Detectives psíquicos

DETECTIVES PSÍQUICOS[1]

Mario Méndez Acosta

En los programas y películas cinematográficas de temas policíacos, en ocasiones se afirma que es válido consultar a un psíquico, o a un vidente para ayudar a la policía a encontrar a personas perdidas, cadáveres o hasta el botín de ciertos asaltos. Existen algunos personajes de la vida real que aseguran haber tenido éxitos notables en estas búsquedas y presumen de ser consultados con frecuencia por los cuerpos policíacos de varios países.

Pero, ¿acaso existe alguna evidencia confiable de que así ocurra? Un notable detective privado e investigador de supuestos fenómenos prodigiosos llamado Joe Nickell[2], elaboró un informe sobre el desempeño de los llamados detectives psíquicos y señaló que éstos hacen un grave daño a las investigaciones, ya que facilitan la impunidad de muchos criminales que no son descubiertos porque la policía no usa más a fondo sus propios recursos en una investigación que presenta evidencias reales.

PeterHurkosEl más famoso de todos los detectives psíquicos es un holandés, llamado Peter Hurkos, muerto en 1988, quien se hacía llamar el hombre con el cerebro de radar. Su mayor fracaso fue haber identificado a un hombre inocente, Thomas O»™Brien, como el Estrangulador de Boston, estorbando severamente la captura del verdadero asesino, quien resultó ser Albert de Salvo. Hurkos aseguraba haber obtenido la facultad de adivinación, a la que denominaba psicometría, después de sufrir un accidente al caer de una escalera en 1944. Esta capacidad consistía en visualizar en su mente cuadros o escenas al palpar alguna prenda o evidencia. Otro holandés, Gerard Croiset practicante de la psicometría, fue desenmascarado por el investigador «“también holandés»“ Piet Hein Hoebens.

En el siglo XVII, el supuesto experto en rabdomancia (adivinación con una vara), Jacques Aymar, fue sometido a prueba en París con resultados francamente embarazosos, ya que no pudo identificar a los culpables y, por el contrario, acusó sin base a muchos inocentes.

En el siglo XIX, algunas personas supuestamente sensitivas, recibían información criminal y forense durante sus sueños, mientras en la época en que estuvo de moda el espiritismo, eran los espíritus de los fallecidos los que daban datos sobre crímenes diversos.

NellaJonesEn 1991, pruebas controladas de las habilidades de una supuesta psíquica llamada Nella Jones, demostraron que su habilidad para psicometrizar y sacar deducciones sobre armas usadas en homicidios, era poco menos que inexistente. De hecho, las pruebas llevadas a cabo por investigadores del departamento de policía de Los Ángeles, y que se publicaron en L. A. Journal of Police Science and Administration (7, no. 1; 1979, 18-25), mostraron que la información generada por los videntes no resultaba mejor que la generada al azar.

Sin embargo, varios psíquicos han obtenido fama de lograr triunfos debido a los reportes de algunos detectives que utilizaron sus servicios con cierto éxito… aunque ello puede tener otra explicación.

DorothyAllisonUn capitán de la policía de Nueva Jersey informó que acudió con este fin a la vidente Dorothy Allison. Señaló, empero, que sus predicciones fueron difíciles de verificar al inicio de su planteamiento, pues la exactitud de los datos normalmente no se podía corroborar sino hasta que la investigación había sido concluida y el criminal capturado.

Fue notable un caso en el que la policía de la ciudad de Nutley, Nueva Jersey, en 1967, solicitó la colaboración de la misma Allison para buscar el cadáver de un pequeño, propiciando el desvío de las investigaciones muchos kilómetros del sitio donde realmente fue encontrado, perdiendo días preciosos en la investigación. No obstante, en la biografía de la psíquica «“hecha para la televisión»“ el caso es mostrado como si realmente hubiera favorecido la localización del cadáver.

Allison es conocida por haber fallado en detectar el paradero de la famosa Patty Hearst, cuando fue secuestrada, y tampoco pudo encontrar al asesino de la pequeña modelo infantil asesinada Jon Benet Ramsey, caso en el que Allison trató de incriminar a un inocente.

Este ajuste a posteriori de los hechos reales con las predicciones iniciales, se conoce como retro-adaptación y es el secreto que explica los supuestos éxitos de muchos de los psíquicos detectives. Por ejemplo, al señalar: «Veo agua y el número siete», puede considerarse que tal aserto tendría sentido casi en cualquier circunstancia planteada, y después de revisar todo lo ocurrido, sería muy raro que no hubiera algún arroyo, estanque tinaco, pozo o tubería que no pueda ser relacionada con el caso. El número siete puede asociarse con un número de una casa, una edad, una carretera, el número de personas en la partida investigadora, una placa de un auto o una fecha.

Otros síquicos simplemente exageran, o hasta aseguran haber obtenido éxitos en los casos en que fallaron. Nadie les lleva el registro.

En la actualidad, los supuestos psíquicos emplean todas las técnicas, desde la astrología o el uso de varas y péndulos, para tratar de aprovechar en la adivinación el fenómeno llamado radiestesia o detección síquica de emanaciones con un artificio manual.

NoreenReinerUna de las videntes más famosas del momento, Noreen Reiner, usa la psicometría de Hurkos, y otros emplean la lectura de las auras o de las manos.

La mayor parte de los psíquicos localizadores de personas perdidas o asesinadas hacen pronósticos de fácil cumplimiento, como decir que el cadáver buscado está enterrado en un bosque o yace en el fondo de una barranca, o cuando los detectives realmente encuentran los restos o a la persona, empleando métodos de investigación policíaca, los psíquicos tratan de atribuirse el mérito.

REFERENCIAS

Joe Nickell, Police Psychics, Do they really help solve crimes, 2004, http://www.csicop.org/specialarticles/po-lice-psychics.html

Hoebens, Piet Hein, «Gerard Croiset: Investigation of the Mozart of «˜Psychic Sleuths»™», 1981, Skeptical Inquirer, 6(1):1728, Fall.

Randi, James y Asimov Isaac, Fraudes paranormales, España, Tikal ediciones, 1984.


[1] Publicado originalmente como Méndez Acosta Mario, Detectives psíquicos, Ciencia y Desarrollo, Vol. XXX, No.177, México, julio/agosto 2004. Págs. 68-69.

[2] Miembro directivo del Comité para la Investigación Científica de Supuestos Fenómenos Paranormales (CSICOP), de la Universidad de Nueva York.

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