¿Sólo están inventando los niños con recuerdos de reencarnación?
La psicología de los niños que informan recuerdos de reencarnación
Por Tara MacIsaac, Epoch Times
30 de noviembre 2014
Izquierda: (Ryan McVay/Digital Vision/Thinkstock) Derecha: (Nadofotos/iStock/Thinkstock; editado por Epoch Times) Antecedentes: (Shutterstock*)
Múltiples investigadores han estudiado a fondo los casos de niños que reportan recuerdos de vidas pasadas. En muchos casos, los detalles dados por un niño han sido verificados por corresponder (a veces con una precisión asombrosa) a una persona fallecida. En otros casos, los detalles han sido más difíciles de verificar.
Incluso en los casos más convincentes, algunos encontrarán un grano de duda. ¿Podrían los padres haber influido en sus hijos sugestionables con un cierto tipo de preguntas? ¿Podrían los niños haber escuchado información y repetirla sin conocimiento de sus padres? ¿Podría una imaginación hiperactiva o deseo de atención haber alimentado la charla de una vida pasada? Tal probabilidad puede explicar cómo los «recuerdos» coinciden con gente o eventos reales, tal vez son sólo conjeturas afortunadas.
La Psicología
El psicólogo Dr. Erlendur Haraldsson, profesor emérito de la Universidad de Islandia en Reykjavik, estudió a 30 niños en el Líbano que habían hablado persistentemente de recuerdos de vidas pasadas, comparó estos niños a un grupo de prueba de otros 30 niños. El Dr. Haraldsson preguntó si los niños que se asocian tan fuertemente con ser otra persona (su encarnación de vidas pasadas) son psicológicamente similares a las personas con múltiples personalidades.
Puso a prueba a los niños para ver si eran más propensos que el resto a tener tendencias disociativas, por ejemplo. El Dr. Haraldsson explicó en su ponencia «Los niños que hablan de experiencias de vidas pasadas: ¿Existe una explicación psicológica?», Publicado por la Sociedad Británica de Psicología en 2003: «El concepto de disociación se ha utilizado para describir una variedad de procesos psicológicos que van desde los que son perfectamente normales, tales como la atención dividida y el soñar despierto, a la aparición de múltiples personalidades en la misma persona con poca o ninguna conciencia de sí».
Él encontró que los niños con recuerdos de supuestas vidas pasadas «obtuvieron puntuaciones más altas para soñar despierto, llamar la atención, y la disociación, pero no para el aislamiento social y la sugestión». Sin embargo, se encontró con que «el nivel de disociación fue mucho menor que en los casos de personalidad múltiple y no es clínicamente significativo».
En el mismo documento, se refirió a su estudio de campo en Sri Lanka. Él encontró que los niños allí que hablaron de las vidas pasadas soñaban más que sus compañeros, pero no había ninguna indicación de que eran más propensos a fabricar experiencias imaginarias. Tampoco se encontraron más sugestionables. En uno de sus estudios en Sri Lanka, se encontró que estos niños tienen un vocabulario más amplio, obtienen las puntuaciones más altas en un breve test de inteligencia, y tienen un mejor rendimiento escolar que sus compañeros.
Haraldsson citó al Dr. Ian Stevenson, conocido por su estudio sistemático, a partir de la década de 1960, de miles de casos en que los niños informaron de recuerdos de vidas pasadas. Stevenson siguió a muchos de los niños y encontró que casi la totalidad creció hasta ocupar sus lugares apropiados en la sociedad y no tenían diferencias psicológicas pendientes de sus compañeros. Sólo uno de los niños que siguió Stevenson tuvo esquizofrenia en la vida adulta.
¿La verdad?
Psicólogos como Haraldsson y Stevenson han hecho esfuerzos para detectar cualquier influencia psicológica que pueda poner en entredicho los supuestos recuerdos que investigan.
En 1975, The Journal of the American Medical Association, escribió de Stevenson: «En lo que se refiere a la reencarnación, ha recogido con esmero y sin emoción una serie detallada de casos de la India, casos en los que la evidencia es difícil de explicar por cualquier otro motivo.. Él ha hecho constar una gran cantidad de datos que no pueden ser ignorados».
En 1994, Haraldsson publicó un artículo titulado «Los estudios de replicación de casos compatibles con la reencarnación por tres investigadores independientes», en la Journal of the American Society for Psychical Research, destacando los estudios que han replicado la obra de Stevenson.
