El misterio de las centellas (12)

La noche de la terrible catástrofe del vuelo 800 a la misma hora pero en la costa norte de Long Island, a unas 20 millas al norte del accidente, me encontraba en mi camino a casa, en el coche, en un semáforo rojo, mirando a través del parabrisas en la dirección opuesta de la ruta del vuelo 800.

Una bola de fuego voló frente a mí, a gran velocidad, a unos 250 pies sobre la tierra en línea perfectamente recta.

Esta no era una nave espacial a menos que los critters fueran pigmeos. Esta bola de fuego parecía ser de aproximadamente 5-10 pulgadas de diámetro con una estela de unos 200 pies de longitud.

A la mañana siguiente me enteré del vuelo 800. Todo el mundo estaba culpando a los militares que en ese momento, cerca de 4 millas en la costa sur de Long Island, estaban jugando juegos de guerra. Ahora simplemente no puedo creer que los militares estuvieran practicando cualquier tipo de maniobras justo sobre la trayectoria de vuelo al aeropuerto Kennedy o cualquier otro aeropuerto cuando hay millones de millas de espacio utilizable que está lejos de la trayectoria de vuelo de aviones comerciales. Especialmente a unas 10-15 millas a las afueras de uno de los aeropuertos más ocupados del mundo. Pero me puedo imaginar a los militares lanzando algunos aparatos no identificables o jugando con algún nuevo tipo de juguete de alta tecnología sobre el océano.

Primero pensé que tal vez se trataba de un asteroide. Definitivamente no tenía una estela tan limpia que siguiera a un misil. Toda la estela iba soltando chispas como si fuera el 4 de julio. El color era el del acero fundido con una estela de vapor o humo plana detrás de la bola de fuego.

No pude encontrar nada en los periódicos del día siguiente excepto todo tipo de gente que informaba haber visto un misil como una estela de agua dirigiéndose en línea recta al vuelo 800. A continuación hubo esa gran explosión y, luego, todo tipo de piezas cayendo al agua.

Hoodood

Long Island, NY USA