El día después de Roswell (10)

EL DÍA DESPUÉS DE ROSWELL (10)

image Los ovnis demostraron ser aún más persistentes el día siguiente al Día de la Independencia. A la 1:30 de la mañana del 5 de julio, en Waterloo, Iowa, J. E. Johnston, vio un objeto volando a alta velocidad por encima de su casa. Lo describió como un «objeto brillante, plano de cerca de 12 pies de diámetro». La agencia de noticias Associated Press informó que la descripción de Johnston fue como «un plato de comida». El disco estaba volando a unos 25 pies sobre el suelo e hizo un «ruido silbante como el de un cohete», cuando voló directamente sobre su casa. Estaba demasiado cerca del suelo para ser un avión. «Fue una experiencia terrible», agregó. «Me adormecí de pies a cabeza».

A las 8:00 PST en Sacramento, California, al otro lado del país, el doctor A. K. Carr, director de la Division of Animal Husbandry of the State Agricultural Department, tuvo una observación notable de dos discos que pudieron ser vistos por otros poco después. Carr estaba con su esposa en el patio de su casa cuando vio dos objetos brillantes. El periódico local detalla este avistamiento:

«»˜Llegaron desde el Oeste»™, dijo el Dr. Carr, «˜yo diría que uno estaba cerca de 10,000 pies, y el otro se desplazaba a unos 10,000 pies, y diría que el otro estaba viajando a una velocidad tremenda de alrededor de 5,000 a 6,000 pies. Pudimos ver las estelas de vapor detrás de ellos. El menor continuó en dirección Este, pero el otro, que estaba observando a través de binoculares de 12 X, banqueó bruscamente sobre la ciudad y voló hacia el Norte. Pareció pararse en uno de sus bordes cuando giró»[1].

Carr dijo que cada uno arrastraba un «vapor blanquecino», que describió como «casi del mismo tamaño que el propio disco». El primer objeto era «redondo y brillante como una estrella», y su tamaño relativo era de «cerca de cuatro pulgadas de diámetro».

Cuando llegó a un punto en su curso justo encima de su casa, hizo un giro de 90 grados al Norte y continuó su vuelo hacia el Norte, saliendo fuera de la vista. El segundo objeto, que había estado siguiendo al primero, continuó su rumbo directo hacia el Este. La señora Carr dijo que el segundo objeto parecía ser más «de forma ovalada», que el primero, y volaba a una altura algo menor. Los Carr, vieron los objetos durante casi dos minutos antes de que ambos desaparecieran de la vista, uno al Norte y otro al Este.

Capistrano Sólo 30 minutos más tarde dos discos similares fueron vistos más al Sur, cerca de Dana Point, California, por el señor y la señora John K. Street. Street era un ejecutivo de una compañía de seguros de Los Ángeles. Él y su esposa estaban pasando el fin de semana en la playa junto a la ciudad, disfrutando de unas largas vacaciones. Estaban a pocos kilómetros de la Misión de San Juan Capistrano. Los Street describieron los objetos que vieron como dos aparatos parecidos a «platillos» que volaban lentamente sobre el cañón desde la playa en dirección Norte hacia la Misión de Capistrano.

«Los objetos extraños parecieron hacer una inclinación antes de desaparecer en la distancia», dijo Street. «Nos dio una sensación extraña».

Diez minutos más tarde, dos objetos parecidos a discos fueron vistos cerca de 50 millas al Noroeste de Dana Point, en Eagle Rock, en el Noreste de Los Ángeles. El testigo fue un niño de diez años, Donald Levine, quien los describió como amarillentos y viajando a una gran velocidad en línea recta hacia el Norte[2]. Si bien es posible que los objetos pudieran haber sido los mismos vistos antes por los Street, hay muy pocos detalles, como de costumbre, para hacer cualquier conexión.

Casi al mismo tiempo un cuarto observador, a pocos kilómetros al Norte de Eagle Rock, vio objetos parecidos a discos en Glendale, California. En ese caso, sin embargo, el observador, Donald Dwiggins, dijo haber visto que los cuatro discos cambiaban de forma y volaban a 8,000 o 9,000 pies[3].

A las 9:00 de la mañana se vieron cinco discos volando hacia el Este de Albuquerque, Nuevo México. Por la tarde, ahí mismo, cinco testigos vieron una esfera entrando y saliendo de las nubes[4].

Una serie de avistamientos ocurrieron en el estado de Washington alrededor de Spokane y Seattle, a las 10:45-11:00 PST[5].

