas[7].

«Al parecer, las bolas que cayeron del cielo (Miramar y Victoria), representan un verdadero reto; como dicen los ufólogos: únicamente los escépticos dogmáticos pueden negar el origen extraterrestre del fenómeno OVNI.

«Después de Victoria, mucha gente reportó la presencia de extrañas luces que descendían considerablemente por esa zona de Tamaulipas y hasta se registró una deserción de trabajadores de la naranja por el temor que les provocaban esos objetos».

Martín se ha convertido en un escéptico sarcástico y escribe:

«Para Maussán, la esfera «junto con otras evidencias» mostraba que los extraterrestres deseaban comenzar a comunicarse con nosotros. No sé si Jaime estaba en lo correcto o no, ya que las actividades de los alienígenas me resultan incomprensibles: ¡venir hasta nuestro planeta a ponchar llantas!

En una entrevista, Jaime Maussán aseguraba que:

«Actualmente esta esfera está siendo exhibida en Sydney Australia como una de las más grandes evidencias de la realidad del fenómeno ovni. La NASA ha aceptado que la esfera no es de su propiedad y que sólo nos falta la declaración de los rusos para establecer con cierta certeza que es una esfera de origen desconocido y por tanto la posibilidad de que sea extraterrestre».

A lo que Martín apuntó acertadamente:

«Tenemos entonces que, para los ufólogos, la chatarra espacial es una de las mejores evidencias de las visitas de extraterrestres a la Tierra».

Yo supe que Maussán presentó esta esfera en el programa Otro Rollo. Algunos de sus colaboradores (de los cuales obviamente no puedo dar el nombre), me dijeron que la esfera mostraba algunos números grabados. Si esto es así, no comprendo cómo Maussán la presentó como una prueba alienígena. Le pregunté sobre este punto a Martín y el me contestó:

«Lo de los números no lo sé, asistí a una plática que dio el año pasado y comentó algo sobre esferas en el espacio, le pregunté -con toda mala intención- si podrían tratarse de esferas como la que presentó. Le pregunté eso con la intención de que me dijera si consideraba todavía a esa esfera como material extraterrestre. Me contestó que posiblemente sí, que aunque «algunos dicen que es chatarra espacial, la duda continúa abierta» cito de memoria, porque no la tengo a la mano, grabé parte de la conferencia, no recuerdo si tengo esa parte, ya que en ese momento me interesaba preguntarle sobre el platillo volador de las Lomas. Y fue casi lo único que grabé.

MINI OVNIS PARA UN MUSEO

También en 1996, en la isla Panay, Filipinas, se encontró una bola de aluminio del doble del tamaño de una pelota de baloncesto (20 pulgadas) y 3 kilogramos de peso.

Se informó que cayó en un paracaídas y fue encontrada colgada de un árbol. La cuerda del paracaídas tenía la inscripción Heyco 2H-4.

El Ministerio de Ciencia y Tecnología examinó los restos. (Caso 133)

El 21 de enero de 1997, a las 9:01 «“ 9:09 (CDT), la segunda etapa del cohete Delta II, que había colocado en órbita al satélite MSX (Midcourse Space Experiment), cayó a la Tierra. Se recuperaron 4 objetos: un tanque de acero inoxidable de 1.7 por 2.7 metros y 270 kilogramos; una esfera de 32 kilos y 22 pulgadas de diámetro, que contiene el gas que se utiliza para presurizar el tanque de combustible; una cámara de presión de 30 pulgadas de largo por 10 de ancho, y 45 kilogramos de peso; y una pieza ligera sin forma, de 10 por 13 centímetros, que golpeó en el hombro a la señorita Lottie Williams, de Tulsa, Oklahoma, pero no le hizo daño. (Casos 134 a 137)

El miércoles 22 de enero, aproximadamente a las 3:40 de la mañana, mucha gente al Norte de Texas y otros 4 estados del Sudoeste americano (incluyendo un policía de Arlington), vieron una «bola de fuego» volar de Norte a Sur, que explotó en docenas de pedazos que volaron en diversas direcciones. En las noticias de la mañana se dijo que había caído un cohete Delta II. La CBS entrevistó a Randy Peters del Museum of Science and History de Forth Worth quien reiteró que se trataba de la explosión de un cohete Delta II

Tres días después, el 24 de enero, un ganadero de Kingsbury, cerca de San Antonio, Texas, Ed Longcope, encontró un objeto esférico en su propiedad. No supo de qué se trataba. De acuerdo con el Houston Chronicle del 26 de enero, el señor Longcope describió al objeto como:

«Es una gran bola hueca de acero, del tamaño aproximado de una bola médica. Tiene tornillos colocados en lados opuestos. Un cordón de soldadura la rodea por su parte central».

La esfera fue encontrada enterrada en un campo de pastoreo. Había marcas de «quemaduras» como si el objeto hubiese entrado a la atmósfera. La esfera fue llevada a la oficina del Sheriff del condado de Guadalupe, en donde se contactó con la Base Aérea de Randolph, quien se llevó la esfera para analizarla.

Al caer el Delta II se formó una bola de fuego que fue visible en Canadá. La reentrada fue vista por mucha gente en los Estados Unidos. Los restos cayeron tanto en Tulsa, Oklahoma como en Georgetown y Seguin, Texas.

La cámara cayó en Seguin, la esfera y el tanque en Georgetown, mientras que el pedazo de material tejido y chamuscado cayó en Tulsa.

Entre los restos se encuentra la cámara de presión que se exhibe actualmente en el UFO Museum de Texas.

