LA ODISEA DE LA HERMANA THEDRA[1]
Los términos «“ platillo volador, objeto volante no identificado y contactado «“ no existían en ningún diccionario de 1946, aunque los avistamientos de fenómenos aéreos inusuales habían sido informados al menos el siglo y medio anterior (Bullard 1982; Lore and Deneault 1968; Bartholomew and Howard 1998). Históricamente, el Book of the Damned de Charles Hoy Fort, un trabajo de 1919 que más tarde sería llamado el primero relacionado a rarezas como visitantes del espacio. Fort incluso especuló, tal vez en broma, que ciertos individuos estaban en contacto con los pilotos de los objetos misteriosos[2]. Si eso era así, nadie lo tuvo hasta la tarde del 9 de octubre de 1946, cuando la Kareeta «“ una estructura larga, en forma de bala con grandes alas que parecían como si pertenecieran a un gran murciélago «“ voló sobre San Diego. Aquellos que la vieron dijeron que era oscura excepto por dos luces rojas a lo largo de su costado. Visible por una hora y media y moviéndose a velocidades que variaban de lenta a muy rápida, barrió periódicamente un reflector a lo largo del terreno.
No fue sino hasta el siguiente verano, después de un encuentro ampliamente publicitado del piloto privado Kenneth Arnold con nueve discos brillantes sobre Monte Rainier, Washington, que cosas como estas serían llamadas platillos voladores (Arnold 1950; Maccabee 1995ª, 1995b, 1995c). Sin embargo, incluso en 1946, los habitantes de San Diego no nos podían decir que este objeto era algo definitivamente fuera de lo ordinario. Sin embargo, se dejó al médium local Mark Probert que dijera qué tan fuera de lo ordinario. Probert había estado canalizando mensajes de una variedad de seres descarnados quienes disertaban con una longitud embrutecedora sobre temas de filosofía cósmica para la recién formada Borderland Sciences Research Associates (BSRA), con sede en San Diego, dirigida por el teórico del ocultismo N. Meade Layne (Layne 1949).
Tal como ocurrió, Probert estaba entre los muchos habitantes de San Diego que habían elevado sus ojos a los cielos en anticipación por una lluvia de meteoros pero fueron sorprendidos al observar el paso de la estructura misteriosa. Mientras todavía estaba a la vista, Probert telefoneó a Layne, quien urgió a su asociado a intentar una comunicación telepática con los supuestos ocupantes de la nave. El intento tuvo éxito, aseguraría Probert, contando a un reportero de periódico:
La máquina extraña se llama Kareeta»¦ Fue atraída a este tiempo porque la Tierra está emitiendo una columna de luz que hace más fácil su aproximamiento. La máquina está impulsada por gente que posee un conocimiento avanzado de las fuerzas anti gravitatorias. Tiene 10,000 partes, un pequeño pero poderoso motor operado por electricidad, y mueve las alas, y una estructura externa de madera de bálsamo ligera, cubierta con una aleación. La gente no es agresiva y han estado tratando de contactar con la Tierra por muchos años. Tienen cuerpos muy ligeros. Temen aterrizar, pero estarían dispuestos a reunirse con un comité de científicos en un punto aislado, o en la cima de una montaña[3].
Aunque su nombre hoy no es tan reconocido como los de otros, Mark Probert se distinguió como el primero de los que pronto serían llamados «contactees» (Clark 1998). Al principio no una expresión de cariño, con el tiempo comenzó a ser meramente descriptiva, una forma de caracterizar la acogida mundial de los seres humanos quienes podían profesar creerse ellos mismos ser destinatarios de mensajes de extraterrestres amistosos buscando lo mejor para nuestros intereses. La dispersa subcultura contactee se fundió en un movimiento identificable en enero de 1952, cuando el mecánico de aviones George W. Van Tassel inició una serie de reuniones públicas en el desierto del Sur de California. Van Tassel canalizó mensajes elaborados de comandantes de naves espaciales – «ventla»- (Van Tassel 1952), pronto introdujo la primera superestrella metafísica de la era de los platos voladores, Ashtar, «Comandante del sector Quadra, patrulla sección Schare, todas las proyecciones, todas las ondas» «“ un ser extraterrestre e interdimensional quien incluso hoy se comunica con un pequeño ejército de médiums y escritores automáticos[4].
