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Hacia Widdicombe y más allá
Hacia Widdicombe y más allá
Richard Samuels
Mark Norman. The Folklore of Devon. Exeter University Press, 2023.
Cierto periodista/comentarista se deleita informándonos cada 23 de abril de que San Jorge, el santo patrón de Inglaterra, “es ackcherly turco”. Me pregunto qué pensaría de la posibilidad de que el personaje de la vieja canción folclórica de Devon, el tío Tom Cobley, sea acérrimamente alemán.
Quizá no sea tan inverosímil como parece, ya que una de las lecciones que hemos aprendido estudiando el trasfondo de los cuentos tradicionales y los rituales antiguos es que rara vez son tan sencillos como pensábamos.
La folclorista Theo Brown, cuya influencia en el estudio del folclore de Devonshire se analiza en el primer capítulo de este libro, propone que la “Vieja yegua gris” puede ser una representación del schimmelreiter, un psicopompo fantasmal que conduce a los muertos al más allá.
Al llorar al caballo, el viejo Tío Tom está “llorando por las almas que ahora acabarán en el Purgatorio, porque no pueden ser transportadas al Más Allá”. Es algo profundo, pero, afortunadamente, el resto de este fascinante volumen no nos lleva tan profundamente a las madrigueras de los conejos.
En el primer capítulo no sólo se habla de Theo Brown (de soltera Jean Marion Pryce), sino también de otras figuras que han escrito y registrado el folclore de Devonshire. Se incluyen para demostrar que, para comprender el folclore de cualquier nación o región, es importante conocer el trasfondo cultural de las personas que nos lo han presentado, las fuentes que han utilizado para recopilarlo y la época en que lo han hecho.
Mark Norman tiene cuidado de distinguir entre “tradición” y “leyenda”. Gran parte del folclore se basa en personas y hechos reales, y el capítulo “Historias de los páramos” relata historias vinculadas a personajes y familias de los páramos, que constituyen casi una quinta parte de la superficie del condado. La historia de la familia Doone es ahora más conocida en la ficción por la novela Lorna Doone de R. D. Blackmore, pero fue una familia real que vivió como proscritos en Exmoor en los turbulentos años durante y después de la Guerra Civil. Con el tiempo se han añadido tantas historias al relato histórico, tanto antes como después de la publicación del libro de Blackmore, que ahora es difícil distinguir entre la realidad y la leyenda.
Norman denomina a esta mezcla de hechos, leyendas e interpretaciones imaginativas “folclore de guía” y, en lugar de descartarla, la considera parte del desarrollo de las creencias populares. En el último capítulo, “Folclore moderno”, el autor examina el modo en que la percepción pública de las “visiones y creencias” folclóricas ha sido y está siendo modificada a través de los medios de comunicación y, en particular, de las redes sociales. Toma como ejemplo una serie de relatos históricos y contemporáneos de fenómenos anómalos y la forma en que han sido denunciados y tergiversados. Resulta especialmente interesante su relato, necesariamente breve, de un encantamiento en una casa particular que él y su mujer investigaron, y cuya narración parecía derivarse por completo de ver los programas de televisión Most Haunted.
Un aspecto del folclore de Devon que se ha visto muy influido por los medios de comunicación populares es el Perro Negro. Aunque se trata de una aparición de la que se informa con diversos nombres en toda Gran Bretaña, la versión de Devon tiene una resonancia adicional a través de la historia del Sabueso de los Baskerville, que es probablemente la forma en que la mayoría de la gente conoció este meme folclórico. Norman examina los antecedentes de la versión de Doyle de la leyenda del Perro Negro y señala sus similitudes y diferencias con las historias tradicionales del sabueso fantasma.
La leyenda tradicional que más se asemeja a la historia de Doyle se refiere a Richard Cabell, quien, según la versión que se escuche, fue perseguido hasta la muerte por perros negros demoníacos por la maldad de su alma, o fue despedazado por el sabueso favorito de su esposa después de que Cabell la asesinara por su supuesta infidelidad. No se sabe con certeza con cuál de las tres generaciones de terratenientes locales llamados Richard Cabell está relacionada ninguna de estas historias, y a estas alturas la historia de Doyle ha tomado más o menos el relevo de cualquier versión del original.
