Supercherías paranormales

El padre Réginald Omez, sacerdote O.P. (Orden de los Predicadores), prolífico autor de temas parapsicológicos en las décadas de los 50 y 60, contaba dos casos de supercherías paranormales, que sirven como ejemplo para estar atentos ante la presencia de supuestos milagros.

«El primero sucedió en Asti. Se suponía que un crucifijo derramó sangre bajo los ojos de una jovencita, a quien Cristo le descubría un escándalo se­creto, por el cual Cristo pedía una reparación pública. Efectivamente, ese supuesto milagro trajo como consecuencia muchas ceremonias públicas y procesiones, que iban creciendo cada vez más, cuanto más culto se le rendía al crucifijo ensangrentado.

«Informado el papa Pío XII, acerca de los detalles del suceso, envió personalmente un religioso encargado de traerle el cru­cifijo. El análisis de la sangre reveló que era de origen femenino menstrual… y la jovencita tuvo que confesar su superchería.

«El otro acontecimiento se realizó en una pequeña aldea del centro de Italia. Durante la celebración de la misa parroquial dominical, la sangre de Cristo tendría que salir del cáliz y salpicar varios objetos que estaban en el altar. Inmedia­tamente, el Santo Oficio exigió que se le enviaran dichos objetos, descubrió la sangre del sacerdote oficiante. El análisis reveló que era la misma sangre que la del sacerdote, quien más tarde confesó que se había mordido los labios. Por consiguiente fue condenado por el Santo Oficio, y aun por la autoridad civil por engañar a los fieles».

Omez muestra más casos fraudulentos en sus obras:

Omez Réginald, ¿Se puede comunicar con los muertos? Comunicación con difuntos… según: Espiritismo; Parapsicología: Teosofía; Biblia; Etc., Aymá, Barcelona, 1956, 171pags.

Omez Réginald, Psychical Phenomena, en el Vol. 36 de The Twentieth Century Encyclopedia of Catholicism, New York, Hawthorn Books, Inc., 1958.

Omez Réginald, Supranormal ou Surnaturel?, Arthéme Fayard, París, 1959.

El misterio de las centellas (73)

El misterio de las centellas (73)

1) «“ Hace unos 45 años, Annaoplis Valley, Nueva Escocia – Era un día claro en el verano. Mi padre estaba fuera de la casa hablando con un amigo en el jardín y yo estaba con ellos. Nos dimos cuenta de este objeto en forma de bola del tamaño de una pelota de baloncesto que se desplazaba lentamente por el suelo hacia nosotros. Era muy brillante, de color amarillo a color blanco, no un objeto sólido, pero no se podía ver a través de él. El borde exterior era difuso, pero se movía (como un efecto burbujeante). Al acercarse se oyó un ruido de bajo nivel como de chisporroteo. Se desplazó por el suelo a unos 6 a 12 pulgadas en un movimiento de rebote y se detuvo justo detrás de la cabeza de la persona que hablaba con mi padre. Allí estuvo cerca de la mitad de un minuto después, lentamente, se trasladó a la base de uno de nuestros árboles de maple, a unos 15 metros de distancia y luego estalló con una explosión muy fuerte. Sin duda, tenía la apariencia de una gran bola de materia (energía)

2) – Varios años más tarde estaba de pie en un muelle en nuestra casa y había una tormenta a unos 25 kilómetros de distancia, pero sólo nubosidad alrededor de donde estaba. De repente, 3 centellas de del tamaño de una pelota de baloncesto, pero éstas no estaban muy bien formadas. Estaban alrededor de 1 metro de distancia del suelo y volaron desapareciendo a una velocidad tremenda. Hubo tres explosiones moderadas a su paso que sonó como un estampido sónico. Unos 10 minutos más tarde la tormenta se había movido hasta nuestro lago.

Rick Young

Ottawa, ON Canada