BlackMountain Alrededor de las 11:00 PST, en San José, California, el sargento de la Fuerza Aérea del Ejército, Charles R. Sigala, dijo que él, su esposa, su suegra y un vecino, observaron un disco volador «plateado» cerca de su casa. Sigala trabajaba en Hamilton Field, pero ese día estaba de permiso y vio el objeto volando en un día claro. Volaba en círculos alrededor de Mountain View, a unos 5,000 pies. El objeto fue claramente visible cuando voló sobre Black Mountain, el pico más alto de la cadena Monte Bello, a cinco millas al Suroeste de Mountain View. «Bajó varias veces», y luego se dirigió hacia el mar. Sigala estimó que el objeto era «tan grande como un automóvil» y no hacía ruido[6].

A las 11:00 Ed Zimmermann, un veterano de la guerra y experimentador de motores de cohete, de 1354 Elati Street, vio un disco en su patio trasero. El objeto estaba directamente sobre la cúpula del edificio del capitolio de Denver, moviéndose en dirección Noreste. Zimmerman fue capaz de observar el disco con binoculares y lo describió como de forma «plana, como una sartén, con un bulto, o perilla en la parte superior, como la cabina de un piloto». Era de color aluminio y dejaba una nube de vapor, lo que le sugirió a Zimmerman algún tipo de propulsión a reacción o un cohete. Estimó la altura del objeto entre 5,000 y 6,000 pies, su diámetro en unos 20 pies, y su velocidad entre 1,100 y 1,200 millas por hora.

«CONECTADOS POR CABLES»

En Tacoma, Washington, muchos testigos informaron de avistamientos de un grupo de objetos que parecían estar «conectados» por cables, cuerdas, o por otros medios invisibles, porque se movían al unísono, o de una manera que sugería que el grupo de objetos tenía algún tipo de conexión entre ellos[7].

La señora Lillian Emblem, de 1115 6th Avenue, tuvo más suerte pues ella sí pudo observar esos «cables», o un apéndice físico real que unía dos objetos entre sí. La señora Emblem, de 1115 6th Avenue, dijo haber visto dos objetos a una distancia bastante cercana. Dijo que los objetos «en realidad parecían dos carretes, interconectados por una barra». Durante unos 30 segundos, ella y una amiga, la señora Marie Reed, vieron los objetos moviéndose en silencio a través del aire a la velocidad de un avión o menor.

En Covington, Kentucky, por la tarde, las señoras Dorothy Kreve y May Lawrence, de 434 Johnson Street, describieron haber visto un platillo volador «con piernas». Curiosamente, ese mismo día una mujer de Chicago informó de un avistamiento idéntico de un disco volador, diciendo que «tenía piernas»[8].

En Augusta, Maine, a las 13:15 EST docenas de informes entraron en la Administración de Aeronáutica Civil describiendo objetos no identificados volando sobre la ciudad, todos en una dirección Norte. Dan Kelly, director de programación de la estación de radio local WRDO, y un amigo, personalmente vieron doce discos. Los reportó a la Civil Aeronautics Administration diciendo que se movían «muy rápido, en una línea recta como un collar de perlas».

KjellQuale Kjell Qvale, un vendedor de automóviles y ex piloto de la Marina por cinco años, de Alameda, California informó que él y un grupo de 50 testigos vieron una formación triangular de objetos parecidos a discos, cerca de Auburn, a las 14:30 PST, volando hacia el sur.

Qvale dijo que los discos, vistos por primera vez directamente sobre su cabeza, «parecían estar hechos de metal y parecían plata brillante», y agregó que su contorno redondo era claramente distinguible. Los objetos estuvieron a la vista por tres o cuatro minutos.

«He visto un montón de aviones, y estos no eran aviones. La única pista que podría tener en cuanto a su altura, tamaño y velocidad fue el hecho de que desaparecieron uno a la vez, arriba en el cielo, y no en el horizonte. Este efecto se produciría si fueran muy, muy grandes y estuvieran muy alto, y volando a una velocidad increíble -1,000 millas por hora».

Qvale pensó que podría tratarse de naves espaciales.

Más al norte, en Albany, Oregón, a las 15:20 PST el ex marinero Ted Tannish y su amigo Bill Lemon observaron un objeto similar, de forma circular, que volaba rápidamente hacia el Sur. Luego lo vio bajar lentamente antes de dirigirse hacia el Norte y finalmente desaparecer en un banco de nubes[9].

Case306 En Bethesda, Maryland, Jack LaBous, un artista visual, vio un objeto volador muy raro. Él dijo que parecía una cúpula con una antena que sobresalía por debajo. Esto es de notar porque un hombre de Sioux Falls describió haber visto un tipo idéntico de disco al día siguiente También lo describió con una especie de apéndice tipo caña de pescar, saliendo de la parte inferior de la nave[10].

