El misterio de las centellas (451)
5 de agosto de 1998, Orlando, yo y mi padre nos dirigíamos a su casa al final de una tormenta. El semáforo cambió a verde y nuestro coche estaba a 20 metros por delante de todos los otros coches. Sin previo aviso, una bola de luz blanca del tamaño de una bala de cañón vino derecho hacia el parabrisas. En un instante, oí una fuerte explosión y fue como si la bola explotara debido a que una luz brillante rodeó todo el coche.
Jon Doe
Rochester, NY USA