Detector de platos voladores

En Argentina inventaron un detector de platos voladores

No lo conocí ni mantuve intercambio epistolar con Ariel Ciro Rietti, pero tengo dos o tres de las publicaciones de la CODOVNI (Comisión Observadora de Objetos Voladores No Identificados). Sin embargo en ellas nunca explican quién los comisionó para dedicarse a observar ovnis.

Ariel Ciro y su detector de platos voladores.

Rietti, quien había nacido el 27 de abril de 1923, fundó la CODOVNI en compañía de Cristian Vogt (autor de El misterio de los platos voladores). Era el primer grupo civil argentino que trataba de investigar los platos voladores (5 de julio de 1956).

Estudió aviación, mecánica de aviación e ingeniería mecánica, esto último en la Universidad de Buenos Aires. Fue director de la Escuela de Pilotaje de Helicópteros de la República Argentina y fundó una compañía de helicópteros dedicada a dar servicio a las líneas de alta tensión.

Desde muy chico creó un «circo aéreo» y hacía acrobacias con avionetas. Esa experiencia le sirvió para hacer una compañía dedicada a la publicidad aérea: escribía anuncios con el humo del avión.

El chiste es fácil, pero podríamos decir que Ciro Rietti era como el «Ciro Peraloca» de las caricaturas. Inventó el Auto Eléctrico Solar Argentino: el Ariel Ra, que utilizaba paneles solares. En 1975 terminó la construcción (en el techo de su casa) del Golondrina V, una avioneta monoplaza que fue bajada con grúa a las calles de Buenos Aires.

Ariel Ciro murió el 22 de junio del 2001. La Fundación Universal Solar Rietti continúa la labor de este inventor.

No hay duda que su invento más excéntrico fue un detector de ovnis. Rietti estaba convencido que los platos voladores utilizaban la energía electromagnética. Su detector era capaz de registrar las variaciones en el campo geomagnético, que según Rietti serían producidas por los platos voladores.

Christy Dennis. Una lección sobre las abducciones

Christy Dennis. Una lección sobre las abducciones

Una ama de casa de 39 años de edad dijo que mientras se encontraba en su hogar fue prácticamente arrebatada al cielo por los extraterrestres de un lejano planea llamado «Colonia Cinco». Se trataba de Christy Dennis, de Phoenix, Arizona.

Christy dijo que unos enormes seres extraterrestres, de 2.5 metros de altura, de pelo de oro, piel aceitunada o del color del bronce y de «características perfectas», la habían raptado para llevarla a su planeta.

La señora Dennis entró en contacto con el doctor Leo Sprinkle, un psicólogo de la Universidad de Wyoming especializado en abducciones, en la conferencia sobre abducciones de Laramie, Wyoming, el 23 de mayo de 1981. Sprinkle comenzó a realizar una serie de sesiones de hipnosis con Christy y declaró que el caso era auténtico.

Pronto la noticia llegó al semanario National Enquirer que en su edición del 15 de diciembre de 1981 publicó los siguientes titulares:

Christy Dennis fue abducida de su hogar.

A través de evocaciones y finalmente hipnosis, ella recordó una reunión con los extraterrestres.

Sprinkle declaró al periódico que: «Éste es uno de los casos más notables de abducción con los que me he cruzado».

Con eso Christy se ganó la aceptación en los círculos ufológicos. Pronto se acercaron a ella varios ufólogos. Todo mundo la animaba a que escribiera su experiencia en un libro. Pronto estableció contacto con un agente literario de New York para publicar su libro. El agente le dijo que había la posibilidad de que la historia se convirtiera en película.

En noviembre de 1982, Dennis visitó el «centro de terapia» para víctimas de abducción que había sido establecido en Laramie por Dan Edwards y su esposa Aileen Garoutte, el UFO Contact Center International. Edwards era un inspector de calidad de cierta compañía, pero no tenía ningún entrenamiento en psicoterapia.

Al relacionarse con el Centro Internacional de Contactos con ovnis, se dio cuenta que ella no quería ser como estas personas, «que realmente creían que estaban en contacto con seres extraterrestres».

