EL DÃA QUE UN AVIOVNI «INVADIÓ» LA CIUDAD DE MÉXICO
En el número 35, del 12 de diciembre de 1978, de la revista satírica italiana Il Male (El Mal), apareció la noticia de que una nave espacial había aterrizado en la Ciudad de México. Los lectores habituales de ese semanario tomaron la nota como otra más de las bromas de la revista. Pero otros, los que no conocían el estilo de Il Male, aunque con algunas dudas, llegaron a considerar la veracidad del caso.
No era para menos, tan sólo algunos días antes el Corriere della Sera (Correo de la Tarde), uno de los diarios italianos más prestigiosos, había notificado sobre una serie de avistamientos nocturnos de una extraña luz sobre la ciudad. Muchos lectores se habían comunicado con el diario para solicitar mayor información.
La nota en Il Male mencionaba que Kurt Waldheim, el entonces Secretario General de las Naciones Unidas, había confirmado la noticia. Un subtítulo decía:
«El navío procede de la Constelación de Sagitario y los primeros contactos con los terráqueos fueron de orden olfativo».
Según Il Male, Waldheim había afirmado que el desembarco, «anuncia la hora de la paz galáctica».
Los redactores de la revista se preguntaban sobre la razón del «sugestivo silencio de la Agencia Soviética TASS», considerando que el que calla, otorga: además de la «estricta reserva que mantiene sobre el asunto El Vaticano».
¡El avión! ¡El avión!
El caso que había originado la cobertura del Corriere della Sera y la posterior broma de Il Male, era el de la avioneta publicitaria que comenzó a sobrevolar la Ciudad de México el 14 de noviembre de 1978 y de la cual se ocuparon todos los periódicos de la capital.
Dicha avioneta fue la que disparó el número de reportes de ovni de la «oleada» 1977-1979[1]. Los avistamientos se comenzaron a dar a las 21:45 horas[2]. Pablo González Navarrete, de 29 años, con domicilio en la colonia Panamericana, sufrió un severo choque nervioso al ver las luces en el cielo. Antes de acostarse había salido al patio de su casa y de pronto vio el «ovni» que estaba iluminado con una luz amarillenta. Cuando pasó por encima de su cabeza observó una serie de luces que pasaban lentamente[3].
A unos metros de ahí, el joven Enrique Vázquez, estudiante de 18 años de edad, observó el mismo objeto, según él detenido en el aire a unos 30 metros de altura.
Mientras tanto, en el municipio conurbado de Naucalpan, muchos de sus habitantes se comunicaron con las autoridades: policías, bomberos y hasta con el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Informaban de la observación de un «objeto cilíndrico» del cual salía una luz intensa que iluminaba toda la nave. El objeto siguió una trayectoria desde el Norte de Ciudad Satélite, pasó por las Torres de Satélite hacia Echegaray y el Toreo. Ahí giró sobre el Campo Militar Número Uno, el Country Club y de regresó. Ninguno de los testigos apreció ruido alguno.
Uno de los testigos, un tal Noguez, lo observó mientras salía de Plaza Satélite y se dirigía a su casa. El testigo dijo que el objeto estaba a la distancia, casi a la altura de las Torres de Satélite, y parecía un «gusano luminoso» moviéndose en el cielo[4].
Muchos aficionados al radio de banda civil utilizaron sus equipos para comunicar la presencia del objeto no identificado y se mantuvieron en comunicación constante dando la posición del ovni.
En la Colonia Anáhuac se recogieron muchos testimonios. Los testigos dijeron que el objeto parecía provenir de San Bartolo Naucalpan[5]. Lo describieron como un objeto ovalado, con luces azuladas, que giraban continuamente, el cual alrededor tenía ventanas redondas parecidas a las claraboyas de los barcos o aviones.
La revista Ovni, en su número 2[6], publica una serie de entrevistas a diversos habitantes de la colonia Anáhuac:
María de la Luz Rodríguez y María Ceballos lo observaron desde la calle Lago Chalco.
Guadalupe Illescas, de Laguna del Carmen, dijo que vio el «platillo volador» por unos 5 minutos. Según su testimonio había mucha gente en las azoteas mirando el objeto, «que emitía una luz de color amarillo».
Rosa María Rangel Pacheco, de Lago Chalco, lo vio cuando se alejaba. En esa misma calle lo observó el joven Javier Cardoso, quien dijo: «Me pareció que era una avioneta». Su vecino, Rubén Díaz Márquez dijo que «era circular, despedía una luz amarilla y giraba muy rápido. Lo vi durante unos 15 minutos. Avanzaba de un lado a otro».
