La falsa foto del bigfoot muerto

La exposición de la «la foto del Bigfoot muerto» – ¡por fin! «“ Una exclusiva mundial de ShukerNature

11 de abril 2015

Karl Shuker

Hoax bigfoot photoLa famosa «foto del bigfoot muerto» (origen desconocido)

El 21 de noviembre de 2006, después de haberla recibido de un lector con el nombre de usuario «captiannemo», Craig Woolheater publicó en Cryptomundo la fotografía muy interesante que abre este presente artículo de blog ShukerNature, y que desde entonces se ha hecho popularmente conocida como la «foto del bigfoot muerto», junto con una solicitud de información disponibles sobre la cuestión.

En vista de su muy llamativa imagen tentadora, la foto atrajo mucho interés, y posteriormente se volvió a publicar en dos ocasiones por Loren Coleman en Cryptomundo (16 y 22 de abril de 2009) con nuevas solicitudes de información. También se ha ofrecido en muchos otros sitios web. Sin embargo, a pesar de numerosos dictámenes que se han emitido en cuanto a lo que muestra (¿un bigfoot muerto, un oso, un gorila?) y si es o no una foto manipulada, nunca se ha obtenido ninguna prueba concluyente en cuanto a su verdadera naturaleza y es presentada como auténtica – ¡hasta ahora!

El día de hoy, el colega criptozoológico de Facebook Tony Nichol trajo la siguiente tarjeta postal vintage a mi atención:

Hoax bigfoot photo, original Alaskan bear photoPostal vintage que muestra a un cazador y un oso pardo de Alaska baleado (comprada en eBay y ahora propiedad del Dr. Karl Shuker – todos los derechos reservados)

Con un ejemplo de ella disponible para su compra en EE.UU. el sitio de eBay, muestra un oso grizzly baleado, fotografiado en Seward, Alaska, y que data del período 1904-1918 – y como podría verse al instante, esto era, sin duda, la imagen original de la que habría sido creada la versión bigfoot por manipulación fotográfica. Después de casi una década, y como se revela aquí en este ShukerNature en exclusiva mundial, el misterio de la «foto del bigfoot muerto» es finalmente resuelto – excepto, por supuesto, descubrir la identidad de quien creó la imagen vintage del oso.

Sin embargo, para asegurarse de que esta última no se convierta en otra «foto desaparecida del thunderbird», ahora he comprado el ejemplo que está disponible en eBay, y debería estar recibiéndolo por correo en breve. Por cierto, la redacción ebay presente en la imagen, contenida en su subasta de eBay que se muestra más arriba, naturalmente, no está en la tarjeta postal real, así que una vez que tenga la postal voy a incluirla en una documentación más detallada de la «foto del bigfoot muerto» que actualmente estoy preparando.

¡¿Tal vez yo también debería comenzar a escanear en ebay en busca de la foto del thunderbird perdida?!

Mientras tanto, mi más sincero agradecimiento a Tony Nichol por traer amablemente la postal del oso a mi atención, y, al hacerlo, permitirme llevar a su fin el largo reinado de otro pretendiente criptozoológico ricamente merecido.

Alaskan bear photo and dead bigfoot photoLa fotografía original del oso junto a la derivada, la «foto-manipulada del bigfoot muerto» (oso foto propiedad de Dr. Karl Shuker – todos los derechos reservados)

http://karlshuker.blogspot.mx/2015/04/exposing-dead-bigfoot-photograph-bear.html

Toman foto del “Nahuelito” cerca de la aduana

Toman foto del «Nahuelito» cerca de la aduana

4 Mar 2015

nahuelitoEl turista envió la foto a nuestra redacción y contó su experiencia.

«TENIA EL TAMAÑO DE UNA PERSONA»

El lector de El Cordillerano Néstor González Villarreal envió la foto tomada el día 20 de Febrero a las 7.45 horas en la laguna ubicada a metros de la Aduana Argentina del Paso Cardenal Samoré.

Néstor viajaba junto a su familia, todos de Coronel Pringles, Provincia de Buenos Aires. Estaban en San Martín de los Andes y decidieron cruzar a Chile. Temprano, por la mañana, mientras esperaban que las oficinas migratorias abrieran sus puertas, el hombre comentó que en ese momento: «Se bajan mi mujer, su hijo con su novia y yo me quedo en el auto acompañado por la hija de mi pareja».

«Ellos se acercaron a la laguna y dijeron: ¨mirá un esquiador¨. Yo dije, a esa hora imposible»¦», continuó.

Rafael Olmos, fue quien tomó la fotografía con un teléfono celular marca «Samsung», explicó el turista a El Cordillerano.

Néstor contó que luego de tomar la imagen «este bicho desapareció y le dije al hijo de mi señora que le había sacado una foto al Nahuelito»

«Se ve que iba a mucha velocidad, por los bordes de la estela que dejó en el agua», detalló agregando que «lo que había era como un cuello con una cabeza y lo que se vio era como del tamaño de una persona y estaba a unos doscientos metros».