Resumió que: «Hasta la fecha Jürgen Keil ha estudiado 60 casos en Birmania, Tailandia y Turquía; Erlendur Haraldsson 25 casos en Sri Lanka; y Antonia Mills 38 casos en el norte de la India… En el 80 por ciento de los 123 casos, una persona fallecida se ha identificado que aparentemente corresponde a algunas o todas las declaraciones del niño… De los 99 casos resueltos, la persona que el niño dijo ser, era desconocido para la familia del niño en el 51 por ciento, conocido en un 33 por ciento, y relacionado en el 16 por ciento. De la muestra combinada de 123 casos, sólo uno de los casos (uno estudiado por Mills) parecía ser en el límite entre un engaño perpetrado conscientemente y un autoengaño».
El paper incluye algunos ejemplos de casos en los que se verificaron los detalles de los recuerdos. Uno de esos casos fue el de Engin Sungur, nacido en diciembre de 1980 en el Hospital Antakya, Hatay, Turquía.
Un niño en Turquía
Cuando Sungur era un muchacho joven, hizo un viaje con su familia lejos de su pueblo natal de Tavla. Mientras viajaba, señaló a un pueblo por el que pasaban llamado Hancagiz y dijo que solía vivir allí. Dijo que su nombre era Naif Cicek. Dijo que había ido a Ankara antes de que él hubiera muerto.
De hecho hubo un Cicek Naif que había muerto en ese pueblo un año antes de que naciera Sungur, pero la familia de Sungur no sabría eso por algún tiempo. La familia de Sungur no cumplió de inmediato con su solicitud de visitar el pueblo de su vida pasada.
En una fecha posterior, cuando la hija de Cicek estaba en la aldea de Sungur de Tavla, antes que la familia Sungur y de Cicek tuvieran algún contacto, Sungur se acercó a ella y le dijo: «Yo soy tu padre».
Finalmente, la madre de Sungur lo llevó a Hancagiz a conocer a la familia de Cicek. El niño identificó correctamente a varios familiares, entre ellos la viuda de Cicek. Indicó una lámpara de aceite en la casa de Cicek y dijo que la había hecho él mismo. Dijo que su hijo una vez lo había golpeado con su propio camión, mientras lo empujaba.
Todas las declaraciones que hizo Sungur eran correctas, todas ellas coincidieron con los detalles de la vida de Cicek. Otras declaraciones que hizo no se pudieron verificar, pero no hizo ninguna declaración incorrecta.
El Dr. Jim Tucker, el sucesor de Stevenson en los estudios de reencarnación en la Universidad de Virginia, relató casos similares en los que los detalles de los recuerdos de vidas pasadas de un niño pudieron ser verificados, en su libro «Return to Life: Extraordinary Cases of Children Who Remember Past Lives». Pero, señaló, como para los casos que no pudieron ser verificados, «por lo menos, planteaban la cuestión de qué podría llevar a los niños jóvenes a creer que recordaban los acontecimientos de algunos de estos informes de niños».
Una chica en Canadá
El Dr. Tucker dio algunos ejemplos, en uno de los cuales participó una niña de Canadá, que parecía recordar ser una señora mayor. El padre de la niña no tenía ningún interés en el hockey. En realidad evitaba verlo o hablar de ello, porque tenía malas asociaciones con el juego; su propio padre era un apasionado del hockey y su propia falta de interés en él había afectado negativamente su relación.
La niña, Hannah, cuando tenía 3 años de edad, le preguntó a su padre por qué su hijo no venía para llevarla a los juegos de hockey. Cuando su padre le preguntó cuando había hecho eso su hijo, Hannah respondió: «Ya sabes, papá, cuando yo era una anciana».
Ella habló más sobre su hijo más tarde, dando detalles como el coche blanco con óxido en él que su hijo había manejado y su chaqueta de cuero.
El Dr. Tucker escribió: «A pesar que las declaraciones de la niña no se pudieron verificar en este caso, creo que es bastante sorprendente. ¿Qué haría a una niña de 3 años de edad, especialmente una cuya familia ni siquiera le gustaba el hockey, imaginar que había sido una mujer de edad avanzada que quería que su hijo la llevara a juegos de hockey?
http://www.theepochtimes.com/n3/1113633-are-children-with-reincarnation-memories-just-making-it-up/