El 20 de noviembre de 1952, George Adamski entró a la historia del ocultismo a través de su supuesta reunión con Orthon, un venusino de cabellos dorados, cerca de Desert Center, California (Leslie and Adamski 1953; Welch 1952; Zinsstag 1990; Zinsstag and Good 1983). En muy poco tiempo, otros estaban alegando encuentros físicos con «Hermanos del Espacio» benevolentes que estaban aquí para rescatar a la raza humana de una inminente guerra nuclear. Como si subieran la apuesta, pronto los contactados relataron viajes en platillos voladores al espacio exterior o los planetas vecinos[5].
Una figura que rápidamente alcanzó la prominencia, el ocultista y antropólogo heterodoxo George Hunt Williamson, escuchó por primera vez de los extraterrestres a mediados de 1952, cuando un marciano llamado Nah-9 le advirtió físicamente a él y sus asociados que gente maligna del espacio estaba conspirando con seres humanos malignos para causar estragos (Williamson and Bailey 1954). Cuando el mensaje se hizo aún más ominoso, un espantado Williamson escribió a un amigo en Guatemala que «Â¡el tiempo es muy, muy corto!»¦ Los desastres llegaran antes del 1 de diciembre, ¡de este año! ¡así que sólo quedan unas semanas!» Prosiguió, «Se nos ha dicho que pronto un hombre nos contactará, ¡cuando todo esté listo! ¡Y habrá un aterrizaje en este vecindario de una nave especial directa de Marte a unas dos o tres semanas a partir de hoy!… El aterrizaje será cerca de aquí» (Aharon[6] 1957). Sin embargo, Williamson fue capaz de recobrarse lo suficiente para estar en Desert Center el 20 de noviembre, cuando él sirvió como uno de los seis «testigos» «“ aunque a considerable distancia «“ para el encuentro que hizo época de Adamski con Orthon.
Truman Bethurum también se unió a las filas cada vez más grandes de contactados con su propio cuento de gente del espacio amistosa. Él se reunió con ellos una noche de julio de 1952, dijo, mientras estaba como empleado de un operador de equipo pesado en el desierto de Nevada. Ocho hombrecitos con características «latinas» interrumpieron su siesta mientras dormitaba entre sus turnos. Ellos lo guiaron a la vecindad de un plato volador y su capitana, «una mujer hermosa, más pequeña que los hombres, perfectamente ataviada, y también con apariencia latina: cabello negro como carbón y complexión olivácea. Ella parecía tener 42 años» (Bethurum 1954), Bethurum posteriormente supo que ella realmente tenía cientos de años de edad. Su nombre, ella le dijo que era Aura Rhanes. Ella y su tripulación de la «exploradora» (nave espacial) venían del planeta Clarion mundo que nunca es visible para nosotros debido a que siempre está en el otro lado de la Luna (Bethurum 1954). Como Bethurum pudo saber en contactos subsecuentes, Clarion es un mundo ideal desprovisto de conflictos o enfermedades. Los clarionitas habían venido aquí preocupados porque los seres humanos pudieran volar su planeta en una guerra nuclear (Beckley 1970).
