OBITUARIO: PEDRO FERRIZ SANTA CRUZ
Fue el segundo hijo del líder ferrocarrilero Pedro Ferriz Monroy y la maestra de primaria María Luisa Santa Cruz. Nació en Piedras Negras, Coahuila, el 17 de marzo de 1921 y tuvo por nombre Pedro Ferriz Santa Cruz.
Su padre fue el encargado del Sindicato de Ferrocarrileros de la República Mexicana, para firmar los contratos colectivos de los trabajadores con Ferrocarriles de México. Debido a su labor política, Ferriz Monroy fue despedido de los ferrocarriles y tuvo que viajar a la ciudad de México.
En el DF Ferriz Santa Cruz, estudiaría la primaria en la escuela José Vicente Villada. De memoria prodigiosa, Don Pedro todavía en el 2010 recordaba aquellos años:
«Con nueve o diez años yo tenía dos maestros maravillosos, Justino Cortés y Ãngel Bautista. Nos hacían leer obras de ciencia ficción y astronomía: La Guerra de los Mundos, los libros de Julio Verne, de Camille Flammarion«¦ Hablábamos sobre la vida en Marte y en otros planetas. Todo eso me dejó el terreno abonado».
De ahí pasaría a la Escuela Secundaria No. 4., a la preparatoria y finalmente ingresaría en la Universidad Nacional Autónoma de México, a la Facultad de Derecho. Es de la generación de 1939, por lo que tuvo como compañeros a José López Portillo y Jesús Reyes Heroles.
No obtuvo la licenciatura en Derecho, pero sí la de Maestro en Historia, en la Facultad de Filosofía y Letras, de la misma UNAM.
Al mismo tiempo que estudiaba en la universidad, ingresó a la estación de radio XELA, Radio metropolitana (1939). Fue en esa estación en donde comenzó a hablar de los platos voladores, poco después del avistamiento del piloto Kenneth Arnold:
«Hacíamos un chiste, como en la película de Superman, que decía: «¿Es un pájaro? ¿Es un avión? ¡No! Es un platillo volador». Creo que fue el primer programa del mundo sobre ovnis».
Años después pasaría a la XEW, en donde comenzó a escribir y conducir los programas Más allá de la Tierra. En 1948 pasa a la XEX con el programa El club familiar (con Daniel Pérez Arcarás y Raymundo Muciño), que posteriormente se transformaría en el famoso programa televisivo El club del hogar.
En su libro Un mundo nos vigila, basado en el programa de televisión del mismo nombre, Don Pedro dice:
«En 1951, cuatro años después de la aparición en el Monte Rainiero, estado de Washington, de los primeros discos voladores de la era moderna, yo tenía en XHTV Canal 4 mi programa Un mundo nos vigila».
Según él, el programa se mantuvo durante 10 meses. Continúa diciendo:
«Algunas entrevistas logradas en la última serie que abarcó todo el año de 1970, también son transcritas aquí.
«Como se ve, esta es la historia de un programa de televisión que ha aparecido y desaparecido varias veces de las pantallas, al igual que los ovnis y cuya última serie abarca prácticamente todo el año de 1970, pero que deriva de una serie anterior en el Canal 5, que fue posible gracias al entusiasmo de mi distinguido colaborador señor Othón Gómez y que estuvo dirigida en su parte dramática por otro hombre entusiasta: Héctor Cervera.
«La serie del Canal 4, con el mismo nombre, dirigida por el talentoso Miko Viya, fue posible y me honro en consignarlo, por una especial deferencia de un mexicano ilustre que a la sazón era presidente de nuestro país: licenciado Gustavo Díaz Ordaz».
Por otra parte, en una entrevista concedida a la revista española Año Cero, Don Pedro dice que antes de Un mundo nos vigila tenía un programa de radio llamado De las cosas que se ven en el Cielo.
«Tomé el título del libro de Carl Jung, el gran psicoanalista. Después, el programa pasó con gran éxito a la televisión. Fue el fruto de las inquietudes que despertaron en mi infancia mis maestros de la escuela».