Llegaron otros informes de St. John, New Brunswick; Sherbrooke, Quebec; Port Huron, Michigan; Anaconda, Montana; Hollywood, California; Waterloo, Iowa; Akron y Cincinnati, Ohio; Portland, Oregón; South Bend y Huntington, New York; Nueva Orleans, Louisiana; Albuquerque, Nuevo México; Denver, Colorado; Wisconsin, Minnesota; Maryland, Connecticut; Utah y Chicago, Illinois[11].

Thomas Dale, de 26 años, hijo del gobernador Charles M. Dale, y un veterano con más de ocho años de vuelo, pilotaba un avión privado de Laconia a Portsmouth por la tarde. Con él iba un amigo, Jere Stetson, de Newfields. A las 16:26 GMT, mientras volaban hacia el suroeste en Alton, New Hampshire, a una altitud de 2,800 pies, Dale y su compañero vieron un objeto extraño a unas dos millas de distancia, hacia el Este, a unos 1,500 pies por debajo de su avión. Se acercaba a los jóvenes a una «velocidad excesiva», y en 15 a 18 segundos se había desviado hacia el Norte, a lo largo de Alton Bay y Lake Winnipesaukee, hacia Moultenboro, donde se perdió de vista. «No estoy diciendo que se tratara de un «˜plato o disco volador»™», dijo Dale a los periodistas más tarde, «pero lo que fuera, no era un avión convencional». Dijo que «de ninguna forma o manera» se asemejaba a ningún tipo de aeronave conocida.

Los dos observadores describieron el objeto como «definitivamente metálico en su construcción», de unos 20 pies de largo, y «no precisamente de forma redonda». Cuando fue visto por primera vez, el objeto fue observado de perfil contra los árboles en el suelo abajo y a la izquierda de los testigos. Ambos, Dale y Stetson, dijeron que «nunca habían visto nada igual» en el aire, y añadieron que su aspecto los dejó «pasmados» a ambos. Dale había sido un piloto de ATC durante la Segunda Guerra Mundial y estaba muy familiarizado con todo tipo de aeronaves convencionales.

AVISTAMIENTOS EN CHARLESTON

SamCothran En la tarde, mientras conducía por la zona oriental de Charleston con su esposa, el reportero de News and Courier, de Charleston, Carolina del Sur, Samuel A. Cothran, vio un objeto plateado siguiendo «un curso regular casi hacia el Este» durante dos minutos.

«Vi un objeto plateado, circular», escribió Cothran en News and Courier al día siguiente, «viajando, hacia el Este, alto en el cielo, a las 18:20… mientras conducía placenteramente por el paseo marítimo de Charleston. Mi esposa fue la primera en verlo y me lo señaló. Lo vimos desaparecer sobre el Océano Atlántico, después de observarlo durante dos minutos completos. Volaba solo. No había formación.

«Siguió un curso estable, sin desviaciones. No eran perceptibles ni alas ni otras proyecciones, aunque me pareció que un avión de tamaño mediano a una altura bastante elevada habría sido fácilmente identificado como tal. No vi brillo o estela de vapor, que han sido característicos en otros informes de platillos voladores.

«No fuimos los únicos en verlo. Varios jóvenes en la calle lo vieron, emocionándose tremendamente, corriendo de un punto de vista a otro para mantener la visión. No se excluye del reino de las posibilidades que haya sido un avión volando alto, pero si es así, se trataba de un artefacto extraño. No es posible decir qué tan alto estaba volando porque no tenía noción de su tamaño real».

Más o menos al mismo tiempo fueron reportados varios avistamientos independientes al News and Courier. Casi al mismo tiempo que la observación de los Cothran, Joseph Price Cameron, de Byrnes Downs, que también estaba conduciendo un automóvil, dijo que había visto un objeto en forma de disco, brillante como el aluminio, y al parecer del tamaño «de un plato de comida». Se movía rápido directamente sobre Byrnes Downs en dirección al Charleston Navy Yard, al Norte de la ciudad. El señor Cameron estableció el momento de su avistamiento a las 18:17.

A unas 30 millas al Norte de Charleston, H. L. Babson, un operador de grúas de Monck»™s Corner, informó que alrededor de las 18:00, él y un amigo habían estado pescando en Lake Moultrie, cerca de Pinopolis, cuando vieron un objeto en el sur, «como una almeja brillante». Estaba volando en dirección de Charleston, hacia el Este. A Babson le pareció que «tal vez media diez por diez pies». El frente parecía más grande en espesor que la parte posterior, de acuerdo con el testimonio, y la parte inferior era redondeada. El señor Babson estaba seguro de que no era un avión, ya que estaba volando demasiado rápido y no hacía ningún ruido. En el lago, explicó, los motores de un avión se pueden escuchar antes y después de que se está a la vista.