El 4 de abril de 1954, la primera gran reunión de contactados, la Interplanetary Spacecraft Convention, atrajo varios miles comunicantes espaciales, verdaderos creyentes, y seguidores curiosos, a la residencia de Van Tassel en Giant Rock (literalmente una roca gigante), entre Lucerne Valley y Twenty-Nine Palms, California (Anonymous 1954, 13; Sanders 1954). Las reuniones en Giant Rock, que fueron mantenidas cada año hasta 1977, proporcionaron un fórum en el cual los contactados pudieron intercambiar información e ideas. En el proceso, se prestaron el uno al otro nombres y conceptos, incluso cuando el significado y contexto cambiaba al contar y recontar. Aunque los contactados concordaban en una cosmología general, ninguna pareja de ellos describía una exactamente similar (Gray Barker 1976; Bishop and Thomas 1999; Max B. Miller 1963; Ruppelt 1994). Los creyentes ignoraban estas discrepancias o las descartaban como carentes de sentido, demasiado para la exasperación de los escépticos. Una de ellos, la ufóloga Isabel L. Davis, escribió:
¿En dónde estuvo Clarion»¦ durante la noche del 23-24 de agosto de 1954? En esa noche, afirmó Adamski, le mostraron ambos lados de la Luna por Ramu de Saturno, a través de un instrumento en la nave de carga venusina»¦ la nave iba de la parte familiar al lado desconocido, allá adelante en el cielo debería estar el Clarion de la Capitana Aura Rhanes. Pero ni Ramu ni Adamski lo mencionan. Adamski ciertamente sabía de Clarion «“ ya que Bethurum había visitado Palomar Gardens (la residencia de Adamski) durante el verano de 1953, y Adamski había aceptado la historia de Bethurum. Pero con todo un planeta perdido de donde se supone debería estar, Adamski no estaba sorprendido ni curioso (Davis 1957).
Dorothy Martin
A pesar de la vitalidad creciente, el movimiento contactista de principios de los 1950 atrajo poca atención del resto del mundo, excepto por ocasionales artículos en los periódicos. En la mayor parte, sólo los que estaban interesados en los ovnis estaban conscientes del pequeño pero creciente ejército de creyentes en los Hermanos del Espacio. La cobertura de la prensa fue escasa excepto por artículos dispersos en los periódicos locales, la mayoría de ellos en el Sur de California donde estuvo más activo el movimiento. Sin embargo, todo eso cambiaría con un extraño episodio que comenzó en un suburbio de Chicago en 1954.
Como muchos que se hicieron contactados, Dorothy Martin había tenido ideas poco ortodoxas desde hace mucho tiempo. Fue introducida al ocultismo mientras vivía en New York City a finales de los 1930, cuando asistió a una conferencia sobre Teosofía. Ella comenzó a leer una variedad de trabajos esotéricos y comenzó a ser activa en Dianetica, más tarde llamada Scientología. Luego fue a los trabajos de Guy Warren Ballard, quien como Godfré Ray King creó el movimiento I AM, podría decirse que el primer grupo religioso en hacer de los contactos extraterrestres un principio central[7]. (Entre otras afirmaciones Ballard informó reuniones con doce venusinos «“ «Lords of the Flame». Esencialmente Ballard creó la imagen de los venusinos de cabellos dorados, angelicales que Adamski traería a la era de los platillos). Martin también leyó Oasphe, un texto masivo canalizado por John Ballou Newbrough y publicado por primera vez en 1882. Oahspe describe un cosmos complejo, espiritual y ricamente poblado cuyos habitantes incluyen ángeles guardianes conocidos como «ashars» quienes navegan por el universo en naves etéreas (de otra dimensión)[8].
Un día en 1952 o al principio de 1953, la Sra. Martin se despertó en su casa de Oak Park, Illinois, con «un tipo de hormigueo o entumecimiento en mi brazo, y todo mi brazo se sentía caliente hasta el hombro»¦ Sin saber porqué, tomé un lápiz y una libreta que descansaban sobre la mesita cerca de mi cama», y ella comenzó a escribir un mensaje de su padre muerto. El mensaje era trivial. Consistía de instrucciones a su viuda, que aún viva, sobre plantar flores, instrucciones que su madre rechazó. Sin embargo fue el comienzo de una odisea que eventualmente catapultaría a Martin a los titulares y moldearía el resto de su vida[9].
