La mentira de los intraterrestres

La mentira de los extraterrestres del interior de la Tierra

Anthony Bragalia

Crypto En los últimos meses ha reaparecido el mito sobre el «verdadero» origen de los extraterrestres. Varios autores y bloggers parecen pregonar una vez más la posibilidad de que el interior de la Tierra es el principal centro de operaciones, si no el último origen de los diversos grupos de extraterrestres presentes en nuestro planeta. Nuevos libros como «The Cryptoterrestrials» con el extraño subtítulo, «A Meditation on Indigenous Humanoids and the Aliens Among Us» del difunto Mac Tonnies expone nuevamente esta idea. El libro delirante de Tonnies está siendo promovido vigorosamente por notables comentaristas como Greg Bishop, Paul Kimball y Gene Steinberg. Pero la verdad es que tal sinsentido encuentra su impulso en los escritos de un loco certificado, con antecedentes en lo oculto que habla de razas «maestras» y en fábulas religiosas.

En el reciente libro de Tonnies (publicado por Anomalist Books) Mac intenta hacer que miremos hacia abajo, no hacia arriba, en busca del origen de los aliens. Mac sostiene que puede haber «humanoides indígenas» que son una raza de personas que viven en lo profundo por debajo de la tierra, en cavernas ocultas, cuevas y túneles. Estos «cryptos» pueden ser los pilotos de tecnología avanzada. Esta gente cree que deberíamos considerar seriamente que los ovnis no proceden de fuera de la Tierra, sino de debajo de la superficie terrestre. Esta supuesta raza terrestre explica cosas que habíamos pensado como extraterrestres. Esta raza secreta y antigua, dice Tonnies, es una posible razón de los platillos volantes y los avistamientos alienígenas de personas que viven en la superficie de la Tierra. La especulación, deberían haberse puesto a descansar hace décadas y no tiene sentido tratar de discernir de dónde vienen los aliens.

EL MISTERIO SHAVER

Shaver Richard Shaver era un operador de grúas y soldador de un taller en Detroit. Shaver tuvo la idea de que había una raza viviendo bajo nuestros pies. Él creía que este «mundo subterráneo» estaba habitado por seres que él llamó «Deros», que significaba «robots perjudiciales». Ellos estaban en constante conflicto con otra raza del centro de la tierra que él llamó «Teros», que eran robots constructivos o «integradores». Shaver atrajo a miles de aficionados a este concepto a finales de 1940 cuando comenzó a enviar manuscritos a Ray Palmer, el editor en jefe de la revista pulp «Amazing Stories». Aunque la mayoría de lo que estaba escrito en Amazing Stories era reconocido como fantasía ficción, Shaver insistió en que su historia era real. Cuando se publicaron en la revista una serie de historias de Shaver (llamadas en conjunto «el Misterio Shaver»), la circulación aumentó enormemente. Palmer nuca disintió con Shaver – y disfrutó el impulso de las ventas por estas historias subterráneas.

Lo que es poco conocido acerca del Misterio Shaver es que un investigador diligente llamado Michael Barkun se enteró de la triste y enferma verdad sobre Shaver. Barkun descubrió que Shaver fue hospitalizado por enfermedades psiquiátricas en la década de 1930. Diagnosticado como esquizofrénico paranoide, que había pasado gran parte de su vida como un vagabundo. Una vez salido del hospital, Shaver sobrevivía haciendo trabajos de soldadura aquí y allá. Shaver deliraba que una de sus máquinas de soldadura «por algún capricho del campo magnético de su bobina», era lo que le permitía oír los pensamientos de las entidades en las profundidades de la Tierra. Comenzó a percibir una proto-lengua hablada por estos «cryptoterrestrials» que hablaban de tecnologías de la aviación y armamento maravilloso. La gente «debajo de nosotros» era una raza prehistórica muy avanzada que le gustaba venir a la superficie para torturar a los seres humanos. Increíblemente, incluso mucho después de la publicación de las historias de Shaver en la revista de Palmer -e incluso después de la desaparición de Amazing Stories- los «Clubes de Shaver» surgieron en todo el país para discutir sobre el «misterio» hasta bien entrada la década de 1950. Durante los años 1960 y 1970, Shaver comenzó a vender «libros de piedra» a través del correo y de publicidad en los anuncios clasificados que se publicaban en la parte posterior de las revistas de ocultismo como Fate. Afirmaba que dentro de ciertas rocas encontró imágenes de las entidades Deros y Teros. Estas «pinturas en rocas» eran rodajas de ágatas pulidas que tenían imágenes grotescas estampada en ellas por lo que Shaver llamó «dispositivos especiales parecidos a láser». Con un poco de imaginación, aun este autor (que de niño, compró pinturas en roca) se podía discernir las imágenes de extraños cryptoterrestrial. Hoy en día, como adulto, este autor se avergüenza al considerar semejante disparate. Los autores que apoyan la «teoría» de Mac Tonnies sobre tales subterráneos deberían tener también la misma vergüenza.

ANTECEDENTES OCULTOS

Vril El novelista y ocultista victoriano Edward Bulwer-Lytton escribió un libro «The Coming Race». Publicado en 1871, el libro describe un vasto mundo subterráneo habitado por una «raza maestra» tecnológicamente superior. Al igual que los Dero de Shaver, con sus pistolas de rayos, Bulwer-Lytton describe poderosas «máquinas de rayos» que emanaban una energía llamada «Vril». Pronto aparecieron otros libros como «El Mundo Perdido de Agharti» de Alec MacClellan, repitiendo temas similares.

Otros autores han propuesto la idea de los «maestros ascendidos» de sabiduría esotérica que habitan en cavernas subterráneas. Antártida, el Tíbet, Perú, el Polo Norte y el Monte Shasta, en varias ocasiones han tenido sus defensores como lugares de entrada a un reino subterráneo de seres inteligentes.