A las 19:00 EST piloto capitán John L. Dobberteen, y el primer oficial Frank Corwin, de la TWA, observaron un objeto de extraño aspecto, mientras volaban sobre Neapolis, 20 millas al Este de Archbold, Ohio. Ellos estaban en una misión de transporte desde la costa Este en un avión vacío a unos 4,000 pies cuando apareció el objeto desconocido. El objeto volaba por debajo de ellos. Ambos pilotos lo describieron como un «aspa de ventilador girando, del tamaño de un pequeño avión privado, sin indicios de un cuerpo, fuselaje o motores. Sólo una especie de hélice. Sin alas.» El objeto giraba lentamente a medida que avanzaba a una velocidad estimada de 200 millas por hora.

Dobberteen se desvió ligeramente de su curso, en un esfuerzo para verlo mejor, y lo siguió por un corto tiempo antes de corregir de nuevo el rumbo y dirigirse a su destino en Chicago. Lo vieron dar dos vueltas completas por debajo de ellos antes de desaparecer de la vista. El capitán dijo que definitivamente no se parecía a ningún avión o autogiro que hubiera visto y sintió que podía parecerse a un disco volador, si fuese visto desde el suelo.

«Cuando lo vimos por primera vez pensamos que era una rueda giratoria trucada del cuatro de julio (sic)[12]«, dijo el piloto. «Pero sabemos que no podía haber sido fuegos artificiales».

Después de aterrizar Dobberteen reportó el incidente al control del tráfico aéreo ya que el evento había ocurrido en el espacio aéreo de las líneas comerciales y que temía que el misterioso objeto pudiera representar un peligro[13].

Los miembros del departamento de policía de San Leandro, California, reportaron haber visto un disco sobre la ciudad a las 19:00 PST después de haber recibido aproximadamente 15 llamadas sobre el objeto. Los oficiales Bill Williams, S. D. Capitola, y Tony Gómez dijeron que el objeto parecido a un disco se acercó desde el Oeste y circundó la zona durante media hora. Capitola dijo que parecía estar entre 5,000 y 10,000 pies de altura, y parecía una «mancha blanca del tamaño de un dólar». Dijo que el objeto desapareció en el Sur. La mayoría de los oficiales de guardia de la policía de San Leandro lo vieron, así como los miembros del cuerpo de bomberos. La policía de Oakland recibió cinco llamadas de personas que dijeron haber visto el objeto.

En Shrewsbury, Massachusetts, la señora Jessica F. Willis informó que vio ocho discos voladores azules dirigiéndose hacia el Norte a las 19:30 EST. Luego observó otros en grupos de dos o tres[14].

OBJETO DEL TAMAÑO DE UN HOTCAKE QUE ECHABA CHISPAS

Al atardecer, dos kilómetros al norte de Fayetteville, Arkansas, Henry Seay volvió a ver platillos voladores. Ya había tenido un avistamiento la noche anterior.

El 4 de julio, Seay estaba arriando su ganado cuando aparecieron tres discos amarillos «del tamaño de los hotcakes, y girando alrededor al mismo tiempo», volaban a 500 o 1,000 pies por encima, y asustaron a los animales. Seay dijo que los objetos volaban hacia el Suroeste.

La noche siguiente ocurrió lo mismo. En ese momento estaba arriando su ganado hacia el establo de ordeña. Mientras iba por un camino que lleva al establo, un objeto en forma de disco voló sobre él y dejó caer una lluvia de chispas.

«Cayeron chispas sobre mí, que eran como polvo». Él dijo que creía que el objeto había bajado cerca de su casa, pero que se convirtió en «nada más que cenizas y polvo cuando aterrizó». Las cenizas cayeron sobre los brazos desnudos de Seay, pero no quemaban[15]. Sin embargo, el incidente asustó su ganado. Comentó brevemente que «los animales se asustaron y corrieron cuando vieron esas cosas».