Pero hay gente que no cree en la versión de que los restos pertenezcan a la segunda etapa de un cohete Delta II. Entre ellos se encuentran algunos ufólogos.

Jason Leigh vio la entrada y la reportó como un OVNI al departamento de Policía de Joshua, Texas. Leigh dedujo y «probó objetivamente que se trataba de una nave de otro mundo, haciendo señales». Este es el análisis de Leigh, que lo llevó a tal conclusión:

«La mañana del miércoles (enero 21), alrededor de la 3:40 a.m., mucha gente del norte de Texas y cuatro estados del sureste (incluyendo un respetado policía de Arlington, Texas), vieron una «bola de fuego» elevarse de norte a sur, cuando se rompió en una docena (12) de piezas que volaron en diferentes direcciones. En la mañana estaba viendo los noticieros de la TV para informarme del «Glowing Orb» que mis amigos y yo habíamos visto la tarde anterior, cuando el noticiero dijo que el objeto apareció a las 3:40 a.m. y que era una pieza de un cohete Delta II. Siendo un antiguo empleado de la NASA, encontré que la historia del cohete Delta II era una completa P(endejada[8]). En primer lugar, la «chatarra espacial» no se eleva horizontalmente de norte a sur como el policía declaró en su entrevista con la estación de la CBS: cae a la Tierra en un ángulo de 90 grados. Los «remanentes» de un cohete Delta II están diseñados para quemarse cuando entran a un nivel atmosférico. La misma estación CBS entrevistó al señor Randy Peters, del Museo de Ciencia e Historia de Forth Worth, quien reiteró que el objeto era un cohete Delta II: Llamé al señor Peters y hablé con él y con su director, el señor Don Garland, no solo de lo que yo había visto seis (6) horas antes, sino de la imposibilidad de que el reporte de las 3:40 a.m. pudiera haber sido un cohete Delta II elevándose (no cayendo) del norte al sur. Mencioné mis antecedentes de ser un experto en electrónica y un trabajador de la NASA, Nivel Top Secret. Les dije: «En todas las películas de entrenamiento que vi, no hay una que muestre un objeto elevándose: se queman en una gran bola de fuego rojo amarillento». Ambos estuvieron de acuerdo en que yo había visto algo completamente diferente: «Debe ser un OVNI». Dijeron después de que les informé que había llamado a la F.A.A. y a la policía de Joshua. Otros también reportaron los que yo había visto la noche anterior, que también pude filmar».

Luego Leigh hace una serie de suposiciones que lo llevan a afirmar que el objeto es una especie de generador de Van de Graaff (por su forma esférica) que se desarrolló como parte del SDI o Guerra de las Galaxias. La forma de tratar asuntos emparentados con su supuesta carrera en electrónica nos hace suponer que todo es una mentira. Leigh no tiene idea de estos temas y utiliza un lenguaje seudocientífico. El objeto encontrado en Kingsbury es, para Leigh, un arma utilizada para derribar OVNIs. «Tal vez se uso para derribar el OVNI de Roswell».

Casi un mes después se encontró otro fragmento de este cohete. Roger Arrick cuenta la forma en que fue hallada:

«Esta extraña esfera metálica fue encontrada en los bancos de arena del río Colorado, al sur de Brownwood, Texas, en julio del 2002 después de una inundación. Mis primos la encontraron y pensaron que era algo extraño por lo que la fotografiaron y me la enviaron. Mi respuesta fue ¿Qué diablos es esto? Mientras más miraba más curioso me sentía por lo que el 7 de septiembre se las pedí prestada. El 9 de ese mes la llevé a un taller industrial en Dallas especialista en Rayos X para descubrir lo que había adentro.

«Descripción.

«La esfera pesa 9.5 libras y tiene cerca de 12 pulgadas de diámetro. El exterior es de un metal no ferroso muy duro (quizá aluminio o titanio) que está deformado por abolladuras. No hay grietas. En las partes altas el metal es brillante debido a que fue pulido por las rocas del río, pero en los valles es de un color marrón oscuro «“posiblemente fue quemado. Las abolladuras se ven como si hubiesen sido causadas por una implosión debida a una presión extrema. Hay una soldadura perfecta alrededor de su circunferencia y en un extremo tiene una tapa circular que también fue soldada. Una pieza parecida a una manija doblada, con dos pernos y tres tornillos cada uno, también fue soldada. En esta manija hay un número estampado sobre el metal: «7052». No hay ninguna otra marca sobre la esfera. También hay 5 guarniciones soldadas alrededor de la esfera que se ven como si hubiesen sido diseñadas para aceptar mangueras o cables. Algunas, pero no todas, tienen rosca y dos de ellas poseen alambres que salen del interior pero que están rotos. Hay una pequeña correa de metal asegurada con un tornillo de cabeza Phillips que parece era utilizado como abrazadera para los cables.

«Interior.

«Se tomaron dos radiografías a ángulos rectos una de la otra. Las radiografías muestran que dentro de la esfera hay otra interna ligeramente más pequeña (quizá de un diámetro de ½» más pequeño) y está en muy buenas condiciones con sólo un par de abolladuras de menor importancia. Hay una serie de tres tubos que van de la tapa al fondo y que están uno dentro del otro. Los tubos tienen algunos agujeros. En la tapa y base está asegurado el tubo externo con un soporte que tiene 3 patas que se unen a la esfera interior con tuercas y pernos prisioneros con rosca. Hay un par de canales que van de las varias guarniciones a la cavidad que se encuentra entre las dos esferas y pasan apenas justo a través del centro de los 3 tubos en un extremo.

«No es radiactiva.

