El Dragon Mart y sus anónimos accionistas

IMPACTO AMBIENTAL

El Dragon Mart y sus anónimos accionistas[1]

Juan José Morales

Una de las principales críticas que se le han hecho al proyecto del Dragon Mart «”el gran centro distribuidor de productos chinos que se intenta establecer en Puerto Morelos, cerca de Cancún»” es la falta de información respecto al mismo. Es poca, muy poca, la que se ha dado a conocer, tanto por parte de los inversionistas como del gobierno de Quintana Roo, que lo ha estado apoyando entusiastamente, tanto a través del anterior gobernador, Félix González Canto, como del actual, Roberto Borge Angulo. Ha sido sólo por presiones de científicos, grupos ambientalistas y otros sectores sociales que se ha podido conocer algo más acerca de él.

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Según los dibujos y maquetas que se han exhibido, este podría ser el aspecto que presentara el Dragon Mart si se materializa el proyecto de construir ese gran centro comercial chino en las cercanías de Cancún.

Pero aún persisten muchas incógnitas importantes. Por ejemplo, sobre quiénes son los verdaderos dueños del proyecto. Tanto el gobierno del estado como el representante legal de Dragon Mart, Juan Carlos López Rodríguez «”hasta ahora la única persona que ha dado la cara en su representación»” sostienen que se trata de un gran proyecto de coinversión entre empresarios chinos y mexicanos, que no se trata tan sólo de establecer un enclave extranjero en territorio nacional, sino de un esfuerzo conjunto de capitalistas de China y México, que beneficiará a ambos países, abrirá fuentes de trabajo en México, impulsará el desarrollo regional, permitirá diversificar la economía de Quintana Roo, dará oportunidades a inversionistas nacionales, etc. Sin embargo, no deja de ser curioso que el 99.9% del capital de Dragon Mart sea extranjero y sólo el 0.1% mexicano.

Así puede comprobarse al leer el acta constitutiva de la sociedad, que «”como parte de los esfuerzos de información y transparencia del ayuntamiento de Cancún»” puede verse en el portal www.cancun.gob.mx/dragon-mart/, establecido por el propio ayuntamiento para una consulta pública sobre el proyecto.

En efecto, en el acta, asentada en escritura pública ante la Lic. Zonia García Bazán, de la notaría pública Núm. 88 de Monterrey, Nuevo León, el 3 de enero de 2012, se estipula que compareció el susodicho Juan Carlos López Rodríguez en representación de dos sociedades anónimas que constituirían la nueva sociedad, denominada Real Estate Dragon Mart Cancún, Sociedad Anónima de Capital Variable. Las dos empresas en cuestión son Dragon Mart Cancún Investment Limited y la segunda Dragon Mart Cancún Management Sociedad Anónima de Capital Variable. Por su denominación, evidentemente la primera es una empresa extranjera. La segunda, a juzgar por su nombre, quizá es mexicana.

Pues bien, resulta que, aunque se trata de un proyecto en el cual se invertirán, según se ha dicho, 200 millones de dólares en su etapa inicial, la sociedad creada para tal fin nació con un modestísimo capital social: 50 mil pesos. Sí, leyó usted bien: 50 mil. No 50 millones, sino 50 mil. Y no de dólares, sino de pesos. Ese, desde luego, es el mínimo. Para eso la empresa es de capital variable. El máximo es ilimitado.

Todo esto, por supuesto, está dentro de los manejos usuales en las empresas. Pero lo que llama especialmente la atención es la forma en que están distribuidas las acciones de Dragon Mart Cancún. Son en total mil acciones, de 50 pesos cada una. De ellas, 999 corresponden a la parte extranjera, Dragon Mart Cancún Investment Limited. La restante y solitaria acción, con valor de 50 pesos (repetimos, 50 pesos, suficientes para comprar una buena torta de jamón y queso o una orden de tacos de cochinita bien servidos) pertenece a la parte mexicana, Dragon Mart Cancún Management, SA de CV.

Si las proporciones se mantienen «”como seguramente ocurrirá»”, tendremos un gran centro comercial propiedad en 99.9% de inversionistas extranjeros y en 0.1% de capitalistas mexicanos. Quizá estos últimos sean los que «”no sé si ingenua o irónicamente»” se dijo que tendrían participación en el proyecto como concesionarios de restaurantes y otras áreas de servicios.

Como señala el amigo lector a quien agradezco haberme llamado la atención sobre este punto, vale la pena preguntarse quién y cómo aportará los 200 millones de inversión y quiénes son los verdaderos pero ignotos socios, las personas físicas cuya identidad se oculta por el carácter de sociedad anónima del Dragon Mart.

Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx


[1] Publicado en los diarios Por Esto! de Yucatán y Quintana Roo. Viernes 8 de marzo de 2013

Un pensamiento en “El Dragon Mart y sus anónimos accionistas”

  1. Increible que se haga toda una teoria basada solo en «la segunda, a juzgar por su nombre quizas es mexicana».

    El primer nombre puede ser igualmente de personas mexicanas, no importa el nombre que se le ponga, no dudo que la realidad se efectivamente como la imaginas, pero basarse en una suposicion o en un quizas y de ahi sacar conclusiones, se me hace francamente irresponsable.

    Y aunque asi fuera, capital 100 extranjero no se me hace eso una razon suficiente para estar contra del proyecto.

    Saludos

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