Ahora bien, el Canal 4, XHTV, se inauguró formalmente el 1 de septiembre de 1950, con la transmisión del cuarto informe de gobierno del Presidente Miguel Alemán Valdés. Los programas de televisión de aquel entonces eran transmisiones deportivas y telediarios (locutores leyendo los periódicos del día). No es imposible que Don Pedro haya tenido su programa en 1951, pero lo creemos altamente improbable. Una clave es el hecho de que nos dice que su antecesor fue un programa de radio que llevaba el nombre del libro sobre platos voladores escrito por Jung. El original en alemán se publicó en 1958. Es decir, Don Pedro no pudo haber tenido su programa de radio, con ese nombre, hasta después de ese año, y el programa de televisión (Un mundo nos vigila) mucho después de esa fecha.
Creo que Un mundo nos vigila fue muy posterior a la fecha que indica Don Pedro. Antes trabajaría como locutor en El noticiero General Motors (1948 a 1956), siendo Guillermo Vela el comentarista. El noticiero se transmitía a las 7:45 en la televisión, y fue escrito por Jacobo Zabludovsky durante esos 8 años.
Luego, en 1956 le siguió El gran premio de los 64,000 pesos, basado en el formato radiofónico del programa de XEW Tómelo o déjelo (1952 a 1954), que seguía la fórmula del programa italiano Lascia o Redoppla (Tómalo o Dóblalo), copiada del programa de radio americano Take It or Leave It (CBS Radio de 1940 a 1947). El programa americano cambiaría de nombre a The $64 Question y se transmitiría de 1950 a 1952 por NBC Radio. Finalmente pasaría a la televisión con el nombre de The $64,000 Question (CBS televisión 1955 a 1958).
Se trataba de un programa de concursos sobre preguntas científicas y culturales. El mecanismo era hacer preguntas al participante, cuyos premios se iban duplicando. Empezaba con mil pesos, dos, cuatro, ocho, dieciséis, treinta y dos y sesenta y cuatro mil pesos.
En 1957 Ismael Rodríguez produjo una película del mismo nombre, basada en la serie, en donde aparecían Doña Sara García, Ãngel Infante e Irma Dorantes.
Creo que Un mundo nos vigila apareció después de La pregunta de los 64 mil pesos, como también fue conocido el programa. Mi suposición se basa en varios puntos:
– Hubiese sido difícil que le dieran la conducción de un programa de tipo «cultural» a alguien interesado en los platos voladores.
– En la película de Ismael Rodríguez no se hace ninguna mención a esa afición de Don Pedro.
– Era proverbial la crítica que hacía Jacobo Zabludovsky al pasatiempo de Don Pedro. Pero recordemos que Zabludovsky aparecería por primera vez en la televisión en el noticiero Primera plana (1957), por lo que las bromas a Don Pedro debieron ser posteriores a esa fecha.
Sea como fuere, Un mundo nos vigila fue el primer programa dedicado a los ovnis en México. Pedro Ferriz fue el primer gran difusor de este tema y es lo que mayor presencia pública le dio. Algunos de los casos eran representados mediante dramatizaciones realizadas por actores y actrices, siguiendo la moda de las recién inventadas telenovelas (Gutierritos fue la primera telenovela, de 1958).
«Ya en esa época, entre 1954 y 1955, escribí un artículo diciendo que la estrella de Belén era un ovni y me consideraron herético. Eran tiempos en que nadie cuestionaba la Biblia o el Cristianismo. Yo escribía en la revista Siempre[1], y este fue mi primer artículo: La estrella de Belén era un platillo volador. Luego los rusos plagiaron mi idea y la publicaron en sus libros[2]«.
Durante la década de los sesentas se volvió uno de los comunicadores más conocidos del país, siendo incluso la voz oficial del gobierno de Adolfo López Mateos. Debido a sus contactos en la Facultad de Derecho, Ferriz tuvo una muy buena relación con varios de los presidentes de México: el ya mencionado Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría Ãlvarez y José López Portillo. A pesar de eso nunca llegó a saber de alguna investigación oficial de ovnis, por parte del gobierno mexicano[3]»¦ porque nunca la hubo.
Algunos podrían suponer que le ocultaron dicha información, pero eso no concuerda con el hecho de que fue el propio López Mateos quien impulsaría una de las salidas al aire del programa Un mundo nos vigila y con la anécdota que el propio Echeverría le contaría de un supuesto avistamiento ovni en la ciudad de Cuernavaca, cuando estaba en compañía de otras personas, entre ellas la famosa coreógrafa Amalia Hernández. Si le ocultaba todo lo relativo a los ovnis, ¿por qué no le ocultó su propio avistamiento?
