LA CIA CANALIZA A UN EXTRATERRESTRE
Por Grant Cameron
“Estoy ocupado salvando tu planeta ¿qué más quieres como amistad?”
– un extraterrestre llamado AFFA respondiendo a las preguntas de la Inteligencia Naval de EE.UU. en 1954.
“Entró en contacto con los malos (grises). Le dije que se mantuviera alejado de ellos, pero él creía que lo sabía todo. No sabía callarse. Al menos pedía ayuda, así que le dije cómo, pero creo que ya era demasiado tarde”.
– Francis Swan confirma que el oficial de la Inteligencia Naval Julius Larsen acudió a ella en los años ochenta en busca de ayuda por los fantasmas que acechaban su mundo.
Este es uno de los relatos más largos de mis archivos sobre contactos extraterrestres. Es así porque la historia tiene muchos componentes clave que no podían faltar.
Es una de las piedras más salvajes y bien apoyadas de la ufología. Ha sido contada en parte por tres fuentes diferentes: 1) el gobierno canadiense; 2) el comandante Robert Friend, que dirigió la investigación del Proyecto Libro Azul de la USAF sobre ovnis; 3) Arthur Lundahl, que fue director del Laboratorio Nacional de Interpretación Fotográfica (NPIC) de la CIA en Washington, y también se rumorea que fue el experto en ovnis dentro de la CIA durante cuatro administraciones.
Esta historia involucra la canalización de un extraterrestre que tuvo lugar el 6 de julio de 1959 en el Centro Nacional de Interpretación Fotográfica (NPIC) en los barrios bajos de Washington D.C. La razón por la que el edificio estaba en los barrios bajos es que era donde se procesaba toda la película del avión espía U-2. Era uno de los lugares más altamente secretos del país. Estaba en los barrios bajos porque se pensó que era el último lugar donde lo buscarían los espías soviéticos. Los que vivían alrededor del edificio sabían que algo estaba pasando debido a la seguridad, pero pensaban que alguien podría estar imprimiendo dinero en el edificio.
La parte de la canalización de la historia se remonta al otoño de 1953 en la ciudad de Elliot, Maine. Allí una mujer llamada Francis Swan, mientras ponía las decoraciones para un baile de Halloween en el Grange Hall tuvo un encuentro con un extraterrestre llamado AFFA. En ese momento ella no sabía que era un extraterrestre, solo sabía que había algo inusual en este hombre que no era de la ciudad.
A ella le pareció “una persona muy distinguida y muy inteligente”. Entró en la sala, salió y volvió a entrar. “Yo era la única que hablaba con él”, dijo Swan. “Eso me pareció extraño. Entonces no me dijo nada. Simplemente se fue. Pero desde aquella noche, si miraba en la dirección en que venía casi podía verle”.
Fue seis meses después, en mayo de 1954, cuando Swan empezó a recibir mensajes. La notificación sería un silbido agudo suave o una nota musical plana en su oído izquierdo. El primer mensaje fue “Venimos para ayudar a mantener la paz en EU. No te asustes”. Esto comenzaría una serie 
de mensajes que llegaban a todas horas del día y de la noche. El zumbido agudo en los oídos de Swan era fuerte y le causaba una gran incomodidad. Podían percibir sus sentimientos y leer sus pensamientos. Ella se quejaba y finalmente los mensajes llegaban sin tanta molestia.
Swan siempre había estado interesada en lo paranormal. Fue a sesiones espiritistas, buscó a espiritistas y utilizó una tabla ouija para ayudar a los ganaderos de la zona con problemas como ovejas perdidas. También era muy cristiana. Era miembro de la iglesia de la Congregación, leía la Biblia todos los días e interpretaba todo lo que ocurría a diario con lo que estaba escrito en el buen libro.
Swan fue sólo una de las dos mujeres contactadas por ovnis en la década de 1950. La otra fue Gloria Ley, que en 1953 afirmó haber tenido un contacto con J.W. de Júpiter. Escribió la historia en un libro de 1959 titulado “Why are we Here”. Todos los demás contactados, Adamski, Williamson, Van Tassel y Fry eran hombres.
