ESCRUTINIO
Un sencillísimo método para prolongar la vida[1]
Juan José Morales
Según la quiromancia, las líneas de la palma de la mano determinan el futuro de la persona en todos los aspectos de su vida, desde la duración de la misma hasta su éxito o fracaso en cuestiones amorosas, monetarias, familiares y de cualquier otro tipo. Ello «”afirman»” está claramente marcado en las que llaman líneas de la vida, la salud, el amor, la inteligencia, el sexo, la suerte, el dinero, los viajes, el destino, el matrimonio, los hijos, la fama, y algunas otras.
Así, cuando la línea del sexo es muy conspicua, el individuo «”hombre o mujer»”gozará plenamente durante su vida de los placeres inherentes a él, independientemente de que la línea del amor «”que a fin de cuentas es cosa diferente al sexo»” esté pobremente definida. Y, por supuesto, una larga y bien definida línea de la vida constituye inequívoca y tranquilizadora señal de que esa persona llegará a edad avanzada, en tanto que su corta longitud debe ser tomada como señal de una posible muerte prematura.
Las líneas que según la quiromancia determinan el futuro del individuo en todos los órdenes de su vida, son sólo marcas formadas en la piel por las repetidas flexiones. Observe su propia mano mientras la cierra, y podrá comprobarlo.
Pues bien, aunque parezca increíble, un cirujano plástico japonés de nombre Takaaki Matsuoka, ha ideado una nueva y muy productiva manera de estafar incautos: les ofrece prolongarles la vida mediante el sencillo expediente de practicarles una intervención quirúrgica para hacer más larga la correspondiente línea de la mano.
El costo es de 850 euros (algo así como 14 mil pesos) y la operación dura sólo entre 10 y 15 minutos, aunque la recuperación total, hasta que desaparecen los dolores y las molestias, se extiende por un mes.
Y, desde luego, si con una simple intervención quirúrgica como esta es posible darle al paciente muchos años más de vida «”todo depende de cuántos centímetros el cirujano extienda la línea vital»”, cuantimás se podrá garantizar al cliente el buen éxito en las lides amorosas y sexuales, en la persecución del dinero, o «”si se trata de un actor, cantante o escritor»” asegurarle que será rodeado por la aureola de la fama. Todo es cuestión de aplicar el bisturí en el lugar correcto para modificar las líneas con que lo dotó la madre naturaleza.
Clientes no le han faltado al avispado Matsuoka, pues si algo sobra en este mundo son tontos. Hombres y mujeres acuden a él para que les cambie el futuro. Los primeros, dice, piden sobre todo modificaciones de las líneas relacionadas con dinero, en tanto que las segundas optan casi exclusivamente por las del amor y el matrimonio (quizá porque piensan que así podrán pescar a un hombre rico).
Tampoco le han faltado competidores. Ya otros cirujanos japoneses le han entrado al lucrativo negocio de tomarle el pelo a quienes creen en la quiromancia. Y quizá pronto por estos rumbos latinoamericanos tengamos médicos que ofrezcan tratamientos similares.
Todo esto me recuerda un divertido video que puede verse en Internet, obra de los humoristas británicos David Mitchell y Robert Webb, sobre la víctima de un accidente automovilístico a la cual se intenta curar con medicamentos homeopáticos, imposición de manos, cristales de cuarzo y otros procedimientos de las llamadas medicinas «alternativas» y a quien finalmente, al percatarse quien lo atiende de que la línea de la vida del paciente es demasiado corta y por ello corre inminente peligro de muerte, trata de salvarlo alargándosela con un bolígrafo.
Realmente, vale la pena reír un poco con este breve video, que puede encontrarse fácilmente en Internet. Basta marcar en un buscador las palabras «parodia homeopatía» para encontrarlo en varios portales, en inglés pero subtitulado en español.
Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx
[1] Publicado en los diarios Por Esto! de Yucatán y Quintana Roo. Jueves 22 de agosto de 2013