Los garrotazos del Niño Verde

IMPACTO AMBIENTAL

Los garrotazos del Niño Verde[1]

Juan José Morales

Como reza el dicho popular, palo dado ni Dios lo quita, y el llamado Partido Verde Ecologista «”que ni es partido, ni es verde ni, mucho menos, ecologista, sino sólo un negocio personal al servicio del PRI»” le ha asestado ya verdaderos garrotazos a miles de trabajadores de los circos, que ahora se quedarán sin empleo, a los empresarios, que en no pocos casos han estado en el negocio por generaciones y ahora se verán al borde de la quiebra, y a los millones de mexicanos habitantes de pequeñas y medianas poblaciones que en los circos tenían la única oportunidad de conocer animales exóticos (El Niño Verde no tiene tal problema; él puede irse de safari fotográfico a África, y hasta discretamente de cacería si se le antoja, pues para eso vive, y muy bien, del dinero que el gobierno entrega a su dizque partido).

imageContra lo que muchos creen, ni en Estados Unidos ni en la mayoría de las naciones más desarrolladas se han prohibido los actos con animales en los circos. Siguen siendo elementos básicos del espectáculo circense, y simplemente se vigila que se cumplan las normas que garantizan que se les dé buen trato y adecuadas condiciones de vida y alimentación. Gracias a ello, los animales en cautiverio viven más tiempo y en mejor estado físico y de salud que en su medio ambiente natural.

Y ahora viene otro garrotazo más: los propietarios de circos tendrán que deshacerse de los animales, puesto que «”gracias al verde infante»” ya no se les permitirá, no sólo presentarlos en actos artísticos, sino ni siquiera exhibirlos. ¿Y qué harán con ellos? ¿Venderlos a particulares? La Semarnat ya anunció que no lo permitirá. ¿Donarlos a zoológicos? Prácticamente ninguno de tales establecimientos puede ya recibir más animales, sobre todo los de gran tamaño. ¿Liberar tigres, leones y elefantes en cualquier bosque, selva o pastizal para que vivan «naturalmente»»¦ y se dediquen a devorar al ganado y destruir sembradíos como ocurre en África y Asia? ¿Enviarlos de vuelta a su país de origen, con los gastos de traslado a cargo del circo? ¿O sencillamente darles un balazo?

Lo que hagan los ahora agobiados cirqueros no será problema de El Niño Verde. Él «”extraña y absurdamente apoyado por el PRD»” ya distrajo a millones de mexicanos de los verdaderos problemas del país «”entrega de los energéticos al capital extranjero, aumento de impuestos, corrupción en las altas esferas del gobierno, inseguridad, criminalidad, etc.»” y además se paró el cuello presentándose como adalid de la defensa de los pobrecitos animales. No de los niños desnutridos, de los campesinos sin crédito, de las madres solteras, de los jóvenes profesionistas sin trabajo ni otros muchos millones de mexicanos que a veces no tienen ni para comer, sino de los animales de circo.

Aquello fue un gran engaño. Se le hizo creer a la gente que a esas pobres criaturas se les trata brutalmente, se les adiestra a latigazos, y se les mantiene hambrientos, enfermos y en pésimas condiciones higiénicas y sanitarias.

Nada más lejos de la verdad. Un animal de circo cuesta mucho dinero, y su adiestramiento exige también tiempo, esfuerzo y dinero. Ningún empresario o domador cometerá la estupidez de maltratarlo y con ello correr el riesgo de perder un activo tan valioso. Por lo contrario, los animales de circo y de zoológico viven mucho mejor y tres o cuatro veces más tiempo que en libertad. Es así por la simple y sencilla razón de que no pasan hambre sino que reciben una alimentación apropiada, son objeto de cuidados médicos por parte de veterinarios especializados, se les mantiene limpios y en general son objeto de los cuidados necesarios para garantizar su buena salud y su buen estado físico.

En fin, ya viene el problema de qué hacer con los miles de leones, cebras, camellos, ponis, monos, elefantes, caballos, cabras, perros y demás animales existentes en los circos mexicanos.

Me permito una sugerencia: que todos ellos sean llevados a las oficinas del llamado Partido Verde Ecologista de México y se les libere en ese lugar, para que su defensor, El Niño Verde, vea qué hacer con ellos. Después de todo, los quiere mucho, y tal vez tenga espacio para alojarlos en sus residencias de diferentes lugares del país.

Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx


[1] Publicado en los diarios Por Esto! de Yucatán y Quintana Roo. Viernes 9 de enero de 2015

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