ESCRUTINIO
El apéndice verde del partido tricolor[1]
Juan José Morales
Ya hemos mencionado en esta columna la campaña publicitaria con que el llamado partido verde viene atosigando a los mexicanos, que ya no podemos abrir una revista, transitar por las calles, circular por las carreteras, ir al cine o tratar de ver una película o un documental en Internet sin encontrarse con uno de los anuncios de todo tipo que por cientos de miles se repiten hasta la náusea a lo largo y ancho del país, sin que el Instituto Nacional Electoral mueva un dedo para impedir su proliferación, pese a que ya el tribunal electoral ordenó que cese esa costosísima avalancha publicitaria.
El cartón de Sin Embargo ilustra muy bien la verdadera naturaleza y funciones del llamado Partido Verde, que no es sino una pieza más de la maquinaria electoral del PRI, mediante la cual utiliza partidos de utilería para simular que en las cámaras hay una diversidad de fuerzas políticas. Por desgracia, hay quienes se tragan el cuento.
Desde luego, como ya señalamos en otra ocasión, lo primero que salta a la mente es una pregunta: ¿De dónde sale la inmensa cantidad de dinero que cuestan todos esos anuncios? Es una verdadera fortuna. Ni el PRI en sus mejores tiempos llegó a gastar semejantes cantidades fuera de los tiempos de las campañas electorales, pese a contar con cantidades casi ilimitadas de dinero del erario público, de los grandes sindicatos controlados por el gobierno y de las empresas descentralizadas. El del Verde es un derroche insultante para los millones de mexicanos que padecen los estragos de la crisis y a menudo no tienen siquiera asegurada la comida de la semana siguiente y ven cómo ese llamado partido gasta dinero a manos llenas.
Hay quienes opinan que ese torrente de recursos viene del crimen organizado o de los cárteles del narcotráfico. Pero, sin excluir tal posibilidad, me inclino más bien a pensar que son el PRI y el gobierno de Peña Nieto quienes financian el negocio de El Niño Verde, para darle más poder al propio PRI embaucando a los ingenuos que crean que el Verde es diferente a él.
Realmente, no se necesita ser muy perspicaz para percatarse de que ese dizque partido ecologista no es sino un apéndice del PRI. En el Congreso de la Unión y en las legislaturas de los estados, el Verde vota automáticamente en favor de todas las iniciativas de ley del PRI y participa en las elecciones como su dócil aliado. Hace unos días, escuché a un dirigente del Verde en Quintana Roo decir ingenuamente «”en un franco reconocimiento de su dependencia del partido en el poder»” que en las próximas elecciones «iremos de la mano del PRI». Sí, como hijo obediente llevado de la mano por el padre.
El PRI se vale también del Verde para llevar a las cámaras «”garantizándoles el triunfo electoral al situarlos en los primeros lugares de las listas plurinominales»” a personajes del sector empresarial que, aunque aliados al gobierno, impulsores de sus políticas y beneficiarios de ellas, conservan cierto pudor y no desean que su nombre se vea ligado a un organismo político tan desacreditado como lo es el PRI.
Para sortear el repudio de una gran parte del electorado que ya está harto de la corrupción, el entreguismo y la crisis económica, el PRI trata de engañar a los electores impulsando un partido «decente», que hace creer a la gente que sólo se dedica a defender a los pobres animalitos, a evitar que se abuse de los padres de familia en las escuelas, y a pedir severos castigos para los delincuentes. Pero calla la propaganda del Verde que sus diputados y senadores votaron en favor de los gasolinazos, el aumento de impuestos y la entrega de los energéticos al capital extranjero, y que «”aunque afirma estar contra las cuotas obligatorias en las escuelas»” en realidad las legalizó al votar en favor de la llamada reforma educativa, que obliga a los padres a pagar los gastos de las escuelas públicas.
En fin, el PRI confía en que los mexicanos somos lo bastante tontos para creer cualquier cosa si está apoyada por una monstruosa campaña publicitaria. Pero eso se sabrá en las urnas.
Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx
[1] Publicado en los diarios Por Esto! de Yucatán y Quintana Roo. Miércoles 25 de febrero de 2015