Sobre esta esfera ha habido mucha especulación y se han sugerido muchas hipótesis para explicar su origen. Se dijo que era: una maleta extraterrestre, un tanque flotador de fosa séptica, un tanque de combustible para un satélite, sensores de un globo meteorológico, un Sputnik, un tanque de combustible de un torpedo, un sensor de profundidad, un extintor de fuego de un aeroplano, un tanque compresor de corriente alterna, una bola medicinal de alta tecnología, una bola de boliche con truco, una antena flotante submarina, un dispositivo atómico (tal vez una bomba atómica), un resonador de «cavidad de microondas» como los que se usan en RADAR.

Otra conjetura basada en la localización del descubrimiento y del diseño sería una boya acuática, un faro, o un dispositivo geológico «“quizás un sensor para examinar el nivel y temperatura del agua del río.

La esfera fue presentada en el Show de Art bell del 9 de octubre del 2002.

Esta historia continuará…

La noche del domingo 28 de enero de 1996 hubo gran actividad. En diversas partes de la república se reportaron avistamientos, de lo que se creyó era un meteorito.

Muy cerca de la ciudad de México, entre los volcanes La Malinche y el Popocatépetl, se observó el fenómeno.

El potrero del Rancho Miramar, lugar en donde se encontró la esfera, en el Estado de Chiapas.

Uno de los periodistas, Juan Antonio González, del periódico Record el Diario de Chiapas, mostrando fotografías de la esfera.

Don Cándido Solo Ruiz, el vaquero que encontró la esfera.

Roberto de la Cruz Velásquez y su esposa.

Los dueños del Rancho Miramar mostrando la esfera metálica.

Todos los periódicos de Chiapas reportaron el incidente. Aquí la portada del Cuarto Poder.

Al caer, la esfera dejó un hueco sobre el terreno. Cándido Solo señala el lugar del impacto.

El hueco de 10 centímetros de profundidad y 70 centímetros de diámetro, en un potrero de suelos duros, muestra que el impacto fue tremendo.

Como un «trofeo del espacio» fue tratada la esfera que cayó en Pijijiapan.

La esfera muestra una superficie oxidada y atacada por las altas temperaturas. El impacto sólo causo una ligera abolladura en la parte inferior.

Diversos aspectos de la esfera de Pijijiapan.

La carta de los bomberos, dirigida al secretario del Ayuntamiento de Ciudad Victoria.

Dentro de la estación de policía federal de caminos, los campesinos que encontraron la esfera muestran su tamaño.

Aspecto de la parte más atacada de la esfera de Victoria.

Jimmy Mouse y la esfera de Victoria. Al parecer la esfera tiene algunos números grabados en su superficie.

La segunda etapa del Delta, en el lugar de su caída, Texas; y en su ubicación final como parte de una exhibición de chatarra espacial.

La esfera de Georgetown.

Otras vistas de la esfera de Georgetown.

La señorita Lottie Williams muestra los fragmentos del material ignífugo que la golpeó.

Estos serían los restos de una nave extraterrestre, según Jason Leigh.

Esta foto muestra una gran depresión en la esfera en donde el metal está realmente doblado. No hay grietas en el metal por ninguna parte. La «manija» de metal se puede ver a la derecha.

Otra vista de la gran depresión. Se puede ver una de las guarniciones en la posición 2:00.

Muestra el interior «quemado» de color café de una de las abolladuras. También se ve la soldadura.

Muestra la soldadura. Es un trabajo muy bien hecho.

Éste es uno de los 2 pernos prisioneros montados en la «manija». Tiene 3 agujeros pequeños con pernos insertados.

Éste es otro «perno prisionero» que se oculta bajo la «manija» doblada.

Este casquillo grande parece soldado y no puede ser desatornillado.

Una de las guarniciones que muestra un relleno o un alambre.

Esta guarnición no tiene ninguna rosca y parece abrirse hacia la derecha en la cavidad entre la esfera interna y externa. Puede verse la brillante esfera interna.

Número estampado en la «manija».

Aquí está la abrazadera con un tronillo.

Radiografía No. 1. El círculo brillante en el centro son 3 tubos sostenidos por soportes de 3 patas en cada extremo. ¿A sus lados hay 3 discos de hockey con bobinas de alambre a su alrededor? Se ve un tubo que va del exterior a través del centro de los tubos y de ahí nuevamente al exterior. Alrededor del tubo central más grande hay 2 bloques cuadrados que conectan con los alambres que van a 2 puertos en el exterior. La manija se ve en la tapa.

Radiografía No. 1 invertida y realzada.

Radiografía No. 2 (a 90 grados de la radiografía No. 1). Tubos visibles a través del centro. Las soldaduras de la tapa y el fondo. La manija está en el fondo. Los discos de Jockey están a la izquierda cerca de los tubos.

Radiografía No. 2 invertida y realzada.


[1] Se refiere al famoso caso Puebla que ya fue explicado en su momento por Héctor Escobar y Héctor Chavarría. Sin embargo los ufólogos no quieren aceptar que se trató de chatarra espacial.

[2] Eso es un mito. El único fragmento recuperado fue una placa que cayó en Jopala. Parte de la misma se encuentra en poder de Héctor Chavarría.

[3] La redacción de Maussán es peor que la mía. Es el único periodista al que no le conozco ningún libro, artículo, nota, o en general, nada escrito.

[4] En realidad era el domingo 28 de enero.

[5] Si somos un poco observadores nos daremos cuenta que todas las esferas poseen medidas exactas en el sistema de medidas inglés (pies, pulgadas, etc.). ¿Acaso no resulta extraño que un «aparato extraterrestre» haya sido fabricado utilizando este sistema de medidas? Esto más bien, es un punto a favor de la hipótesis de que se trata de objetos fabricados por el hombre. En este caso específico, objetos fabricados en los Estados Unidos.