McDonald1 En los siguientes diez minutos Seay corrió alrededor intentando reagruparlos, estando más preocupado por su ganado que de buscar el molesto disco. Finalmente logró controlarlos y los condujo hacia el establo, y entonces vio de nuevo el disco. Esta vez había aterrizado entre él y el granero a una distancia de 200 metros en el pasto. Mientras miraba el objeto, que parecía tener unos diez a doce pies de ancho, Seay pudo discernir una forma redonda y aplanada que era luminosa, pero no para cegar la vista, sólo muy brillante para que sus bordes se vieran claramente definidos. En cuestión de segundos la nave se elevó en silencio verticalmente a casi 40 pies y despegó de forma horizontal a una velocidad alrededor de 50 millas por hora. Cuando lo hizo, volvió a soltar una lluvia de chispas que cayeron al suelo, pero no parecieron dañar su cercano campo de avena. Sólo quedaron algunas cenizas del evento y Seay ni siquiera pudo encontrar una marca en el suelo para demostrar que el disco había aterrizado. Sin embargo, al igual que la noche anterior, su ganado se mantuvo asustado durante todo el evento[16].

Años después Seay describió telefónicamente el evento al ufólogo James McDonald[17]. Seay se refirió a la observación de la tarde del 5 de julio, y no quiso hablar de los acontecimientos de la noche anterior. Seay, ahora ya muy anciano, estaba muy reacio a hablar de ello[18].

AL ANOCHECER

El señor Willard Fisk y su esposa, de 42 de Delaware Street, Grand Rapids, estaban acampando en el Pond Lake, Michigan, cuando, en algún momento después del anochecer, vieron «un objeto brillante, de color rojo oscuro, de aproximadamente ocho pulgadas de diámetro, volando a una altitud de unos 200 pies a través del lago». Ambos describieron el objeto como «zigzagueando a través del aire, bajando hasta 20 pies por encima de la superficie del lago». No hacía ruido y los testigos vieron a una especie de luz en la parte superior que se encendió y apagó varias veces antes de que el objeto se elevara y desapareciera de la vista.

Dan Conroy, quien se identificó como gerente de la tienda J. C. Penney en Allegan, Michigan, en su informe al Grand Rapids Herald (del 7 de julio), dijo que un grupo de 27 personas, incluido él mismo, habían visto un gran grupo de objetos parecidos a discos, volando sobre ellos, mientras estaban en una cena del club de bridge en Lake Allegan durante la noche. Conroy dijo que los objetos volaban «muy alto», que iban del Este al Oeste, y eran de color plateado. Parecían tener unos 25 pies de diámetro. Dijo que contó 18 objetos en total, pero otros en la fiesta contaron hasta 21.

A las 21:30 MST, la señora Shirley Hefferon y su hermana Lois Mae Gadbaw de Butte, Montana, vieron pasar varias extrañas naves aéreas en dirección Norte[19].

PhillipsPackingCompany Quince minutos más tarde, a las 21:45 EST la señora Scott Jones, su hija, y sus hijos vieron una «estrella fugaz» que giraba y flotaba hacia la Phillips Packing Company en Cambridge, Maryland. Luego regresó en dirección opuesta[20].

A las 22:00 MST los residentes de Evanston, Wyoming, informaron de luces en el horizonte, pero estas pueden haber sido debidas al reflector del recinto ferial en Salt Lake City[21].

Esa noche a las 22:30 EST muchos residentes de Wallaceburg, Ontario, Canadá, observaron dos grandes formaciones de discos luminosos que atravesaron una amplia zona del cielo[22].

Alrededor de las 22:00 o 22:30 PST en Longview, Washington, la señora Margaret Carter dijo haber visto un objeto esférico, de color aluminio en el cielo del Suroeste, dirigiéndose hacia el Noroeste. El objeto se «sumergió» en varias ocasiones mientras estuvo a la vista durante un máximo de cinco minutos[23].

La meteoróloga y Operadora de Comunicaciones de la CAA, la señorita Barry Peruzzo, en la torre de control del aeropuerto de Zanesville, Ohio, dijo que había visto dos objetos parecidos a discos voladores sobre el aeropuerto, separados unos diez minutos. Dijo que vio el primer objeto «bastante ovalado» a las 20:55 EST, mientras estaba revisando la visibilidad del cielo, una de sus funciones. «Yo acababa de salir cuando el primer objeto se acercó a unos 5,000 pies», dijo. El objeto estaba volando bajo el techo de nubes. El segundo disco lo siguió cinco o diez minutos más tarde. «Se fue muy rápido, iba en dirección Noreste», añadió. El testigo se negó a estimar la velocidad de los objetos, ya que no estaba segura de su tamaño. «Los vi por sólo unos 15 segundos a la vez», dijo. Ella no oyó ningún ruido.

Esa noche en Norwalk, Ohio, dos familias de agricultores del Condado de Huron vieron platillos. Señalaron que «un disco se sobrepuso sobre el otro y viajó circularmente en sentido contrario»[24].

Dexter McEwen, de 4016 McKinney, informó que había visto tres objetos parecidos a discos voladores cerca de Dallas, Texas, a las 23:00.