Como la mayoría de los condados, Devon tiene muchas historias del diablo, pero, por supuesto, se trata del diablo del folclore fácilmente burlón, no del personaje bíblico bastante más intransigente. Aunque muchos de estos relatos tienen una auténtica herencia folclórica, otros son un ejemplo de “folclore de guía”, que crea un trasfondo histórico que a menudo desborda la historia original. Norman cita el ejemplo de la piedra Dewerstone: La tradición en torno a este afloramiento rocoso de Dartmoor cuenta que el diablo atraía a los hombres a la muerte desde allí. Esta creencia se basaba en la historia de que tras una fuerte nevada se encontraron dos huellas de pisadas que subían por las piedras, una humana y otra de una criatura ungulada.
Por supuesto, a todos los forteanos les resultará familiar la historia de las “Huellas del Diablo”, un rastro de pisadas en la nieve recién caída que se descubrió en febrero de 1855 y que, al parecer, se extendía a lo largo de muchos kilómetros y continuaba ininterrumpidamente por tejados y paredes. En la década de 1850, la expansión de la red ferroviaria hizo posible viajar con bastante facilidad a lugares como Dartmoor, que antes habían sido inaccesibles para la mayoría de la gente, y se produjo un aumento en la publicación de guías locales para estos nuevos visitantes. En 1856, el coleccionista de folclore Richard King recibió el encargo de escribir un Manual para viajeros a Devon y Cornualles, en el que parece haber mezclado la historia de las Huellas del Diablo con leyendas sobre la Caza Salvaje y los “Sabuesos del Deseo” para ofrecer un ejemplo perfecto de “folclore de guía”.
A lo largo de este libro, cuyos capítulos tratan temas como el folclore agrícola, las hadas, la brujería y los fantasmas, el autor demuestra que el folclore es un proceso y no un registro estático. Está lleno de historias que interesan y entretienen, hay humor y emoción, miedo y consuelo, mucha historia y bastante imaginación. Incluso nos llega un despacho desde la primera línea de las Guerras del Té Crema.
Aunque se trata de un libro erudito, no es un duro tomo académico. Es un relato ágil, fácil de leer y a menudo humorístico de un mundo vivo de historias y creencias. En la contraportada del libro se dice que “seguirá siendo la obra de referencia durante muchos años”, pero creo que el autor sería la primera persona en decir que no puede existir una “obra de referencia” sobre el folclore, ya que éste cambia y evoluciona constantemente. Este libro es un relato fascinante de los orígenes, el crecimiento y la evolución del folclore de Devonshire, e incluso un vistazo a su futuro. Muy recomendable para cualquier forteano.
https://pelicanist.blogspot.com/2024/01/widdicombe-and-beyond.html
El misterio de las centellas (1464)
El misterio de las centellas (1464)
Asunto: encuentro con centella
Fecha: Sat, 3 Mar 2001 01:29:18 EST
De: JWM
Hace varios años, viajaba en coche, sentado en el asiento delantero del pasajero. Mi tío conducía, y nos acompañaba mi hermano, que estaba sentado en el asiento trasero.
Me di cuenta de que mi tío estaba mirando algo por la ventanilla del conductor, de color amarillo y flotando a unos 30 grados de la horizontal. Parecía estar a unos 400 metros de distancia. A mi me parecio un foco de 100 vatios reflejado en un cristal. Recuerdo que me dijo algo así como “¿qué es eso?” y me recuerdo respondiendo “es la luz de la cúpula del coche reflejada en el cristal de tu ventana”. Entonces bajó la ventanilla y me explicó que la luz del habitáculo no estaba encendida mientras que el objeto luminoso seguía ahí.
Este objeto luminoso estaba completamente inmóvil. sin embargo, se movía constante pero lentamente en una trayectoria vertical. Este objeto no mostraba ninguna de las características de un globo de helio liberado. Los globos de helio liberados se mueven y bailan con la más mínima brisa. se mantenía muy estable, casi inmóvil, excepto por su lento ascenso vertical.
Este objeto era de color amarillo anaranjado, tenía forma de pera, con el extremo grande hacia arriba y era semitranslúcido con bordes tenues. lo más extraño de todo es que estaba completamente dividido en dos mitades con una aparente brecha visible justo en el centro. La división se extendía a lo largo del eje longitudinal de la forma o desde el suelo hasta el cielo. A juzgar por la distancia y la perspectiva, debía de tener el tamaño de un bidón de 50 galones.