Días después de que comenzaran los mensajes la entidad se identificó como AFFA, un representante de la Asociación Universal de Planetas, Bell Flight Signal M4, pasando por encima de la Tierra en una nave espacial de 753,454 pies de diámetro. AFFA también se identificó como el hombre que la había conocido en Grange Hall el octubre anterior.
El 18 de mayo AFFA dijo a Swan que escribiera una carta a la Marina. AFFA dijo que tenían la radio de onda corta para sintonizar sus mensajes. AFFA quería que el mundo supiera que los extraterrestres son amigables. Así es como la Marina y la CIA se involucraron en el caso. Los documentos del FBI sobre el caso Swan indicaban que la Marina tenía una ficha sobre Swan, pero los FOIAs nunca pudieron encontrarla. La parte de la CIA de la historia se hizo pública, y sorprendentemente fue la CA quién filtró la historia al público.
Como ocurre en un mundo sincronizado, el vecino de Swan era el almirante Herbert Knowles, que acababa de retirarse de la Marina de los EE.UU., se había interesado por los ovnis y había sido reclutado por el mayor Donald Keyhoe para formar parte de la junta directiva del mayor grupo de ovnis del país: el Comité Nacional de Investigación de Fenómenos Aéreos (NICAP).
Swan se puso en contacto con él el 26 de mayo y ese mismo día Knowles fue a casa de Swan para organizar una sesión de preguntas y respuestas con AFFA. La Sra. Swan produjo las respuestas a través de escritura automática.
AFFA, y un segundo comandante llamado Ponnar, declararon que estaban en dos naves enormes que daban vueltas alrededor de la Tierra (una historia sobre dos misteriosos satélites aparecería ese mismo año en el New York Times, Aviation week y otras destacadas publicaciones americanas). Durante la comunicación inicial, AFFA pidió que se abriera una base para poder contactar con los líderes políticos. (Este fue el mismo año en que Eisenhower supuestamente se reunió con extraterrestres en Muroc, y el mismo año en que los canadienses abrieron la Base Suffield en Alberta Canadá para que aterrizara un ovni).
Comenzó una larga serie de sesiones con Knowles y Swan en las que tuvieron lugar largas sesiones de preguntas y respuestas. Mientras tanto, Knowles enviaba sus descubrimientos tanto a la Casa Blanca como a la Inteligencia de la Marina.
Fue el material enviado a la Inteligencia Naval lo que les impulsó a actuar. El Director de Inteligencia Naval Almirante Espy envió al Capitán John R. Bromley y al Capitán Harry W. Baltazzi a Maine para investigar Swan y ver las conversaciones con AFFA. En su sesión pidieron que AFFA se mostrara y la respuesta fue “Esto no sería posible en este momento”. Los dos investigadores regresaron a Washington.
Más investigadores de Inteligencia Naval vinieron a ver a la Sra. Swan en 1954. Una de las visitas fue la de John Hutson, de la Oficina de Aeronáutica, que estaba “extraoficialmente implicado” en el caso. Él, Knowles, y Wilbert Smith del gobierno canadiense tuvieron una reunión con Swan el 24 de julio de 1954 Hutson estuvo allí tres días investigando y haciendo preguntas a AFFA. También querían recibir mensajes pero no podían, aunque oían el zumbido que Swan tenía en el oído.
Aunque Hutson declaró al FBI que estaba en Maine hablando con Swan “extraoficialmente”, la Sra. Swan informaría de que seguía en contacto con ella 25 años después. Randall Fitzgerald se enfrentó a Hutson, quien admitió el contacto pero se negó a hablar de él alegando razones de seguridad nacional.
Prefiero no hablar de mi implicación. Ella (Swan) aún siente una connotación religiosa sobre su experiencia. Me honraría decir que nunca he dicho nada a nadie de relaciones públicas sobre mi propia experiencia con ella, en parte porque formaba parte de la seguridad nacional. Pero, simplemente no quiero entrar en eso.
Lo extraño de algunas de las visitas posteriores, según Swan, es que los agentes de inteligencia no le hacían preguntas sobre cuestiones técnicas, sino religiosas. Esto no gustó ni a Swan ni a AFFA. “AFFA se negó a contestar más preguntas”, dijo Swan al periodista Randall Fitzgerald. “Se había hartado”.
