George Adamski y la noche ventosa

GEORGE ADAMSKI Y LA NOCHE VENTOSA[1]

Por Richard W. Heiden[2]

(Traducción por Luis Ruiz Noguez)

Adamski34George Adamski fue de lejos el más famoso (o infame) de los contactados con platillos voladores. Muy pocas de sus afirmaciones de contacto incluyeron detalles concretos que pudieran ser confirmados, o por el contrario, que pudieran ser refutados.

Una de estas afirmaciones implicó el supuesto contacto del 1 de diciembre de 1958. Adamski dijo que su tren de Kansas City a Davenport hizo una parada imprevista de diez minutos a tan sólo veinte millas (32 km.) después de salir de Kansas City, y él se bajó y terminó el viaje en el platillo volador que lo esperaba. Arthur C. Campbell, del National Investigations Committee on Aerial Phenomena (NICAP) de Donald Keyhoe, investigó esto. Todo el personal de trabajadores de trenes de los que Campbell obtuvo declaraciones (el conductor y dos asistentes), dijeron que no hubo ninguna parada, ni se dejaron abiertas las puertas de los vagones (su diseño no permitía el cierre desde el exterior). Además, el tren no podría haber llegado a tiempo. Además, este último punto fue corroborado por el ingeniero, el bombero, y el guardafrenos[3].

En 1978 investigué otro de los contactos de Adamski. Este fue el contacto del 22 de abril de 1953. Parte de la información de este se incluyó en una reseña del libro, que escribí para el APRO Bulletin[4].

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El presente artículo incluye detalles adicionales que no han sido publicados con anterioridad.

En el capítulo 7 de Inside the Spaceships (Dentro de las Naves Espaciales), Adamski escribió que en abril de 1953 había ido a Los Ángeles. El 22 de abril, hizo otro viaje en un platillo volador. Primero tuvo una cena con Firkon, su amigo marciano. Adamski sugirió cenar a las 7:15 pm, y se dirigieron a pie a «un pequeño café cerca del» hotel[5]. «Nos habíamos dilatado comiendo, mientras Firkon hablaba». Probablemente fue por lo menos hasta las 9:00 pm cuando salieron de la cafetería, momento en el que Adamski señaló que «Era una noche ventosa, pero apenas me di cuenta de la tormenta»[6].

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Los registros de la Oficina Meteorológica de E.U (Departamento de Comercio de E.U.) dicen lo contrario. El viento más rápido en esa noche era sólo de 8 mph (13 km/hr), a las 8 pm. Y el viento fue aún más lento a medida que avanzaba la noche. A las 9:00 pm la velocidad del viento era sólo de 4 mph (6 km/hr), a las 10:00 pm, sólo de 2 mph (3 km/hr), a las 11 pm, 3 mph (5 km/hr); y a medianoche, 4 mph (6 km/hr). (Las lecturas de cada hora se toman entre 1 y 15 minutos antes de la hora.) La Oficina Meteorológica designa oficialmente 8-12 mph como una «brisa suave», 4-7 mph como una «brisa muy ligera», y 1-3 mph como «aire ligero». Por lo tanto, estaba lejos de ser ventoso. El viento más rápido durante todo el día fue de 14 mph (23 km/hr) («brisa moderada»), a la 1:46 pm.

LauraMundoGeorgeAdamskiMis datos de viento no son de la estación meteorológica del aeropuerto de Los Ángeles, sino de la «Oficina de la Ciudad», a sólo un par de manzanas del hotel, desde donde Adamski se dirigió a la cena. ¿Y cuál era el hotel de Adamski? De cómo me enteré, es una historia en sí misma. Adamski escribió que él siempre se quedaba en el mismo hotel cada vez que visitaba Los Ángeles, pero no lo nombraba[7]. Sin embargo, Laura Mundo, una seguidora de Adamski, que vivía en Michigan, escribió en uno de sus libros que una vez se reunió con Adamski en el Hotel Clark. Yo todavía no estaba satisfecho. Así que el 1 de julio de 1979, llamé a Alice Wells, vieja amiga de Adamski desde 1934[8]. Ella fue evasiva, diciendo primero que no recordaba el nombre del hotel preferido de Adamski en Los Ángeles, y a continuación dijo que se quedaba en muchos hoteles. Entonces le pregunté directamente si era el Hotel Clark, y confirmó que, efectivamente, ése era.