[6] Martín tiene la confusión, generada por Maussán, de que este caso se refiere al número 109 de nuestra lista. Como ves, Escribe Martín: «Las fechas son distintas, Jaime Maussán mencionaba que la esfera había caído el 30 de diciembre de 1994 y la carta menciona el día 24 de septiembre de 1996. ¿Se trata de dos casos?» Efectivamente son dos casos. El primero es el de Cosala y el segundo de Ciudad Victoria.

[7] Esta es la forma un tanto enredada en que habla Maussán. Perdón si no se comprende.

[8] Leigh no se atreve a escribir la palabra y solo pone BS.

Las cenicientas

ÉRASE UNA VEZ LAS CIENTOS DE CENICIENTAS

¿Cómo nacen los cuentos? ¿Quién es el autor de esas historias? ¿Cómo se transmiten y llegan a ser del dominio público? ¿Tuvo un origen europeo la Cenicienta? Muchas son las preguntas que nos vienen a la cabeza cuando leemos esta compilación de cuentos provenientes de diversas partes del mundo. Nos damos cuenta que algunas de esas preguntas tienen respuesta, pero otras no. Y seguro que hay muchas más que quedan en la incógnita que las que se esclarecen. Los cuentos de hadas no son cosa de niños. Por lo menos desde la óptica que presentamos. Tal vez nos sirvan para hacer dormir a los críos, pero a nosotros nos generan insomnio. ¿Cómo es posible que en diferentes partes del mundo se guarden tradiciones muy similares? ¿Alguna vez podremos rastrear el origen de estas leyendas que se mezclan con tradiciones y con relatos de índole religiosa? ¿Quién copió a quién? ¿Quién trató de vernos la cara contándonos un cuento chino? ¿Son los cuentos chinos simples mentiras? Comencemos este relato justo con algunos cuentos chinos. Escritos hace siglos, algunas de estas fábulas muestran una curiosa coincidencia con otros relatos más cercanos a nuestra cultura judeocristiana. Veamos entonces algunos ejemplos. UN JUICIO EN UNA DISPUTA (Tomado del Fengshut’ung)

En Linhuai, un comerciante en sedas transportaba una pieza de seda impermeable a la ciudad para su venta. Sucedió entonces que vino una súbita tormenta y la extendió sobre su cabeza para protegerse de la lluvia y otro hombre que transitaba con él corrió también a buscar amparo bajo la misma. Cuando la lluvia cesó, ambos dijeron que la pieza de seda les pertenecía. El Ministro Hsüe Hsüan dijo: «Esta pieza de seda impermeable vale solamente un ciento en efectivo. ¿Por qué pelear por ella?» E hizo cortar la misma en dos pedazos que entregó a cada uno de los litigantes. Continuó observándolos y vio que el verdadero dueño continuaba protestando por haberlo perjudicado el fallo, mientras que el otro parecía bien satisfecho. Y así supo a quien en verdad correspondía la seda, y pudo aplicar al otro el castigo que merecía.

¿Algún deja vu? En efecto se trata de un relato con un tema similar al del juicio de Salomón, pero acá no me refiero a un antecedente de aquella historia bíblica. Por una parte, ni tengo los conocimientos ni la capacidad para poder analizar los orígenes de las religiones judía y cristiana. Por la otra, el Fengshut’ung es muy posterior a la historia bíblica. Fue escrito por Yin Shao en el siglo II de nuestra era. La historia «Un juicio en una disputa» no la podemos leer en las copias que se conservan del Fengshut’ung (10 volúmenes). Sin embargo se sabe que pertenecía a esa obra porque Ma Tsung’s de la dinastía T’ang la menciona en su Yilin (hacia el 600 de nuestra era). También se sabe que el Fengshut’ung constaba, por lo menos, de 31 volúmenes. En el mismo Fengshut’ung hay otro cuento mucho más parecido a la historia de Salomón que se titula… EL JUICIO ENTRE DOS MADRES

En Yingch’uan había dos hermanos que vivían en la misma casa y dos cuñadas que esperaban dar a luz. La mayor de las mujeres tuvo un aborto que no comunicó a nadie. Cuando ambas mujeres se hallaban confinadas y la menor de las mujeres dio a luz un niño, la mayor robó la criatura durante la noche y durante tres años no hubo forma de zanjar la disputa. Cuando se presentó el caso al Ministro Huang Pa, éste ordenó que el niño fuera colocado a diez pasos de las dos madres. Cuando se dio la señal, ambas corrieron hacia él y parecía que le iban a despedazar disputándoselo. La criatura lloraba desesperadamente, y su madre, temiendo que se lastimara, lo soltó. La mayor de las mujeres se manifestó muy contenta, mientras que la menor se mostraba muy apenada. Entonces Huang Pa declaró: «El niño pertenece a la más joven de las mujeres». Acusó luego a la mayor de ellas y se la encontró culpable.