LA TIERRA HUECA

TierraHueca El concepto de una «Tierra hueca» se ha repetido en el folklore y como premisa para un subgénero de pseudo-ciencia desde hace siglos. Uno de los primeros defensores de la Tierra hueca fue William Reed, quien escribió «El fantasma de los polos» en 1906. Marshall Garder escribió «Un Viaje al Interior de la Tierra» en 1913 y lo amplió en una edición revisada en 1920.

Edmond Halley en 1602 postuló en serio la idea de que la Tierra consiste en un cascarón vacío de unos 500 kilómetros de espesor con capas concéntricas y un núcleo más interno. Él creía que los demás podían vivir dentro de estos depósitos y que los escapes de gases causaban la aurora boreal.

Uno de los libros más extraños de la historia, cuyo autor es un escritor con el pseudónimo de «Dr. Raymond Barnard«, se publicó en 1964 y fue titulado sin rodeos: «La Tierra Hueca». Es evidente que a partir de este libro la idea de razas perdidas y los ovnis del interior de la Tierra vuelven a infectar a los investigadores de hoy en día -y que ahora es refriteado por aquellos como Mac Tonnies.

INFIERNO

Por supuesto que el impulso real para toda esta tontería viene del infierno. La idea de razas de seres inteligentes que son secretas y diferentes de nosotros viene de la fábulas -conceptos como el Hades griego, el svartalfheim nórdico, el Scheol de los judíos y el infierno cristiano.

Como dijo Jean-Paul Sartre, el existencialista francés, «El infierno es el Otro». Y las «otras personas» subterráneas ideadas por gente como Shaver y Tonnies son leyendas basadas en mentiras. Son ficciones basadas en ficciones y miedo.

http://ufocon.blogspot.com/2010/04/lie-about-aliens-from-inner-earth-by.html

3 pensamientos en “La mentira de los intraterrestres”

  1. pues la verdad no sé pero yo ví un documental en un canal de television, que hace varios años habian encontrado a dos niños de color verde, el niño ya estaba muerto y la niña alcanzó a vivir unos años, pero murío. allí manifestaban que estas personas eran de color verde que la luz solar no llegaba hasta donde ellos vivian osea dejajo de la tierra, y que ellos vivian por nosotros los humanos de la superficie será eso cierto ?

  2. No esta mal pero no estoy deacuerdo. solo mencionas a un par de personajes cuando en realidad son cientos, los que defienden esta teoria, entre los que se encuentran cientificos, fisicos, matematicos, arqueologos, novelistas… Personas como: El mas conocido Julio verne, Delmas que acuso a julio verne de plagio, Edgar allan poe, C.S. Lewis, Bulwer Litton, Edgar Rice Burroughs, Jacques Bergier y Louis Pawells, Miguel Serrano, Dante Alighieri, Piteas de Marsella 500 años antes de nuestra era (2500 a.c.), Ferdinand Ossendowsky, Marqués Saint-Yves d ‘Álveydre, Cyrus Reed Teed, Dr.G.Warren Shufelt, Erasmo Darwin ( abuelo de Darwin ) en su extraño libro «El Secreto Dorado», John Cleves Symmes (geologo), Sir John Leslie ( físico ), Leonard Euler ( matemático ), Robert Stacy Judd (Arqueologo), Timothy Green Beckley (Presidente de Global Communications), John Simms (militar condecorado), Leonard Euler (matemático del siglo XVIII), Hans Hörbiguer (astronomo)… y la lista continua, pues es interminable. Que te parece? si informas a medias no estas informando, es otra cosa, pero no es informar.

  3. No está mal pero no estoy de acuerdo. Antonhy Bragalia escribió esa nota como crítica al libro de Mac Tonnies. Tal vez no conocía a los autores que mencionas pero, ¿y qué? No es su obligación. De lo que está informando es de la salida del libro de Tonnies. Bragalia dice, de alguna manera, que ese libro, y la idea de la «Tierra Hueca» proviene de «Cabezas Huecas».

    Cierto es que muchos de los que mencionas son escritores y novelistas y justo de esa forma presentan el asunto: como una novela o como una historia imaginaria de aventuras. De ninguna forma sostienen que eso sea cierto. Me refiero a Verne, Delmas, Bulwer-Lytton, Burroughs, Alighieri (aunque acá hay más una cuestión religiosa).

    Otros son meros vendedores de fábulas, como Pawels y Bergier, (el neonazi) Serrano, Ossendowsky, Reed, el lunático (por lo de las lunas y por sus ideas) Hörbiguer, que además era nazi y mi amigo Green. No sabía que Euler «defendiera» esa «teoría». Me gustaría saber en dónde lo hace.

    Bragalia menciona a Bulwer-Lytton y Reed, por lo que no tiene sentido incluirlos en tu lista de personajes «no mencionados»

    Por otra parte, te olvidas de Marshall Gardner, Edmond Halley, «Raymond Barnard» y Alec MacClellan. ¿Qué te parece? si informas a medias no estás informando, eso es otra cosa, pero no es informar.

    Y también te olvidas del maestro de Green Beckley, el mismo editor de Shaver, que es uno de los responsables de que el mito de la «Tierra Hueca» persista hasta nuestros días. Me refiero a Raymond Palmer. Por cierto, Palmer también es el co-responsable de otro de los mitos modernos: los platillos voladores.

    Samuel, me parece que tu eres de esos que presumen de tener la mente abierta a todo. Seguro que por tenerla abierta ya se te cayó el cerebro. Apuesto a que eres de esos cabezas huecas que creen en la «Tierra hueca».

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