Finalmente se decidió a contar la verdad. A principios de 1983, Dennis admitió que su historia era un fraude en una carta dirigida a Sprinkle, al UFOCCI y a otras organizaciones ovni. Con ello perdió la oportunidad de escribir su libro y de obtener ingresos por la película. Dennis dijo que adicionalmente consiguió que sus nuevos amigos en el mundo de los ovnis la trataran «como si tuviera lepra».

Philip Klass escribió que en varias cartas y llamadas telefónicas Dennis expresó que «ella estaba muy preocupada por la carrera armamentista nuclear y por la posible destrucción de la raza humana en una guerra termonuclear. Pero cuando ella expresó tales preocupaciones a sus amigos y vecinos, su respuesta típica era: «Qué hace que pienses que eres más inteligente que nuestros líderes del gobierno en Washington»».

Así, que ella construyó un cuento de abducciones y extraterrestres. Se trataba de seres de una enorme sabiduría y de una civilización avanzada, cuyos líderes estaban preocupados por el futuro de la humanidad. Ella esperaba que la gente le hiciera más caso a estos extraterrestres que a un ama de casa. Pero se equivocó.

Lo que sus amigos y vecinos comenzaron a preguntar no era la forma de poder salvar al planeta de la guerra atómica sino el cómo vivían estos extraterrestres en su planeta y cuál era su mensaje a la humanidad. Esto hizo que Dennis se diera cuenta de su error y la inclinó a decir la verdad.

¿Cuál fue la reacción de Leo Sprinkle al conocer del fraude? Dijo que no estaba preocupado por los debunkers.

«Mi alegría es que cierto día, tendrán también estas experiencias».

Al paso de los años Sprinkle todavía cree que ella es una «abductee» a pesar de sus negaciones. De hecho, Sprinkle ahora cree que él mismo es un abducido.

Kudulla la serpiente del lago Snaasa

Serpiente de mar en el lago Snaasa

¿Es ésta una serpiente de mar?

Einar Johannes Sandnes se pregunta si realmente era una serpiente de mar lo que él vio sacando su cabeza fuera del lago. ¿Qué piensas?

Por David Brændeland

¿Podría esto ser una serpiente de mar? La criatura que sacó su cabeza fuera del lago Snaasa confundió a Einar Johannes Sandnes.

Todo comenzó como un viaje de pesca completamente ordinario en una agradable tarde de verano.

«Habíamos estado pescando toda la tarde. Cuando el sol se ocultaba en la tarde nosotros fuimos a tierra por una taza de café. Repentinamente giré y miré hacia el lago, y allí estaba. Pude tomar una foto con mi celular antes de que desapareciera», dijo a Nettavisen.

Él vive cerca de Sandnes, en una granja casi a la orilla de la playa del lago, recuerda bien el episodio de junio del 2005.

– «Realmente estábamos excitados y nos preguntábamos qué era la criatura», recuerda.

Se supone que la criatura apareció bastante cerca de los hombres.

«La distancia pudo haber sido de 20 a 50 metros, cerca de la tierra. Era verano y aún había luz, así que era claramente visible», agregó.

250 metros de profundidad

Sandnes es bien conocido en el área de los 48 kilómetros de longitud del lago que está situado justo al norte de Steinkjer en el Norte de Troenderlag. Él dice que conoce varias historias sobre serpientes de mar en el lago Snaasa.

«Hay rumores de vez en cuando. La serpiente de mar también se ha apodado Kudulla«. Él cree que ese nombre es el nombre original del lago.

Se registra una profundidad de 121 metros. Sandnes dice que se encontró una profundidad de 250 metros cuando la firma NTE puso un cable de comunicación a través del fondo del lago.

«Ninguna maravilla si el lago abriga serpientes de mar», asegura.

Teme no ser creído

Einar Johannes Sandnes ha guardado la foto de la posible serpiente de mar en su celular durante un año y medio. Ahora deja que Nettavisen la publique.

«Mucho tiempo fui escéptico de dejar que alguien la viera, yo temía que nadie me creería», dijo Sandnes.

http://www.nettavisen.no/innenriks/article876447.ece

Phoenix, Longbeach y las bengalas (actualización)

Aviadores de Barksdale son fuente de la historia de ovnis

Las bengalas de los A-10s engañaron a la gente en la tierra

Por John Andrew Prime

No fueron los marcianitos verdes, sino aviadores vestidos en trajes verdes de la Barksdale Air Force Base que encendieron los cielos sobre Arkansas el 9 de enero.