Impresionante ¿no es cierto? Pasemos ahora al cuento por antonomasia: el cuento de la Cenicienta. En esta ocasión me interesa la que al parecer es la primera versión de ese cuento clásico. Tal vez muchos se sorprendan de saber que existen cerca de 200 versiones de esta historia. Incluso hay una versión mexicana. La mayoría son anteriores a las versiones europeas. Espero que te guste este cuento titulado: LA CENICIENTA CHINA

Había una vez, antes de la época de Chín (222-206 antes de nuestra era, nota de LRN) y de Han, un jefe de una caverna de la montaña a quien los nativos llamaban el Jefe de la Caverna Wu. Desposó a dos mujeres, una de las cuales murió dándole una tierna hijita llamada Yeh Hsien. La niña era muy inteligente, como también muy hábil para trabajar el oro, y su padre la quería muchísimo, pero cuando falleció fue maltratada por su madre y a menudo forzada a cortar leña y enviada a lugares peligrosos para sacar agua de pozos profundos. Cierto día, Yeh Hsien cogió un pez de más de dos manos de largo con aletas rojas y ojos dorados y lo llevó a su casa y lo colocó en una vasija con agua. Cada día crecía más hasta que finalmente no cabía más en la vasija y entonces lo colocó en una fuente que había en la parte trasera de la casa. Yeh Hsien solía alimentarlo con lo que sobraba de sus magras raciones. Cuando se acercaba a la fuente, el pez subía a la superficie y apoyaba su cabeza en el borde, pero si algún otro se acercaba entonces se sumergía y no volvía a aparecer. Este curioso comportamiento fue observado por la madrastra, quien esperó que el pez subiera sin que éste lo hiciera en ningún momento. Un día valiéndose de una triquiñuela dijo a la niña: «¿No estás cansada de trabajar? Te compraré un nuevo vestido». Entonces hizo que Yeh Hsien se desvistiera y la envió a una distancia de muchos li para sacar agua de otro pozo. Se puso entonces la madre las ropas de Yeh Hsien y escondiendo un agudo cuchillo en su manga fue derecho a la fuente y llamó al pez. Cuando el pez asomó su cabeza fuera del agua lo mató. El pez tenía en ese entonces diez pies de largo y cuando fue cocinado tenía un sabor mucho mejor que cualquier otro pez. Y la madre enterró sus huesos en un estercolero. Al día siguiente, Yeh Hsien volvió y cuando se acercó a la fuente, encontró que el pez había desaparecido. Corrió entonces al bosque para llorar su desdicha, cuando un hombre con sus cabellos despeinados y sus ropas rotosas descendió del cielo, y la confortó diciéndole: «No llores. Tu madre ha matado el pez, y sus huesos se hallan enterrados en el estercolero. Vete a casa, lleva los huesos a tu habitación y escóndelos. Cualquier cosa que desees, ruega por ella, y tu deseo será concedido». Yeh Hsien siguió su concejo y no tardó mucho tiempo en que tuviera joyas de oro y telas tan hermosas que hubieran deleitado el corazón de cualquier doncella. La noche de la fiesta en la caverna se ordenó a Yeh Hsien que se quedara en la casa para vigilar el huerto con los frutales. Cuando la abandonada niña vio que su madre se hallaba a larga distancia se vistió con una túnica de seda verde y la siguió a la caverna. Su hermana, que la había reconocido, se volvió hacia su madre diciéndole: «¿No es esa niña extrañamente parecida a mi hermana mayor?» La madre también pareció reconocerla. Cuando Yeh Hsien se dio cuenta de sus miradas se alejó corriendo pero en su apuro dejó caer una de sus sandalias, que cayó en manos de la gente de la caverna. Cuando la madre volvió al hogar, encontró a su hija durmiendo con sus brazos alrededor de un árbol. Así que desechó los pensamientos que había tenido (acerca de la identidad de la dama tan finamente ataviada). Cerca de las cavernas había un pequeño reino en una isla llamado T»™o Huan. Por medio de su fuerte ejército gobernaba a una docena de islas, y sus aguas territoriales cubrían varios li. Y fue por eso que el pueblo de las cavernas vendió la sandalia al reino de T»™o Huan, donde consiguió llegar a ser vista por el rey. Hizo entonces el rey que las mujeres de su casa se la probaran pero era una pulgada más corta aun para la que poseía los pies más pequeños. Hizo entonces que todas las mujeres del reino se la probaran, pero ninguna pudo calzarla. Sospechó entonces el rey que los hombres de las cavernas hubieran obtenido la sandalia de fuentes dudosas y los encarceló y torturó. Pero esas almas infortunadas no pudieron decir de dónde provenía la sandalia. Finalmente, fue colocada en el camino y se enviaron correos a todas las casas para que arrestaran a cualquiera que tuviera la otra sandalia. Y el rey se encontraba muy asombrado. Se revisó la casa y se encontró a Yeh Hsien. Se hizo que se probara la sandalia y se encontró que las mismas calzaban perfectamente. Apareció entonces ella con las sandalias puestas y su túnica de seda verde, resplandeciente como una diosa. Se comunicó el hallazgo al rey, quien hizo traer a Yeh Hsien a su hogar en la isla, conjuntamente con los huesos del pez. Después que Yeh Hsien hubo dejado la caverna, la madre y hermanas fueron muertas por piedras que les fueron arrojadas. El pueblo de las cavernas se compadeció de ellas y las enterraron en un pozo y erigieron una tumba con una inscripción que decía: «La tumba de la mujer arrepentida». El pueblo de las cavernas las adoró entonces como diosas que procuran el matrimonio y cuando les solicitaban un favor de esa naturaleza, les era siempre concedido. El rey volvió a la corte e hizo de Yeh Hsien su primera esposa. Pero durante el primer año de matrimonio pidió a los huesos de pez tanto oro, jade y joyas que éstos se negaron a suministrar. Llevó entonces los huesos y los enterró junto al mar con cien sacos llenos de perlas con bordes de oro. Cuando sus soldados se rebelaron contra él, fue al lugar pero las mareas los habían llevado y nunca se volvieron a encontrar hasta el día de hoy. Esta historia me fue contada por un viejo sirviente de mi familia, Li Shingyün. Proviene del pueblo de las cavernas de Yungchiow y recuerda muchas extrañas historias del Sud.

