Los niños salvajes (7)

WILD PETER

El «Salvaje Peter», también es conocido como Pedro de Hamelin (Hannover). Fue descubierto el 27 de julio de 1724 por un campesino llamado Jürgen Meyer, cuando corría por los campos completamente desnudo y sólo cubierto por una larga melena negra y restos de lo que había sido una camisa, enredados en su cuello. Lo describió como «una criatura desnuda, pardusca, de cabello negro».

Parecía tener unos 12 o 13 años de edad. No hablaba. La piel la tenía bronceada a excepción de la parte que iba de la cintura a los muslos. Se pensó que había utilizado alguna especie de calzones. Trepaba los árboles con facilidad, vivía de las plantas y parecía incapaz de hablar. Aparentemente fue abandonado por su padre por esa discapacidad.

Jürgen lo pudo llevar hasta el pueblo mostrándole un par de manzanas. Al llegar al pueblo un grupo de chiquillos fue atraído por el extraño espectáculo. Rápidamente comenzaron a rodearlo, a tirarle de piedras y a burlarse de él. Hubo que meterlo en la cárcel. Finalmente se decidió enviarlo al asilo del Espíritu Santo.

Los sacerdotes le ofrecieron de comer pan, pero él sólo aceptó yerbas. Pelaba la corteza de las ramitas verdes y aspiraba la savia. También comía verduras, frutas y carne cruda. Todo lo devoró sentado en cuclillas. Al terminar intentó escapar. Fue sometido y encerrado en un cuarto. Trató de escabullirse por las ventanas, pero uno de los sacerdotes le dio dos palos. A partir de ahí, se tranquilizaba con sólo mostrarle la vara.

Un sastre ofreció hacerse cargo de él. Trató de vestirlo y de ponerle zapatos, pero Pedro se los quitaba. Lo que sí aceptó fue un sombrero, pero luego se puso a jugar con él en un estanque, como si fuera un barco.

Fue traído un médico para examinarlo. Declaró que el muchacho tenía alguna deformación en la lengua que le impedía hablar: era anormalmente gruesa y estaba pegada a ambos lados de la boca. Sin embargo tarareaba la música que escuchaba. Por el contrario, su oído y olfato estaban muy desarrollados. Era bastante peludo.

Menos de un año después de su captura fue enviado a Hamelín o Hannover (octubre de 1725) para que lo pudiera ver la familia real. En febrero del siguiente año fue enviado a Londres por Jorge I de Inglaterra, duque de Hannover, que acababa de acceder a la corona inglesa. Éste lo regaló a la princesa Carolina de Gales, que a su vez lo pasó a un tal doctor Arbuthnot.

En Inglaterra fue estudiado por Alexander Pope y Jonathan Swift, quien dijo que se trataba de un «descubrimiento más notable que Urano».

«Esta noche vi al muchacho que desde que llegó aquí ha sido el tema de mitad de nuestras charlas durante toda esta quincena»¦ (pero) difícilmente puedo pensar en él como el salvaje del que hablan».

No era sordo. Muchos doctores intentaron enseñarle a hablar, pero nunca logró articular ninguna palabra. Aunque aprendió a vestirse y a dormir en una cama, no era más inteligente que los animales. Sus guardias le enseñaron a traspalar estiércol en un carro, pero tan pronto como llenaba el carro comenzaba a traspalar el estiércol hacia fuera a menos que lo pararan.

Fue enviado a Hertfordshire. Pasó los días ayudando en pequeñas labores del campo y la cocina. Comenzó a aficionarse por el licor, pero nunca se le vio ningún interés por las mujeres.

En 1746 se escapó y logró llegar a Norfolk. Fue atrapado y enviado de nueva cuenta a Hertfordshire, en donde murió en febrero de 1785.

Pasó 61 años en la sociedad, pero nunca aprendió decir nada excepto «Peter» y «rey George».

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Más globovnis en Irlanda

En Coger Kimmage Road, Dublín, vieron una bola de luz naranja que viajaba hacia el Oeste a velocidad constante.

Eran aproximadamente las 8:30 de la noche del 16 de septiembre cuando apareció moviéndose a gran altura. El testigo la perdió de vista cuando se introdujo en una nube.

Parecía una llamarada, más que una luz, dijo el testigo. No emitía ningún sonido y volaba a unas 100 millas por hora.

Le crece hierba en el pulmón

Encuentran hierba creciendo en el pulmón de un bebé

Cirujanos chinos que operaron un bebé con problemas de respiración encontraron hierba creciendo en su pulmón.

Inicialmente diagnosticaron a la bebé de 10 meses, de la ciudad de Zhoukou, con pulmonía pero los síntomas no mejoraron después de varios días de tratamiento.

