¿Son señales del paraíso, o simplemente de CO2 en la sangre?
8 de abril 2010 Por Callaway Ewen
Las luces brillantes, los túneles de voces desconocidas y misteriosas dan un aire místico a las experiencias cercanas a la muerte. La explicación puede ser algo más prosaica: el viejo dióxido de carbono. Las personas que tienen experiencias cercanas a la muerte durante ataques al corazón tienden a tener niveles más altos de la molécula que pasa a través de sus venas.
«No podemos decir que esta es la única causa, pero explica en parte el mecanismo físico de las experiencias cercanas a la muerte», dice Zalika Klemenc-KetiÅ¡ de la Universidad de Maribor en Eslovenia. «Creo que niveles altos de dióxido de carbono causan alucinaciones, y esto puede ser parte de las experiencias cercanas a la muerte».
El suyo no es el primer trabajo que ofrece una explicación fisiológica de las experiencias cercanas a la muerte, que se presentan en un 10 a un 20 por ciento de las personas que sobreviven a un ataque al corazón. Otros han propuesto la falta de oxígeno o las drogas alucinógenas como un disparador. Sin embargo, un estudio de 2001 en The Lancet, no encuentra ninguna de estas explicaciones adecuadas.
El equipo de Klemenc-KetiÅ¡ les dio seguimiento a 52 personas que habían sobrevivido a paros cardiacos y los convenció para que se dejaran tomar muestras de sangre inmediatamente después del ataque al corazón para ser analizadas. Once de estas personas reportaron algún tipo de experiencia cercana a la muerte, una tasa similar a la reportada en otros estudios. Estas personas tienden a tener niveles significativamente más altos de CO2 disuelto en la sangre, así como de potasio.
Una mayor percepción
Otros estudios han vinculado los altos niveles de CO2 a las alucinaciones visuales, nota Klemenc-Ketiš. Las personas en altitudes elevadas, donde se eleva el CO2 en la sangre, a veces tienen alucinaciones, tales como luces brillantes que son similares a las experiencias cercanas a la muerte.
Sin embargo, ella dice que hay otros factores que también juegan un papel en las experiencias cercanas a la muerte. No todas las personas con niveles altos de CO2 tienen una experiencia cercana a la muerte, y estudios previos han encontrado que los factores demográficos y psicológicos también están involucrados. Por ejemplo, las personas más jóvenes son más propensas a informar experiencias cercanas a la muerte, así como los devotos, los que tienen miedo de morir y las personas que ya han informado de una experiencia cercana a la muerte.