El ovni de Nicolás Roerich
Publicado el 16 de septiembre de 2010 por Mark
El 5 de agosto de 1927, el filósofo-artista Nicolás Roerich (izquierda) – que, entre muchas otras cosas, diseñó los decorados y el vestuario para la famosa primera presentación, en 1913, en París de La consagración de la primavera, de Igor Stavisky «“ estaba haciendo senderismo en el Himalaya, cuando vio:
«Â¡Algo extraordinario! Estábamos en nuestro campamento en el distrito de Kukunor (NE del Tíbet), no lejos de la cadena de Humboldt… algunos de nuestros caravaneros notaron una gran águila negra volando por encima de nosotros. Siete de nosotros comenzamos a ver esta ave poco común. En el mismo momento otro de nuestros compañeros comentó: «˜hay algo muy por encima del ave»™, y gritó su asombro. Todos vimos, en la dirección norte a sur, algo grande y brillante que reflejaba el sol, como un óvalo gigante que se movía a gran velocidad. Al cruzar nuestro campamento esta cosa cambió su dirección de sur a suroeste, y hemos visto cómo desaparecía en el cielo azul intenso. Incluso tuvimos tiempo para traer nuestros prismáticos y vimos con toda claridad la forma oval, con la superficie brillante, uno de cuyos lados brillaba al sol». Altai-Himalaya (1929)
Los ovnis no se habían inventado todavía, pero la observación de Roerich es un clásico con otro nombre, apareciendo a menudo en la literatura como una prueba pre-Arnold de actividad anómala en el aire, al tiempo que contribuye al aura sobrenatural del pintor.
Mientras estaba estudiando detenidamente a través de CIA and the Saucers de Leon Davidson, un apéndice de los artículos contenidos en las ediciones posteriores del Project Blue Book Special Report 14, me encontré con esta golosina interesante que parece dar una explicación razonable para el objeto de Roerich…
En agosto de 1927, el explorador sueco Sven Hedin estaba dirigiendo una expedición entre China y Suecia que pasó ocho años de exploración en Mongolia y China occidental. En su relato de la expedición, Across the Gobi Desert (1932), Hedin describe el lanzamiento de 350 globos meteorológicos durante el transcurso del viaje, incluyendo algunos en la época del avistamiento de Roerich. Hedin se complace en tomar nota de las miradas de asombro en los rostros de dos robustos y curtidos mongoles al ver uno de los globos que se lanzaron: «se quedaron sin habla y siguieron la brillante bola hasta que sólo podía ser vista con prismáticos».
Uno puede imaginar un sentido de maravilla similar extendiéndose entre el equipo de Roerich, cuando vieron su propio objeto brillante, y un globo que se apartó de la expedición de Hedin parece presentar una explicación parsimoniosa del ovni de Roerich.
http://miragemen.wordpress.com/2010/09/16/nicholas-roerichs-ufo/