«Así que llevamos al bebé a otro hospital en la ciudad capital», dijo el padre, apellidado Han, al periódico Dahe.

En el tercer hospital afiliado de la Universidad de Zhengzhou, diagnosticaron al bebé con pyopneumotorax, una rara complicación de la pulmonía, pero seguían persistiendo los síntomas a pesar del tratamiento.

Finalmente, los doctores decidieron realizar una cirugía.

«Nos sorprendió encontrar un pedazo de 3 cm de hierba creciendo en el pulmón derecho de la bebé», dijo el cirujano principal Li Qun.

Los doctores quitaron la hierba, y la bebé ahora se está recuperando. Los padres dicen que la hierba es del mismo tipo que la que se encuentra en su patio donde a menudo juega la pequeña.

Los doctores dicen que es posible que la niña haya respirado semillas de la hierba y pasó a través de su sistema respiratorio al pulmón en donde encontró condiciones cada vez más convenientes. Pero nunca habían visto cosas como esa antes.

http://www.ananova.com/news/story/sm_2515692.html?menu=

Babuino adopta un pollo

Babuino adopta un pollo en el parque zoológico

VILNIUS (Reuters) «“ un solitario babuino en un parque zoológico privado lituano ha adoptado un pollo que salvó de morir el mes pasado y los dos han formado una amistad, dijo el viernes el director del parque zoológico.

El pollo iba a ser procesado como alimento para otros animales en el parque zoológico, pero escapó y fue acogido por Mitis, un babuino de Hamadryas de seis años, contó a Reuters Edvardas Legeckas, que dirige el parque zoológico cerca de la ciudad portuaria de Klaipeda en Lituania occidental.

Mitis ha sido alimentado con carne de pollo antes, pero esta vez él se enamoró de su alimento, dijo Legeckas.

«Él juega con el pollo, limpia sus plumas, duerme con él, y lo cuida como si fuera su propio bebé», dijo el director del parque zoológico.

«Solo que no estoy seguro cuánto tiempo durará este asunto, porque el babuino puede finalmente darse cuenta que éste es su alimento».

Los babuinos, con sus largos bozales distintivos como los perros y poderosas quijadas, son omnívoros, pero prefieren generalmente fruta. En la naturaleza, viven en grupos sociales unidos.

«Este babuino necesitaba obviamente a alguien con quién comunicarse», dijo el director.

http://news.yahoo.com/s/nm/20070917/od_nm/lithuania_chicken_dc;_ylt=A0WTcVA18e5GttkAswKs0NUE

Los niños salvajes (6)

MÁS ALLÁ DE LOS MITOS

Tal vez el primer caso registrado por un historiador es el de Aegisthus. Fue Procopio de Cesarea, historiador romano del siglo VI, quien refiere que en el año 550, durante la guerra contra los Góticos, una madre dejó abandonado a su hijo cuando su aldea fue atacada por los góticos. Cuando los aldeanos regresaron a sus casas encontraron al bebé siendo amamantado por una cabra por lo que le llamaron Aegisthus, en honor del dios griego que fue criado por una cabra. Procopio dice que él mismo conoció al niño.

Pasarían varios siglos hasta que en 1609 el médico alemán Phillipus Camerarius, informara sobre un niño que había sido creado por lobos y que fuera encontrado en Hesse en 1344. También se ocupó del niño becerro de Bamberg. Este último «tenía una flexibilidad extraordinaria en sus miembros y caminaba a gatas con gran agilidad. En esta postura él podía luchar con perros más grandes con sus dientes, y los atacaba tan intrépidamente que los arrojaba al aire. Él no era, sin embargo, de una naturaleza feroz».

Uno de los «niños salvajes» más grandes fue Jean de Liege, encontrado en una fecha no determinada del siglo XVII, en la ciudad de Lieja, a la edad de 21 años. Es el último espécimen mencionado por Linneo. Sir Kenelm Digby, uno de los fundadores de la Royal Society, contó su historia en 1644. Digby entrevistó a quienes lo llegaron a conocer.

Durante las guerras religiosas La familia de Jean huyó al bosque cuando su aldea fue atacada. El niño tenía unos cinco años. Cuando los atacantes se retiraron y los aldeanos pudieron regresar se dieron cuenta que habían olvidado a Jean. El niño permaneció en el bosque casi 16 años.

Digby dice que Jean tenía los sentidos muy agudizados. Podía oler «frutas o raíces sanas» a gran distancia. Cuando finalmente lo capturaron a la edad de unos 21 años, estaba desnudo, «todo cubierto de pelo», e incapaz de hablar. En la sociedad humana, aprendió hablar, sin perder su agudo sentido del olfato.

