El misterio de las centellas (246)
El evento del que fui testigo ocurrió el 4-5-01. El día estaba nublado y húmedo, y se oían relámpagos a lo lejos. Decidí sacar el perro a correr antes de que lloviera, y nos fuimos a un parque junto al río cerca de nuestra casa.
Me bajé de la camioneta y caminé unos 15 metros cuando sentí algo que venía hacia mí por encima de mi hombro derecho, a una velocidad rápida. Me agaché para evitar ser golpeado, y delante de mí, flotando sobre el suelo, estaba una bola brillante, blanca del tamaño de una canasta.
Sonó un relámpago ensordecedor y la bola había desaparecido, pero la piel de mi rostro se sentía estirada, y mis manos hormigueaban.
Corrí a la camioneta y me fui del parque con un perro muy asustado.
El tiempo transcurrido desde que entré al parque y lo abandoné fue de 3 minutos. Mi marido y yo volvimos al parque más tarde esa noche, y no había evidencia del golpe del rayo. Llamé a la meteoróloga de la estación del tiempo, y ella me dijo que había visto una «centella».
Mary B.
Springfield, Il. USA