Estacionamos, nos detuvimos y lo observamos. Al cabo de uno o dos minutos desapareció sin dejar rastro ni ruido.
Recordaré este encuentro el resto de mi vida y me preguntaré si alguna vez tendré la suerte de volver a presenciar algo así. Según otros informes y relatos que he visto, debió de tratarse de una centella.
j. w. m.
Russellville, Alabama
Bostezo (pareidolia)
El día a día de Raymond Fowler con el metafenómeno
El día a día de Raymond Fowler con el metafenómeno
12 de febrero de 2024
Por Sean Casteel
Una teoría cada vez más popular en los campos de los ovnis y la investigación paranormal postula que fenómenos como los ovnis, la abducción extraterrestre, las Experiencias Cercanas a la Muerte, la Comunicación Después de la Muerte, la Sincronicidad y las Experiencias de Vidas Pasadas son todos elementos de un todo unificado, lo que el autor e investigador Raymond E. Fowler llama el “Meta Fenómeno”, que también sirve como título de su libro más reciente.
Raymond E. Fowler
“Meta Phenomenon” consiste en el diario de Fowler de “sucesos increíbles”, un registro de sus muchas experiencias paranormales que abarcan los años 1990 a 2023 y está destinado a su propio estudio personal, así como para los lectores interesados y otros investigadores. Fowler escribe que comenzó el diario en 1990 después de descubrir que tenía su propia historia de encuentros con extraterrestres, cuyos recuerdos habían sido reprimidos durante mucho tiempo, como es habitual en la mayoría de los abducidos por extraterrestres.
Metafenómeno por Raymond E. Fowler
En su camino hacia esa realización, Fowler había sido un investigador ovni durante décadas, comenzando por perseguir informes de avistamientos en su Nueva Inglaterra natal y escribiendo una serie de libros muy bien recibidos sobre sus esfuerzos, como “Casebook of a UFO Investigator”. Tanta era la confianza y el respeto que se había ganado, que las investigaciones de Fowler incluso se incluyeron en las actas del Congreso cuando se celebraron las audiencias sobre platillos volantes del Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes en la década de 1960.
Fowler también trabajó con el ama de casa de Massachusetts Betty Andreasson, que tuvo una larga y compleja relación con los extraterrestres grises que llegaría a implicar también a sus hijos. Bajo hipnosis regresiva, Andreasson relató muchas historias fascinantes del tiempo que pasó a bordo de naves espaciales alienígenas, muchas de las cuales veía a través de la lente de sus devotas creencias cristianas.
Betty Andreasson Luca
En 1990, ciertos recuerdos reprimidos de sus propios encuentros con abducciones alienígenas afloraron a la superficie de la mente de Fowler y, cuando se combinaron con otros sucesos recordados conscientemente, los recuerdos le obligaron a concluir que él mismo era el mismo tipo de abducido que había estado investigando durante tantos años. Relata esta historia en su libro “UFO Testament, The Anatomy of an Abductee”. Fue entonces cuando comenzó el diario que nos ocupa.
Las entradas del diario en “Meta Phenomenon” ofrecen una montaña de datos en bruto sobre lo que es vivir en un estado constante de contacto paranormal. Uno de los aspectos más sencillos es algo que Fowler llama “el fenómeno del reloj”, que es un hilo conductor a lo largo de todo el libro.
Se trata de algo que todo el mundo ha experimentado, echar un vistazo a un reloj digital y ver los mismos tres números alineados juntos, como las 4:44 o las 5:55. Que ocurra de forma aleatoria y ocasional es normal, pero a Fowler empezó a sucederle con tanta frecuencia que superaba con creces lo que la ley de los promedios nos haría esperar. Fowler se despertaba constantemente por diversos motivos y, al mirar el reloj de su cabecera, veía que tres números idénticos estaban alineados. Registró el fenómeno en su diario durante varios años, hasta que se convirtió en algo tan habitual que dejó de tener la urgencia de antaño.
Se cree que los números triples pueden expresar mensajes subliminales a nuestro consciente y subconsciente, la mayoría de las veces ocultos a plena vista, pero no a nuestra mente.
