Ovnis – Javier Krahe
El año 2000
«“a la luz de un candil»“
los supervivientes
no vean más plan,
que un terrible llanto
y crujir de dientes,
se puede apostar,
sin menospreciar
a aquellos profetas,
que aseguran que,
el remedio viene
de otros planetas.
Una nueva fe,
a la escala de
nuestro pobre ingenio,
una solución
de ciencia ficción
de cara al milenio:
que un rayo de luz
celeste conduzca
al hombre expectante.
¿Quién no ha visto algún
vulgar y común
platillo volante?
Que hay ovnis y tal
no creo que haga falta
que lo demuestre,
¿cuál es su intención?
esa es la cuestión
del extraterrestre.
No voy a afirmar
que quieran violar
a nuestras hermanas
o implantar aquí,
costumbres así
como americanas.
Tampoco creer,
que venga a ofrecer
al género humano
un ser superior
su ayuda exterior,
su especie de mano.
No encuentro normal
que en traje espacial
nos llegue el Mesías,
que en la Osa Mayor
se preocupen por
nuestras tonterías.
Opino más bien
que, así como quien
asiste a un estreno,
está de mirón,
menuda función
para alguien ajeno,
qué espectacular
telón nuclear
caerá un día de éstos
y, tras el telón
que enorme ovación
sobre nuestros restos.
De ahí el interés
del extraterrestre
por nuestra escena.
Yo estimo que no
repetirle el show
sería una pena,
claro que ya sé
que si queda en pie
alguien todavía,
el año 2000
«“a la luz de un candil»“
de nuevo la lía.