Trial by Ordeal or No Deal
Miss Cellania
La siguiente es una lista del libro Uncle John’s Bathroom Reader History’s Lists.
Sin ADN. Sin huellas dactilares. Sin jurado. Para los jueces de la Europa medieval, cada juicio era: él dijo, ella dijo. Por lo que a veces buscaron la intervención divina para determinar la culpabilidad o la inocencia. Si usted era acusado de un delito, se le podía pedir que probara su inocencia a través de una de estas pruebas.
1. HIERRO AL ROJO VIVO
Se calentaba una barra de hierro hasta que estuviera al rojo vivo y, después de una elaborada serie de oraciones y bendiciones, el acusado la llevaba a una distancia de nueve pies. Sus manos se envolvían y se inspeccionaban tres días después. La lógica era que Dios iba a proteger a los inocentes y sus manos estarían curadas. Si sus manos estaban pudriéndose, era culpable.
2. AGUA EN EBULLICIÓN
Se pedía al acusado que hundiera su mano en un caldero de agua hirviendo (que había sido bendecido por un sacerdote) y sacara una piedra u otro objeto. Al igual que con el hierro candente, la mano del acusado se vendaba e inspeccionaba tres días después. Si no tenía nada, era declarado inocente; si estaba quemada, el veredicto era culpable.
3. AGUA FRÃA
Se ataban las manos y los pies de los acusados y se les arrojaba a un río o estanque. En la Alta Edad Media, se creía que Dios protegía a los inocentes, por lo que flotarían, siguiendo la lógica de otras pruebas. Pero a finales de la Edad Media, el razonamiento se invirtió. La nueva idea era que, puesto que el agua era bendecida y por lo tanto servía como un bautismo para el acusado, rechazaría a los culpables, por lo que flotarían. Esto dejaba a los inocentes hundirse y la esperanza de un rescate rápido.
4. LA CRUZ
Esta prueba era para resolver disputas. Ambas partes se enfrentaban a la cruz y extendían sus brazos a los lados, imitando la forma de la cruz. El primero que se cansara y bajara los brazos estaba equivocado, ya que Dios daba la fuerza a los justos.
5. EL BOCADO DEL BEATO
Se le daba la comunión al acusado en una iglesia ante el altar. Si él podía tragar el pan bendito sin ahogarse, era declarado inocente.
El artículo anterior fue reimpreso con el permiso de Uncle John’s Bathroom Reader History’s Lists. Desde 1988, el Bathroom Reader Institute ha publicado una serie de libros populares que contienen trocitos irresistibles de trivia y oscuros hechos aún fascinantes.