El misterio de las centellas (292)
Mi tío, mi hermano y yo estábamos caminando, poco después del amanecer en febrero de 1971 cuando, cundo nos acercamos a la casa de un vecino para pedir municiones para cazar patos, vimos una gran esfera azul brillante cayendo de aproximadamente 4 a 5 mil pies. Era silenciosa y brillante pero no cegadora.
A unos dos centenares de metros de distancia parecía tan grande como 5 metros de diámetro. Cayó lentamente y cerca de cinco metros de la superficie del agua se dividió en seis esferas idénticas más pequeñas que dieron un giro de 90 grados con respecto a la trayectoria vertical inicial y desaparecieron en pocos segundos, viajando un centenar de metros más o menos del que hubiera sido el punto de impacto. Sin ruido y con una caída controlada y sin ondas en el agua.
Tony Ryan
Turk’s Cove, NF Canada