El primero en mencionar a los niños salvajes de los Pirineos fue Jean-Jacques Rousseau en su Discours sur l»™Origine de l»™Inégalité parmi les Hommes (Discurso sobre el origen de la desigualdad entre los hombres) de 1754. En el punto 7 dice:

«7. Los cambios que ha podido determinar en la conformación del hombre la larga costumbre de andar en dos pies, las semejanzas que se observan todavía entre sus brazos y las patas anteriores de los cuadrúpedos, y la consecuencia sacada de su modo de andar, han podido sugerir dudas sobre cuál podía ser en nosotros el más natural. Todos los niños empiezan por andar a gatas, y necesitan de nuestro ejemplo y de nuestras lecciones para aprender a sostenerse de pie. Hay incluso pueblos salvajes, como los hotentotes, que, abandonando casi por completo a sus hijos, los dejan andar tanto tiempo con las manos, que luego apenas pueden enderezarlos. Igual sucede con los hijos de los caribes. Hay además varios ejemplos de hombres cuadrúpedos, y yo puedo citar, entre otros, el de un niño hallado en 1344 cerca de Hesse, donde había sido alimentado por lobos, y que después decía, en la corte del príncipe Enrique, que si sólo hubiera tenido que contar con su deseo, hubiese preferido volver entre ellos que vivir entre los hombres. De tal modo se había habituado a caminar como aquellos animales, que fue preciso ponerle piezas de madera que le obligaban a tenerse derecho y en equilibrio sobre sus dos pies. Lo mismo ocurrió con el niño hallado en 1604 en los bosques de Lituania y que vivía entre los osos. No daba, dice Condillac, ninguna muestra de razón; andaba con pies y manos, carecía de lenguaje articulado y sólo profería unos sonidos que en nada se parecían a los de un hombre. El pequeño salvaje de Hannóver que hace varios años fue conducido a la corte de Inglaterra pasaba las penas del Purgatorio para acostumbrarse a caminar en dos pies, y en 1719 se encontró en los Pirineos a otros dos salvajes que corrían por las montañas como cuadrúpedos».

Rousseau y el propio Emmanuel Kant consideraban que el ser humano es «bueno por naturaleza», y los niños salvajes eran la prueba de ello. Éstos eran el claro ejemplo del «buen salvaje», el hombre primitivo que pertenece a los pueblos no civilizados.

Carlos Linneo en la décima edición de su obra Systema Naturae de 1758, introdujo una nueva especie de hombre, el Homo ferens (hombre feral o salvaje) a sus ya conocidos H. americanus, H. europeus, H. asiaticus, H. afer y H. monstrosus. Linneo describiría sus tres características principales: hirsutus, tetrapus y mutus (hirsuto, cuadrúpedo y mudo) basándose en 10 niños abandonados amamantados por animales que sobrevivieron en la selva: Jean de Lieja, un niño oso lituano, el niño lobo de Hesse, el niño oveja irlandés, el niño becerro de Bamberg, la niña de Kranenburg, los dos niños de los Pirineos, Wild Peter de Hannover, y la niña salvaje de Champagne.

El término feral proviene del latín ferālis («feroz, letal»), y éste de fera: «fiera, animal salvaje». La Real Academia Española lo define como un adjetivo en desuso, que significaba «cruel».

Para el traductor de la obra de Linneo Robert Kerr (1792), no existían tales niños ferales, todo eran simplemente imposturas y exageraciones.

J. F. Blumenbach, el padre de la antropología física, se ocupó del problema en 1811, y lo mismo hizo en 1830 el naturalista sueco K. A. Rudolphi, llegando a la conclusión de que todos los niños salvajes eran o ficticios o idiotas congénitos, concordando con el punto de vista de Sir Edward Tylor, el padre de la antropología social.

Según Claude Levi Strauss en 1949, «la mayor parte de estos niños sufrieron de un cierto defecto congénito, y su abandono se debe por lo tanto tratar como la consecuencia de la anormalidad que exhibían».

EL PADRÓN DE LOS NIÑOS FERALES

En contra de lo que se dice en algunos foros de discusión y sitios de internet (en donde se habla de cerca de 340,000 casos), en los últimos 1,500 años se han registrado poco menos de 100 casos de niños ferales, la mayoría de ellos en Europa y Asia. Se conocen dos censos modernos de niños salvajes. El primero fue hecho en 1940 por el americano Robert M. Zingg y comprende 33 niños; el segundo lo hizo el profesor francés Malson en 1964 subiendo el número a 53 niños. Al final de esta serie anexaremos una nueva tabla.

Entre los animales que adoptaron a los niños se mencionan a lobos, osos, leopardos, panteras, leones, monos, ovejas, cerdos, ganado, varias especies de aves…

El Doctor Thope nos dice que la primera noticia de la existencia de estos niños salvajes data del año 1344. Se trata del niño capturado en una cueva de lobos, en el principado alemán de Hesse, y que fuera criado por una loba. Fue atrapado por unos cazadores mientras corría salvaje, a cuatro patas. Fue citado por Camerarius, Rousseaou y Linneo.

