Pajarovni sobre San Sosti
A finales del año pasado nos encontramos una nueva fotografía de pajarovni. Como es costumbre, en época de vacaciones suele haber acumulación de noticias para-anormales. Decidimos desaguar toda esa información para luego ocuparnos de esta nueva foto.
Ahora que regresamos al nivel normal de información (que «extrañamente» coincide con el regreso al trabajo de los periodistas y el resto de los mortales), volvimos para ocuparnos de esta foto. Lo primero que llamó nuestra atención es que la fuente es un ufólogo ya conocido en estas páginas de Marcianitos verdes: Angelo Carannante. Se dice que este señor, director del Centro Ufologico Mediterraneo (C.UFO.M), es doctor. Desconocemos en qué sea su doctorado pero eso tampoco lo hace inmune a la estupidez.
Don Carannante presenta esta fotografía de pajarovni como la de un auténtico UFO. Pero no es de extrañar, como vimos anteriormente en Marcianitos Verdes, había hecho lo mismo con otra foto sacada en Benevento.
Al indagar más nos encontramos que Carannante y su C.UFO.M tienen una página de Youtube, CUFOMCHANNEL, llena de videos de pajarovnis, lucecitas, y todo tipo de basura ufológica. En menos de dos años ya cuenta con 67 videos de ovnis. El caso que nos ocupa se puede ver en el video al final de esta entrada.
Carannante nos dice lo siguiente respecto a esta fotografía:
«Un hombre fue en peregrinación a un santuario en San Sosti (Cosenza). La belleza del lugar le hizo tomar fotografías. Como suele suceder, al bajar las fotos a su computadora observó un objeto volador no identificado. Análisis de Carmine Silvestri y Biagio Fusco. Musica de Paola Tascione. Video de Angelo Carannante. Investigacion de C.UFO.M. acrónimo de UFO Center Mediterráneo».
Bueno, aquí no hay mucha tela de donde cortar. El testigo permanece anónimo (misteriosamente). No hay datos de la fecha en que fue tomada la fotografía (se darán más adelante), ni se indica el tipo de cámara utilizado. Obviamente, al ser un video, no se cuentan con los datos Exif de la foto.
También vemos que en Italia hacen las mismas tonterías de aplicar filtros (el pretenciosamente llamado «análisis» de Silvestri y Fusco), como la maestra Ana Cid de México. Eso es como lo que hace el «Tío Lolo» pues dichos filtros no dan ninguna información sobre las fotografías.
Más adelante nos encontramos con el testimonio del fotógrafo:
«Fui a visitar el Santuario de Pettoruto con toda la familia, y con mi cámara tomé varias fotos: del paisaje, a varios miembros de mi familia, la fachada del santuario, etc. Al regresar a casa, el día después, descargué las fotos en la computadora, y en una de las realizadas a la fachada de la iglesia, vi en el cielo, un objeto volador extraño. Al ampliarlo (por desgracia, la calidad de imagen no es óptima) tuve la percepción de que era algo extraño, especialmente porque en la siguiente foto, tomada después de 30 segundos (el tiempo de carga de la cámara), no hay tal objeto, a pesar de que el tema de la foto (la Iglesia) es siempre el mismo. En la mañana del día de la visita al santuario en que tomé las fotos no noté nada; sólo enfoqué la iglesia, nada más. Sólo al día siguiente, al ver las fotos en la computadora y al ampliarlas, me di cuenta de que fotografié «˜algo»™ que no puedo entender lo que es».
Como muchas otras fotografías de los llamados «ovnis fortuitos» (no confundir con los boobnis fortuitos, que aunque están relacionados sólo son una chacota del tal Noguez), el fotógrafo no se da cuenta de la presencia del objeto hasta que baja sus fotografías a la computadora. Y no se da cuenta porque se trata de objetos comunes y corrientes como pájaros y/o insectos, que pasan inadvertidos ante el fotógrafo y los paseantes. Es claro que no se trata de una nave de otro planeta, de un plato volador, pues ninguno de los paseantes, como digo, notó su presencia. No se puede decir que el ovni (pajarovni, para ser más precisos) volaba a una velocidad increíble, pues el hecho de que aparezca en la foto lo define la velocidad del obturador de la cámara fotográfica. Con esa velocidad, con ese tamaño aparente y en esa plaza en la que se encontraba una buena cantidad de personas, alguien debió haberlo visto. Y quizá sí lo hicieron, pero lo tomaron como lo que era, un pájaro, y rápidamente lo borraron de su mente.