UNA CENICIENTA EGIPCIA Aquí tenemos otra versión de este cuento de hadas. Esta ambientado en el antiguo Egipto y tiene un toque adicional que la hace singular. Este punto lo trataré más adelante. Mientras tanto disfruten de la historia de Rhodopis.

Hace mucho tiempo en la tierra de Egipto donde las aguas verdes del río Nilo fluyen hacia las aguas azules del Mediterráneo, vivía una niña llamada Rhodopis, que significa «mejillas atractivas». Ella había nacido en Grecia pero fue raptada por los piratas y llevada a Egipto, donde fue vendida como esclava. Su amo resultó ser un buen anciano que pasaba la mayor parte del tiempo durmiendo bajo la sombra de una higuera. Debido a esto nunca vio como las otras muchachas de la casa, todas ellas sirvientas, la maltrataban y se reían de ella. Se burlaban de Rhodopis porque su aspecto era diferente. Su cabello era como el oro y ondulaba con el viento, y los de ellas era negro, lacio y rígido. Sus ojos eran verdes y los de las criadas, marrones. Su piel era el resplandor del cobre, pero Rhodopis tenía la piel pálida y se quemaba fácilmente con el sol por lo que le decían Rhodopis la rosada. Se aseguraron que ella hiciera todo el trabajo, como lavar la ropa, escardar el jardín, y hacer el alimento para ellas. La hacían trabajar duro gritándole todo el día, «Ve al río y lava la ropa», «remienda mi traje», «aleja los gansos del jardín», «hornea el pan». Ahora Rhodopis no tenía ningún amigo, sólo los animales. Ella había entrenado a los pájaros para comer de su mano, y a un mono para sentarse en su hombro. El viejo hipopótamo salía del banco de fango para estar cerca de ella. Al final del día si no estuviera tan cansada iría al río para estar con sus amigos los animales y si le quedara algo de energía bailaría y cantaría para ellos. Una tarde cuando ella estaba bailando, girando más ligera que el aire, con sus pies desnudos tocando la tierra, el anciano se despertó y la observó mientras danzaba. Admiró su baile y pensó que alguien con tal talento no debería estar sin zapatos. Dijo para sus adentros: «Â¡No hay diosa más reservada!». Y añadió: «Tal regalo merece una recompensa». Ordenó que le confeccionaran un par de sandalias especiales. Las zapatillas fueron doradas con oro de tonalidades rosa y rojizo, y las suelas eran de cuero. Cuando las sirvientas vieron las sandalias de Rhodopis se pusieron muy celosas. Ahora las sirvientas le querían menos porque estaban celosas de sus hermosas sandalias. Llegó la noticia de que el faraón iba a reunir a su corte en Memphis y todo el reino fue invitado. Habría música, baile y mucha comida. Oh cuanto ansiaba Rhodopis poder ir con las otras esclavas. Ella sabía que podría bailar, cantar y comer alimentos maravillosos. «Lo siento, Rhodopis. Tu no puedes ir», dijo Kipa. «Tienes que lavar el lino, moler el grano y escardar el jardín». Mientras las sirvientas se preparaban con sus ropas más finas le dieron a Rhodopis más tareas por hacer antes de que regresaran. Así que al día siguiente se dirigieron a la corte. Kipa usaba un collar de cuentas azules, la segunda tenía brazaletes coloridos, y la tercera vestía un ceñidor de colores. Subieron a la balsa y dejaron a Rhodopis triste en el banco de arena. Mientras lavaba las ropas en el río comenzó a cantar una triste canción «lava el lino, escarda el jardín, muele el grano». Pero el hipopótamo se empezó a aburrir ya que ella cantaba la misma canción una y otra vez. El hipopótamo cansado de esta canción salió del río y salpicó las sandalias de Rhodopis. Ella las limpió y las colocó al sol para secarse. A medida que ella continuaba con sus tareas el cielo se oscureció y al mirar hacia arriba vio un halcón que volando hacia la tierra, tomó una de sus sandalias y luego se alejó. Ella comenzó a llorar. Rhodopis estaba temerosa porque sabía que era el dios Horus quien había tomado su sandalia. Rhodopis ahora tenía una sola zapatilla y la guardó en su túnica. El faraón, Amasis, faraón del alto y bajo Egipto estaba sentado en su trono observando la gente sintiéndose muy aburrido. Él prefería estar montado en su carroza cruzando el desierto. Repentinamente el halcón llegó con el faraón, dejó caer la zapatilla dorada en su regazo, y como era brillante el faraón pensó que era un fragmento de sol. Entonces se dio cuenta de que era un regalo y dijo «Todos los dioses y diosas nos dan algo a los faraones, así que ahora sabremos quién es la esposa perfecta para mí». Sorprendido, pero sabiendo que esto era una señal del dios Horus emitió un decreto que decía que todas las doncellas de Egipto debían intentar calzarse la sandalia, y la dueña de la misma sería su reina. Al momento en que llegaron las sirvientas la fiesta ya había terminado y el faraón se había ido en su carroza en busca de la dueña de la sandalia dorada. El faraón había ordenado que se buscara a quienquiera que pudiera calzar la sandalia. Muchas doncellas trataron de calzarse la zapatilla pero ningún pie cabía en ella. Después de buscar en tierra y no encontrar a su dueña, el faraón ordenó que se buscara por todo el Nilo. Pidió su barco y comenzó a navegar por el río, recalando en cada tierra para que las doncellas se pudieran probar la sandalia. Finalmente encontró una pequeña casita mientras el barco rodeaba la curva delante del hogar de Rhodopis. Todos oían los sonidos del gong y las trompetas y veían las velas de seda púrpura. Las sirvientas de inmediato fueron hacia el barco para tratar de ponerse la sandalia, mientras que Rhodopis permanecía oculta. Cuando las sirvientas vieron la sandalia la reconocieron como la zapatilla de Rhodopis pero no dijeron nada y aún así intentaron calzársela. Ninguno de sus pies cabía en la pequeña zapatilla. El faraón observó que Rhodopis se ocultaba tras los arbustos y le pidió que se calzara la sandalia. Ella metió su pie dentro de la zapatilla y le calzó perfectamente. Luego sacó la otra de entre su túnica. El faraón declaró que ella sería su reina. Las sirvientas gritaron que ella era esclava y que ni siquiera era egipcia. El faraón respondió «Ella es la más egipcia de todas… sus ojos son verdes como el Nilo, su piel es tan suave como el papiro, y su color es el rosa de la flor de loto».