«Se estaban moviendo horizontalmente», dijo, «pero muy alto en el cielo, como estrellas fugaces, pero no dejaron estelas. Parecían estar moviéndose en una formación en V», añadió.

2bluebook14 En Janesville, Wisconsin un objeto parecido a un disco realizó vuelos en círculo. El señor y la señora Al Sievert y el señor y la señora Howard Roth dijeron a la estación de radio WCLO que a las 23:35 CST habían visto un objeto con forma de disco que volaba al Noroeste «como una placa en su borde». Se dijo entonces que el objeto dio vuelta a la izquierda en un amplio patrón de vuelo ovalado «a una velocidad increíble», paró bruscamente, y luego voló fuera de la vista a gran velocidad. Luego el objeto regresó a la vista, flotó un instante durante dos minutos y volvió a hacer el mismo circuito en contra de las agujas del reloj, dando vueltas como antes. Los testigos describen el color del objeto variando de amarillo a plata. Justo antes de que desapareciera, se dieron cuenta de que tenía «tres colas cortas», y cuando desapareció, dijeron que «sólo se desinfló». Había estado a la vista durante unos diez minutos.

A las 00:23 EST de la mañana siguiente, se produjo un avistamiento en Paterson, New Jersey. Cruzando el país John Neisswanger, de Eugene, Oregón, regresaba a su casa por un camino oscuro y solitario. De repente, se sobresaltó por un objeto aéreo que se movía muy lento. Su descripción se parece al dibujo de un niño del sol con líneas a su alrededor. A continuación, detuvo el coche, y él, su mujer y otro pasajero vieron el fenómeno extraño, hasta que pasó[25].

El sargento de la Marina Raynor L. Cain, de 364l 26a Place West, Seattle, Washington, informó que a las 00:40 PST vio dos objetos parecidos a discos, volando sobre la ciudad.

«Se veían como balones de fútbol nocturnos – del tipo plateado que se utilizan para los juegos bajo las luces El primero de ellos banqueo ligeramente a unos 8,000 pies, y luego pareció dispararse hacia arriba y salió de la vista, hacia el Norte El segundo, lo siguió después de un minuto, parecía tambalearse durante vuelo, pero también desapareció de la vista hacia el norte», dijo Cain.

Contando el plato volador, del tamaño de un hotcake, que se volvió polvo al chocar contra el suelo, hemos contabilizado un total de 23 platillos estrellados.

En la próxima entrega continuamos con el análisis de Hynek.

REFERENCIAS

Bloecher Ted, Report On The UFO Wave of 1947, sin pie de imprenta, 1967.

Hall D. Michael & Connors A. Wendy, Alfred Loedding & The Great Flying Saucer Wave of 1947, Rose Press, Albuquerque, New Mexico, 1998. 192 s.

https://marcianitosverdes.haaan.com/2011/02/el-da-despus-de-roswell/

https://marcianitosverdes.haaan.com/2011/03/el-da-despus-de-roswell-2/

https://marcianitosverdes.haaan.com/2011/03/el-da-despus-de-roswell-3/

https://marcianitosverdes.haaan.com/2011/03/el-da-despus-de-roswell-4/

https://marcianitosverdes.haaan.com/2011/03/el-da-despus-de-roswell-5/

https://marcianitosverdes.haaan.com/2011/04/el-da-despus-de-roswell-6-2/

https://marcianitosverdes.haaan.com/2011/04/el-da-despus-de-roswell-7/

https://marcianitosverdes.haaan.com/2011/04/el-da-despus-de-roswell-8/

https://marcianitosverdes.haaan.com/2011/04/el-da-despus-de-roswell-9/

http://www.nicap.org/470704e.htm

http://www.project1947.com/acufoe.htm

Hynek Josef Allen, The Hynek UFO Report, Dell Publishing Company, New York, 1977. 304 s.

McDonald E. James, UFOs – An International Scientific Problem, presentado el 12 de marzo de 1968, en el Canadian Aeronautics and Space Institute Astronautics Symposium, Montreal, Canadá. 40 s.

Michel Aimé, Lueurs sur les Soucoupes Volantes, Maison Mame, No. 4 de la serie Découvertes, 1954. 286 s.

Ruppelt J. Edward, The Report on Unidentified Flying Objects, Doubleday & Company, Inc., New York, 1956. 278 s.

Aldrich Jan, Project 1947: A Preliminary Report on the 1947 UFO Sighting Wave, UFO Research Coalition, 1997.


[1] Bloecher Ted, Report On The UFO Wave of 1947, sin pie de imprenta, 1967. Pag. III-1.

[2] Ibid, Index.

[3] Ibid.

