IMPACTO AMBIENTAL
Los «perros de dueño irresponsable»[1]
Juan José Morales
Se solicitan diez millones de mexicanos dispuestos a adoptar un perro callejero, mantenerlo en casa y darle toda la atención que necesita. ¿Usted cree que puedan conseguirse tantos voluntarios? Yo tampoco. O, planteado el asunto de otra manera: hay que exigir a las autoridades federales, estatales o municipales de todo el país que contraten veterinarios suficientes para esterilizar a esos diez millones de canes que, según los estudios de la Secretaría de Salud, deambulan por las calles de pueblos y ciudades de todo el país. O que, si no quieren gastar en ello, convenzan a los veterinarios de hacerlo gratuitamente. ¿Usted cree que podrá lograrse cualquiera de ambas cosas? Yo tampoco.
El peligro principal que representan los perros callejeros no es el de ataques a las personas sino las enfermedades que transmiten a través de sus excrementos, pero a veces forman jaurías que se tornan particularmente agresivas. Otro problema es el de la basura que esparcen al buscar alimento en las bolsas de desperdicios.
Sin embargo, hay grupos ecologistas y amantes de los animales que insisten en que la solución al problema de los perros callejeros «”o «perros de dueño irresponsable», como ahora los califica elegantemente la Organización Panamericana de la Salud»” consiste en convencer a la gente de que adopte uno y a los que no encuentren un hogar se les atrape, esterilice, y se les deje en libertad para que vivan tranquilamente y mueran de viejos sin dejar descendencia. ¿Usted cree factible tal salida al problema? ¿Hay alguien, promotor de esas soluciones, que haya calculado cuántos veterinarios harían falta para esterilizarlos, cuánto personal se necesitaría para capturar a tanto perro, dónde se les alojaría, cuánto costaría alimentarlos, curarlos y desparasitarlos? ¿O alguien ha hecho un censo de personas dispuestas a adoptar un perro y atenderlo debidamente?
Estas reflexiones me las hice recientemente al leer en las páginas de POR ESTO! sobre el caso de un niño atacado por uno de esos animales en un mercado y la noticia de que tan solo por las calles de Mérida andan 50 mil perros vagabundos o «de dueño irresponsable» (aunque la realidad es que la mayoría de ellos nunca han tenido amo sino que descienden de otros animales callejeros).
Quizá haya quienes me consideren demasiado escéptico, pero dudo mucho que de tal manera pueda resolverse el problema de la fauna canina urbana sin control. Quizá mi escepticismo provenga del hecho de que no sé de ningún país en el cual ese haya sido el camino. Si algún lector conoce alguno, podría ilustrarme al respecto. Según tengo entendido, en todas aquellas naciones donde ahora no hay perros callejeros y se tiene un adecuado control sobre los domésticos «”incluso con impuestos por su tenencia y avanzados sistemas de registro e identificación de los ejemplares»”, inicialmente fue necesario realizar campañas para atraparlos y darles muerte. Fue esa la única manera de acabar con los perros sin dueño. Incluso, actualmente en esos países los que rondan por la vía pública son recogidos y, si en un plazo razonable nadie los reclama o adopta, son sacrificados.
Y, ciertamente, el de los perros callejeros es un problema que no puede ignorarse. Por principio de cuentas, representan un peligro directo en cuanto a que pueden morder a transeúntes «”especialmente niños»”, ciclistas y motociclistas, o causar accidentes al tratar de eludirlos. En segundo lugar, sus excrementos constituyen no sólo una molestia sino también «”y sobre todo»” una amenaza para la salud pública ya que al secarse y ser arrastrados por el viento pueden ocasionar conjuntivitis e infecciones respiratorias o contaminar con bacterias causantes de salmonelosis y otros males los alimentos que se expenden en comercios ambulantes.
Sé que con estas opiniones me expongo a recibir furibundas andanadas de románticos protectores de los animales. Pero antes de que me fulminen con sus mensajes, pediría a quienes tengan intención de hacerlo, que mejor me digan dónde se ha resuelto el problema de los perros callejeros mediante la esterilización y la adopción, y cuánto costaría hacer tal cosa en México.
Gracias anticipadas a quienes me den luces al respecto.
Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx
[1] Publicado en los diarios Por Esto! de Yucatán y Quintana Roo. Viernes 12 de abril de 2013.
Puerto Rico.- Una niña de 12 años relató como a través de una fotografía tomada con su celular captó algo insólito»¦y es que a simple vista pudiera tratarse de un supuesto platillo volador.
El hecho ocurrió en Barranquitas, un municipio en el centro montañoso de Puerto Rico.
Pues resulta que la niña es una mentirosa. Se trata de una aplicación llamada UFO Camera GOLD app que ya a generado varias fotografías de ovnis, como podemos ver en las fotos que aparecen en esta entrada y que originalmente publicamos en enero de este año, en el siguiente enlace Inserte el ovni aquí
