El misterio de las centellas (432)
Mi hijo tenía unos 8 o 9 años cuando llegó de la escuela en un día lluvioso. Me habló de una bola brillante que estaba flotando que miró por la ventana de su salón de clases. Trató de decirles a sus maestros y otros adultos en la escuela pero no le creyeron. Cuando llegó a casa y me contó, yo sabía exactamente lo que era… centella. Le dije que tuvo mucha suerte, la mayoría de la gente nunca ve una en toda su vida.
Kathy
Tujunga, CA USA