LA HISTORIA DETRÁS DE LA FANTASÍA Los historiadores y estudiosos de leyendas antiguas no se han puesto de acuerdo. Algunos creen que la historia de la cenicienta se originó en Persia y de ahí pasó a Egipto. Luego los griegos y los romanos la llevaron a Europa y de ahí se difundió por todo el continente. No conozco la versión persa de este cuento, pero sé que la egipcia fue registrada por primera vez en el Siglo I antes de nuestra era por el historiador romano Strabo. Esta versión se basa en hechos y en ficción. Los hechos: realmente existió una muchacha griega llamada Nitocris que se casó con el faraón Amasis (XXVI dinastía, 570 a 536 antes de nuestra era). Un compañero de Strabo, el esclavo Aesop, le contó muchas historias, entre ellas la de Nitocris. En la versión original la sandalia no es de oro sino de color rosa. De la reina Nitocris no existen rastros arqueológicos, aunque sí figura en la lista de monarcas del Imperio Antiguo. Hay referencias de los historiadores Manetho y Herodoto a su «cutis claro y sus sonrosadas mejillas», lo que hace que se le identifique con Rodophis. Herodoto contaba que Amasis fue muerto por sus rivales políticos. En venganza Nitocris los reunió en una sala so pretexto de darles un banquete. Luego mandó inundar la sala matando a los asesinos. Finalmente ella se arrojó al fuego para acompañar a su consorte en el más allá. En este sentido se le ha relacionado con una especie de banshee o espíritu malvado que ronda desnudo la pirámide de Gizeh, seduciendo a los hombres con su belleza para luego asesinarlos. Nos disgusta esta última versión. Nos quedamos con la versión de la cenicienta. Por cierto, el nombre en la mayor parte de las lenguas romances proviene de la palabra «ceniza» y hace referencia a las labores de sirvienta y cocinera: la ceniza que se produce en los fogones de las cocinas. COREA Y SU FLOR DE PERA Esta es la versión coreana. Vemos aspectos que la distinguen de las versiones que hemos incluido más arriba. No obstante se mantienen los puntos esenciales: las malvadas madrastra y la hija de ésta; el «hada madrina», que en este caso es un buey negro; la sandalia perdida; y el príncipe que rescata a cenicienta de su pobre destino.