HotelClarkAhora confiado en la identidad del hotel, unos días más tarde (cuando yo estaba en Los Ángeles en camino hacia el simposio de MUFON) me detuve en el Hotel Clark. Por supuesto, incluso si se pudieran confirmar las estancias de Adamski en el hotel, eso no confirmaría los supuestos contactos en ese momento. Sin embargo, el gerente del hotel me informó que el hotel había sido vendido en 1961 y de nuevo unos meses antes de mi visita. No sabía quienes habían sido los dueños anteriores, ni donde podría estar el registro de huéspedes para 1953.

De todos modos esta información sólo confirmará la opinión de los que no compran las afirmaciones de Adamski. Y en cuanto a los demás, sólo podrían excusarlo, como decir que Adamski (o su escritor fantasma), simplemente tenía la fecha equivocada. Es por eso que sería útil verificar el registro de huéspedes del Hotel Clark. Tal vez alguien todavía pueda hacer eso.

RayStanford2Sin embargo, si George Adamski no tuvo un contacto real el 22 de abril de 1953, esto es totalmente coherente con lo que él mismo dijo cinco años después, en la primavera de 1958. Adamski estaba hablando a un grupo que incluía a los hermanos Ray y Rex Stanford y Bob R. Matthews. Ray Stanford relata lo siguiente:

«Lo que Adamski dijo realmente, al decirnos que él, Lucy McGinnis, y Alice Wells, y «˜un tal señor y señora Black, de San Diego»™, al parecer habían experimentado un avistamiento de lo que se dijo que había sido una «˜nave nodriza»™ enorme y larga, fue: «˜Â¡Demonios! ¡Eso fue lo más cercano que he estado a una de esas cosas! De repente la cara de Adamski mostró consternación por que se dio cuenta de lo que había dejado escapar. «˜Â¡OH! ¡Me refiero, por supuesto, a excepción de cuando estuve adentro! (No se dieron detalles, en cuanto a la descripción, pero yo sospecho que él, Lucy, o Alice habrían descrito eso si hubiera habido algún otro detalle digno de mención, por lo que me pregunto si podría haber sido una vista oblicua de una nube lenticular producida por una onda de baja presión sobre la cima de una montaña cercana.)

«No recuerdo bien si Lucy o Alice replicaron al decir lo increíble que era la supuesta «˜nave nodriza»™, pero es posible que una de ellas pudo haber pronunciado una muy breve observación de asentimiento.»[9]

AdamskienElDesiertoPor favor, tenga en cuenta (como Adamski ha dejado de hacer) que en su contacto seminal con Orthon en el desierto de California el 20 de noviembre de 1952, afirmó realmente haber tocado la nave «“o llegar a un pie (30 centímetros) de ella, antes de que su brazo fuera tirado por el presunto campo de fuerza alrededor de ella[10]. Sin embargo, en esa ocasión no estuvo en el interior. Así que incluso con su torpe intento de corregir su desliz, Adamski estaba admitiendo haber engañado con sus supuestos contactos.

Volviendo a Ray Stanford, él continúa diciendo:

Adamski45«Más embarazoso que el desliz, fue por la mañana cuando, mientras tomaba por lo menos su tercera taza de «˜Ekknog»™ (como Adamski pronunciaba eggnog -rompope), él nos dijo que, «˜…nunca necesitó tener contacto físico con la gente del espacio…»™ para escribir lo que había en el libro Inside The Space Ships… Adamski hizo hincapié en que aprendió todo por «˜un estado unificado de conciencia»™ con «˜los hermanos del espacio y sus naves»™»¦

«Es comprensible que la gente me pregunte por qué Adamski confesó esas cosas… Bueno, creo que la respuesta fue que, bajo la influencia de los rompopes bien servidos, se compadeció de nosotros relativamente jóvenes y estaba tratando de conducirnos de su «˜basura de los platillos»™ hacia un mundo de la realidad. Creo que tal vez nos vio como jóvenes brillantes (aún no cumplíamos 21) a quienes en realidad, en lo profundo de su corazón, no quería ver que sus vidas se perdieran siguiendo sus comercializadas fantasías de los «˜hermanos del espacio»™»[11].

