El misterio de las centellas (51)
Alrededor de 1986 yo estaba jugando en el jardín de enfrente, en la casa de mis padres en Dundee, Escocia. Frente a unas colinas alrededor de 2 km de distancia vi una enorme bola naranja botando, perezosamente, rebotando hacia la costa. Según recuerdo, la bola era más grande que un edificio. Esto parece insólito ya que he leído que las centellas no son mucho más grandes que un autobús. Sin embargo, en el periódico local, a los pocos días, una pareja de ancianos había escrito para decir que observó el mismo rayo en una carretera principal a unos 5 km de distancia. La trayectoria de la bola principalmente está cubierta por campos y caminos de menor importancia. ¡Me sorprende que nadie pareció haberse dado cuenta!
Robert
Edinburgo, Escocia