Algo similar declaró el señor Jorge Vargas, propietario de una farmacia. «Vi parte de una fantasía en la que no pude definir nada, más bien parecía una avión. Lo vi durante unos segundos, mientras salí a la calle y preparé mi cámara para tomarle una foto. ¿La foto?, creo que no salió bien, la cámara no es muy potente. Creo que volaba a la velocidad común que vuela un avión o avioneta, y hacía ruido, el ruido común de un motor que produce cuando está provisto de un tipo de silenciador».
Los niños Enrique Flores, de 12 años, y José Luis Jiménez, también de 12, igualmente lo observaron. La niña Mireya Arévalo dijo que era «un aparato con focos amarillos o rojos y tenía entre estos focos un espacio sin luz, su forma era ovalada y giraba a gran velocidad». Su hermano, Martín Arévalo, aclaró que «tenía forma «˜geoide»™, giraba a gran velocidad y despedía una luz amarilla. Lo vi más o menos durante diez minutos». Finalmente, Manuel Díaz Márquez, de 12 años, dijo que la luz «era amarilla con rojo».
Blanca Maribel, de Lago Chalco, declaró a la revista: «No me parecía un avión, era un círculo que giraba, su luz era amarilla y lo pude observar durante cinco minutos». Su vecina, Angélica Martínez, concordó con su amiga: «Giraba de una forma que me pareció lenta, su luz era amarilla y también lo vi durante cinco minutos».
La revista entrevistó a varios otros testigos entre los que se encontraban: Guillermo López Avalos, Juan Gabriel Arriaga, Adrián Arriaga, Raymundo Ãlvarez y José Luis Ramos. Algunos de los testigos dijeron haber escuchado una voz que salía del objeto y que decía: «Buenas noches México, Buenas noches amigos».
También en la colonia Guerrero, hubo muchos informes. El señor Ernesto Arriaga Barba, obrero de 23 años, informó de un objeto con forma de trompo que se desplazaba hacia el Norte a unos 25 metros de altura. Arriaga se encontraba acompañado de Carlos García y de Eduardo Herrera López. Este último dijo que alcanzó a ver una serie de luces color verde, amarillo y rojo, que «formaban en su conjunto un signo muy parecido al del ovni de Balderas, España»[7]. Los tres testigos afirmaron que el objeto se alejó describiendo una escuadra con dirección al sur[8].
También en la colonia Guerrero, Oscar Zapién Jimeno, que en ese entonces era técnico de grabación y trabajaba para el Sindicato Industrial de Trabajadores de la Televisión, informó de un objeto luminoso que giraba emitiendo luces de colores y «despedía pequeñas chispas».
«Después de ver aquel extraño objeto, decidí bajar a llamar por teléfono a un amigo que vive en la Unidad Tlatelolco. Mientras me encontraba en la cabina, volví a oír a los niños que gritaban: ¡Ahí viene otro platillo!; colgué inmediatamente y vi hacia el cielo, donde ahora había un grupo de luces que formaban las palabras «˜Buenas noches amigos»™, y las cuales se alcanzaban a ver claramente sujetas por una avioneta. Pude distinguir claramente entre el objeto que había visto antes y la avioneta con el cartel luminoso; en definitiva, el ovni de un principio no era la avioneta».
Sin embargo, la declaración de Zapién es muy dudosa. Como dice Héctor Escobar, Zapién, luego de esta experiencia, se convertiría en ufólogo[9]. En su etapa de ufólogo, Zapién ha dicho diversas tonterías[10], y plagiado a varios autores que publicamos en la revista Contactos Extraterrestres[11]. El vio, como todos, una avioneta publicitaria, pero como mitómano prefiere decir que vio la avioneta y, además, un ovni.
Algunos me han preguntado, si era una avioneta publicitaria ¿por qué sólo se vio en ciertas partes de la ciudad «“las colonias Anáhuac y Guerrero y el municipio de Naucalpan-? En realidad hubo varios otros reportes de lugares tan alejados como la Calzada de Tlalpan (en este caso se dijo que se trataba de un ovni que mostraba muchas luces). Otros testigos enviaron sus informes a la revista Contactos Extraterrestres, como el Sr. Luís Bolaños, de Tlalpan, quien comunicó la observación de un objeto circular con luces en los bordes. Y hubo avistamientos en otros sitios, como los ya citados de las colonias Acueducto y Panamericana, reportados por los periódicos. Pero a los que se les dio más publicidad fueron a los primeros. Luego la gente se saturó y ya no le dio importancia.
