«Top Ten» de casos ovni – Yukon, Canadá, 1996 – ¡Reventado!
Lunes, 30 de abril 2012
Robert Sheaffer
En la noche del 11 de diciembre de 1996, más de 30 personas en diferentes lugares de escasa densidad de población en los Territorios del Yukon, Canadá, reportaron haber visto una enorme «nave nodriza ovni«, con hileras de luces, volando como un encuentro cercano del primer tipo.
El documental Best Evidence: Top 10 UFO Sightings enlista este «avistamiento con múltiples testigos en el Yukón», como número ocho de los diez casos de ovnis de todos los tiempos. En esa película el famoso «físico de los platillos voladores», Stanton Friedman dice de este caso:
«El caso de Yukon es emblemático de lo que un buen caso debe ser. Quiero decir, claro, nos gustaría tener un pedazo de la nave, nos gustaría tener que nos presentaran en la cena al miembro de la tripulación. PERO varios testigos independientes con una duración de largo tiempo, describiendo algo que está muy por fuera de la norma, – no hay manera de que usted pueda convertirlo en un 747, por ejemplo, (risa). Y grande, pero esto era mucho más grande que un 747»
El viejo ufólogo Michael Swords del CUFOS dice:
(El investigador) poco conocido Martin Jasek No puedo «pararme en el tribunal» por este caso, pero todo lo que he oído, dice que esto no es más que un «buena», pero, posiblemente, uno de los mejores casos… Espero a cualquiera de la banda que despeje mis ideas erróneas en este caso, porque en ese momento podría «tener guerra» conmigo.
Otra ilustración de la «nave nodriza ovni» de Yukon
¿Qué era?
El 4 de abril, el escéptico británico Ian Ridpath envió un correo electrónico a una serie de escépticos activos, preguntando si alguien tenía información sobre este caso. James Oberg contestó que él era incapaz de ayudar porque él estaba en Pekín, China, ¡dirigiéndose a Corea del Norte! James viajó con el equipo de noticias de la NBC para presenciar nuevo misil de Corea del Norte, antes de su (fallido) de lanzamiento. Sus reportajes acerca de este viaje sin precedentes están en su página web, http://www.jamesoberg.com/.
Testigo PEL2 dibujó el ovni pasando por debajo de la Osa Mayor
Cuando regresó, Oberg contactó con el experto canadiense en satélites, Ted Molczan, con los detalles de este caso. Molczan es probablemente el mayor experto del mundo civil en satélites de observación de la tierra y el cálculo de órbitas de satélites. Molczan estudió la cuestión detenidamente, y llegó a una coincidencia exacta: «los fenómenos observados se debieron a la re-entrada de la segunda etapa del cohete que puso en órbita al Cosmos 2335 a principios de ese mismo día». Si alguien duda de esto, Molczan ofrece detalles de los cálculos matemáticos que apoyan esta conclusión.
James Oberg colocado un comentario en el foro de discusión de este caso en «Above Top Secret».
El software generado por Molczan graficó la caída del impulsor del cohete para el Cosmos 2335
Estímulo / Respuesta
Un caso de este tipo nos brinda una excelente oportunidad para juzgar la credibilidad de los testimonios de testigos presenciales. Dada una «entrada» de un estímulo conocido, ¿cuál es la respuesta de salida» del observador? En otras palabras, ¿cuál es la precisión con qué las descripciones de los observadores coinciden con el estímulo conocido? ¡No coinciden en nada en absoluto!
Informe: «muchas filas de luces»
Realidad: El impulsor se desintegró en un tren irregular de escombros, que fue percibido como un patrón ordenado de «luz» sobre un objeto sólido enorme.
Informe: «Mientras caminaba con su linterna pasó a apuntar en la dirección del ovni. Como si reaccionara a su linterna, el ovni comenzó a acelerar rápidamente hacia él».
Realidad: el «ovni reaccionando» hacia él estaba del todo en su imaginación. El cohete no reaccionó a la linterna.
Informe: el ovni se movía a unos 300 metros de distancia del observador. «Clasificación Hynek: CE1» (encuentro cercano del primer tipo).
Realidad: la distancia al impulsor reentrando fue de aproximadamente 233 kilómetros (145 millas), por lo que no se trataba de un «encuentro cercano». En ningún momento se detuvo, o flotó.
Informe: El ovni fue de aproximadamente 500 a 750 metros (hasta 1/2 milla) de longitud.
Realidad: Es imposible estimar el tamaño de un objeto desconocido a menos que sea conocida su distancia. Ya que la desintegración del impulsor fue de unas 145 millas de distancia, el tren de desechos debe haberse extendido por muchas millas.
Informe: «Las luces del interior de su coche comenzaron a oscurecerse y la música de su casetera se hizo más lenta».
Realidad: Este efecto estuvo enteramente en la imaginación del observador. El cohete no afectó a la electrónica de su auto.
Informe: «Las estrellas se bloquearon» por el enorme ovni.
Realidad: los observadores vieron una larga cola de escombros del cohete desintegrándose. No era un objeto sólido, y por lo tanto no podía haber «bloqueado» las estrellas. Sin embargo, la luz de la reentrada puede haber hecho difíciles de ver a las estrellas cercanas.
Ilustración de ESA de un satélite desintegrándose, y quemándose al reentrar a la atmósfera de la Tierra
Molczan cerró su análisis diciendo:
Experimentados observadores del cielo en SeeSat-L pueden encontrar difícil creer que alguien pudiera identificar erróneamente un reingreso como una nave espacial, pero la percepción humana es notoriamente falible, y nadie es inmune. Mucho depende de las circunstancias y la experiencia personal. Conducir por el desierto bajo un cielo completamente negro, y de repente enfrentarse a una formación de luces brillantes que se mueve lentamente puede ser inspirador e incluso aterrador. Las mente humana corre para dar sentido a lo desconocido, aprovechando la experiencia que puede ser inadecuada. La percepción de profundidad puede jugar malas pasadas, de manera que algo a 200 km, de 100 km de largo, y moviéndose a 7 km/s, parece estar tan sólo a 200 m, de 100 m de largo y moviéndose a 7 km/h – la velocidad angular es más o menos la misma. Teniendo en cuenta estas consideraciones, los testigos hicieron un trabajo bastante bueno, y no tienen por qué sentirse avergonzados por haber percibido más de lo que estaba ahí.
Él dejó la parte de los informes sobre el objeto flotando, la interferencia eléctrica, etc «No es un trabajo bastante bueno» en mi libro.
Aquí tenemos otro ejemplo claro de informes extraordinarios («nave nodriza ovni gigante») que surge de un fenómeno normal y corriente (aunque raro). Por lo tanto, la existencia de informes extraordinarios no sugiere la existencia de objetos extraordinarios. Es perfectamente posible obtener informes extraordinarios de los objetos ordinarios.
Lo que nos da más pruebas de la sabiduría de la Royal Society de Londres, el primer cuerpo del mundo científico fundado en 1660, teniendo como lema «nullius in verba»: ¡no tome la palabra de nadie!
http://badufos.blogspot.mx/2012/04/top-ten-ufo-case-yukon-canada-1996.html