En 1959, la Inteligencia Naval volvió a llamar a la puerta de Swan. Esta vez fueron Julius Larsen, enlace naval con la CIA, y un compañero piloto. Volaron a Maine para hablar con Swan. Fue en este momento cuando las cosas empezaron a suceder de verdad.
Los dos hombres plantearon una serie de preguntas técnico-científicas a AFFA y Swan volvió a proporcionar las respuestas mediante escritura automática. Durante la sesión, Larsen pidió que le enseñaran cómo hacerlo. Según Swan,
“Decidió que quería aprender escritura automática y que me enseñara cómo hacerlo. Le dije que sí. Le puse la mano en el hombro y pudo escribir. Pero eso no eran platillos volantes, porque sabes lo que van a decir antes de que lo digan. Con un solo intento empezó a escribir y enseguida alguien llamado AFFA empezó a escribir”.
Swam insistió en que no era AFFA, ya que la escritura era diferente y AFFA siempre firmaba “Dios te bendiga”. Swan intentó decírselo, pero no le hizo caso. El otro agente salió enfadado de la habitación. Para respaldar su historia, Swan declaró que Larsen se había metido en problemas y acudió a ella 20 años después en busca de ayuda.
“Me escribió una larga carta rogándome que se los quitara de encima. No podía pensar. No podía hacer nada… Era un desastre total. Así que le dije: ‘Tienes que rezar y ser tan malo con cualquiera que intente controlarte. Tienes que ser malo y negativo y echarlos’”.
Seis días después, Larsen se dirigió a Arthur Lundahl y a su adjunto en el NPIC Robert Neasham para hablarles de la sesión de canalización. De hecho, Lundahl había estado a cargo del análisis fotográfico del famoso Panel Robertson de 1953, patrocinado por la CIA, que investigó los ovnis. Se interesaron y organizaron una sesión de canalización el 6 de julio de 1959.
La historia de la canalización de 1959 fue entregada a Robert Emenegger y Allan Sandler para su inclusión en el documental de televisión de 1974 “UFOs, Past, Present, and Future”. Los dos oficiales gubernamentales clave implicados eran el mayor Robert Friend, de la USAF, y Arthur Lundahl, de la CIA.
Para apoyar la historia que les estaban contando, recibieron un documento que cuenta toda la historia. Se le ha llamado “memorándum de la CIA” o “memorándum Friend”. Todavía existe alguna confusión sobre su origen real.
Una versión de la historia afirma que J. Allen Hynek, entonces consultor del Proyecto ovni del Libro Azul de la USAF, declaró que había obtenido una copia del documento durante una visita a la base aérea de Wright Patterson en mayo de 1959, pocos días después de que se escribiera el documento. Hynek vio el documento mecanografiado en el escritorio de Friend e hizo una copia manuscrita de 11 páginas del documento que en ese momento estaba en posesión del jefe en funciones del Libro Azul, el mayor Robert Fnend.
La otra versión de la historia es que eran recuerdos escritos a mano por Friend de su involucramiento. La información contenida en el memorando era la base de una carta que el comandante Friend enviaba a su jefe, el comandante del Centro Nacional de Inteligencia Aérea, el general de división Charles B. Dougher, en la que le decía que la USAF debía investigar el dramático caso de la Sra. Francis Swan. Dougher notificó que debido a que otra agencia (la CIA) se estaba ocupando del caso, la USAF se mantendría al margen.
Emenegger reprodujo este memorándum, sin los nombres, en su libro de 1974, “UFOs, Past Present, and Future”. Se refirió al memorándum como el memorándum de la CIA. Afirmaba que había analizado y confirmado el memorándum original de la CIA que había sido escrito por el director adjunto del NPIC Arthur Lundahl. Años más tarde, el investigador Jacques Vallee proporcionaría a este autor una copia de los documentos con los nombres de los oficiales de la CIA que habían sido llamados para investigar la canalización extraterrestre.
Tanto el Mayor Friend como el documento escrito a mano revelan la extraña 
historia del esfuerzo de la CIA para hablar con el nuevo amigo extraterrestre de Larsen. Larsen se sentó en una habitación del NPIC y entró en trance. Mediante escritura automática empezó a responder a las preguntas que le hacían Lundahl y Neasham, como “¿Habrá una tercera guerra mundial?” y “¿Prefieres alguna religión?”