Pero ¿qué tenían de diferente estos sitios? Todos ellos quedaban cerca o bien de las redacciones de las revistas ufológicas (la colonia Anáhuac en el caso de Ovni[12]) o de los domicilios de los colaboradores de esas revistas, como el caso de la colonia Guerrero y Ciudad Satélite.
La avioneta
Desde el inicio del avistamiento muchos testigos, tal vez los que estaban mejor posicionados, describieron al objeto como lo que era: una avioneta publicitaria. Otros, que estaban más alejados o en una posición poco favorable, sólo veían luces.
Algunos medios de comunicación, como la propia Contactos Extraterrestres, se comunicaron con la Comandancia del Aeropuerto Internacional Benito Juárez, de la Ciudad de México, y obtuvieron un comunicado del comandante Alberto Orozco de Santiago, en donde se informaba que el supuesto «ovni» era una avioneta publicitaria con dispositivos luminosos. La matrícula era XB-XOA (Extra Bravo Extra Oscar Alfa) y era tripulada por el capitán piloto aviador Jesús A. Bravo.
Pero los directivos de Contactos Extraterrestres no quisieron creer esta versión (después de todo era una revista que vivía de los ovnis) y vieron moros con tranchete cuando no se hizo una rueda de prensa para aclarar la situación. Por su parte el equipo de Contactos Extraterrestres contactó con el ingeniero Humberto Hernández Sánchez, subdirector de Aeronáutica Civil, quien expresó que hasta donde tenía noticias la matrícula mencionada correspondía a una avioneta descompuesta o estrellada en Ciudad Valles, Tamaulipas, aunque confirmó que, en efecto, era tripulada por el capitán Bravo, pero no pudo dar datos de su paradero.
Resultaron mejores periodistas los redactores de Ovni pues ellos sí dieron con el piloto Bravo[13]. Ramón Rodríguez, redactor de Ovni, encontró que la avioneta era una Cessna 182H, modelo Turbo Charged. Experimentalmente se le había equipado con un juego de 308 focos, colocados en las alas, que eran controlados por medio de una computadora. La intención era utilizarla con fines publicitarios, para las compañías de automóviles, como se hacía en los Estados Unidos.
El recorrido comprendía una zona entre Naucalpan, Ciudad Satélite y Azcapotzalco. Era el primer vuelo de prueba. El capitán Bravo cuenta su experiencia:
«Nunca imaginé el revuelo que causaría la aparición de aquella avioneta que estaba equipada con un aditamento novedoso.
«Horas después, cuando finalicé el vuelo llegué a casa y me dispuse a cenar mientras veía el noticiero de las 10:30. En aquel momento transmitieron la noticia de que centenares de gentes habían sido testigos del vuelo de un objeto volador no identificado; al nombrar el recorrido y describir la forma de aquel supuesto «˜ovni»™ me di cuenta de que correspondía a la avioneta que horas antes había tripulado.
«Me localizaron por medio del radio y entonces se aclaró el origen de aquel artefacto que había causado bastante inquietud entre los capitalinos.
«Nunca imaginé que causaría tanta expectación. Mi sorpresa no tuvo límites, la gente pensaba que en realidad se trataba de un Objeto Volador no Identificado y afirmaban haberlo visto precisamente durante las horas en que sobrevolé aquella zona».
Ramón Rodríguez le preguntó al Capitán Bravo lo siguiente:
-¿Por qué algunas personas aseguran que el objeto (o sea el avión) se quedó estático en algún momento?
-Esto tiene su explicación dice el Capitán, si sobrevuelo en un tramo de seis metros parecerá que el avión ha quedado suspendido en el aire, pero sólo es ilusión de óptica.
-¿Por qué no emite ningún sonido?
-Está equipado con un silenciador especial.
-¿Se han suspendido los vuelos en algún momento?
-En ocasiones se han suspendido los vuelos por mal tiempo, principalmente por turbulencia o porque la base de las naves baja demasiado, o hay intenso tráfico aéreo o porque las nubes presentan un alto grado de peligro y exista la posibilidad de que se maltrate el panel luminoso.
