Otro impacto cósmico y otra extinción

IMPACTO AMBIENTAL

Otro impacto cósmico y otra extinción[1]

Juan José Morales

Casi todo mundo ha oído decir que los dinosaurios se extinguieron «”junto con una gran cantidad de otras especies de plantas y animales»” por el impacto de un gran asteroide, que hace 65 millones de años cayó sobre lo que ahora es el puertecillo de Chicxulub al norte de Mérida y en ese entonces era parte de un cálido y somero mar tropical.

Pero poca gente sabe que al parecer hace apenas 12 900 años ocurrió un fenómeno similar, el cual provocó lo que se conoce como La Gran Extinción del Holoceno, durante la cual desaparecieron los grandes animales que entonces merodeaban por tierras del continente americano, como el mamut, el gliptodonte, el perezoso gigante, el tigre dientes de sable, el oso gigante y otros. Así lo sugieren ciertos estudios que revelaron indicios de la caída en territorio de Norteamérica de un cuerpo celeste cuyo impacto ocasionó incendios forestales y alteraciones del clima en una vasta región, en particular una edad de hielo que duró poco más de mil años.

Aunque el fenómeno fue de mucho menor escala que el del asteroide de Chicxulub, sus efectos fueron sin embargo lo bastante acentuados para provocar una extinción generalizada de fauna y la desaparición de grupos de cazadores y recolectores.

Esos materiales, originalmente fundidos y ahora solidificados tras haberse enfriado, han sido hallados en distintos puntos de Estados Unidos así como en Siria y Venezuela y en sedimentos del lago Cuitzeo en los límites de Guanajuato y Michoacán.

clip_image002Representación artística de la caída del asteroide «”o cometa»” que, según creen algunos científicos, hace 12 900 años provocó la llamada Gran Extinción del Holoceno.

La amplia dispersión de los materiales permite suponer que hubo un gran objeto que se fragmentó al entrar en las capas altas de la atmósfera, de modo que sus distintas partes cayeron en regiones muy apartadas en una especie de granizada cósmica o descarga de perdigones. La mayor parte de los fragmentos, empero, debe haber caído sobre lo que ahora es el territorio de Estados Unidos y México y provocó grandes y generalizados incendios forestales que destruyeron la vegetación y privaron de alimento a los animales.

También, los impactos aparentemente provocaron que se rompiera una gran coraza de hielo que cubría la región. Eso permitió que fluyeran hacia el norte las frías aguas de un enorme lago de más de mil kilómetros de ancho entonces existente en la zona fronteriza entre Estados Unidos y Canadá. Las aguas corrieron hacia el Atlántico por el cauce del actual río San Lorenzo, y alteraron drásticamente las corrientes marinas, lo cual ocasionó descenso generalizado de la temperatura ambiente en una vasta región. Esa miniedad de hielo duró más de mil años y contribuyó, junto con la escasez de vegetación, a que se extinguiera la fauna y desaparecieran los grupos humanos.

La gran extinción, la desaparición de aquellos grupos de cazadores recolectores y la pequeña edad de hielo son todos hechos plenamente comprobados. Lo que es objeto de discusión entre los científicos es su causa. Pero ahora parece que, como sostienen algunos investigadores, fue consecuencia de una catástrofe cósmica.

Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx


[1] Publicado en los diarios Por Esto! de Yucatán y Quintana Roo. Lunes 9 de julio de 2012. Reproducción autorizada por Juan José Morales

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