Los jugos no tan maravillosos

Los jugos no tan maravillosos[1]

Juan José Morales

Cada cierto tiempo, sale al mercado un jugo maravilloso del cual se dice que es igualitito al que toman los nativos de alguna remota región de Asia o Sudamérica «”curiosamente, nunca se dice que de Africa»” y gracias al cual no sólo se conservan fuertes como un toro y llegan a avanzada edad, sino que gozan de una salud envidiable e ignoran qué es eso del cáncer, la arterioesclerosis, la diabetes o cualquiera de los males que azotan al mundo moderno, ya que el tal jugo impide el deterioro de las células, combate virus y bacterias, llena de energía el cuerpo, depura el organismo, ayuda a combatir y prevenir el colesterol, acaba como por arte de magia con el estreñimiento, apacigua el sistema nervioso, estimula la circulación y, en general, evita cualquier padecimiento habido y por haber. Y por si todo eso fuera poco, quienes consumen los jugos de marras tienen tal potencia sexual que dejarían rendida hasta a la lujuriosa e infatigable Mesalina.

Cuando no es el jugo de noni, es el de azai, y si no, el de mangostán, y luego el de gogi, y así sucesivamente. Pasado el furor por uno, aparece otro. Incluso, algún avispado negociante ideó poner a la venta mezclas de varios de ellos.

Todos, sin embargo, tienen dos rasgos en común: cuestan un ojo de la cara y su publicidad hace hincapié en que son muy ricos en antioxidantes, los cuales supuestamente tienen la extraordinaria propiedad de evitar el deterioro de las células del organismo y por tanto retrasar el envejecimiento.

clip_image002Uno de tantos milagrosos jugos de frutas exóticas que de tiempo en tiempo salen al mercado cuerpo y supuestamente retrasa el envejecimiento por su contenido de antioxidantes.

Independientemente de que la afirmación de que los antioxidantes impiden o demoran los efectos indeseables de la edad está todavía a discusión y no ha sido probado científicamente a pesar de numerosas investigaciones, conviene preguntarse si vale la pena tomar alguno de esos jugos para tener una dieta rica en antioxidantes.

Pues bien, la respuesta es un simple no. No vale la pena pagar una pequeña fortuna en tales bebidas, cuando la misma cantidad de antioxidantes que contienen «”y mucho más»” puede obtenerse de ciertas frutas que son incomparablemente más baratas y, además, están libres de los aditivos y conservadores que tanto horrorizan a los entusiastas de una alimentación totalmente natural.

Veamos: una investigación realizada en Australia «”recuérdese que con esto de la globalización y las transnacionales, los mismos productos se venden en todo el mundo»” reveló que una botella de cualquiera de esos brebajes maravillosos contiene apenas entre la décima y la tercera parte de la cantidad de antioxidantes que hay en una manzana.

Por supuesto, una manzana cuesta, si acaso, la vigésima parte que una botella de superjugo. Además, como beneficio adicional, contiene fibras, que son muy importantes para el buen funcionamiento del sistema digestivo y cuyo consumo se recomienda como una manera de evitar ciertos tipos de cáncer.

Así pues, si usted quiere tirar su dinero comprando botellitas de jugo de 200 ó 300 pesos, muy su gusto. Pero no olvide que ese dinero podría comprar varios kilos de manzanas, que le darán 50 ó 60 veces más antioxidantes «”amén de una buena cantidad de vitaminas, carbohidratos y minerales»” que la dichosa botellita.

Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx


[1] Publicado en los diarios Por Esto! de Yucatán y Quintana Roo. Jueves 19 de enero de 2012. Reproducción autorizada por Juan José Morales.

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