Esos contactos con sus antiguos compañeros de la facultad hicieron que López Portillo lo nombrara Director de la agencia de noticias del gobierno, Notimex, y de Canal 13. En este canal haría un refrito de su antiguo programa con el nuevo nombre de Las 13 preguntas del 13.
Sin embargo las cosas no le fueron también. Tuvo diferencias con la hermana del presidente, Margarita López Portillo[4], y tuvo que dejar el canal.
Posteriormente hizo un intento fallido en la política. En las Elecciones Federales de 1991 participó como candidato a senador, representando al recién formado Partido de la Revolución Democrática[5]. En las Elecciones de 1997 fue candidato del Partido Cardenistaa Jefe de Gobierno del Distrito Federal. Los periodistas le preguntaron si era necesaria la participación de observadores extranjeros y de extraterrestres, pero él sonrió y afirmó que no sería necesaria, pues los comicios serán limpios.
Pocos lo saben, pero Don Pedro también dio clases en diferentes instituciones educativas, como la Escuela Bancaria y Comercial.
Su último programa radiofónico fue El Mundo de Pedro Ferriz, que se transmitía los sábados por la mañana (11:00 a 12:00) en la estación «Imagen».
Al final de sus días llegó a una extraña teoría sobre los ovnis, en cierta forma parecida a la de John A. Keel. Don Pedro la explicaba de esta forma:
«Lo que proponemos mi amigo Héctor Sampson y yo es que son experimentos de mecánica cuántica. Yo no soy físico, pero he leído mucho sobre el particular. Se habla de electrones que aparecen y desaparecen. Podemos leerlo en las teorías de Planck, de Pauli, etc»¦ Si existen universos paralelos, también deben existir allí personas como nosotros, otras inteligencias, otras civilizaciones. Para mí los ovnis vienen de otra realidad y están realizando un experimento; por eso no se comunican con nosotros. Ellos podrían viajar como un electrón, apareciendo y desapareciendo a su antojo. Ese comportamiento puede ser uno de los grandes principios de la mecánica cuántica, el principio de la instantaneidad, de la simultaneidad. No tienes que viajar por el Universo»¦ Los astrónomos todavía no lo conciben y sin embargo es lo más lógico»¦»
«Lo más lógico» para quien no entiende la mecánica cuántica. Pero no podemos culpar a Don Pedro por ese pequeño desliz. Él, a diferencia de otros ufólogos mexicanos (de los cuales sería de mal gusto dar sus nombres en esta nota dedicada a Don Pedro), aceptaba que había muchos casos fraudulentos y muchas confusiones. Por ejemplo. Aceptó mi explicación sobre el caso de Sara Cuevas, misma que le transmitió Óscar García, en la época que ese joven ufólogo nos frecuentaba a ambos.
Por intermedio de Óscar pude visitar a Pedro en su casa del Pedregal de San Ãngel y luego él mismo me invitó a algunos de sus programas de radio. Siempre me escuchó atentamente y en muchas ocasiones coincidió en mis apreciaciones en torno a diversos casos ufológicos. En donde no estuvimos de acuerdo fue en el caso de Carlos Antonio de los Santos Montiel, y en su teoría de que las pirámides mexicanas tenían cierta orientación ordenada, tal vez, por los extraterrestres. Don Pedro decía:
«Las pirámides no están colocadas al azar: forman una red geométrica perfectamente lógica.
«Las líneas que unen varios conjuntos de pirámides forman una verdadera red de triángulos equiláteros, rectos y losanges, que se sobreponen armónicamente unos a otros».
Pero yo, arrojando un puñado de frijoles sobre la mesa, le decía que estudiándolos detenidamente, cada triada de frijoles formaba (lógicamente) triángulos. Muchos de ellos equiláteros, otros rectos y también había rombos losanges. Pero a mi favor tenía varias cosas (mismas que jugaban en su contra):
– Yo estaba trabajando con geometría plana (la superficie de la mesa) mientras él hacía lo mismo, pero sobre una superficie curva (la superficie de la tierra). Por lo tanto los ángulos y líneas rectas que el suponía, en realidad no lo eran. Don Pedro debería haber trabajado con geometría esférica.
– Mi superficie era pequeña y fácilmente se podían ver esas líneas rectas. Don Pedro trabajaba con mapas a escala pequeña. Pero a escala normal las supuestas líneas rectas se convertían en líneas en zigzag a fin de que se ajustaran a todos los puntos.
