El misterio de las centellas (389)

El misterio de las centellas (389)

La lectura de estos relatos me recuerda una historia que mi abuela me contó, de algunas centellas que había visto cuando era una chica joven que vivía fuera de Pecos, Texas, en los cuarentas.

Ella y mi bisabuela estaban en la cocina de la antigua casa de labranza con el frente y puertas traseras abiertas por el calor de aquel verano. Las puertas tenían pantallas en las dos entradas y estaban cerradas.

Había una tormenta que se acercaba, aunque todavía estaba a cierta distancia. Vieron una esfera blanco azulada del tamaño de una pelota de baloncesto, que flotó a través de la puerta frontal y pantalla entró en la cocina y salió por la puerta de pantalla de atrás y se elevó saliendo de la vista.

No hubo daños en la pantalla y yo no recuerdo que mencionara nada de un olor. Ella no ha visto nada igual desde entonces y yo por desgracia no he tenido la suerte de ver algo como esto.

B. Biggs

USA

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