Camerarius dice que el niño tenía unos 7 años al momento de su captura y aparentemente había convivido con los lobos durante unos 3 a 4 años. Cuando apenas era un bebe de 3 años fue robado por una loba que lo alimentaba de los restos de sus cacerías. El cubil había sido acondicionado con hojas y ramas.

El muchacho era capaz de dar grandes saltos y buscaba la compañía de los lobos en lugar de la de los seres humanos. Murió poco después de su captura debido al cambio de dieta de alimentos cocidos.

Tres años después de la captura del niño de Hesse se encontró otro niño lobo en Wetteravie, según informó von Schreber en 1755. Este muchacho tenía 12 años y vivió hasta los 80 años.

Entre 1661 y 1694 aparecieron en Lituania tres niños-oso. El primero, citado por Linneo, rehusaba vestir ropas. Fue encontrado por cazadores viviendo entre un grupo de osos. Los cazadores lo atraparon a pesar de su resistencia: los mordió y arañó. Fue llevado a Varsovia, Polonia en donde se le bautizó con el nombre de Joseph. Ahí se le presentó al rey e Polonia quien lo dejó a cargo del Vice Chambelán de Posnan, con quien pudo adquirir un vocabulario limitado.

Nunca dejó el hábito de gruñir como oso y de comer yerbas. También le gustaban las manzanas, la savia de los árboles y la miel. Varias veces escapó hacia los bosques. En una ocasión un oso salvaje que había matado a dos hombres se le acercó para lamer su cara.

Rousseau y Etienné Bonnot de Condillac, en su Essai sur l’origine des connaissances humaines (1746) mencionan al segundo, aparecido en 1694, que también se arrancaba la ropa a mordiscos. Se dice que fue separado de su familia durante una de las invasiones de los tártaros.

El tercero es mencionado por el doctor irlandés Bernard Connor (1698), pero sin dar fecha de su captura. Connor lo conoció en persona y dijo que éste aprendió a mantenerse erguido y a hablar.

En 1607 apareció un niño becerro o niño carnero en, Bamberg, Irlanda. Linneo lo cita en su obra de 1758. Fue atrapado en una red de cazadores en las colinas al Sur de Irlanda. Tenía unos 16 años y había huido de su hogar de más niño. Durante todo ese tiempo había vivido con un rebaño de carneros salvajes. Era fuerte, sano y musculoso.

Después de su captura fue llevado a Holanda en donde fue dejado a cargo de Nicholaus Tulp, el doctor holandés retratado por Rembrandt en La lección de anatomía. Era indiferente al frío y prefería comer heno a cualquier cosa. Según Tulp:

«Se trajo a Ámsterdam»¦ un joven de 16 años, que tal vez fue perdido por sus padres y fue criado entre las ovejas salvajes de Irlanda, había adquirido una clase de naturaleza ovina. Era rápido de cuerpo, ágil de pies, de cara feroz, de carne firme, piel quemada, miembros rígidos, frente huidiza achatada, pero con el occipucio convexo y nudoso, rudo, impetuoso, ignorante del miedo, y sin rasgos de suavidad. En otros respectos de buena salud. Sin voz humana balaba como una oveja, y repudiaba los alimentos y bebidas a los que estamos acostumbrados; sólo masticaba la hierba y el heno»¦

«Había vivido en las montañas y en lugares desiertos»¦ le encantaban las cuevas, las guaridas y los lugares inaccesibles. Su aspecto era más el de una bestia salvaje que de un hombre; y sin embargo lo mantuvieron alojado, y lo obligaron a vivir entre los hombres, a lo que estaba muy poco dispuesto, y solamente después de un largo plazo perdió su carácter salvaje. Su garganta era grande y amplia, su lengua estaba sujeta a su paladar».

El muchacho nuca aprendió a hablar y continuó balando como oveja durante toda su vida. Acostumbraba luchar con perros grandes. Camerarius y Linneo dicen que logró desarrollar ciertas habilidades mentales.

En 1717 descubrieron a la niña de Kranenburg en los bosques afuera de Zwolle en la provincia holandesa de Overyssel. La habían secuestrado de su hogar en Kranenburg a los 16 meses, y fue encontrada vestida con un saco y viviendo con una dieta de hojas y yerbas. No había evidencia de que los animales la hubieran cuidado. Después de su captura, ella aprendió el lenguaje de signos, pero nunca dominó el habla. Linneo menciona que la jovencita tenía 19 años cuando la encontraron

Los dos rapases de los Pirineos, que menciona Rousseau, fueron encontrados en 1719.

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