– Don Pedro estaba mezclando diferentes culturas. Muchas de ellas no tuvieron nada que ver una con la otra.
– Las pirámides abarcaban diferentes periodos de tiempo. Difícilmente se podría asegurar que seguían un patrón determinado y mucho menos que ese patrón fuese guiado por los extraterrestres.
– La idea de Don Pedro y Siruget provenía de la ortotenia de Aimee Michel. Teoría esta última que se ha demostrado estar equivocada (simple pseudociencia).
Otro error de Don Pedro fue haber prestado el material de la conferencia que presentó en el desaparecido cine Apolo, de Ciudad Satélite, al entonces reportero de 60 Minutos, Jaime Maussán (¡chin!, no quería mencionar a este tipo, pero ni modo). Los enviados de la producción de dicho programa le dijeron a Ferriz que sólo tomarían algunas escenas para ilustrar. La verdad fue otra: transmitieron todo el material[6].
Por cierto, yo estuve en esa conferencia invitado por mi «jefe»[7], Guillermo Bravo, director del CIIFOP (Centro de Investigación e Información del Fenómeno Ovni y Parapsicología). Y hago mención de lo anterior sólo para comentar una anécdota poco conocida de Don Pedro.
Guillermo Bravo fue el organizador del Primer Congreso Mundial Ovni en Acapulco. Dicen las malas lenguas que Bravo se llevó el dinero del Congreso, incluyendo el dinero de los boletos de retorno de los congresistas. Bravo huyó a los Estados Unidos en donde encontró otro medio de estafar a la gente: se hizo predicador.
El escándalo no se hizo más grande gracias a que Don Pedro, de su bolsa, compró los boletos de regreso de los congresistas. Esta historia no la comprobé. Nunca se me ocurrió preguntarle a Don Pedro su versión.
Pero, como decíamos arriba, Don Pedro no creía que todo lo que volaba eran ovnis y aceptaba sus errores. Un ejemplo más, del que ya nos hemos ocupado en Marcianitos verdes[8], tomado de su libro Los ovnis y yo[9]:
«Pero, por dar a ustedes un ejemplo, les diré que un amigo mío ya desaparecido, un joven periodista en aquella época, García Ramos, de broma hizo varios montajes de ovnis, y los mandó revelar en la fotografía «Regis» en la Avenida Juárez. Un día se me presenta un señor, de un extraordinario parecido a una persona que yo quise y admiré muchísimo, el presidente Adolfo López Mateos, con un cartapacio lleno de fotografías supuestamente de ovnis. Las fotografías eran estupendas, los ovnis aparecían en una forma nítida, a color y no tuve más remedio de aceptarle, en virtud de que él tenía tanto parecido con López Mateos, que sus fotografías eran auténticas. Posteriormente lo presenté en un programa de Canal Cuatro que se llamaba «˜La hora de los locutores»™, donde exhibí estas fotografías y causaron una gran conmoción. Pero al llegar a mi casa en la noche, me habla García Ramos en medio de unas carcajadas y me dice:
«-¿No te acuerdas que estas fotografías te las mandé como una broma hace algunos meses?
«Yo la verdad no me acordaba[10] y me dio mucho coraje con el que me había presentado las fotografías; además, García Ramos me dijo:
«-Estas fotografías me las revelaron en la foto «˜Regis»™ y ahí trabajaba este señor que acabas de presentar en el programa del medio día.
«Le hablé a este señor y le dije que se volviera a presentar la siguiente semana en «˜La hora de los locutores»™ y también invité a García Ramos, el cual no apareció hasta que ya estaba presentando las fotografías el personaje en cuestión. Salió García Ramos y, al verlo, el sujeto se puso de mil colores y confesó que él con un deseo de «˜servir»™ a la causa de los ovnis había llevado esas fotografías. En realidad tenía un afán de protagonismo, de ser famoso; y cometió este fraude sin afán de lucro pero sí engañando a todos. García Ramos aceptó la explicación. Cosa que yo no acepté, ni acepto que me hagan engañar a la gente. Afortunadamente las explicaciones se dieron en el mismo programa y ante parte del mismo auditorio que lo había visto la semana anterior».
