Se estrella un “ovni” en Lyon

Se estrella un «ovni» en Lyon

Domingo, 12 de abril

c689f1f37693d75de6318024c215c9c9El 6 de abril de 2015 a las 4:30 am, un objeto volador no identificado se estrelló en el Stade de Gerland (Lyon).

La NASA y la policía han cerrado todas las tiendas dentro de un radio de 3 km. No tenemos más información sobre este extraño fenómeno aparte de un testimonio:

«Nos entrenábamos cuando de repente oímos una especie de «˜explosión»™ y luego una cosa roja muy extraña cayó del cielo, nos dio miedo y huimos».

http://www.actualite.co/71133/crash-d-un-ovni-sur-lyon.html

Era una cabra y no un fantasma la que encendía las luces en la universidad

¿Es esta la cabra más brillante en el norte de Gales?

8 de abril 2015

Por Sam Yarwood

imageJake la cabra en el campus Northop del Coleg Cambria realmente sabe cómo usar la cabeza

Goatbuster Jake broma del personal de Coleg Cambria pensando que había un fantasma

Un animal de granja engañó al personal de la universidad, haciéndoles creer que estaban siendo perseguidos por fantasmas.

Apagar las luces para ahorrar energía es una práctica común en el campus Northop de Coleg Cambria aunque los cuidadores informaban regularmente que las luces estaban siendo encendidas en en el granero de cabras del centro de razas raras.

Pero el personal era inflexible de que las apagaban al retirarse y un gestor desconcertado de centro de animales Wendy Gacem comenzó a sospechar que un fantasma o intrusos eran los culpables.

Esta semana, la verdad fue revelada después de que Jake the Bagot Billy Goat fue sorprendido in fraganti encendiendo el interruptor.

El personal estaban trabajando en el establo cuando las luces se encendieron y se dieron la vuelta para ver que ¡Jake se había subido en su hayrack y empujado el interruptor con sus cuernos!

Wendy dijo: «Es un alivio que no tenemos intrusos o un fantasma, y el personal de cuidado de los animales están aliviados de que ya no van a ser acusados de dejar las luces encendidas.

«Jake ha sido un personaje descarado desde que llegó y, a menudo salta a una carretilla para ser empujado alrededor».

Wendy dice que Jake ha sido perdonado por sus travesuras descaradas después de convertirse en un padre orgulloso de dos niñas gemelas la semana pasada.

Un portavoz de la universidad ha añadido: «Coleg Cambria toma sus responsabilidades con seriedad alentando al personal a reducir el consumo de energía. Esto ha sido reconocido en todo el Reino Unido a través de los premios de sostenibilidad Carbon Trust y Green Dragon.

«La universidad se enorgullece de criar esta cabra muy rara que se clasifica como en peligro en The Rare Breed Survival Trust Watchlist».

http://www.dailypost.co.uk/news/north-wales-news/brightest-goat-north-wales-9003308

Bienvenido el Centro de Medicina Tropical

IMPACTO AMBIENTAL

Bienvenido el Centro de Medicina Tropical[1]

Juan José Morales

Hay noticias que resultan muy satisfactorias y trascendentales. Por ejemplo, que la Facultad de Medicina de la UNAM y el Hospital General de México Doctor Eduardo Liceaga, de la Secretaría de Salud, han unido esfuerzos para crear el Centro de Medicina Tropical, una institución única en el país, que se concentrará en la creación de nuevas técnicas de diagnóstico, hospitalización, atención médica ambulatoria, investigación básica, docencia y capacitación para médicos y promotores de la salud orientadas al tratamiento y prevención de las llamadas enfermedades tropicales. En particular, de las cinco más comunes y extendidos en México: dengue, paludismo, mal de Chagas, leishmaniasis y lepra. Y es que, aunque todas ellas son curables o prevenibles, todavía siguen siendo un azote para millones de mexicanos.

Pero antes de seguir adelante, debemos recordar algo que varias veces hemos comentado en esta columna: que las llamadas enfermedades tropicales en realidad no lo son, y de hecho cada vez lo son menos. Se les denominó así porque durante mucho tiempo se tuvo la idea de que eran consecuencia de los factores ambientales «”humedad, altas temperaturas, abundancia de insectos, etc.»” característicos del trópico. Pero también se han dado y siguen dándose, cada vez con mayor intensidad y frecuencia, en regiones templadas.

imageCarlos Justiniano Ribeiro das Chagas, científico brasileño, fue quien descubrió en 1909 la enfermedad que lleva su nombre, el parásito que la causa, la forma en que se transmite, las manifestaciones clínicas del padecimiento y su epidemiología. Obviamente, no trabajaba para ninguna gran empresa farmacéutica transnacional ni en algún gran hospital privado, sino en el Instituto Oswaldo Cruz de Río de Janeiro, una institución pública.

Más que enfermedades tropicales, deben considerarse enfermedades de la pobreza y el subdesarrollo, condiciones que determinan la falta de condiciones higiénicas y sanitarias y atención médica preventiva. Y justamente por eso, porque son enfermedades de gente pobre, a las grandes empresas farmacéuticas no les interesa desarrollar medicamentos o vacunas para erradicarlas.

Un buen ejemplo de ello es la leishmaniasis o úlcera del chiclero. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, es endémica en más de 82 países, 350 millones de personas están expuestas a contraerla, hay ahora más de 12 millones de casos y anualmente ocasiona 750 000 muertes. Y se trata de cifras muy conservadoras, pues hay numerosos casos no reportados y muchos enfermos que no manifiestan síntomas.

Otro caso parecido es el de la tripanosomiasis o mal de Chagas. Representa una amenaza para cien millones de personas en el mundo, hay ocho millones infectadas con ella «”de las cuales 1.5 millones en Argentina y 1.8 millones en Bolivia»”, es endémica en 21 naciones latinoamericanas, donde cobra doce mil vidas al año, y provoca más muertes que el paludismo. De hecho, mata a más gente que cualquier otra enfermedad ocasionada por parásitos.

Pero no hay razón para que así sea. El mal de Chagas es curable, aunque ello exige un largo tratamiento que puede prolongarse por años y requiere constancia y repetidas pruebas de laboratorio para verificar los resultados. Urge entonces desarrollar un método sencillo, barato y eficaz que permita determinar si ya se ha eliminado el parásito del organismo. Sólo así se podrá evitar que el paciente abandone prematuramente el tratamiento o que el médico siga aplicándolo por no tener seguridad de haberse logrado la curación.

En fin, podríamos seguir poniendo ejemplos, pero estos dos basta para ilustrar el punto que deseamos destacar: que para las grandes empresas farmacéuticas, las llamadas enfermedades tropicales «”enfermedades de pobres»” no son negocio y por ello no les interesa encontrar medios de erradicarlas. La solución tiene que surgir de las instituciones públicas, como lo son la UNAM y la Secretaría de Salud. Así que, bienvenido el Centro de Medicina Tropical.

Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx


[1] Publicado en los diarios Por Esto! de Yucatán y Quintana Roo. Viernes 27 de marzo de 2015