La publicación electrónica WorldNet Daily inicialmente reportó la aparición de luces misteriosas sobre el Noreste de Arkansas, atrajo la atención de un piloto de F-16 jubilado de la Fuerza Aérea que vive cerca de Van Buren, Ark., y quedó perplejo por la visión.

«Tan pronto como vimos la historia, supimos que éramos nosotros», dijo el teniente coronel Jim Macaulay, comandante del escuadrón de caza de reserva 47 de la Fuerza Aérea, que vuela los aviones A-10 aquí.

La historia fue tomada del Drudge Report, y el miércoles, WorldNet informó que había descubierto la fuente: pilotos de A-10 entrenando cerca de Fort Chaffee.

Pero los pilotos que entrenaban esa noche eran estudiantes del escuadrón de caza 47, que ofrece el entrenamiento para pilotos más avanzado de la nación.

«Teníamos varios pilotos allá afuera esa noche, trabajando en Razorback Range justo al Sureste de Fort Smith», dijo Macaulay, riéndose entre dientes del incidente. «Había tres vuelos de dos aviones cada uno, y cada uno pasó probablemente 30 a 45 minutos sobre la línea.

«Tenemos varios pilotos de Fort Smith en entrenamiento ahora, y cuando vieron la historia, estaban intrigados, y luego se rieron porque por lo menos tres de ellos estaban en el vuelo de esa noche».

Lo que llamó la atención del piloto de F-16 jubilado fueron las bengalas que los A-10 dejan caer sobre los blancos, dijo Macaulay.

«Están en alguna parte en el orden de 5 millones de candelas», dijo Macaulay, piloto veterano con más de 4,300 horas en twin-jet A-10. «Las utilizamos para iluminar un área de blanco y así poder discernir vehículos o blancos potenciales en la tierra. Caen por cerca de 3.5 minutos debajo de paracaídas después de que se encienden».

Las bengalas crean un cono de luz y se queman hasta 1,000 pies sobre la tierra, dijo.

La bengala, llamada técnicamente LUU-2, está en uso en cerca de 30 naciones alrededor del mundo.

La escuadrilla local, que remonta su historia a diciembre de 1940, no hace noticias a menudo en estos días, pero una vez estuvo en toda la prensa.

Fue cuando estaba en Hawai el 7 de diciembre de 1941, cuando los japoneses atacaron Pearl Harbor. Varios de sus pilotos estaban entre los que trataban de elevarse aquel día para responder a los atacantes, y sufrieron una de las primeras pérdidas en la guerra cuando uno de sus pilotos, el teniente segundo John Dains, fue derrumbado. Entonces el escuadrón de Búsqueda 47, voló los cazas Curtiss P-40.

Macaulay dijo que había habido informes anteriores de identificación errónea de las bengalas.

«No debe ser sorprendente», dijo. «No es que los A-10 hayan sido confundidos con algo fuera de este mundo, son las armas que utilizamos, las bengalas específicamente. La bengala en sí misma es benigna -es una herramienta».

Jessica D’Aurizio, portavoz para la unidad de padres de la escuadrilla bajo el ala 917, dijo que ella no puede recordar algo similar haya sucedido desde 1991, cuando ella llegó.

«Pero no quiere decir que no ha sucedido», dijo. «Me dicen que en los años 90 en alguna parte alrededor de Phoenix, alguien vio las bengalas de los A-10 y pensaron la misma cosa».

Arizona es hogar de su propio grupo de pilotos de A-10, basados fuera de Davis-Monthan Air Force Base cerca de Tucson.

«Dudo que fuéramos nosotros», dijo.

http://www.shreveporttimes.com/apps/pbcs.dll/article?AID=/20070126/NEWS01/701260344

 

Ver la historia original en marcianitos verdes:

https://marcianitosverdes.haaan.com/2007/01/phoenix-long-beach-y-las-bengalas/

El viaje molecular de Pancho Siete Rayos

EL VIAJE MOLECULAR DE PANCHO SIETE RAYOS

Ahora que hablé del príncipe (rey o san) Mongo de Zambodia me acordé de otro personaje excéntrico. En efecto, Mongo no es el único contactado (ufólogo o extraterrestre) estrafalario. Hace algunos años, allá por 1978, conocimos a un brujo vudú y contactado mexicano llamado Luis A. Espinoza Morales. Si, ya sé que de por sí resulta extraño encontrar a un contactado (abducido, ufólogo o brujo), resulta más extraordinario poder hablar con un brujo que además es contactado y practica los rituales vudú. Pero estamos en México, el país que maravilló al padre del surrealismo André Bretón.