No soy dado a los juegos de palabras, pero no puedo dejar de decir que Adamski era «justo viento que sopla», y no sólo en lo que respecta al contacto del 22 de abril de 1953.


[1] Una versión de este artículo fue publicada como, «George Adamski and the Blustery Day», en la edición de septiembre-octubre 2011 de Fate, (64:5, Número 718), páginas 26-28. Agradecemos al autor y a Fate <http://www.fatemag.com/>.su autorización para ser reproducido en Marcianitos verdes.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA         [2] Richard W. Heiden fue editor asistente del APRO Bulletin (publicación del Aerial Phenomena Research Organization, de Coral y Jim Lorenzen) desde 1977 hasta su fin en 1988. Comenzó a investigar a George Adamski en 1976, como una medida defensiva contra un grupo de culto Adamskiano que en el momento estaba haciendo mucha publicidad a través de su nativa Wisconsin. Él vive en Milwaukee, Wisconsin, y es contador.

[3] The U.F.O. Investigator (NICAP, Washington, D.C.) 1:8, junio 1959. Págs. 1 y 3-4.

[4] APRO Bulletin (Tucson, Ariz.) 32:5, agosto 1984. Pág. 5.

[5] George Adamski, Inside the Space Ships, Abelard-Schuman, Inc., New York, 1955. Págs. 114-115. (George Adamski, Dentro de los platillos voladores, Editorial Posada, México, 1984. Págs. 94-95.

[6] Op. cit., p. 117 (pág. 96 en la edición mexicana).

[7] «Siguiendo una costumbre de muchos años al visitar Los Ángeles, me registré en cierto hotel del centro», en op. cit., p. 34 (pág. 29 en la edición mexicana).

[8] Alice K. Wells escribió en su Cosmic Bulletin, marzo de 1974, pág. 3, que ella había ido al encuentro de Adamski después de leer el artículo sobre él en el Times de Los Ángeles del 8 de abril de 1934. Cuando mi hermana estaba estudiando en la Universidad del Sur de California a finales de los años setenta, ella buscó el artículo para mí. El artículo (en la pág. 5 de la Parte II) era sobre la Royal Order of Tibet de Adamski. Envié el artículo a varias organizaciones e individuos en el campo de los ovnis, y fue reimpreso posteriormente por Gene Duplantier y citado por Jerome Clark.

El 20 de noviembre de 1952, Wells fue una de los seis testigos (de lejos) del primer contacto de Adamski con Orthon.

Finalmente, después de la muerte de Adamski, en 1965, Wells fue la única beneficiaria de su testamento, y le fue legado todo su patrimonio.

[9] Ray Stanford, carta al autor, 27 de septiembre 1976, e-mail al autor, 14 de diciembre de 2011.

[10] Desmond Leslie and George Adamski, Flying Saucers Have Landed, the British Book Centre, New York, 1953. Pág. 208. (Desmond Leslie y Jorge Adamski, Aterrizaje de Platillos Voladores, Editorial Indo-Hispana, México, 1955. Pág. 235.)

[11] Ray Stanford, e-mail al autor, 14 de diciembre de 2011.

Apareció el peine del niño y el viejo

ESCRUTINIO

Apareció el peine del niño y el viejo[1]

Juan José Morales

Para mucha gente, resultó extraño que El Niño Verde «”como se conoce a Jorge Emilio González, dirigente hereditario del llamado Partido Verde Ecologista de México»” haya escogido ser senador por Quintana Roo al amparo de su alianza electoral con el PRI. Hubo quienes lo atribuyeron simplemente a su amistad con el gobernador Roberto Borge.

clip_image002Jorge González Torres, El Viejo Verde, con dos indígenas de utilería llevados para apoyar al PAN y a Vicente Fox antes de que el PVEM se cobijara bajo la sombra del PRI.