Otro fenómeno paranormal que Fowler experimenta con frecuencia se llama “deslizamiento temporal”. Aunque hay numerosos momentos de este tipo en el libro, el siguiente es un excelente ejemplo:
“29 de abril de 2003. Otro incidente en el que pude haber visto el pasado o el futuro en el presente. Llegué para ir a pescar al río Merriland y encontré tres coches aparcados en el río. Esperaba que quien estuviera pescando no estuviera en uno de mis lugares favoritos. Supuse que había al menos tres pescadores, así que decidí contarlos mientras avanzaba por el arroyo. Vi al primero y seguí caminando por el sendero. Entonces me encontré con el segundo. Estaba de pie en el agua, a unos 70 o 100 pies de mí. Me detuve a observarlo y conté hasta dos. Empecé a caminar, pero volví a mirar para ver qué hacía. Allí no había ningún pescador. La zona estaba muy abierta y no había ningún lugar al que pudiera haber ido en varios segundos. Seguí mirando y mirando río arriba y río abajo, pero no había nadie y, sin embargo, ¡varios segundos antes le había visto claramente!”
Los viajes en el tiempo son sucesos paranormales en los que las personas parecen viajar en el tiempo por medios desconocidos y por razones desconocidas.
Es cierto que no se trata de una historia especialmente profunda o significativa, pero si se combina con la frecuencia con la que Fowler vive esos momentos, es innegable que a veces se despega del tiempo y que el pasado y el futuro se inmiscuyen en su momento presente con una especie de “juego” espeluznante. Relata muchos momentos similares ocurridos con su esposa Margaret en la casa familiar, incluido uno en el que ella aparece como una niebla casi transparente mientras está ocupada en el salón. Volvió a aparecer poco después y realizó exactamente los mismos movimientos, esta vez en su forma sólida y corpórea. Fowler había recibido algún tipo de visión precognitiva de Margaret en forma de niebla, a la que poco después siguió un momento repetido de realidad “normal”.
El 1 de mayo de 2003, un par de días después del deslizamiento temporal en el río Merriland, Fowler registró lo que él llama “un sincronismo increíble”.
“Miré por las puertas correderas de cristal que dan a nuestra terraza exterior y vi un zorro grande y hermoso haciendo cabriolas por el patio trasero. Llamé a Margy para que mirara. Mientras mirábamos, se detuvo frente a la terraza y empezó a rascarse. Corrí escaleras arriba y cogí una cámara, pero cuando miré por la ventana de arriba, estaba corriendo por el patio otra vez. Hice algunas fotos a través de la ventana antes de que huyera, pero me decepcionó no fotografiarlo sentado y rascándose.
“Varias horas más tarde miré por casualidad por las puertas correderas de cristal y me sorprendió ver al zorro corriendo por el patio como antes. Cogí la cámara y me quedé de piedra al verle llegar al lugar exacto frente a la terraza, sentarse y volver a rascarse. Ni que decir tiene que hice la foto que antes se me había pasado”.
Una vez más, hay que admitir que la historia del zorro no tiene implicaciones filosóficas trascendentales, pero ayuda a ver que la realidad y nuestros propios deseos a veces pueden estar en deliciosa comunión con una fuerza benévola que nos guía. El zorro regresa al patio de Fowler y posa exactamente para las fotos que Fowler esperaba obtener, lo que hace pensar en un niño al que se le concede un pequeño capricho de forma totalmente inesperada. Fowler consiguió lo que quería, no porque lo exigiera, sino porque el poder se “dignó” a dárselo de una forma que seguía patrones sincronísticos ya establecidos en el pensamiento de Fowler.
El hecho de que el deslizamiento temporal y el sincronismo del zorro se produjeran con dos días de diferencia ilustra una verdad fundamental del “Meta Phenomenon”, ya que demuestra la rutina diaria de Fowler, una experiencia paranormal tras otra con una regularidad y una uniformidad que asombran.
Sueños precognitivos, un poltergeist que mueve objetos de un lugar a otro, contactos después de la muerte del difunto padre de Fowler, y la lista continúa. Todas las casillas están marcadas por las fuerzas que guían la existencia cotidiana de Fowler, aunque es difícil extraer un nombre apropiado para esas fuerzas dentro de los confines del lenguaje humano. ¿Extraterrestres? ¿Ángeles? ¿Entidades sobrenaturales innombrables?
El Dios bíblico respondió una vez a una pregunta sobre su identidad diciendo: “Soy el que soy”. Esa puede ser, por el momento, la respuesta más directa que obtendremos.
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