Mientras tanto, la pareja jugaría un gran papel en el drama por venir también estaba siendo barrida por los eventos. Para Charles y Lilian Laughead (pronúnciese law-head) comenzó en Egipto, donde la pareja sirvió como misioneros protestantes de 1946 a 1949. Durante este tiempo, la Sra. Laughead cayó víctima de pesadillas y miedos irracionales recurrentes, que ella no podía parar ni su esposo, un médico, pudo tratar exitosamente. Buscando una cura, ellos giraron a lo esotérico y leyeron muchos de los mismos libros que Martin estaba escudriñando. Cuando regresaron a los Estados Unidos, el Dr. Laughead tomó una posición de empleado en el Michigan State College Hospital en East Lansing. Por entonces, la pareja se habían convertido en entusiastas de lo oculto en pleno derecho, y casi inevitablemente pronto incorporarían los platillos voladores a su nueva fe.
En un viaje al Sur de California para ver el Rose Bowl Game a principios de enero de 1953, el Dr. Laughead se reunió con Adamski, cuya reciente reunión con Orthon había electrificado a los ocultistas y aficionados a los platillos. Adamski le contó que los venusinos habían dejado huellas en la arena del desierto. Cada una contenía un distintivo conjunto de símbolos misteriosos[10]. Laughead llevó a casa un dibujo de las impresiones, que mostró a su esposa. Intrigada, la Sra. Laughead se dedicó los siguientes cinco meses en un esfuerzo por descifrar los símbolos. Ella decidió que las huellas dejadas, en su interpretación, representaban el hundimiento de los continentes de Mu y Atlántida. La derecha predecía su resurgimiento del piso del océano siguiendo a un cataclismo geológico que pronto acontecería en la Tierra.
No mucho después de su visita a Adamski, llegó otra fuente de inspiración para el Dr. Laughead en la forma de un mensaje en escritura-automática entregado por un estudiante del ministerio. El mensaje, según laughead, «era del Hermano Mayor quien más tarde se identificaría a sí mismo como Jesús el Cristo y también como Sananda. En este mensaje, me dijo que me mantuviera contando la verdad sobre los platillos. El venusino, él dijo, me contactaría, y trabajaría con ellos».
Por su parte, Martin estaba buscando mejorar sus habilidades en escritura automática. Después de que su finado padre demostró ser aburrido e inmaduro, como otros contactos de otro mundo -atrapados, ella dedujo, en la región imbécil del mundo espiritual «“ ella encontró su camino a una entidad quien se llamaba a sí misma Hermano Mayor, y luego a otros seres que llamaría los Guardianes. Uno, quien se presentó a sí mismo como Sananda, en abril de 1954, ahora un residente del utópico planeta Clarion, fue nada menos que Jesús en su primera encarnación terrenal.
Aunque Martin obtuvo e nombre del planeta Clarion de Bethurum, su Clarion existe no en el otro lado de la Luna sino en el reino etérico. Un planeta compañero, Cerus (algunas veces confusamente referido también como «constellation»), albergaba otros seres espaciales que mantenían en furioso movimiento el brazo y la mano de Martin cuando ellos actuaban bajo su promesa de enseñarle la sabiduría cósmica. El Hermano Mayor le dijo que no hiciera esto sola: «Les enseñaremos a que busquen y estén listos a seguir en la luz»¦ Se paciente y aprende, para que estemos preparando el trabajo para ti como un connoiter. Esto es un deber de enlace terrenal antes de que llegue. Eso ocurrirá pronto»¦ Los que te han dicho que no creen deberán vernos cuando sea el momento adecuado» (37).
Pronto una mujer de un pueblo cercano comenzó a tipografiar los mensajes y a distribuirlos. Martin se unió a un grupo local de discusión de ocultismo y comenzó a hablar sobre sus experiencias. Ella también las pasó a otro grupo en Chicago, donde habló con John Otto, un entusiasta y conferencista ovni conocido nacionalmente. Entonces la historia de su comunicación espacial gradualmente comenzó a ser conocida en la más grande comunidad de New Agers.
