El Roswell de Japón: Mt. Senganmori en Iino, Fukushima
3 de junio de 2008
Si sigue por la autopista 114 al sureste de la ciudad de Fukushima, después de unos 10 km a la salida de la ciudad, llegará a la pequeña y soñolienta ciudad de Iino é¥é‡Žç”º. Es una ciudad relativamente pequeña, con una población de unos cuantos miles de personas, aparentemente la mayoría de los cuales son agricultores. Aparentemente no hay una razón para parar en esta pequeña ciudad si no fuera por una cosa maravillosa: es el Roswell de Japón.
Ok, realmente no tiene la fama ni los recursos de Roswell, e incluso no estoy seguro si muchos habitantes locales (fuera de los pocos miles en Iino) saben del asunto, pero parece que es lo mejor que puede conseguir aquí. Y todo a poca distancia de Fukushima.
La historia dice que, a principios de los años 70 un grupo de unos 20 jóvenes viajaban en excursión hasta el monte Senganmori, un pequeño monte local que normalmente no sobresale en un país lleno de montañas, salvo que es un monte que no es parte de la cordillera, por lo que destaca. El único otro punto notable de la montaña es que normalmente no se pueden usar las brújulas, ya que la montaña tiene su propio campo magnético.
Así que en ese fatídico día estos jóvenes excursionistas afirmaron haber visto un ovni flotando por encima del exuberante paisaje del Fukushima. Con esta observación en la mano, uno de los chicos tuvo una idea que tomó vida desde entonces. Este hombre cuyo nombre se me olvidó (pero con el que me reuní) con éxito convenció a la gente de su ciudad que necesitaban construir un ãµã‚Œã‚ã„館OVNI (museo ovni) y todos los otros tipos de datos extraños de la montaña.
El Museo ovni de Iino
El pueblo, aparentemente sin nada más que hacer, estuvo de acuerdo. Fue bueno que lo hicieran, ya que realmente no existe ninguna otra razón para que este pueblo esté en los mapas. Ey, esto trajo el dinero de los turistas a la zona. La idea tuvo éxito, y diseminó material relacionado con los ovnis por todo el lugar. Quiero decir, sólo vean la web oficial del pueblo. Ellos aman a sus ovnis.
Así que tras pasar por Iino y notar todas las cosas ovni en la montaña, Beth y yo decidimos que sería un día maravilloso de viaje. Nos montamos en nuestras bicicletas, llegamos temprano en la tarde y nos dedicamos a encontrar un lugar para estacionar. Finalmente llegamos a la conclusión de que el mejor sitio para aparcar nuestras bicicletas era»¦ en el parque. Sí, el maravilloso parque que está en medio de la hierba exactamente por lo que usted viene aquí.
Hierba ovni»¦
Debido a que había una reunión en el museo, nosotros salimos primero a escalar el monte Senganmori. Realmente no es demasiado difícil el ascenso, ya que sólo tiene alrededor de 500 metros sobre el nivel del mar, por lo que, con la orientación de muchos extraterrestres que señalan el camino, llegamos a la parte superior.
Los extraterrestres que señalan el camino a la parte superior de Senganmori
En la parte superior encontramos una plataforma de observación bien construida con una agradable vista de Iino y Fukushima, binoculares gratis a través de los cuales usted puede ver absolutamente todo, un santuario (porque todos los lugares en Japón deben tener un santuario), y esferas de triangulación extraterrestres.
Esferas de triangulación ovni
O algo así. Hasta hoy no sabemos realmente lo que son esas esferas, pero más tarde descubrimos que se supone que un haz de luz se refleja en las tres esferas y se enfoca en un punto central, que luego envía un haz concentrado a través de las nubes en el cielo, por lo tanto, convoca a Godzilla. Creo. Mi memoria puede estar un poco difusa.
Como escalar montañas y mirar los paisajes de una ciudad o las montañas se ha hecho algo rutinario para mí (tales vistas, sin embargo bellas, son muy comunes aquí), rápidamente procedimos a descender. Una vez que llegamos a la parte inferior de la ruta, al igual que cualquier buen caminante creímos que era necesario visitar los baños ovni. Así lo hicimos.
El lugar para los ovnis flotadores
Para ese entonces había terminado la reunión en el museo, por lo que pagamos nuestros 400 yenes para entrar, obtuvimos nuestro sello de recuerdo, y entramos al museo. Antes de dejar Fukushima para ir a este museo, habíamos supuesto que iba a ser muy divertido. No nos equivocamos.
Reproducciones de extraterrestres auténticos
El museo llenó por completo nuestras expectativas extremadamente bajas, de modo tal que no tomamos nada en serio en el museo, es todo bastante divertido y entretenido. Voy a abstenerme de describir en detalle el contenido exacto del museo, pero no deja de ser exactamente lo que esperas de una trampa turística ovni de un pueblo pequeño. Diré, sin embargo, que hay una parte del museo donde se muestra una película en 3D del por qué esta montaña es tan especial, etc. Me vuelvo un tonto por cosas novedosas como esas, por lo que todo fue bien divertido. Por otra parte, el chico que cuida el lugar es el mismo chico que vio el ovni original en los años 70, por lo que pudimos charlar con él acerca de varias cosas. También nos recibió visiblemente emocionado cuando descubrió que éramos de los EU y quería saber si en algún momento hemos estado en Roswell. Lamentablemente, no hemos ido, y tampoco él (¡pero realmente quiere ir!).
Modelo de un auténtico laboratorio ovni científico
Después de la película 3D, Beth y yo nos dirigimos al segundo piso del edificio. Note cómo he dicho edificio y no museo, ya que cuando llegas a la segunda planta del edificio todos los ovnis y cosas extraterrestres se dejan atrás, y de repente estás en una área comunal recreativa con máquinas expendedoras, máquinas baratas de ejercicio, un cocina y un baño. Nos sentimos muy confusos hasta que nos dimos cuenta que cuando la ciudad acordó construir este edificio, se estipuló que el primer piso sería la casa museo ovni y el segundo piso un centro comunitario. ¿Qué te parece eso para conservar el espacio, eh?
Entonces, descansamos un poco y luego nos dirigimos de vuelta al camino montaña abajo, después de haber cumplido con éxito nuestra participación en el aprendizaje acerca de cómo un pequeño pueblo soñoliento vive cerca de la realidad en el epicentro de la invasión extraterrestre de Japón. Estoy emocionado.
http://luckyisle.com/japans-roswell-mt-senganmori-in-iino-fukushima/