Agua y obesidad infantil

IMPACTO AMBIENTAL

Agua y obesidad infantil[1]

Juan José Morales

Tal vez parezca ocioso repetirlo, pero es necesario recordar que México ocupa «”y no es precisamente para enorgullecerse de ello»” el primer lugar mundial en sobrepeso y obesidad entre niños y adolescentes. Según la Encuesta de Salud en Estudiantes de Escuelas Públicas en México, publicada en 2010, entre los alumnos de primaria «”tanto niños como niñas»” el 30.3%, o sea casi uno de cada tres, presentan sobrepeso y obesidad. En números absolutos, eso significa que hay en el país 4.5 millones de niños de entre 5 y 11 años de edad con ese problema. Y en el nivel secundaria la situación es todavía peor, con el 32% de los alumnos excedidos de peso o francamente obesos.

Una de las razones que han conducido a esta situación «”quizá la principal»” es el alto consumo de frituras, pastelillos y demás alimentos chatarra, así como de bebidas gaseosas, otro rubro en el cual los mexicanos somos también campeones mundiales con un consumo promedio anual de 163 litros por persona.

Si ese «”el desmedido consumo de bebidas azucaradas, que además de engordar causan caries dental, diabetes y otros problemas»” es una de las causas principales de la epidemia de sobrepeso y obesidad que azota a México, no hay que darle muchas vueltas al asunto para pensar en una forma de evitarlo: ofrecer a los niños la posibilidad de beber un líquido que no engorde ni dañe su salud. Concretamente, agua.

De hecho, así se estipuló en el Acuerdo Nacional para la Salud Alimentaria, que se fijó como uno de sus principales objetivos «aumentar la disponibilidad, accesibilidad y el consumo de agua simple potable».

clip_image002Algo tan simple y barato como bebederos con un suministro constante y seguro de agua potable puede evitar «”o al menos reducir»” la grave epidemia de sobrepeso y obesidad que azota a México y cuesta «”en términos de atención médica a enfermos de diabetes y otros padecimientos»” muchísimo más que dotar a todas las escuelas del país con tales instalaciones.

Aquello fue hace ya más de dos años y medio. Pero esta es la hora en que ni el gobierno federal ni los de los estados toman las medidas necesarias para garantizar que en todas las escuelas haya bebederos con agua potable. En la inmensa mayoría de los planteles simplemente no hay bebederos, y en su inmensa mayoría también, no se cuenta con un suministro de agua apta para el consumo humano. Ni siquiera en las escuelas de las zonas urbanas y conectadas a las redes de agua potable, pues resulta que, por indolencia de las autoridades educativas o de los directores de los planteles, el líquido se almacena en cisternas y tinacos sucios y desprotegidos, expuestos a la contaminación.

Como señala la nutrióloga Xaviera Cabada, Coordinadora del Área de Salud Alimentaria de la organización no gubernamental El Poder del Consumidor, «los niños necesitan tener acceso a agua potable a libre demanda para poder contrarrestar el consumo de bebidas azucaradas. Se ha observado que al tener agua potable disponible en las escuelas, los niños incrementan su consumo.» Agrega que, según estudios del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, asegurar que los estudiantes tengan acceso a agua potable segura y gratuita en toda la jornada escolar es una estrategia que las escuelas pueden utilizar para crear un ambiente escolar que apoya la salud y el aprendizaje.

En efecto, no bastan las campañas educativas tendientes a informar a los niños y jóvenes sobre los peligros y el alto costo de beber refrescos azucarados. Si en la escuela no se cuenta con bebederos de agua potable, seguirán consumiendo bebidas gaseosas.

No creo que dotar a todas las escuelas del país de bebederos con suministro constante y seguro de agua bacteriológicamente pura, apta para consumo humano, sea demasiado complicado ni costoso; sobre todo porque en su mayoría las escuelas están ya conectadas a redes de agua potable. La gran pregunta, entonces, es ¿por qué no se hace si desde hace ya más de dos años y medio se acordó hacerlo? ¿Será acaso por algún oscuro contubernio con las poderosas empresas transnacionales que ayudaron al PAN y al PRI a encumbrarse en el poder? Que cada lector saque sus propias conclusiones.

Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx


[1] Publicado en los diarios Por Esto! de Yucatán y Quintana Roo. Lunes 30 de julio de 2012. Reproducción autorizada por Juan José Morales

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