Los Laugheads se reunieron con Otto en marzo de 1954, cuando el último atendió a una conferencia de Adamski patrocinada por el Detroit Flying Saucer Club orientado a los contactados. Crédulo y excitable por naturaleza, Otto tomó las comunicaciones espaciales de toda clase muy seriamente[11]. En cierto punto, ya fuera en Detroit o en subsecuente correspondencia con la pareja, él les contó a los Laughead sobre los mensajes de Dorothy Martin y expresó su convicción de que representaban algo importante. Intrigados, los Laughead escribieron a Martin y relataron sus propias exploraciones en lo oculto.
Alrededor de este tiempo Martin recibió un mensaje urgiéndola a ir a East Lansing a buscar «una niña… a quien estoy tratando de llegar a través de la luz». Ella lo tomó en el sentido de los Laugheads porque ella nunca escuchó de nadie más de esa ciudad. Rápidamente contestó la carta, y pronto los tres formarían una sociedad muy unida, basada en parte en la convicción de la Sra. Laughead de que ella era la «niña». Por algún tiempo, dijo, ella había percibido insinuaciones de los Guardianes.
Los Laughead y Dorothy Martin se reunieron por primera vez a finales de junio, cuando la pareja condujo hasta Michigan para visitar la casa de Martin. (Martin estaba casada con un hombre amable que no creía en los mensajes espaciales, pero que no desalentó sus actividades. Él tendría poco o nada que ver en los eventos por venir). Por ese entonces, Martin estaba recibiendo casi diez mensajes por día, y estaban tomando un tono cada vez más premonitorio, advirtiendo de desastres y cataclismos inminentes. Sin embargo, los mensajes aseguraban que aquellos que pudieran «escuchar y creer» entrarían en una Nueva Era de conocimiento y felicidad.
Gray Barker de Clarksburg, West Virginia, escuchó, pero él no creyó los relatos de Martin. Barker fue atraído al campo de los ovnis en septiembre de 1952 a través de informes en los periódicos de aterrizajes y encuentros con una criatura monstruosa cerca del pequeño pueblo de Flatwoods en su estado natal. Después de entrevistar a los testigos, él escribió un artículo sobre el incidente para una revista paranormal popular (Barker 1953). Pronto él fue una presencia activa en la ufología, y en septiembre de 1953 comenzó su propio boletín de pequeña circulación, The Saucerian, que cubría tanto los avistamientos aparentemente creíbles y los aspectos más extravagantes del saucerdom.
Martin, una nativa de West Virginia, escribió a Barker a principios de 1954 para suscribirse a su publicación. En una carta posterior en abril, ella escribió, «Aparentemente he contactado con los visitantes, pero los mensajes están más allá de mi comprensión»¦ Me contaron una vez antes de que aterrizaran en Flatwoods. En este tiempo el contacto fue fuerte y más positivo». Ella incluyó un mensaje dirigido a Baker de un hombre del espacio llamado Garcia Sai:
Estoy en contacto con el piloto de una nave espacial activa en la vecindad de Flatwoods. Hemos hecho contacto ahí y esperamos aterrizar en mayo o junio.
En ese momento será contactado. El contacto será uno de las gentes del espacio. Usted buscará una cicatriz en su mejilla izquierda del color del cabello.
La última vez hubo mucha confusión ellos (supuestamente los testigos de lo que la prensa llamó el «Monstruo de Flatwoods») fallaron en ver lo que ocurrió. Esta vez lo planearemos así que será un contacto con la Tierra para recibirnos. (Barker 1953).
Barker presionó por más detalles, más por curiosidad ociosa que por cualquier convicción de que los mensajes de Martin significaban más que autoengaño. Unas pocas semanas más tarde Barker de hecho se reunió con un joven con una cicatriz en su cara, pero supo que era un hombre local cuya herida había venido de un accidente de autos.