En un momento de la entrevista uno de los dos hombres pidió que AFFA presentara algún tipo de prueba a lo que AFFA contestó “¿Qué te gustaría?” Los hombres dijeron que AFFA debía presentarse, momento en el que Larsen pasó de la escritura automática a una orden verbal: “Tú a la ventana”.
Tanto Neasham como Lundahl corrieron hacia la ventana y según el Memo un platillo volador pasó volando a plena luz del día y por encima del Capitolio. Asombrado y en busca de confirmación, Neasham se puso inmediatamente en contacto con el Washington National para pedir confirmación por radio, pero le dijeron que en el momento en cuestión esa sección del radar estaba bloqueada.
Lo siguiente que ocurrió es que Lundahl y Neasham se pusieron en contacto con Friend en Wright Patterson, que dirigía la investigación de platillos volantes de la USAF, y le ordenaron que fuera a Washington inmediatamente.
Friend llegó el 9 de julio, y aunque Lundahl diría más tarde que no fue gran cosa traer a Friend, esta vez había una sala llena de agentes de la CIA mientras se informaba a Friend de lo que había ocurrido un par de días antes. Luego volvieron a sentar a Larsen para hablar con AFFA. La sesión duró entre 15 y 20 minutos. Friend hablaría de este caso muchas veces cuando se le preguntó en los años venideros. Le dijo a Jay Gourley,
Obviamente él estaba en trance. Lo vi. No había duda de eso en mi mente. Podía ver su pulso acelerarse. Podía ver que su manzana de Adán se movía rápidamente hacia arriba y hacia abajo. Los músculos de su torso no parecían estar tensados, pero los de sus brazos sí lo estaban, al igual que los del cuello.
Intenté hacerle preguntas, pero no me respondió. Otros le hicieron preguntas. Sólo respondió a un hombre. Le pedí al hombre al que respondía el oficial de la Marina que preguntara a AFFA si podía organizar un sobrevuelo. El brazo del oficial escribió espasmódicamente: “No es el momento adecuado… Yo estaba convencido de que había algo allí. No importaba mucho si ellos (Larsen y Swan) estaban en contacto con alguna gente en el espacio exterior o en contacto con alguien aquí mismo en la Tierra. Había algo allí y debíamos averiguar más sobre ello.
Cuando Friend preguntó al alto comandante general de Wright Patterson al respecto, le dijeron que otra agencia se estaba ocupando de ello y que la Fuerza Aérea no intervendría.
Las pruebas demuestran que muchos otros en Canadá y Estados Unidos siguieron en contacto y tratando con Swan y AFFA hasta los años ochenta.
Por Grant Cameron
SOBRE EL AUTOR
Grant Cameron se involucró en la ufología al finalizar la guerra de Vietnam en mayo de 1975 con avistamientos personales de un objeto que localmente se conoció como Charlie Red Star. Los avistamientos se produjeron en Carman, Manitoba, a unas 25 millas al norte de la frontera entre Canadá y Estados Unidos. Cientos de otras personas avistaron objetos en la misma época durante una prolongada oleada de avistamientos.
Después de redactar un manuscrito sobre la oleada, pasó a investigar el trabajo del difunto Wilbert B. Smith, quien dirigió la investigación de platillos voladores del gobierno canadiense conocido como Proyecto Magnet entre 1950 y 1954.
En los últimos años, Cameron ha centrado su investigación en la implicación y las acciones del Presidente de los Estados Unidos en el problema de los ovnis, realizando más de 25 viajes a los Archivos Nacionales y a la mayoría de los archivos presidenciales en busca de material presidencial sobre ovnis.
Algunos de los aspectos más destacados de su investigación sobre ovnis presidenciales fueron la oportunidad de interrogar al Vicepresidente Dick Cheney sobre su conocimiento del tema ovni, y una FOIA a la Oficina de Ciencia y Tecnología de la Casa Blanca que le proporcionó 1,000 páginas de documentos ovni de la administración Clinton.
Ha dado numerosas conferencias en Canadá, Europa y Estados Unidos, y en septiembre de 2005 se le denegó el acceso a Estados Unidos para dar una conferencia sobre los ovnis y por qué el gobierno ha decidido ocultar la verdad.
Sitio web: www. presidentialufo.com
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