Las profecías fallan

Las profecías fallan

9781137364456.inddTimothy Jenkins. Of Flying Saucers and Social Scientists: A Re-reading of ‘When Prophecy Fails’. Palgrave Macmillan, 2013.

Peter Rogerson.

Este libro es un re-examen de When Prophecy Fails, poniendo en el fondo a la religión teosófica y adventista. El estudio se refiere a un grupo creado en Chicago en 1954 por «Marion Keech» (Dorothy Martin, 1900-1992), que transmitía mensajes de Sananda, un hermano del espacio que más tarde se reveló que en ese momento era la identidad vigente de Jesucristo. El grupo reclutado de, entre otras fuentes, un grupo metafísico de universidad creado por el «Dr. Armstrong» (Charles Laugheed), un ex misionero médico entonces en el equipo de Michigan State College en Lansing. LINK.

Jenkins sostiene que fue Laughead quien introdujo un tema adventista, milenarista a la dinámica básica metafísica y espiritualista del grupo.

De particular interés es el argumento de Jenkins de que la presencia de un número significativo de «observadores participantes» (hasta cinco a la vez) en un grupo con sólo una docena de miembros principales afectó significativamente la dinámica del grupo, y también sugiere que el despido de Laughead de su puesto universitario puede haber sido un acontecimiento clave en la radicalización del grupo. Jenkins también analiza el papel del lenguaje dentro de los tres participantes principales, el grupo, los investigadores y la prensa, y sugiere que el mismo lenguaje de ciencia se puede ver afectado por una cosmovisión evangélica, en particular, cristiana.

Esto, a decir verdad, es un trabajo muy académico y especializado, y está claramente dirigido a los estudiantes, en particular los que realizan un tercer curso de un año en estudios religiosos en Cambridge (p.viii).

La historia de When Prophecy Fails es parte de una historia mucho más amplia de los movimientos metafísicos americanos, y su relación con toda una serie de figuras de la derecha radical, y es de esperar que alguien va a realizar un estudio de los involucrados que sea mucho más detallado y amplio.

http://pelicanist.blogspot.mx/2013/08/prophecy-fails.html

Vampiros, ajo y colesterol

ESCRUTINIO

 

Vampiros, ajo y colesterol[1]

 

Juan José Morales

Desde tiempo inmemorial, en la mitología popular el ajo ha sido muy eficaz para mantener a raya a los vampiros. No a los auténticos, a los murciélagos hematófagos, sino a los humanos, los de las leyendas y las películas de terror. Una buena ristra de ajos sobre la puerta basta para impedir la entrada a tan indeseables caballeros de la noche, y si alguno llegara a colarse hasta la recámara de una hermosa doncella, retrocederá empavorecido antes de asestarle la sanguinaria mordida en el cuello si la encuentra protegida por un collar de ajos.

El ajo fue también en la Edad Media considerado un magnífico remedio contra la peste bubónica o muerte negra. En épocas más recientes se echaba mano de él para combatir la gangrena. Y hará cosa de 25 años comenzó a decirse que era buenísimo para el corazón. Concretamente, para mantener en adecuados niveles la concentración en la sangre del llamado colesterol malo.

clip_image002Aunque están registradas como suplementos alimenticios, las cápsulas, píldoras y demás productos a base de ajo se presentan mañosamente como si fueran medicamentos y se les atribuyen propiedades preventivas o curativas.

Por supuesto, de inmediato los fabricantes de productos milagro, ni tardos ni perezosos, comenzaron a inundar el mercado con toda clase de complementos y suplementos alimenticios a base de ajo «”nada baratos, desde luego»” disfrazados de medicamentos. Lo mismo píldoras que cápsulas o tabletas en las más variadas presentaciones, con los más rimbombantes nombres, y lo mismo polvo que extractos o aceite de ajo. A todos ellos, su publicidad les atribuye maravillosas cualidades y casi garantiza que quien los tome se mantendrá tan a salvo de un infarto como los previsores aldeanos de Transilvania quedaban a salvo del conde Drácula.

Y, por supuesto también, como todos esos productos están registrados en la categoría de suplementos alimenticios, sus fabricantes no están obligados a demostrar su efectividad terapéutica. Lo único que deben probar es que contienen las sustancias que dice la fórmula.

Pues bien, hace algún tiempo, el Prof. Christopher Gardner, investigador de la universidad norteamericana de Stanford, decidió poner a prueba la eficacia del ajo para evitar la acumulación de colesterol en la sangre. Con tal objeto, dividió a 192 adultos que sufrían de moderado exceso de colesterol en varios grupos. A unos se les administraron suplementos a base de ajo en distintas presentaciones y formulaciones. A otros, se les hizo tomar ajo en estado natural. Y a los de un grupo, se les administró un placebo. Es decir, una sustancia que ellos creían era suplemento a base de ajo pero en realidad sólo contenía una sustancia inocua.

El experimento duró seis meses y fue rigurosamente controlado para asegurar que todos tomaran las dosis indicadas, que mantuvieran su dieta habitual y que no estuvieran utilizando medicamentos contra el colesterol. Al cabo de ese tiempo, se les sometió a análisis de sangre para determinar el contenido de los dos tipos de colesterol «”el «bueno» y el «malo»»” y de triglicéridos, en comparación con los niveles que tenían antes de iniciarse la prueba.

Resultado: no se registró ningún cambio significativo en ninguno de los grupos.

Puede entonces concluirse que tomar o no tomar ajo, ya sea en estado natural o en cualquiera de sus costosas presentaciones en cápsulas, extractos, concentrados, aceites y demás, no tiene efecto alguno sobre los niveles de colesterol en la sangre. Para mantenerlos en el rango aceptable, la solución es evitar el excesivo consumo de grasas animales, tener una dieta rica en fibra, frutas y verduras, y hacer ejercicio moderado.

Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx


[1] Publicado en los diarios Por Esto! de Yucatán y Quintana Roo. Jueves 15 de agosto de 2013

El misterio de las centellas (862)

El misterio de las centellas (862)

Una mañana, hace 2 años me levanté para ir al baño. Al salir me detuve en la cocina para ver la hora, las 9:00 a.m. Algo me hizo mirar a mi izquierda en el comedor. Había una esfera fantasmal blanco azulado flotando a unos 4 o 5 pies de altura, probablemente sobre el tamaño de un durazno. Era la cosa más extraña que había visto nunca. En ese momento yo nunca había oído hablar de las centellas por lo que realmente me asustó. No podía moverme, se quedé allí con miedo y asombro, mirando. De repente ella aparentemente explotó llenando la habitación entera con rayos brillantes y luego desapareció. Salí corriendo de la habitación y desperté a todos en la casa. Nadie me creía al principio. Entonces nos dimos cuenta de que todas las luces de la planta baja se habían apagado exactamente al mismo tiempo y hubo que cambiar todas las bombillas. La parte realmente extraña de esto es que por lo general escuchas de las centellas durante las tormentas eléctricas, esta fue un brillante y clara mañana, soleada. No estoy seguro de qué pensar, pero fue lo más increíble que he presenciado.

Bonbon

Cols, Ohio USA