Pero, como se dice en el lenguaje coloquial, «ya apareció el peine». Es decir, ya se ha salido a flote la razón del gran interés que El Niño Verde tiene por adquirir fuerza política en Quintana Roo: su familia adquirió en esa entidad terrenos cuyo valor se multiplicaría considerablemente si se cambia el uso de suelo para poder destinarlos a negocios inmobiliarios, para lo cual hay ahora ciertos impedimentos legales. Obviamente, el hecho de ser senador por Quintana Roo le daría al verde infante una gran influencia en los distintos niveles de gobierno, y se le facilitaría esa maniobra.

De acuerdo con una información de Adriana Varillas, Silvia Hernández y Thelma Gómez publicada por el diario El Universal de la ciudad de México y difundida en el portal de Internet Periodistas de Quintana Roo, El Viejo Verde «”Jorge González Torres, padre de Jorge Emilio y fundador del PVEM, quien le heredó ese negocio a su hijo»” posee un terreno de 84 hectáreas que compró en 1988 a precio de ganga por el equivalente actual de no más de 50 mil pesos, ubicado al sur de Cancún entre el aeropuerto y Puerto Morelos, en una zona que actualmente experimenta un gran desarrollo inmobiliario y en la cual las propiedades han multiplicado su plusvalía. Sin embargo, ese terreno se halla en una zona sujeta a ciertas restricciones de carácter ecológico. No se puede por tanto destinar a fraccionamientos residenciales, zonas industriales, establecimientos comerciales u otros fines similares. Para ello «”señala la información de El Universal»” habría que modificar el Programa de Ordenamiento Ecológico Local (POEL) y con base en ello autorizar un cambio de uso del suelo, cosa que por cierto ha sido una práctica constante en Quintana Roo y «”según vox populi»” ha producido suculentas ganancias a gobernantes corruptos.

La información de El Universal menciona también que El Viejo Verde compró a finales de 2010 dos departamentos de lujo con un valor total superior a 31 millones de pesos en la zona hotelera de Cancún. Pero eso es cuestión aparte. Lo que importa es el jugoso negocio que significaría el cambio de uso de suelo de esas 84 hectáreas. Son muchos «”pero muchos»” millones de pesos los que están en juego.

Al respecto, cabe recordar aquel video grabado por Santiago León, miembro del PVEM, en el cual se veía y escuchaba a El Niño Verde ofreciéndose a conseguir de las autoridades municipales de Cancún los permisos necesarios para que unos supuestos inversionistas canadienses construyeran desarrollos turísticos en Puerto Morelos y en Isla Blanca, a cambio de que se le diera una «mordida» de dos millones de dólares. Pillado con las manos en la masa, inicialmente negó que el video fuera auténtico, pero a la postre tuvo que reconocer que lo era, aunque salió con la peregrina excusa de que sólo había querido ver hasta dónde llegaban las cosas.

Aquello fue en 2004, cuando el verde chiquillo se jactaba de tener gran influencia en Cancún sólo porque el presidente municipal era Juan Ignacio García Zalvidea, mejor conocido como Chacho, quien llegó al poder como candidato del PVEM después de que el PAN no quiso postularlo (posteriormente Chacho saltó al PRD y luego al PRI). Si en aquel entonces decía poder allanar con sus influencias cualquier obstáculo para proyectos inmobiliarios, es de suponer lo que intentará hacer como senador. Y sus ambiciones, por lo demás, no paran ahí. Es bien sabido que aspira a la senaduría sólo como un escalón para conquistar la presidencia municipal de Cancún y, tras ella, la gubernatura del estado.

Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx


[1] Publicado en los diarios Por Esto! de Yucatán y Quintana Roo. Martes 13 de marzo de 2012. Reproducción autorizada por Juan José Morales

Un pío y multimillonario despojo

ESCRUTINIO

Un pío y multimillonario despojo[1]

Juan José Morales

Ya hemos comentado en esta columna las pretensiones de la jerarquía eclesiástica de adueñarse «”mediante invasiones disfrazadas de solicitudes ciudadanas»” de valiosos terrenos urbanos en Cancún. Ahora tenemos algo más sobre el particular: según informó hace unos días la síndico del ayuntamiento de esa ciudad, Guadalupe Leal Uc, la Comisión de Hacienda del cabildo decidió que, por ley, no puede donar bienes municipales a ninguna agrupación religiosa. Con ello, las autoridades cerraron el caso por lo que a las peticiones de donación de esos terrenos se refiere.

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Esta foto, subida a Internet por Raymundo Tziu Cuxim, muestra una de las muchas construcciones erigidas en terrenos invadidos por el clero en Cancún. Es la capilla de San Isidro Labrador en la colonia Avante. Obsérvese cómo tras una edificación temporal se inicia una definitiva.

Pero ello no significa punto final al asunto. La prelatura Cancún-Chetumal insiste en quedarse con esas propiedades públicas, so pretexto de que no es ella la que las solicita, sino «”como dice en un amañado comunicado de prensa»” las peticiones son hechas «por feligreses, vecinos del lugar, que desean manifestar su fe en un templo y para ello se congregan, recaban firmas y solicitan los predios al Municipio», y que la prelatura simplemente «asesora a los feligreses y presenta la documentación requerida por el ayuntamiento para la solicitud de los permisos correspondientes».

Eso, en el refranero popular, se llama sacar las castañas con la mano del gato. Es decir, utilizar la buena fe y la devoción de los fieles, quienes aparecen como peticionarios, pero quienes se quedarán finalmente con los terrenos no serán ellos sino los curas.

Quiere también hacer creer la jerarquía católica que con la ocupación de los predios no se comete el delito de despojo ni algún otro acto ilegal, sino que se trata de acciones enmarcadas en la ley.

«Las capillas «”añade el comunicado de prensa de la prelatura»”ya tienen un proceso iniciado para conseguir la orden de ocupación desde 2009 y fue recibida toda la documentación solicitada el 16 de junio de 2011, la cual contenía las cartas de solicitud de la comunidad al Presidente Municipal y el Cabildo, el croquis de ubicación, las fotografías, las firmas y el levantamiento topográfico. Estas carpetas fueron recibidas por la Dirección de Asuntos Religiosos del Ayuntamiento de Benito Juárez, por la Secretaría General y por la Presidencia Municipal de Benito Juárez.»

Con esta tendenciosa redacción, se pretende hacer creer que por el mero hecho de presentar una solicitud con un montón de papeles, se adquieren derechos de propiedad o de posesión de los terrenos, lo cual desde luego no es cierto, y las peticiones ya han sido rechazadas, en estricto apego a la ley.

Pero los curas no desocupan los valiosos inmuebles. Siguen oficiando misas en ellos, ampliando las construcciones y «”en lo que se antoja una especie de venganza contra los vecinos que se oponen a tales arbitrariedades»” instalando grandes altavoces para transmitir a máximo volumen rezos, cánticos y sermones. Tal parece que se está retando a las autoridades y a la ciudadanía, con la intención de provocar un conflicto falsamente religioso en el cual el clero se presente como inocente víctima.

El apetito clerical por esos terrenos se explica, pues se trata de un negocio inmobiliario muy apetitoso, de centenares de millones de pesos. Lo que está en juego son lotes de muchos cientos, si no es que miles de metros cuadrados. Uno de ellos mide nada más ni nada menos que 40 mil metros cuadrados, que se antojan un tanto excesivos para una modesta capilla. En total, según el avalúo hecho por la propia Comisión de Hacienda del ayuntamiento cancunense, los predios de los que intenta adueñarse el clero tienen un valor catastral superior a cien millones de pesos. Su valor comercial es, desde luego, varias veces mayor.

Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx


[1] Publicado en los diarios Por Esto! de Yucatán y Quintana Roo. Miércoles 7 de marzo de 2012. Reproducción autorizada por Juan José Morales.