ESCRUTINIO
Mucho ojo con la acutomoterapia[1]
Juan José Morales
La mayor parte de la gente ha oído hablar de la acupuntura, esa llamada medicina tradicional china que se basa en la inserción en determinadas partes del cuerpo de finísimas agujas que supuestamente modifican el flujo de ciertas inexistentes energías «”que nadie ha podido jamás detectar y medir»” a lo largo de igualmente inexistentes meridianos del cuerpo humano que tampoco ningún anatomista ha logrado encontrar y sobre cuyo número y ubicación ni siquiera los propios acupunturistas se ponen de acuerdo.
Pues bien, ahora ha aparecido una variante de la acupuntura: la acutomoterapia, de la cual se dice que fue inventada en China durante la década de los años 70 por el doctor Zhu Hanzhang, y que «ha tenido un desarrollo vertiginoso y ha revolucionado la práctica convencional de la acupuntura», ya que «ha sido el único recurso terapéutico que ha logrado mitigar algunos padecimientos». Al menos así se afirma en un comunicado de la sección de estudios de posgrado e investigación de la Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía del Instituto Politécnico Nacional.
Uno de tantos dibujos ilustrativos sobre la acupuntura, de la cual se dice que con solo insertar agujas en determinados puntos del cuerpo, puede curar o al menos aliviar todas las enfermedades, síntomas, molestias, condiciones y malestares «”y muchas más»” que aquí se muestran, sin importar cuál sea su causa. Ahora ha surgido una variante de esta seudomedicina: la acutomoterapia.
Extrañamente, sin embargo, de la acutomoterapia no se habla en publicaciones científicas, médicas, o de instituciones educativas «”salvo esta dependencia del IPN»”, sino sólo en las típicas revistas de modas, chismes del espectáculo, naturismo, hechos sobrenaturales, esoterismo y cosas por el estilo. Y prácticamente toda la información sobre ella se reduce a variantes o «refritos» «”como se dice en el argot periodístico»” del comunicado de marras.
Y es que ningún médico puede tomar en serio la afirmación de que insertando en los músculos agujas relativamente gruesas y ensanchadas en la punta como son las de la acutomoterapia, y haciéndolas girar para cortar y ablandar los tejidos musculares, puedan lograrse los maravillosos efectos que se atribuyen a este procedimiento.
En efecto, en el boletín del IPN se asegura que la acutomoterapia no solamente puede emplearse «para aliviar lesiones articulares, de ligamentos, tendones y músculos» debidas a la fibrosis «”que es el crecimiento excesivo o anómalo de cierto tipo de tejidos en determinadas partes del cuerpo»”, sino que «también es útil para el tratamiento de todo tipo de artritis y lesiones en la columna vertebral. Además, permite aliviar afecciones en los órganos internos como úlceras gástricas, gastritis, prostatitis, hipertrofia prostática, asma, colitis, ulcerativa crónica, estreñimiento crónico y endometriosis». En fin, una chulada de remedio.
Todo lo anterior sin duda habrá de causar extrañeza «”por decir lo menos»” a cualquier anatomista, fisiólogo o histólogo. Decir que aplicar agujas en algún músculo pueda aliviar los síntomas de padecimientos muy diversos, cada uno de los cuales puede por lo demás ser resultado de una diversidad de factores, o que desde ese músculo las agujas puedan ejercer efectos sobre órganos o partes del cuerpo con los cuales no existe conexión alguna, recuerda esas charlatanescas afirmaciones de los reflexólogos o los auriculoterapistas , que afirman poder diagnosticar, aliviar o curar todo tipo de enfermedades con sólo presionar ciertos puntos de la oreja o de la planta del pie.
Hay, por otro lado, un serio peligro para quienes recurran a la acutomoterapia: como no está reglamentada ni se le considera oficialmente una práctica médica, cualquier hijo de vecino puede ostentarse como acutomoterapista amparado por un bonito diploma de alguna escuela «patito» de yoga, meditación o budismo, y dedicarse a dar «tratamientos», con el riesgo de dañar, tal vez irremisiblemente, nervios, tendones e incluso órganos vitales durante sus manipulaciones.
Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx
[1] Publicado en los diarios Por Esto! de Yucatán y Quintana Roo. Jueves 4 de abril de 2013.