¡Vecino compra ovni!
¡Funcionarios de Whitehall conmocionados por nave espacial en el estacionamiento!
Por Diana Morse | The Morning Call
16 de noviembre de 2007
David Godiska no puede recordar la primera vez que quedó fascinado con el espacio, la última frontera.
Pudo haber sido de niño mientras acampaba, cuando el nativo de Bethlehem se maravillaba de las millones de estrellas. O pudo haber sido en noviembre 9, de 1974, cuando el entonces estudiante de la universidad de Penn State quedó tan impresionado con un informe de TV de un ovni que supuestamente se había estrellado en Carbondale en un lago mientras él mismo conducía para checarlo.
A pesar de que el incidente fue más tarde explicado como una broma con un coche y una linterna, Godiska dice que le gusta mantener una mente abierta cuando se trata de la existencia de los marcianitos verdes.
Inspirado por la ciencia, tanto real como de ficción, Godiska, propietario de la Northampton Gallery Pianos en Whitehall, ha acumulado una impresionante colección de recuerdos del espacio y los ovnis.
La última adición a su creciente colección, que incluye dos naves espaciales inflables con helio de 4 pulgadas, está fuera de este mundo, y puede que incluso fuera de este sistema solar.
Sin embargo las únicas estrellas que he visto, son de Hollywood.
«Sólo alrededor de una décima parte del uno por ciento de mis clientes la han visto», dice el propietario de la nave espacial de 14 pies de largo y 5 pies de altura diseñada por el productor Tim Burton y mostrada por primera vez en la película de 1996 «Mars Attacks» y más tarde en «Men in Black II»
Godiska dice que él no pudo resistir comprar la alta tecnología propiedad de Hollywood hace más de tres años, cuando su propietario de California la decidió vender.
«Los platos voladores son bastante cool. ¿Quién no desea tener uno?» racionaliza Godiska. «Especialmente un chico, quiero decir, vamos».
El platillo está asegurado en un garaje detrás de una puerta mecanizada (ideal para exhibiciones dramáticas) en el almacén de la empresa.
Godiska, que frecuenta las subastas y shows de antigüedades de todo el país para encontrar antigüedades y colecciones para vender en su tienda de pianos, dice que él encontró el ovni a través de Profiles in History, una casa de subastas con sede en California.
«Respondí a un correo electrónico de la empresa, y ellos me pusieron en contacto con el dueño», dice.
El ex estudiante de ingeniería con grados en música y teatro viajó a Los Angeles para ver el aparato de metal y plástico, y llegó a un acuerdo.
El costo final de la venta privada, con el transporte marítimo, fue de casi $ 10,000 – una ganga, dice Godiska, considerando que la reciente subasta de Profiles in History de la estatuilla de El halcón maltés fue por $ 92,000, la ropa de Barbara Eden «I Dream of Jeannie» de $ 46,000 y las tablas de Los diez mandamientos de Charlton Heston por $ 63,250.
«Creo que el dueño sabía que iba a una buena casa», dice Godiska.
Sin embargo los inconvenientes comenzaron después de que el disco fue colocado en el estacionamiento de la Northampton Piano Gallery.
«Apenas podíamos moverlo», admite Godiska. «Teníamos ocho hombres, y éstos trasladan los pianos. Algo que es pesado». Cuando la nave no pasó por la puerta, se dejó en una plataforma en el estacionamiento hasta que se pudieran hacer los ajustes.
Cuando se supo en el barrio de la más nueva adquisición, Godiska se encontró frente a una cuestión de zonificación.
«Me dijeron» «˜Usted no puede mantener una nave espacial aquí»™», dice. «Eran muy serios al respecto». Sin embargo las cosas se calmaron poco después de que el supervisor del municipio comprobó la situación, dice Godiska.
«No hubo cohetes», dice. Probablemente también ayudó a aplacar a los funcionarios el hecho de que la nave no tenía motor.
Otro vecino, un ex piloto de la Segunda Guerra Mundial, hacía críticas de un tipo diferente.
«El dijo, «˜Creo que nunca va a volar»™», dice Godiska.
Godiska dice que él no tiene intenciones de venderlo, posado sobre una plataforma para colocar en varias posiciones de aterrizaje y despegue.
De hecho, ahora está buscando más.
«Busqué otra nave espacial de Hollywood usada en un comercial, y (el propietario) quería una fortuna. Ha estado a la intemperie y es una ruina», dice, añadiendo que también checó otro que solamente era la parte de abajo, barato hecho y utilizado para filmar las escenas de vuelos.
Si gana la lotería, Godiska dice que él mandará hacer una réplica de la nave utilizada en el primer aterrizaje lunar, como las hechas por Space Replicas, con un costo de más de $ 1 millón. «El trasbordador espacial sería mejor, pero chequé el tamaño real y es demasiado grande», dice.
Cuando no está cazando estrellas, Godiska disfruta de viajar en otra dirección, a las varias cuevas naturales de Pensilvania.
Ya sea a 250 pies bajo la tierra o excursionando a las colinas y montañas de Pensilvania, Godiska encuentra maravillas.
«Cien años atrás, montábamos caballos. Ahora, mirar lo que un teléfono celular puede hacer. El mundo es un lugar fascinante, sólo tienes que abrir tus ojos y podrás ver algo muy interesante».
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