El grito tembloroso del pájaro pujuy

IMPACTO AMBIENTAL

El grito tembloroso del pájaro pujuy[1]

Juan José Morales

Según lo prometido, continuaremos escribiendo sobre los animales que se mencionan en la conocida canción yucateca Caminante del Mayab. En esta ocasión, toca el turno al pájaro pujuy, del que «”dice la canción»” el mítico caminante escucha «el grito tembloroso».

Pues bien, el dicho pájaro es, nada más ni nada menos, que el auténtico y verdadero chupacabras. No el misterioso animal devorador de animales de granja que de tiempo en tiempo ocupa páginas de revistas sensacionalistas y espacio en programas de radio y televisión del mismo corte, sino un ave de hábitos nocturnos, brillantes ojos y enorme boca, que por apelativo científico lleva el de Nyctidromus albicollis.

clip_image001Este es el famoso pájaro pujuy, de brillantes ojos. Está emparentado con los búhos, pero mientras éstos son esencialmente carnívoros, y por tanto poseen fuertes picos y poderosas garras para atrapar y destrozar pequeños animales, el pujuy y demás chotacabras tienen patas y picos pequeños y débiles ya que se alimentan principalmente con insectos voladores.

Pertenece a la familia zoológica de los caprimúlgidos, término que deriva de las voces latinas capri y mulgus y significa «ordeñador de cabras», pero que también podría traducirse como chupacabras. En español se les llama igualmente chotacabras y tapacaminos, y en inglés goat suckers o chupacabras.

El nombre proviene de la idea, muy extendida en la antigüedad «”el propio Aristóteles la compartía»”, de que la amplia boca de los chotacabras les servía para succionar leche a las cabras, aunque en realidad la casi totalidad de ellos comen insectos voladores, que atrapan en el aire volando con la boca abierta. Pero como las cabras muchas veces atraen grandes cantidades de insectos, en torno a ellas se congregan chotacabras, y de ahí surgió la leyenda, que les acarreó mala fama entre pastores y campesinos, quienes creían que les robaban leche. Sobre todo porque, como son aves nocturnas, se suponía que cometían sus fechorías al amparo de la oscuridad.

En todo el mundo hay registradas 69 especies de chotacabras o chupacabras, de las cuales una docena en México, casi todas ampliamente distribuidas. Por estos rumbos tenemos media docena, entre ellas el tapacaminos yucateco, Nyctiphrynus yucatanicus, exclusivo de la península de Yucatán, Belice y el norte de Guatemala, y el ya citado Nyctidromus albicollis, llamado pujuy en maya. Pero este último no es exclusivo de tierras del Mayab, sino que se le encuentra en casi todo México. Es notable por el intenso brillo rojo de sus ojos al reflejar las luces de los automóviles.

Aunque relativamente abundante, no es fácil verlo. El día lo pasa agazapado entre los matorrales o en lo alto del ramaje, silencioso y casi sin moverse, confundido con la vegetación por los colores de su cuerpo. Sólo al caer la oscuridad se lanza a sus correrías nocturnas, volando ágil y silenciosamente a baja altura en busca de víctimas. A ello lo ayuda su boca verdaderamente descomunal, que se extiende hasta detrás del ángulo del ojo. El pujuy simplemente la abre en vuelo y va «barriendo» el aire con ella. Además «”al igual que casi todos los demás chotacabras»” posee en las comisuras de la boca largas vibrisas o «bigotes», que actúan como redes y amplían el área de captura.

Pero si no es fácil verlo, sí lo es escuchar su canto, que se antoja sobrecogedor, fuerte, profundo y resonante como voz de ultratumba, y repite con insistencia una y otra vez.

Esta especie no corre ningún peligro. Sus poblaciones son bastante nutridas en el campo, y gracias a su capacidad de adaptación se le encuentra también en buena cantidad en las zonas urbanas, donde además de estar a salvo de serpientes y otros depredadores, puede darse verdaderos festines con los insectos que vuelan en torno a las lámparas del alumbrado público.

Así pues, el Caminante del Mayab seguirá sin duda escuchando cada noche, por mucho tiempo más, el grito tembloroso del pájaro pujuy.

Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx


[1] Publicado en los diarios Por Esto! de Yucatán y Quintana Roo. Lunes 14 de enero de 2013.

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