[4] Aldrich Jan, Project 1947: A Preliminary Report on the 1947 UFO Sighting Wave, UFO Research Coalition, 1997. Y Albuquerque Journal, July 6, 1947.

[5] Ibid.

[6] The Oregonian, Portland, July 6, 1947.

[7] ¿Como globos amarrados?

[8] Bloecher Ted, Report On The UFO Wave of 1947, sin pie de imprenta, 1967. Pag. II-15.

[9] Democrat Herald, Albany, Oregon, July 7, 1947.

[10] Daily Argus Leader, Sioux Falls, Idaho, July 7, 1947; Daily Capital-Journal, Pierre, South Dakota, July 7, 1947; Post, Denver, Colorado, July 7, 1947; Dispatch, St. Paul, Minnesota, July 7, 1947.

[11] The New York Times, July 6, 1947, Pag. 1, 36.

[12] ¿Fuegos de artificio?

[13] Bloecher Ted, Report On The UFO Wave of 1947, sin pie de imprenta, 1967. Pag. II-17.

[14] Aldrich Jan, Project 1947: A Preliminary Report on the 1947 UFO Sighting Wave, UFO Research Coalition, 1997. Y Albuquerque Journal, July 6, 1947. Pag. 80.

[15] Por el tamaño de los «discos», por las chispas y las «cenizas que no quemaban» a mí me parece que lo que Seay vio fueron fuegos artificiales lanzados por algunos jóvenes aquel 4 de julio, que al ver el éxito obtenido, repitieron la broma la noche del 5.

[16] Bloecher Ted, Report On The UFO Wave of 1947, sin pie de imprenta, 1967. Pag. IV-1.

[17] McDonald E. James, UFOs – An International Scientific Problem, presentado el 12 de marzo de 1968, en el Canadian Aeronautics and Space Institute Astronautics Symposium, Montreal, Canadá. 40 s.

[18] Tal vez ya se había dado cuenta de que había sido una broma y que lo que había visto eran fuegos artificiales.

[19] Independent-Record, Helena, Montana, July 6, 1947.

[20] Daily Banner, Cambridge, Maryland, July 7, 1947.

[21] Unita County Herald, Wyoming, July 11, 1947, Pag. 1.

[22] Cable de la Associated Press, July 7, 1947.

[23] Daily News, Longview, Washington, July 8, 1947.

[24] Register-Star-News, Sandusky, Ohio, July 8, 1947.

[25] Benton County Herald, Corvallis, Oregon, July 10, 1947.

La dorada mediocridad

LA DORADA MEDIOCRIDAD[1]

Mario Méndez Acosta

Una de las recetas más efectivas en el ámbito científico es l llamado principio de la mediocridad usado sobre todo en las ciencias naturales. No pretende, a pesar de su nombre, hacer juicio alguno de valor sobre lo que se aplique; el término «mediocridad», en el lenguaje ordinario, implica un enjuiciamiento negativo, ya que denota una falta de deseo de superarse en las acciones o en el comportamiento de aquel o aquellos a quienes se aplica; pero en el mundo natural, mediocridad implica sobre todo falta de elementos que permitan destacar o distinguir una situación como algo especial o extraordinario.

El principio de mediocridad ha permitido obtener información importante de la naturaleza del universo. En el caso de la astronomía, permite decidir, por ejemplo, que la situación de la Tierra en nuestro sistema solar, y a su vez la de éste en nuestra galaxia, no tienen nada de particular y que, por lo tanto, es posible esperar que en otros lugares existan otros planetas similares y otros sistemas planetario equivalentes. Brevemente, el principio de la mediocridad señala que no vivimos ni en un lugar especial ni en un tiempo especial y así podemos esperar que en el pasado, en el futuro y en las regiones más lejanas del cosmos, prevalezcan condiciones equivalentes a las que nos rodean, y rijan ahí las mismas leyes naturales con las mismas constantes físicas.

El principio de mediocridad es tal vez el argumento más convincente que hay para seguir adelante con los programas de búsqueda de inteligencia extraterrestre. Estos programas intentan detectar, en los millones de estrellas situadas cerca de nuestro Sol, alguna evidencia de que alguien use señales de radio de origen artificial, lo cual revelaría la existencia de alguna civilización extraterrestre avanzada. El principio de la mediocridad nos dice que nuestra existencia no tiene nada de especial y que por lo tanto debería haber infinidad de civilizaciones tecnológicas en cualquier lugar del cosmos tal como ocurre en nuestra galaxia en condiciones de habitabilidad y de disponibilidad de tiempo para que funciones el proceso evolutivo.