No obstante que estaba claro que todo había sido una confusión, algunos medios amarillistas, como el periódico La Prensa, publicaron notas espectaculares pero, al mismo tiempo, ficticias. En su edición del 29 de noviembre publicó la nota «Cacería de un ovni: Espectacular persecución realizó la Fuerza Aérea Mexicana»[14]. Según el periodista Julio Villareal, autor de la nota, el ovni fue visto en el sur de la ciudad y los vecinos llamaron a las autoridades, quienes decidieron enviar nueve aviones de la Fuerza Aérea Mexicana tras el extraño objeto. Según Villareal los aviones estuvieron a punto de chocar entre ellos en más de una ocasión. Sin embargo, los reporteros de Contactos Extraterrestres no pudieron obtener una confirmación oficial respecto a tal persecución.
Y así terminó un capítulo más de la historia de la ufología en México.
REFERENCIAS
Anónimo, ¿Oleada en la Ciudad de México?, Contactos Extraterrestres, No. 53, México, 10 de enero de 1979. Págs. 10-13 y 50.
https://marcianitosverdes.haaan.com/2011/10/encuentros-cercanos-la-oleada-1977-1979-primera-parte/
https://marcianitosverdes.haaan.com/2011/11/encuentros-cercanos-la-oleada-1977-1979-final/
Palmer Erika, Psicosis en la Colonia Anáhuac, Ovni, No. 2, México, 20 de mayo de 1979. Págs. 3-7.
Rodríguez Ramón, Las luces que causaron revuelo en la ciudad de México, OVNI, No. 5, México, 3 de julio de 1979. Págs. 24-27.
Villareal Julio, Cacería de un ovni: Espectacular persecución realizó la Fuerza Aérea Mexicana, La Prensa, México, 29 de noviembre de 1978.
[1] https://marcianitosverdes.haaan.com/2011/10/encuentros-cercanos-la-oleada-1977-1979-primera-parte/
https://marcianitosverdes.haaan.com/2011/11/encuentros-cercanos-la-oleada-1977-1979-final/
[2] Hay un reporte del señor Gustavo Martínez Salazar, de la Colonia Acueducto, dirigido a la revista especializada Contactos Extraterrestres (No. 56 del 21 de febrero de 1979), quien dijo que al salir de la escuela escuchó gritar a sus compañeros, que estaban señalando al cielo, «Â¡un ovni!», pero el objeto resultó ser la avioneta publicitaria. «En ese momento la marquesina estaba anunciando una empresa automovilística. La vimos entre las 20:10 y 20:15 horas. Unos días después la volví a ver y pese a que en ambas ocasiones volaba bajo (a unos 250 metros), no le pude ver el fuselaje, por lo que pienso que estaba pintada de color oscuro». Martínez no dio la fecha de su avistamiento.
[3] Seguramente las luces en el panel de iluminación.
[4] El movimiento de las luces del panel de anuncios daba esa apariencia a la distancia.
[5] Justo donde está ciudad Satélite.
[6] Palmer Erika, Psicosis en la Colonia Anáhuac, Ovni, No. 2, México, 20 de mayo de 1979. Págs. 3-7.
[7] Se refiere al famoso «Caso perfecto» o «Caso Ummo».
[8] Una de las «maniobras imposibles» efectuadas por los ovnis. Evidentemente hay un error o una exageración en este reporte, lo que nos hace pensar en ¿cuantos otros reportes ovni que describen maniobras en ángulo recto están en la misma situación?
[9] En realidad eso ocurriría años después, cuando se haría cargo de la revista Contacto Ovni.
[10] Como que no se puede confundir a los aviones con ovnis pues los trazos de los últimos son zigzagueantes. Ver: https://marcianitosverdes.haaan.com/2011/06/evidencia-fotogrfica-en-mxico-2-parte/
[11] Ver el artículo Zapién Jimeno Oscar, ¿Rescató el ejército israelí un ovni?, Reporte Ovni, No. 20, México, marzo de 1994. Págs. 6-9. Y compruebe que no cambió ni una coma del artículo: Jourde J. P., ¡Traigan el ovni a toda costa!, Contactos Extraterrestres, No. 78, México, 26 de diciembre de 1979. Págs. 10-13 y 49.
[12] Cuyas oficinas estaban en la calle de Lago de Chalco.
[13] Contactos Extraterrestres también lo encontró y prometió publicar una entrevista con él, pero finalmente nunca ocurrió.
[14] Villareal Julio, Cacería de un ovni: Espectacular persecución realizó la Fuerza Aérea Mexicana, La Prensa, México, 29 de noviembre de 1978.
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