QUE NO LE DIGAN, QUE NO LE CUENTEN
Fraude médico a través del DIF[1]
Juan José Morales
Por medio de la excelente página web Papá Escéptico «”que mucho recomiendo a los lectores que quieran mantenerse en guardia contra charlatanes y productos milagro»” me he enterado que los sistemas de desarrollo integral de la familia, o DIF, como se les conoce en forma abreviada, están siendo usados en varios lugares de la República para un fraude que puede juzgarse más que escandaloso, criminal, porque pone en riesgo la salud de la gente.
El engaño en cuestión consiste en una supuesta resonancia magnética que un grupo de vivales ofrece a un costo increíblemente bajo, como si se tratara de un servicio social. Supuestamente, se realiza con un aparato portátil, el cual consiste en una banda que se ciñe a la cabeza del paciente o un tubo sostenido con la mano, que se conectan a una computadora en la cual aparecen las respuestas. Se introducen datos como edad de la persona, estatura, peso, sexo, edad, y después de que se encienden unas lucecitas, aparece el supuesto diagnóstico.
Este es un «analizador cuántico biomagnético» que se vende por Internet junto con estatuillas de ángeles guardianes, pulseras «protectoras» y otros artículos semejantes. Es del tipo que usan los timadores que en varios lugares, al amparo del DIF, engañan a la gente vendiéndoles falsos diagnósticos de resonancia magnética
De esta manera, se dice, es posible detectar problemas en 38 órganos y obtener 41 resultados. Pero no hay tal. Se trata «”repetimos»” de un timo. En realidad el aparato «”que puede comprarse por Internet a precios que van de unos cientos a dos o tres mil dólares»” está programado para dar aleatoriamente respuestas preestablecidas según los datos que se le introduzcan. La banda o la empuñadura, que supuestamente sirven para registrar y transmitir señales del organismo, son sólo un adorno para hacer más efectivo el truco. Si una misma persona modifica sus datos personales «”como edad, peso o estatura»” obtendrá diferente diagnóstico. Es como esos aparatos de feria que elaboran horóscopos «personalizados» introduciendo en ellos la fecha de nacimiento y el signo zodiacal.
Por otro lado, al indagar un poco más sobre los diagnósticos de este tipo que ofrecían el DIF de Puerto Peñasco en Sonora y de Pánuco en Veracruz, nuestro colega supo que no los realizaban médicos calificados, con título y cédula profesional, sino iridólogos y reflexólogos. Los iridólogos, como se sabe, son charlatanes que aseguran poder diagnosticar enfermedades con sólo observar el iris del ojo. Los reflexólogos, por su parte, dicen poder curar o aliviar cualquier mal simplemente sobando la planta de los pies.
No se puede «”hay que subrayarlo»” realizar estudios de resonancia magnética con un aparatito instalado sobre un escritorio. Un auténtico equipo de resonancia magnética cuesta entre uno y tres millones de dólares y debe instalarse en una sala especial cuya construcción demanda otro medio millón de dólares. Consiste en una especie de gran cámara en la cual se introduce al paciente tendido sobre una camilla por un estrecho túnel. Con ayuda de ondas de radio y potentes campos magnéticos se obtienen imágenes a manera de cortes transversales del cuerpo, que se almacenan en una computadora o se imprimen en placas fotográficas.
Un equipo móvil, si lo hubiera, necesitaría para su transporte un camión de gran tonelaje. La interpretación de los resultados, por lo demás, deben hacerla médicos altamente calificados.
No es necesario añadir más. Se trata de un fraude cobijado consciente o inconscientemente por los DIF de algunos lugares. Un fraude criminal puesto que puede hacer que los incautos que crean en el diagnóstico se sometan a tratamientos inútiles, equivocados y hasta peligrosos, o no se enteren de que realmente tienen algún serio problema de salud.
Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx
[1] Publicado en los diarios Por Esto! de Yucatán y Quintana Roo. Jueves 11 de agosto de 2016