Aunque escéptico en privado «“ probablemente «divertido» caracterice mejor su actitud «“ Baker continuó jugando con Martin. Él solicitó más mensajes. Luego otra comunicante espacial, una Sara, le aseguró que el contacto era inminente, él inventó una historia sobre una reunión con un hombre extraño cerca de la oficina postal y de verlo desaparecer en el aire. Sara rápidamente le aseguró a Martin que «el joven que contactó con Gray Barker era nuestro contacto y tenía un mensaje para él». Más tarde, reflexionando en estos asuntos después de que Dorothy Martin había caído víctima de los titulares de todo el mundo y del ridículo internacional, Barker pudo observar que desde su punto de vista, «la Sra. Martin ha contactado algunos extraterrestres ineptos «“ o»¦ la información llegaba de un subconsciente bastante notable» (Barker 1955).
Mientras tanto, los mensajes se seguían derramando en Oak Park. Aunque por supuesto ellos supuestamente eran de Guardianes extraterrestres interdimensionales, su verdadera fuente era rastreable a la literatura oculta a la que Martin se había expuesto. Por ejemplo, en un comunicado del 8 de julio, los Guardianes se describen como «seres del UN (mente del High Self)»¦ que pueden y de hecho crean por el UN el abatible o vehículo que eligen usar a la vista». Antes, nota Barker, N. Meade Layne había escrito, «Las aeroformas (platillos voladores) son construcciones de pensamientos, constructos mentales. Como tales, son, en efecto, el vehículo de las entidades reales que los crean» (Barker 1953). Significativamente, Martin estaba suscrita a Round Robin, el Borderland Sciences Research Associates de Layne.
ContinuarỦ
[1] Clark Jerome, The Odyssey of Sister Thedra, Tumminia G. Diana (editor), Alien Worlds: Social and Religious Dimensions of Extraterrestrial Contact, Syracuse University Press, New York, 2007, pags 25-41.
[2] «Pienso que algunas veces, en circunstancias favorables, han llegado emisarios a esta tierra», escribió Charles Hoy Fort (1995, 247) en un libro publicado originalmente en 1919.
[3] Citado en Harold T. Wilkins (1954, 45)
[4] Ver Tuella (1989), Tuella es el pseudónimo de la finada Thelma B. Terrell.
[5] Ver, por ejemplo Inside The Space Ships de George Adamski (1955); From Outer Space To You de Howard Menger (1959); y My Trip To Mars, the Moon and Venus de Buck Nelson (1956).
[6] Aharon es el pseudónimo de Yonah Fortner.
[7] Para mayor información, ver J. Gordon Melton (1995) y David W. Stupple (1994).
[8] Ver Oasphe de John B. Newbrough (1882) y Martin Gardner (1996). El texto complete de Oasphe está disponible en diferentes sitios web, y puede encontrarse buscando en la internet.
[9] A menos que se indique otra cosa, los relatos de los eventos de 1954 son extraídos de la reconstrucción en When Prophecy Fails (1956) de Leon Festinger, Henry W. Riecken y Stanley Schachter. Sin embargo, he eliminado los pseudónimos que los autores dieron a los personajes y los he restaurado con los nombres reales; así «Marian Keech» es ahora Dorothy Martin, «Thomas Armstrong» es Charles A. Laughead, y así. La «Lake City» de los autores, frecuentemente asumida como un suburbio de Twin Cities, en realidad es Oak Park, Illinois, donde Martin vivió durante el episodio en cuestión. El número de páginas es dado entre paréntesis donde es posible.
[10] Los símbolos fascinaron a los primeros seguidores de los contactados y generaron una literatura pequeña pero intensa. Ver, por ejemplo, Williamson (1957, 95-151) y Strickland (1962)
[11] La credulidad de Otto más tarde lo llevó a involucrarse con el contactado/timador de toda la vida Reinhold O. Scmidt, quien desde noviembre de 1957 a 1961 afirmó extensas interacciones con tripulaciones de platillos, de habla alemana, de Saturno. Scmidt usaba información de segunda mano supuestamente adquirida durante excursiones en naves espaciales para vender esquemas de falsos tesoros a inversionistas ingenuos. El 26 de octubre de 1961, una corte de Oakland, California, lo sentenció a prisión por cargos de gran estafa. Ver Jerome Clark (1998, 822-23).