ESCRUTINIO
Un crucial pero ignorado problema de salud pública[1]
Juan José Morales
Cuando se habla de los grandes problemas de salud pública en México, usualmente se piensa en la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, la obesidad «”que es causa de los anteriores»”, el tabaquismo o el alcoholismo. Rara vez se toma en cuenta a la depresión. Pero, de acuerdo con un estudio publicado en el número de enero-febrero de 2013 de la revista Salud Pública de México, en nuestro país la depresión se presenta en el 5.4% de los hombres y en el 10.4% de las mujeres, según los resultados de la Encuesta Nacional de Epidemiología Psiquiátrica (ENEP). Son porcentajes bastante altos, aunque todavía, y afortunadamente, inferiores a los de naciones como Estados Unidos.
En cuanto a su impacto en la salud pública, añade el trabajo que ese trastorno ocupa el primer lugar como causa de discapacidad «”en cuanto a la pérdida de años de vida saludables»” entre las mujeres y el noveno para los hombres. A nivel mundial, es la cuarta causa de discapacidad en general.
Además, la depresión no se presenta sola, sino generalmente acompañada de otras alteraciones en la salud física y mental, como ansiedad, consumo de alucinógenos y estupefacientes, diabetes y enfermedades cardiacas. Sin embargo, pese a la extensión y magnitud de este trastorno, dicen las autoras del estudio «”las doctoras Shoshana Berenzon, María Asunción Lara, Rebeca Robles y María Elena Medina-Mora«”, una gran proporción de los afectados no acude a tratamiento, retrasa mucho la búsqueda de ayuda, o bien no recibe la asistencia adecuada.
Por lo que respecta a las causas de la depresión, las investigadoras, todas ellas del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente, de la ciudad de México, señalan que «las constantes crisis económicas y sociales que se han vivido en México han tenido como consecuencia que, entre las principales fuentes de preocupación cotidiana, se encuentren las relacionadas con problemas financieros, y que términos como «˜sufrimiento»™ y «˜tristeza»™ sean muy utilizados para dar cuenta de este tipo de preocupaciones».
Y, como era de esperarse y sucede habitualmente, quienes más padecen los efectos de la depresión son quienes también más padecen los efectos de las crisis económicas y sociales. «Si bien «”dice el documento»” no hay diferencias significativas por nivel socioeconómico en la prevalencia de trastornos depresivos, la población que vive en condiciones de pobreza presenta una depresión más grave que aquella que se encuentra en mejores condiciones económicas».
Y al ser más profunda su depresión, en ese segmento de la población mexicana «”la más «desfavorecida», como dice suavemente la terminología gubernamental»”, se manifiestan también más profundamente sus efectos sobre la vida diaria.
La depresión «”explican las investigadoras»” «puede dificultar la capacidad de la persona para realizar actividades cotidianas, causando un deterioro significativo en el funcionamiento habitual y en la calidad de vida. Los análisis recientes realizados en México muestran que la depresión produce mayor discapacidad que otras condiciones crónicas como la diabetes, los trastornos respiratorios, las enfermedades cardiacas o la artritis. Por ejemplo, las personas con depresión pierden hasta 2.7 más días de trabajo que aquellas con otro tipo de enfermedades crónicas.»
Para decirlo en otros términos: los pobres no sólo padecen más gravemente la depresión, sino que a consecuencia de ella empeora su estado de salud y su situación económica, lo cual a su vez agrava más aún la depresión. El clásico círculo vicioso.
El estudio a que nos referimos contiene también otros datos de mucho interés, pero la falta de espacio nos obliga a dejarlos para otra ocasión. Por ahora, basta decir que las autoridades deberían comenzar a prestar un poco más de atención a ese desdeñado problema de salud pública que es la depresión.
Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx
[1] Publicado en los diarios Por Esto! de Yucatán y Quintana Roo. Miércoles 6 de marzo de 2013.