No obstante, aunque los programas de búsqueda han funcionado ya por más de cuarenta años, no se ha podido encontrar ningún indicio de que, en otro sitio de nuestra galaxia, la Vía Láctea, alguien esté utilizando señales electromagnéticas como las de radio para comunicarse, y ello entra en aparente contradicción con el principio de la mediocridad que permitió establecer las bases de la física contemporánea. ¿Por qué la esfera celeste no se ve pletórica de señales de radio de los millones de civilizaciones que deberían ya haber evolucionado en la Vía Láctea o en las galaxias más cercanas? La clave está en considerar con cuidado lo que implica en verdad el principio de la mediocridad. Si señalamos que en cualquier otro lugar, en donde se presenten las condiciones que rigen aquí en la Tierra, debería surgir pronto una civilización tecnológica capaz de usar el radio, el meollo del asunto está en definir bien esas condiciones.

El surgimiento de nuestra especie tomó aproximadamente cuatro mil millones de años desde que la vida apareció en el planeta. La vida en sí apareció más o menos rápidamente después del enfriamiento de la Tierra, pero todo indica que ello fue facilitado por la existencia de mareas causadas por el hecho de que tenemos una luna de gran tamaño, en comparación con el tamaño de la Tierra o bien porque existe en nuestro planeta un mecanismo llamado tectónica de placas, causante de que las placas continentales se desplacen y así surjan fisuras en el fondo del mar, donde propician una fuente de calor muy favorable al surgimiento de la vida.

La vida ya era lo suficientemente compleja como para que hubiera surgido una especie inteligente hace uno 300 millones de años; sin embargo, ello no sucedió sino después de presentarse varios acontecimientos fortuitos, como por ejemplo, la extinción de los dinosaurios por causa del impacto en la Tierra de un gigantesco meteorito. Si ello no hubiera ocurrido, los mamíferos no se hubieran convertido en el orden zoológico dominante.

Una serie de cambios climático fortuitos, y quizá difíciles de repetir, propiciaron que un cierto tipo de primates, alejados del medio ambiente para el que estaban perfectamente adaptados, tuvieran que desarrollar algo llamado inteligencia para sobrevivir en condiciones muy cambiantes y hostiles.

Si el planeta hubiera mantenido las agradables condiciones que mostraba hace unos treinta millones de años, nosotros todavía viviríamos en las copas de los árboles, alimentándonos de sabrosos frutos, sin necesidad de bajar al suelo a enfrentarnos con depredadores y sin vernos obligados a cambiar nuestra dieta para incluir la proteína de la carne, lo que nos obligó a aprender a cazar con armas y herramientas.

El principio de la mediocridad, para el caso de nuestra evolución, debe entonces expresarse de esta manera: «en todos los mundos situados en una órbita adecuada alrededor de su estrella, en los cuales exista una luna que cause mareas en los océanos, donde haya además tectónica de placas, causante de que se modifiquen los continentes a lo largo del tiempo geológico, en donde regularmente desaparezcan «“por causa de desastres naturales- las especies dominantes demasiado especializadas, y en donde, finalmente, surja un ser con la capacidad de manipular objetos y comunicarse entre su grupo, transmitiendo conceptos complejos, en esos planetas surgirá, tarde o temprano, una civilización tecnológica capaz de desarrollar la comunicación por radio».

Este nuevo conjunto de condiciones hace que el número esperado de civilizaciones en la galaxia, o en el mismo universo, sea extremadamente reducido. Prácticamente, según los más severos analistas, ese número en la galaxia, y tal vez en el cosmos visible, sea, en este momento, de cero. Resulta así que sí somos algo especial, por lo que debemos tomar medidas para no arruinar nuestras perspectivas como un factor de cambio en el cosmos futuro.


[1] Publicado originalmente en Ciencia y Desarrollo, No. 175. México, marzo-abril 2004. Págs 54-55.

¿Ovni o papelito?

¿OVNI O PAPELITO?

VillaDolores «Ovni» en Córdoba: Una confusión llegando demasiado lejos

Una foto de un supuesto ovni sobre Villa Dolores, en Córdoba, no deja de generar comentarios. Aunque la foto refleja lo que a todas luces es un papel empujado por el viento, el debate se plantea en la localidad cordobesa.

29/04/2011

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) – La publicación de una foto en la que supuestamente aparece un ovni en Villa Dolores, al oeste de la provincia de Córdoba, está dando que hablar dentro de la comunidad ufológica.

A simple vista, la foto de un grupo de niños en el centro de un campo de fútbol con una mancha en el cielo parecería indicar que el objeto de la foto no es más que un papel cayendo, un papel similar a los que se pueden ver tirados por el pasto en la foto.

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