Ante los comentarios de los lectores de la edición on-line, Nestor quiso aclarar que: «Sin polemizar, conozco lo que es un huala por verlos en varios lagos de la cordillera y esto no lo era, solamente se ve un cuerpo cilíndrico que emerge terminado en cabeza remedando una cobra alerta, además por su tamaño desplaza mucho agua. Si fuera ese animal su cogote no tiene tal volumen y se vería el lomo. Saludos».

http://www.elcordillerano.com.ar/index.php/actualidad/item/23792-toman-foto-del-nahuelito-cerca-de-la-aduana

El cavernícola de Tulum cambia de nombre

IMPACTO AMBIENTAL

El cavernícola de Tulum cambia de nombre[1]

Juan José Morales

Reptiles venenosos, los hay «”las víboras, desde luego»”, al igual que anfibios como los sapos de cuyas glándulas obtienen veneno para sus flechas los indios sudamericanos. Hay igualmente moluscos venenosos, como el famoso pulpo de anillos azules de Australia o los caracoles marinos de la familia Conidae, de los cuales existen varias especies, incluso en aguas del Caribe. Por supuesto, tampoco faltan insectos, arácnidos, miriápodos y peces con glándulas venenosas, y hasta hay mamíferos como las musarañas, que las poseen. Pero no se conocía ningún crustáceo venenoso, hasta que hace poco investigadores del Museo Británico y del Instituto de Biología de la UNAM, encabezados por Bjorn von Reumont y Fernando Álvarez Noguera, identificaron el primero. Su nombre científico es Xibalbanus tulumensis.

clip_image001El Xibalbanus tulumensis. Los miembros del grupo de los remípedos, al que pertenece, están estrechamente emparentados pero habitan lugares del mundo muy distantes entre sí, como Australia, la península de Yucatán, las islas Azores o las costas del Mediterráneo, lo cual indica que su antigüedad se remonta a la lejana época en que la Tierra estaba cubierta por un solo océano y los continentes aún no se separaban.

Se trata de un remípedo, un tipo de animal parecido a los ciempiés o milpiés pero que no usa sus numerosas patas para caminar sino a manera de remos para nadar. Es muy pequeño, de apenas 25 a 30 milímetros de largo y posee glándulas secretoras de veneno conectadas a una especie de colmillos con los que lo inyecta a sus presas. Sólo existe en los cenotes de la península de Yucatán y de su carácter venenoso se dio cuenta recientemente en un informe publicado en la revista Molecular Biology and Evolution y en un boletín de prensa de la UNAM.

Pero no se trata de una nueva especie. En realidad, es un viejo conocido de los científicos. Fue descubierto en 1987 por la bióloga Jill Yager, que lo bautizó Speleonectes tulumensis, nombre que significa «el cavernícola de Tulum», debido a que se le encontró en un cenote cercano a esa antigua ciudad maya. Pero, al estudiarlo en detalle, los investigadores mencionados descubrieron que produce veneno y tiene mecanismos para inyectarlo. Por eso, tras un minucioso estudio de sus características, se decidió ubicarlo en un nuevo género de animales. Ahora, en el Registro Mundial de Especies Marinas (World Register of Marine Species) aparece con ese nuevo nombre: Xibalbanus tulumensis.

No se requiere ser muy avezado en cuestiones lingüísticas para percatarse de que tales vocablos se refieren a Xibalbá, el mítico reino subterráneo al cual creían los antiguos mayas que iban a parar las almas de los muertos, y a la zona arqueológica de Tulum. Pero puede parecer un poco extraño que este animalillo haya sido incluido en un registro de especies marinas, pues como decíamos, habita en cenotes.

Lo que ocurre es que los cenotes en que vive son del tipo que los científicos denominan anquihalinos, los cuales se caracterizan porque en ellos hay tanto agua dulce proveniente de los mantos acuíferos de tierra adentro como agua salada que penetra desde el mar. Una y otra, por ser de diferente densidad, se mantienen separadas por una delgada capa denominada haloclina. Los remípedos y otros pequeños organismos habitan en el agua salada, pobre en oxígeno.

Cenotes de este tipo abundan en la costa oriental de la península de Yucatán «”de hecho son característicos de la zona»”, así como en la isla de Cozumel. Varias veces nos hemos referido a ellos en esta columna, pues constantemente son objeto de importantes hallazgos científicos. Ahí se han descubierto numerosas especies muy primitivas, que están arrojando nueva luz sobre el origen de diferentes grupos de animales. Poco tiempo después de haber sido descubierto, el cavernícola de Tulum, por ejemplo, tuvo que ser situado en un nuevo grupo zoológico al que se denominó Miracrustacea «”»crustáceos sorprendentes»»” porque resultó ser algo así como el eslabón perdido entre los insectos, que poseen seis patas y antenas, y los arácnidos «”de ocho patas y carentes de antenas»” y otros grupos de artrópodos, o sea invertebrados con patas articuladas.

Como se confirma con este descubrimiento «”y como hemos señalado en diversas ocasiones»”, los animales de los cenotes anquihalinos son muy especiales y de extraordinario valor científico. De aquí la necesidad de protegerlos y conservarlos, pues esas pequeñas especies corren peligro debido al creciente uso de tales cenotes con fines turísticos, ya que a menudo se les utiliza en calidad de simples albercas para darse un refrescante chapuzón o echarse unos clavados, o bien como lugares de buceo, sin tomar medidas para evitar alteraciones ambientales que puedan afectar a la fauna que los habita.

Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx


[1] Publicado en los diarios Por Esto! de Yucatán y Quintana Roo. Lunes 16 de marzo de 2015