Su hijo ufológico consentido Un mundo nos vigila fue parodiado por Los Polivoces, pero a Don Pedro nunca le molesto e incluso era amigo de Enrique Cuenca, quien lo interpretaba con unas «cejas de azotador», que exageraban una de las principales características anatómicas del conductor. La última serie de Un mundo nos vigila aparecería en TV Azteca en 1993.
Don Pedro Ferriz Santa Cruz estuvo felizmente casado, por 56 años, con Nina de Con. Ella murió el 21 de mayo del 2001. Es bien sabido que su hijo, Pedro Ferriz de Con, es también un conocido periodista radiofónico.
BIBLIOGRAFÃA
Ferriz Pedro, Un mundo nos vigila, Editorial Tláloc, México, 1971. 208 s. (1 y 2 edición 1971, 3 y 4 edición 1972)
Ferriz Pedro, Un mundo nos vigila, Editorial Posada, México, 1976. 270 s. (5 edición 1976, 6 edición 1977, 7 edición 1978)
Ferriz Pedro y Siruguet Christian, Los ovni y la arqueología en México, Editorial Diana, México, 1978. 376 s.
Ferriz Pedro, Los hombres del ovni, Editorial Diana, México, 1981. 188 s.
Ferriz Pedro, ¿Dónde quedó el arca de la alianza»¦?, Editorial Diana, México, 1983. 226 s.
Ferriz Pedro, Un mundo nos vigila, Editores Mexicanos Unidos, México, 1984. 246 s.
Ferriz Pedro, Reflexiones sobre la muerte, Geo Planeta Editorial, México, 1994. 174 s.
Ferriz Pedro, Mi diario intemporal, Grupo Editorial Planeta, México, 1995. 310 s.
Ferriz Pedro, Summa platívola, Grupo Editorial Planeta, México, 1996. 128 s.
Ferriz Pedro, Los ovnis y yo, Grupo Editorial Planeta, México, 1996. 152 s.
Ferriz Pedro, El mundo de Pedro Ferriz, Editorial Diana, México, 2007. 488 s.
Ferriz Pedro, La mecánica cuántica, Editorial Diana, México, 2007. 206 s.
Dirigió la serie Biblioteca Ovni, cuyos títulos fueron:
Anónimo, Los ovni atacan, Editorial Universo, Colección Biblioteca Ovni No. 1,México, 1984. 166 s.
Severini Luigi, Manipulación extraterrestre, Editorial Universo, Colección Biblioteca Ovni No. 2, México, 1984. 138 s.
Gutiérrez Ch. Alonso, Los ovni a través de los siglos, Editorial Universo, Colección Biblioteca Ovni No. 3, México, 1984. 156 s.
En 1977 también dirigió, o prestó su nombre y el nombre de su programa para una revista comic, de formato pequeño, al estilo de DUDA, dedicada al tema de los ovnis. La revista Un mundo nos vigila fue publicada por la Editorial «AA» y era de aparición semanal. Se publicaron 10 números.
[1] Cuyo primer número apareció publicado el 27 de junio de 1953.
[2] Se refiere a Alexander Kazantsev.
[3] Existió un militar que, por cuenta propia, investigó varios casos ovni. Ese sería nuestro Proyecto Sign, Grudge y Libro azul. De este militar y de esos proyectos, hablaré en otra ocasión.
[4] Por ese entonces hubo el rumor de que el dobla cucharas Uri Geller era el amante de Margarita y que la fortuna del psíquico israelí tuvo su origen en esta relación (y no a que hubiera ayudado a Pemex a encontrar yacimientos petrolíferos, como él dice).
[5] Fundado por Cuauhtémoc Cárdenas, Ifigenia Martínez y Porfirio Muñoz Ledo.
[6] La historia la cuenta Óscar García en https://marcianitosverdes.haaan.com/2012/03/el-fenmeno-maussn/
[7] Colaboré en el boletín OVNI que editaba el CIIFOP.
[8] https://marcianitosverdes.haaan.com/2009/02/de-cmo-reciclar-un-caso-ovni-la-fotografa-chanfreaud/#_ftnref5_1091
[9] Ferriz Pedro, Los ovnis y yo Grupo Editorial Planeta, México, 1996. Págs. 78-79.
[10] Esta no se la compro a Don Pedro. Una fotografía tan asombrosa difícilmente se llega a olvidar. Más en aquellos años en que había pocas fotografías ovni. Mucho más si apenas habían pasado algunos meses.