Luis Espinoza, o «Güicho Espinoza» para los cuates, era el principal discípulo del gran Francisco Siete Rayos, o «Pancho 7 Rayos» para los carnales.

¿Pero cómo? ¿Qué no sabe usted quien es el gran Panchito 7 Rayos? Bueno. Por ahí deberíamos comenzar.

Resulta que Panchito es el «Zambia Palo Monte», o «Ser Todopoderoso Sobrenatural», el máximo grado del sacerdocio de los seguidores de «La Religión Pura del Vudú», como nos explicó Güicho. Paco Siete Rayos, dicho de otra forma, es el Dios extraterrestre que enseñó la religión vudú a los africanos.

El Siete Rayos, haciendo honor a su nombre, viajaba «como de rayo» desde su planeta de origen hasta la Tierra. Güicho decía que todos los días llegaba a su consulta a visitarlo desde lejanas galaxias. Pero no venía solo. Otros extraterrestres le acompañaban.

«Viajan desintegrados en sus moléculas» explicaba Espinoza.

Pero Luis Espinoza no era el único contacto de Frank Seven Rays. En México había otros dos «colegas» y en América Latina un número no determinado inferior a 20. Desafortunadamente los demás continentes no tenían la suerte de tener contacto con Frank. Ni siquiera África que fue el primer lugar que visitó en este planeta.

El Zambia Palo Monte le explicó al Güicho que en todo el universo sólo había 20 planetas con vida: «Solamente existen 20 puntos en donde hay conciencia de ser», le dictó el gran Zambia.

Si usted piensa que entre esos 20, además de la Tierra, esta Zambodia, el planeta de Mongo, se equivoca. Paco Siete Rayos le explicó a Güicho que los «nombres de los planetas o sistemas solares donde existe vida en estas dimensiones son»:

(Aclaremos, antes de pasar a la lista, que eso de los «nombres de los planetas o sistemas solares» fue error de «dedo» o confusión atribuible a Panchito, pues ni Güicho ni el que esto escribe somos capaces de confundir planetas con sistemas solares. Además, Panchito es el único que no está presente y fácilmente le podemos echar la culpa).

Ahora sí, la lista, «en orden de inteligencia», como dijo Paco:

Alepeh

Venceno

Saldadion

Crepto

Mensa

Irisp

Coat o Arriet

Gino

Saraz

Delton

Ñaoa

Flagelos

Tierra

Gectus

Zoniero

Phila

P

Hazán

Weellincnnz

Arc C

Que algunos nombres nos parezcan con alguna reminiscencia matemática o química (como Arc Cos, Aleph, o Benceno), es pura coincidencia, pues Güicho se encargó de decirme que era Venceno «con V chiquita». Tampoco tiene nada que ver que Arriet sea Tierra escrito al revés. Ni hay relación entre Ñaoa con alguna canción de Juan Gabriel.

Claro, Pancho Siete Rayos vive en el sistema solar, perdón, en el planeta de mayor orden de inteligencia: Alepeh. Precisamente de este planeta proceden los platos voladores, pero Güicho no me supo explicar para qué necesitaban de platos si podían viajar mediante «desintegración molecular».

Güicho dice que él y los seguidores de Pancho son los únicos y auténticos brujos vudú. Todos los demás: «los que hacen limpias con huevos de guajolote; los que preparan amuletos y brebajes para atrapar al ser amado; y sobre todo, aquellos que hacen negocio con los poderes que les dio Dios, no son mas que falsarios que deberían estar en la cárcel».

Todo iba bien y hasta creo que pude llegar a conocer los más oscuros secretos de la religión vudú, pero metí la pata cuando le pregunté sobre el letrero que tenía detrás del escritorio en el que se leía: «Toda consulta causa honorarios». A pesar de ser tocayos me sacó a empujones. Tuve que salir casi «desintegrándome molecularmente».