En la tierra de Corea, donde las criaturas mágicas son tan comunes como las coles, vivió una niña llamada «Flor de pera». Flor de pera era tan encantadora como el peral que fue plantado para celebrar su nacimiento. Una mañana de invierno, cuando las ramas del árbol de pera aún eran palillos pelados, murió la madre de Flor de pera. «Â¡Aigo!» Se lamentó el anciano. «¿Quién atenderá ahora a Flor de pera?» Él se puso su sombrero alto con crines de caballo y fue con la casamentera de la aldea. Ella conocía a una viuda con una hija la misma edad que Flor de pera. «Peony será una buena hermana para Flor de pera», prometió la casamentera. Cuando Omoni y Peony vieron lo hermosa que era Flor de pera, se pusieron celosas de ella. Omoni la hacía trabajar de día y de noche y constantemente le encontraba defectos a su trabajo. Un día hubo un festival en la aldea. «Flor de pera puede ir», dijo Omoni con una voz tan dulce como la azúcar de cebada, «después de que escarde los campos de arroz». Luego le dio a Flor de pera una cesta con nabos marchitos para su almuerzo. «Estoy muy agradecida, honorable madre», dijo Flor de pera. Cuando llegó a los campos, en su consternación Flor de pera dejó caer la canasta. El arrozal onduló ante sus ojos como un gran lago verde. Escardarlo tomará semanas. «¿Quién podría hacer tal tarea?», gritó. «DO-O-O-O» mugió un buey negro que emergió de la larga hierba. El buey comenzó a mascar las malas hierbas, moviéndose entre las filas de arroz más rápidamente que el viento mismo. Antes de que Flor de pera pudiera decir «Ohhh», tanto el buey como las malas hierbas se habían ido. ¡El arrozal completo estaba libre de hierbas sin que ni una sola plantita de arroz hubiese sido pisoteada! Flor de pera ahuecó sus manos sobre la boca y gritó, «Â¡Mil gracias!» mientras el buey galopaba lejos en el horizonte. Flor de pera se apresuró hacia el festival de la aldea. El camino, que seguía una vereda sinuosa, era de ásperos guijarros. Flor de pera se había quitado una de sus sandalias para sacudir una piedrecilla cuando oyó un grito. «Â¡Abran paso! ¡Abran paso al magistrado!». Cuatro porteadores, un palanquín que se bamboleaba en los postes que se recargaban sobre sus hombros, se dirigían hacia ella. En la silla estaba sentado un noble joven vestido en ricos ropajes y usando joyas. Sorprendida, Flor de pera se quedó vacilante en una pierna sosteniendo su sandalia de paja. Sus mejillas se sonrojaron como la pimienta roja, y ella saltó detrás de un sauce que crecía al lado del camino. Al hacer esto, su sandalia cayó al agua y se comenzó a alejar como un barco, fuera de su alcance. «Â¡Alto!» ordenó el magistrado desde su palanquín. Les gritó a sus porteadores, pero Flor de pera pensó que le gritaba a ella. Asustada, huyó por el camino. El magistrado miró fijamente a Flor de pera y se asombró de su belleza. Entonces ordenó a sus hombres sacar la sandalia de la corriente y llevarlo de nuevo a la aldea. En el festival Flor de pera se olvidó de la sandalia que le faltaba. Vio a los acróbatas y a los que caminaban sobre la cuerda floja, hasta que se sintió mareada. Estaba feliz y sacudía los tambores y tocaba la flauta. Repentinamente, oyó que alguien le gritaba. «¿Qué estás haciendo aquí?» le gritó su madrastra. «Estoy aquí porque un buey Negro se comió toda la mala hierba de los arrozales», dijo Flor de pera. «Â¡Un buey negro lo hizo!», Eres una mentirosa… «antes de que pudiera terminar su frase, fue interrumpida por los porteadores del magistrado. «Escuchen esto», gritaban mientras conducían el palanquín entre la muchedumbre, «Â¡Buscamos una muchacha con una sandalia!». «Es Flor de pera!». Peony señaló a su hermana, «ella perdió su sandalia». Los portadores bajaron la silla al lado de Flor de la pera, y el noble señor cargaba la sandalia. «El magistrado ha venido a arrestarte,» chilló la madrastra, «Â¡debes haber cometido algún crimen y ahora lo pagarás!» «Ella debe aceptarme como su esposo», dijo el magistrado con voz dulce, «esta afortunada sandalia me ha conducido a ella». Se giró hacia Flor de pera y dijo «Sería muy afortunado si quien pueda calzar esto se hace mi novia». Flor de pera sonrió, muy apenada para hablar, y deslizó la sandalia en su pie. El magistrado subió a Flor de pera a su palanquín y los porteadores los alejaron de la muchedumbre. ¡Omoni y Peony se miraron fijamente, sin hablar, preguntándose si no sería una pesadilla!. De regreso a casa, una docena de árboles de pera había florecido. «Â¡Ewha! ¡Ewha! Cantaban los gorriones en sus ramas. En Corea, «Ewha» significa Flor de pera».

CENICIENTAS EN EL MUNDO Existen otras muchas versiones de este cuento y sólo pondré aquí un breve resumen de las mismas. En la versión rusa la hermosa Vasilissa, con la ayuda y protección de su muñeca, supera su destino y se casa con el zar. En la versión judía la heroína se llama Raisel. En este cuento, nuestra cenicienta es una muchacha para la cual el conocimiento es tan esencial como el amor y la felicidad. A pesar de la crueldad del cocinero celoso ella se levanta sobre su adversidad y su inteligencia brilla al final. La princesa Salmón, es una historia que se desarrolla en Alaska. Es una adaptación del cuento de la cenicienta, pero se conservan los caracteres principales: el padre que vive en las nubes y la madrastra que sigue siendo cruel y malvada. Aunque hay algunos cambios amoldados al folklore de Alaska. El hada madrina se transforma en el espíritu de un águila, y las famosas sandalias son ahora un kayak de mujer. La versión irlandesa es un tanto diferente. Es la única que conozco en la que el personaje es un hombre. Becan es un joven y pobre muchacho sojuzgado por su madrastra y sus hermanastras. Rescata a una princesa que pide ayuda después de reunirse con un toro mágico. Toro que nos remite a la versión coreana y a los mitos de Gilgamesh. Hay una versión proveniente de las Smoky Mountains, en los Appalaches. La protagonista, Rosa, pierde su zapatilla de cristal en una fiesta dada por un rico leñador que vive al otro lado de la cañada, y que está buscando una esposa. Abadeha es la cenicienta filipina. Es una joven doncella que es forzada por su mezquina madrastra a realizar tareas imposibles. Solamente el Espíritu de la Selva y su magia la pueden ayudar a completar sus trabajos y encontrar a su príncipe. En Camboya nos encontramos con Angkat, una muchacha pobre que se casa con un príncipe, pero que es asesinada por su familia política. Debido a sus virtudes vuelve a la vida para convertirse en reina. Zuni es el personaje central de la variante turca de esta historia. Aquí son unos pavos los que fabrican el vestido para que la niña pueda participar en una danza sagrada, pero luego la abandonan cuando ella no puede volver según lo prometido. La madrastra abusa de la pobre Jouanah, pero el espíritu de su madre muerta, que habla a través de una vaca, la toma bajo su cuidado y le ayuda a casarse con un apuesto aldeano de la aldea de Hmong (Vietnam). Mufaro tiene dos hijas, una con un mal temperamento y otra, llamada Nyasha, muy buena y dulce. Ambas van a la casa del rey que está escogiendo esposa. La tradición proviene de la tribu Shona del África. En la versión mexicana la heroína se llama Domitila, pero es muy posterior a los cuentos europeos.