IMPACTO AMBIENTAL
La ciencia y los tetras de los cenotes[1]
Juan José Morales
Hace poco escribimos en esta columna sobre los tetras o sardinillas mexicanas, unos pequeños peces de la especie Astyanax mexicanus, que se encuentran en los cenotes de la península y algunos de los cuales han desarrollado el curioso hábito de aprovechar las luces de los buzos para internarse hasta las zonas más oscuras y así poder cazar animales que en otras circunstancias estarían fuera de su alcance.
No todos los tetras, sin embargo, habitan en cuevas. La especie está ampliamente distribuida desde el suroeste de Estados Unidos hasta Sudamérica, y se le encuentra tanto en ríos, lagos, lagunas y otros sitios de aguas abiertas, a plena luz del día, como en cenotes y cuevas.
Por otro lado, entre los que habitan en estos últimos lugares, particularmente en la llamada zona afótica «”o sea donde no llega la luz solar»” hay una variedad cuya peculiaridad es que al nacer poseen ojos normales y enteramente funcionales, pero a medida que crecen, se les van cubriendo con capas de piel y empiezan a degenerar hasta que finalmente pierden por entero su función y se vuelven totalmente ciegos. Para orientarse en sus movimientos y localizar alimento, dependen únicamente de la llamada línea lateral, un órgano sensorial que poseen todos los peces en cada costado del cuerpo y que les permite detectar movimientos y vibraciones en el agua.
Un tetra de la variedad ciega. Al nacer poseen ojos, pero «”por vivir en la oscuridad»” al paso del tiempo los ojos se le atrofian o degeneran y van cubriéndose con una capa de piel hasta volverse inútiles. Además, como crecen y se desarrollan en la oscuridad total, estos peces pierden paulatinamente la pigmentación del cuerpo.
Pues bien, estos curiosos habitantes ciegos de los cenotes están sirviendo a los científicos para estudiar el llamado ritmo circadiano. Es decir, el ciclo de actividad de los organismos conforme a la alternancia del día y la noche.
Investigadores de la Universidad de Leeds, en Suecia, han medido el consumo de oxígeno de tetras mantenidos en diferentes condiciones de luz y oscuridad, a fin de establecer en qué condiciones es más eficiente su metabolismo. A un grupo de ellos se les mantuvo durante una semana en un acuario en condiciones normales de iluminación. Es decir, con 12 horas de luz seguidas por 12 de oscuridad, como ocurre durante la alternancia del día y la noche. A otro grupo, en cambio, se le mantuvo durante el mismo tiempo, una semana, en condiciones permanentes de completa oscuridad. En ambos casos, se registraba su consumo de oxígeno como medida de su metabolismo.
El resultado fue que las sardinillas cuyo ritmo circadiano era el usual «”o sea día-noche-día»” consumían mucho más oxígeno durante el día que durante la noche. En términos generales, un 20% más. Este metabolismo más intenso «”dicen los investigadores»” les permite tener más energía para perseguir y capturar a sus presas, así como para digerir el alimento, todo lo cual lo hacen durante las horas diurnas, en tanto que por la noche su actividad se reduce al mínimo.
Cuando a estos peces se les pasó a condiciones de oscuridad, su ritmo de consumo de oxígeno se mantuvo sensiblemente igual, aunque no había luz que lo estimulara, y en términos generales su metabolismo fue mayor en 16% que bajo el ciclo de luz y oscuridad alternas.
En cambio, los peces ciegos de las profundidades, que vivían todo el tiempo en condiciones de total oscuridad, no presentaron ningún cambio en su metabolismo, independientemente de que se les mantuviera en tinieblas o en condiciones de luz-oscuridad. En términos generales, el consumo de energía de estos peces ciegos fue 27% menor que el de los que viven a plena luz del día.
En opinión de los investigadores, todo esto indica que vivir en la total oscuridad tiene sus ventajas desde el punto de vista de las necesidades de energía. Es decir, que un organismo en tales condiciones requiere menos energía para mantener sus funciones vitales y para obtener alimento. Es la manera en que se adaptan a ese ambiente en que la falta de luz les dificulta la búsqueda y captura de presas.
Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx
[1] Publicado en los diarios Por Esto! de Yucatán y Quintana Roo. Viernes 3 de octubre de 2014