Secta satánica de adolescentes «sacrificaba» víctimas y luego se las comía
Siete jóvenes miembros de una secta satánica han ido a juicio en Rusia acusados de cuatro asesinatos horripilantes en los que «sacrificaron» a sus víctimas antes de cocinar y comer algunas de sus partes.
Andrew Osborn en Moscú
24 de mayo 2010
Los fiscales dicen que los asesinatos tuvieron lugar el 29 y 30 de junio de 2008 en una zona remota de bosques cercana a Yaroslavl, con dos víctimas mortales que fueron asesinadas en la noche.
Los adoradores del diablo, que incluían una joven adolescente, atrajeron a tres niñas y un niño de entre 15 y 17 años, a un terreno, emborrachándolos e invitándolos a sentarse alrededor de una fogata.
Luego los mataron en una ceremonia de sacrificio, apuñalándolos 666 veces cada uno en homenaje al llamado número de la Bestia.
Los fiscales dicen que entonces los jóvenes asesinos descuartizaron los cuerpos de sus víctimas y cocieron ciertas partes del cuerpo como el corazón y la lengua antes de consumirlos.
Enterraron el resto en una fosa gigante que marcaron con una cruz invertida rematada con un gato muerto. Los investigadores dicen que la secta se formó en 2006 y obtuvo su conocimiento del satanismo a través de Internet, en un principio mataban gatos y perros antes de graduarse como homicidas.
El caso ha conmocionado a los habitantes de la histórica ciudad de Yaroslavl, a unos 150 kilómetros al noreste de Moscú, que es uno de los destinos turísticos del «Rusia Golden Ring» y más conocida por sus hermosas iglesias y monasterios, que por los espeluznantes asesinatos rituales.
La edad de los jóvenes acusados – cuatro de los acusados eran menores de dieciocho años en el momento de los asesinatos – y la pura crueldad de sus crímenes, combinado con el hecho de que ninguno de ellos provenían de familias pobres ha dejado a muchos residentes locales luchando por entender sus motivos.
El caso se celebra a puerta cerrada, pero los medios locales dicen que los siete acusados admitieron su culpabilidad. Son oficialmente acusados de asesinato, robo y profanación de restos humanos.
Normalmente serían condenados a cadena perpetua, pero el hecho de que cuatro de los acusados eran menores de edad en el momento, significa que es probable que su pena sea más ligera.